—Estando todos acá reunidos en esta hermosa mañana— empieza a decir el rey—. Por fin le podremos fecha a su compromiso...
La princesa gira abruptamente hacia su padre, lo mira con desconcierto echa todo una furia.
— Me gustaría— dice Lumiere mirando a la princesa amablemente.-que fuera la primera semana de primavera, claro, si la princesa está de acuerdo.
La princesa lo mira y le sonríe de medio lado, asintiendo dulcemente, en forma de afirmación pero fue sarcástica.
—Excelente —dice el rey, mirando a su hija en forma acusadora— Entre más pronto mejor, así evitaremos las habladurías y que tu error se empiece a notar.
La princesa echa toda una furia, pega un puño a la mesa. Se levanta de golpe haciendo mucho ruido.
—No toleraré que le digas error a tu propio nieto, padre— le reclama molesta la princesa.
Interrumpen las mucamas para terminar de colocar los preparativos para el desayuno. En eso Fark se acerca con una jarra de zumo de cereza y le guiña un ojo a la princesa para que se calmara .Fark se marcha para seguir sirviéndole el zumo a los otros invitados.
Ya servida y bien distribuida la mesa, las mucamas hacen reverencia mientras van saliendo una por una del comedor.
Quedando así en absoluto silencio.—Que les aprovechen— dice el rey sonriendo.
Comienzan a rechinar los platos y cubierto haciendo eco en todo el lugar.
—Hay un banquete por escoger y no me apetece nada—digo entre dientes.
El rey nota a la princesa articulando con sus labios casi imperceptibles para los invitados. Pero el rey le dice:
—Comportad y comed. —le reprocha.
Terminan todos de comer. Se escucha una silla rodarse, la silla del rey.
—Les invito a pasar a mi despacho para continuar la plática de los preparativos de la boda.
Asentimos y nos levantamos todos de nuestros lugares.
“Me extiende su brazo” dijo Lumiere.Ella acepta.
Mi padre nos mira en forma de aprobación mientas subimos las escaleras.
—Parece que se va a casar él y no yo…El príncipe se encontraba conteniendo una carcajada. Lo mira acusadoramente.
Hace una señal de rendición con la mano que le queda disponible.
—Que tierno y maduro de tu parte.
Me detengo, me suelto de su agarre sin antes cerciorarme que mi padre re no se encuentra al principio de las escaleras.
— ¡Cállate!— dice ella—. Ya no somos unos niños para que me andes corrigiendo, niño perfecto de papi. Él se lleva la a mano al corazón dramáticamente y la mira fingiendo ofensa.Lo golpea en el hombro y continúan su camino hasta el despacho, nuestros padres nos esperaran sonrientes, les correspondo la sonrisa, volteo a ver a Lumiere. Siento como todo se nubla, mis ojos me pesan y se cierran solos. Se desploma desmayándose, cae al suelo. Lumiere corre y se arrodilla y levanta a la princesa en sus brazos.
—Espero que no... —Dice el rey Abaduel.
—Ni lo digas, querido amigo—dice el rey Toz Hu.—No es momento para esas tonterías —dijo Lumiere— indicadme dónde están sus aposentos.
—¡¡¡Fark!!!—Grita el rey Abaduel.
Se escuchan a los lejos, pequeños pasos que resuenan, por el corredor y las escaleras.
—Su Majestad Abaduel —dice Fark respirando agitadamente, se inclina y hace una reverencia —Estoy a sus órdenes mi señor.
—No tenemos tiempo —dice el rey Abaduel—. Corre, busca al duende Lafeld, corre pequeña, corre.
Sale corriendo con todas sus pequeñas fuerzas, a buscar al viejo Lafeld al pueblito. Mientras El rey y Lumiere corren por los pasillos. El Rey señala hacia la puerta grande del lado izquierdo.
—. Allí están sus aposentos. —dice el rey Abaduel caminando apresuradamente.El rey Abaduel despliega por completo las puertas de la habitación de la princesa. Camina adentrándose a la habitación, deposita cuidadosamente a la princesa en su cama.
—Tendremos que esperar al anciano Lafeld. — dice El rey agitado.
Quince minutos más tarde.
Se oyen pasos lentos, por el pasillo muy cerca de la habitación.
—Buenos días, Sus Majestades. —dijo el anciano Lafeld golpeando fuertemente, su bastón con el suelo.
Todos se sobre saltan y observan al anciano Lafeld caminar lentamente.
—Gracias por llegar tan pronto —dice el rey Abaduel, mira al anciano con preocupación.
Este se acerca a la princesa, observándola detenidamente, ignorando así las palabras del Rey Abaduel.
—La princesa está bien —dijo el anciano Lafeld baja su mirada al vientre, sacando de sus manos una esfera de luz color verde, pasándolo por el pequeño vientre de la princesa.
—Que energías contiene esta pequeñita.
Todo se torna borroso, consecutivamente en cámara lenta y se pausa.
Desciende lentamente una luz resplandeciente.
Se frota los ojos, admirando la hermosa esfera de luz dorada frente a él.
—Hola mi querido Lafeld —dice la esfera de luz.
—Santa luna —dice el anciano admirando a la diosa.Se inclina con la ayuda de su bastón para lograr hacer la reverencia a la madre de todo el universo.—No tengo mucho tiempo querido —dijo la diosa —. He bajado a darte una advertencia con unas indicaciones.
—Sí, mi diosa —dice el anciano asistiendo frenéticamente con la cabeza.
—Tienes prohibido en su totalidad contar el poder de la criaturita que está creciendo en su vientre — dice ella sonriéndole dulcemente a la princesa, acercándose al anciano Lafeld mientras les da las indicaciones y como las debe realizar.
Luego se desvanece volviéndose minis partículas de luz, funcionándose con la luz del sol que entra por las ventanas de la habitación.
Todo se pone en retroceso y se coloca replay.
—Las dos están sanos y estables — dice el anciano Lafeld—. En pocos minutos despertará.
Marchándose así en total y absoluto silencio del Castillo.
—Han pasado ya dos meses. —dice la Princesa afligida, acariciado su vientre ya un poco vistoso.Morgana Camina de un lado al otro, por la habitación, un poco ansiosa. Con su vestido blanco, lista para dar el sí. Esperando el momento de ir al altar.—Mi pequeñín, volveremos a estar junto a tu padre, lo prometo—dice ella con lágrimas en los ojos.(…) De repente tocan la puerta sin previo aviso, va a su tocador para verse en el espejo, se pasa las manos por las mejillas, limpiando su rostro delicadamente para no arruinar el maquillaje.—Adelante — dice Morgana, acostandose en su cama.Ve como el pomo de puerta es girado, conjunto a esto se escucha el rechinar de esta misma al ser abierta. Ve como su sirvienta entra en la habitación, hace una pequeña reverencia y le dice:—Disculpe su Majestad —dice la sirvienta, acercando se acerca a ella lentamente— su padre le está esperando en el pasillo, quiere saber si ya está lista.Morgana voltea y la mira dolorosamente, y le enseña una so
Lumiere se acercó lentamente a Morgana, inclinándose para besarla, pero Morgana con agilidad coloca su mejilla, para darle el beso, todos los presentes celebran felices mientras que los recién casados se miran fríamente, Morgana lo abraza y se acerca el para que solo él pueda escuchar lo que tiene que decirle.—Te recuerdo qué fue por conveniencia, aunque ahora estemos casados, ni creas que sobrepasaras mis cláusulas —dice Morgana en voz baja le sonríe forzosamente.—Quizás algún día llegues a amarme —dijo Lumiere con la mirada retadora.Los presentes se levantan para desearle lo mejor a la gran pareja y se escuchan aplausos por todo el salón. Ambos se colocan enfrente y se abrazan mostrando su felicidad. Después de escuchar a todos los presentes, caminan agarrados de la mano, en dirección a la salida, salen del salón y le entregan a Morgana un ramillete de rosas con una nota, Lumiere se despega de Morgana para saludar a algunas criaturas. Morgana en ese momento se aleja un poco del
— Celegrom, —dice Morgana feliz, corriendo hacia él— sabía que jamás me dejarías plantada.Camina hacia ella, la abraza fuerte sonríe y la abraza dulcemente.Le corresponde el abrazó y lo besa con pasión, como si él se le fuera a desvanecerse entre sus brazos.Felices por su encuentro sin ser precavidos de sus alrededores, detrás de los arbustos se encontraba Lumiere observando escuchando lo que decían la feliz pareja. —Te extrañamos —dice Morgana mientras unas lágrimas ruedan por sus mejillas. —También los extraño —dijo Celegrom mientras seca sus lágrimas con dulces besos.Se separan, sentándose en la hermosa alfombra de flores azules que le ofrecía la madre naturaleza. —Mi hermosa luna, —dice Celegrom — estaremos pronto en conseguir la victoria en esta guerra y regresare a tú lado.Lo mira esperanzada juntado sus manos con las de él. —Mi valiente caballero—dice Morgana dulcemente —. Ya han pasado dos meses, mi padre me obligó a casarme con Lumiere unas semanas después que te
—Oh no, padre. Está vez no. —dijo Morgana con voz fuerte.—Esposa mía —dice el rey Lumiere, mientras se coloca en su asiento con altivez, mirando a Celegrom en forma de victoria. — ¡Cállate, Lumiere! —grita la reina Morgana, y dirige su mirada hacia su padre retadoramente —. ¿Mi estado? No querrás decir...-No, pequeña —dice el rey Abaduel, bajando su mirada afligido —. Desde ese fatídico día, pensé que te perdería, eres lo único que me queda desde la muerte de tu madre.Camina hasta su padre, secándose las lágrimas con la manga de su vestido color violeta dándole un abrazo. El Rey se levanta de su asiento mirándola muy elegante.—La decisión está tomada —dice el rey Lumiere, en forma altiva.Morgana, mira con odio al dichoso rey, y camina planteándose al frente de él. —No estoy hablando contigo —dice la reina Morgana, asesinándolo con la mirada —, así que deberías limitarme y recordar que no bajaré mi cabeza ante ti.-Oh, disculpe mi señora esposa, no quise ofenderla —dijo el
Nuestra Pequeña Luna Capitulo VIII.Muy lejos de los esplendidos y pacificos reinos, en las afueras de las monumentales montañas de Magic Worns, en el frente central se ejecuta un plan para atacar a los terribles Orcos. Celegrom golpea la mesa, haciendo tambaliar la maqueta con esto caen las fichas de está al suelo.—Calma amigo— dice Tautt dandole una pequeña palmada en el hombro.—Con tantas prohibiciones es dificil— exclama frustrado Celegrom— ¿Como guiarlos a la victoria? —Encontraremos una forma, siempre lo hacemos— dijo Tautt colocando las fichas en los lugares corespondientes mientras lo observa detenidamente.—¿Qué haria sin tus consejos?— dice celegrom— y sin tu paciencia.—Jajaja por algo soy tu B.. —dijo Tautt para luego caraspear la garganta para corregir lo anterior —tu mejor amigo.Lo mira en forma de sospechosa camina hacia Tautt sonriendo le
Nuestra pequeña luna.Capítulo 9.Apesar de esa hermosa imagen surealista de su amada, el dolor se ha incrementado tornandose casi mortal y muy desgarrador para Celegrom.—Respira lentamente Celegrom— dice una voz dentro de su ser. —Pero ya, ¿Me puedes decir quién eres?— dijo Celegom, Exhalando lentamente—La historia de nuestro orígenes es larga y aún no éstas listo para escucharla— dice la voz dentro de su ser casi en susurro.—Sí, estoy listo cuenta la— exclamó Celegrom haciendo una muca de dolor.—No seas testarudo, aún no estas listo— dice la voz dentro de su ser. —Esta bien será en el momento que tú creas conveniente— dijo Celegrom escapándose le un pequeño quejido de dolor.—Buen chico, me presento ante ti mi nombre es Adael soy un lobo alfa— dice la voz del lobo Adael.—¡¡¡¿QUÉ?!!! —exclamó Celegrom anonadado mientras se soba las costillas.—Te explico tu y yo siempre hemos sido uno— dijo la voz del lobo Adael.—¿Siempre? ¿Dónde éstas? — preguntó Celegrom un poco descolocado
Mi Pequeña Luna. Capítulo 10.—Calla a el mocoso mi futura esposa— dice William.—Jamás seré tuya sarnoso— dijo Adelaila—. Y una pregunta, Cristal sabe que quieres robarle la luna a tú "mejor amigo". —¡Ohhh! eso es lo que me encanta de tí querida— dijo William—. Una mujer con carácter y no como la inútil de la Cristal, sabes lo único bueno de esa mujer es qué siempre está disponible para darme cachorros.—¡¡¡Eres un ser despreciable!!!.— exclama Adelaila, mirándolo con despreció—. ¿Cómo puedes referirte así a Cristal? tú luna, esposa y madre de tus cachorros.—Jajaja soy el desprendible William ¿No?— dijo William arrogantemente—. Cristal y todas las mujeres solo sirven para darme a mí, descendencia y así me convertiré en el gran Alfa.—Eres un asquerosa sabandija —dice Marcus escupiendole la cara—. Bestia sin corazón referirte así a lo más poderoso y hermoso de la creación me das a
—Disculpa si te hice esperar mucho—dijo ella—No te preocupes, por ti esperare esta y todas las vidas que sean necesarias. — le contesto él.—Mi padre quiere casarme con Lumiere para evitar otra guerra entre Bruwild y Ethernet. —dice ella suspirando pesadamente.—Esto no puede ser cierto —exclama angustiado. — no puedes casarte con él, ¿y nosotros que?—Lo sé, pero no puedo ir en contra de la palabra del rey y tú lo sabes bien—responde ella nostálgica—Por favor, no lo hagas— le rogo él.—Lo lamento querido, no tengo otra opción—le contesto ella. — pero antes de que me digas otra cosa necesito contar te algo.— ¿Que paso?, estas bien—pregunta el acercando se a ella angustiado.—La verdad es que no, no me he sentido muy bien últimamente—dijo ella bajando su cabeza.—Pero dime que ocurrió, sabes que siempre estaré a tu lado, pase lo que pase. —La mira preocupado y toma su mentón y le sube la cara son mucho cuidado. —sabes que eres lo único que me importa en esta vida, solo dime que ha