Mis hombres se acercan cerca, con las armas hasta el hombro. Luis se acerca de inmediato para verificar si me encuentro bien.
- Estoy bien. – lo miro, y este entiende de inmediato, y le hace unas señas a sus hombres y estos se dispersan para empezar a inspeccionar lo zona.- ¿Vio a alguien?- No pude reconocerlos, pero empiezo a creer que la azafata tenía razón.- Entiendo. – dice, mientras me escolta hasta el edificio, donde debo hablar con unos agentes para después ir a hacer la denuncia en la jefatura.Trato de mantener la calma para que no noten mi frustración, pero realmente me preocupa esta situación, pues no sé si están atentando contra mi o contra Olivia. Pero definitivamente el odio es bastante hacia nosotros para hacer tal desfachatez.Ya imagino la prensa mañana, querrán comernos vivos. De hecho, ya es hora de retirarnos, pues algunos ya están llegando y mis hombres ya se han percatado, pues en estos momentos ya me están conduciendo dentro de la camiOlivia CampbellOtro peluche de felpa descansaba en mi regazo. Estaba en entrando en el octavo mes y Dalbert solo se dedicaba a traer regalos para mi niña, porque si, será una princesa. Si conmigo es un sobreprotector de lo peor, imaginen como será con ella que todavía no ha venido al mundo. Sus tíos tambien me han consentido bastante, muchos regalos de aquí para allá, tanto que tuvimos que habilitar otra habitación para sus juguetes. Paulo emocionado por ser padrino que Dalbert se le sube el enojo fácilmente. A pesar de haber pasado dos meses y medio de lo ocurrido y evitar que Dalbert ponga una demanda a todas las revistas y canales del país por el golpe que recibí. Logramos hacerle entrar e
Luego de que el avión de Dalbert despegó, decidí salir de allí e ir directamente al lugar donde se realizaría la construcción del club. Trataría de manejar lo mejor que puedo desde aquí y darle el menor trabajo posible.Luis y José son los que se quedaron a cargo mío, por el hecho de ser de la entera confianza de mi esposo, y para ser francos se han mostrados muy atentos. Los hombres que Andréi puso para mí, difícilmente se hacen ver, realmente son difíciles de notar, a excepción de uno, que lo reconocí en el club en Rusia. Río internamente. El lugar donde llegamos es amplio, y ya se encuentran ambos caballeros observando el terreno. Bajo con los planos en la mano y mi portátil. José se apresura a ayudarme, porque de mi panza me es imposible. Solo agradezco que la camioneta sea levemente alta de lo contrario no podría leva
- Solo quise ver cómo quedó la empresa. – me encuentro hablando con un histérico Dalbert, pues según él me arriesgue al estar cerca de dos personas peligrosas. Acaso no piensas en la gravedad del asunto. Imagínate si se hubieran dado cuenta de tu presencia, y tu embarazada. - Tengo un escuadrón cuidándome el culo, ¿piensas que se acercarían?- No me importa. – grita al otro lado de la línea. - Deja de gritar o te voy a colgar. – le hablo en el mismo tono. – Me pones nerviosa. – con esto último parece calmarse. Mi hermano empieza reír al igual que algunos de los hombres de seguridad. – Eres sofocante, Dalbert. Pero volviendo al tema, Gabriella era una de la que conocía el acceso a la empresa y Jessica. - Jessica es buena estratega, pero dudo que se buena con hacker. – le doy la razón. – Hay más personas
Despierto desorientada, un tanto adolorida y cansada, la luz de la habitación me molesta y un gruñido por el dolor de cabeza es lo que sale de mi boca y un cuerpo gigante se acerca a mí para socorrerme. - ¿Mi bebé? – el solo tiene el rostro lleno de lágrimas, lo que hace que me alarme. - Ya lo traerán para que la alimentes. – avisa, liberando la tensión de mi cuerpo al oír esas palabras. – Siento tanto no haber estado contigo. Me siento el hombre más estúpido por dejarte sola. - No. No, cariño. No es algo que se pueda predecir con exactitud, y tú, tenías cosas importantes que solucionar. - Nada, escúchame bien. – tomando mi rostro con sus manos. – Nada es más importante que tú y mi bebé. Eso tenlo por seguro. – asiento con lágrimas en los ojos, hasta que la puerta se abre, dando paso a una enf
Dalbert BrownEn estos momentos me encontraba embelesado por tanta belleza, obsesionado por protegerla y enamorado por esta cosita diminuta. Juntos salimos de la habitación de hospital una vez obtenemos el alta, con mi hija en brazos y Olivia a mi lado, disponemos a subir un piso más para llegar a la habitación de mi padre.Por alguna razón me encuentro muy tranquilo, sin embargo, Olivia parece más nerviosa de lo normal, y me irrita, porque el motivo es absurdo. Teme no caerle bien. ¿Por qué rayos se preocupa en caerle bien a alguien a quien ni siquiera considero familia? Me abstengo a decir algo y solo caminamos a pasos demasiado lentos para mi gusto hacia la dichosa habitación. Ya he ce
Los días fueron transcurriendo y nuestra hija crecía rodeada de amor. Ronin y su gente tuvieron que viajar para atender algunos asuntos importantes. Cree que no sé qué Andréi contrató gente que cuiden de mi mujer, pero me he dado cuenta y agradezco que lo hagan. Saben hacer su trabajo. Nos encontramos conduciendo hacia la clínica, para el primer control de nuestra princesa. Si, ya han pasado un mes, y no aguanto más las ganas que le tengo a esta mujer a mi lado, es por eso que he estado planeando castigarla, por vestirse provocativamente en la casa. La respete como dijo la doctora, pero ella era la que quería estar conmigo de cualquier forma, y no soy de piedra. Mi mujer me pone duro con solo escuchar su voz. ***Ya estamos en casa, ella en la habitación de la niña y yo tirado en la cama de la nuestra. No sé en qué momento me he quedado dormido, solo siento cosquillas, b
Me encuentro en el despacho, trabajando de una manera tranquila. Mi felina, me trajo el desayuno y se marchó. Las marcas que dejé en su cuerpo los exhibe sin vergüenza y eso me hace sentir más tranquilo. - Buenas marcas. – habla su hermano, recordándome lo que hicimos anoche. – Y por lo que veo no le molesta. - Soy su esposo. ¿Por qué le molestaría?- Porque tiene una reunión con tus socios. – mi ceño se frunce. - ¿No lo sabías?- No me dijo nada, y se acaba de marchar. - Entonces te avisará sobre la hora. En ese momento ingresa Paulo en el lugar, sonriente como siempre, pero la sonrisa se le borra cando ve la seriedad en mi rostro. - ¿Qué sucede? – pregunta.- ¿Vienes para la reunión? – pregunta esta vez Francisco. - Si, Olivia me citó para hoy. Es un negocio grande, una construcción perfecta para sacar a flote. Esos árabes quedaran encantados. - ¿De qué mierdas están hablando?- ¿Acaso no lo sabes? Olivia consiguió que los árabes escuchen su
Luego de todo el ajetreo, por fin se fueron los musulmanes, Paulo se marchó con su cita y Franci se fue a su departamento para estar con su hija. Subo las escaleras de manera tranquila, y cuando pienso ingresar a mi habitación, la desvío para ir directo a la de mi hija. Se encuentra balbuceando cosas sin sentido, con las manitas al aire y una sonrisa que derrite el corazón a cualquiera. Definitivamente es hermosa, y como dijo mi padre, es igual de bella que su madre, tiene sus mismos ojos y su mismo color de piel. La tomo en brazos y le lleno de besos, mientras le empiezo a hablar de mi día a día, de que será la futura heredera de todo nuestro imperio. Me siento en la mecedora que suele usar Oli para alimentarla, y sin darme cuenta, me he quedado dormido cantándole una canción de cuna. Su aroma me relaja. Siento que me mueven, lentamente y gruño porque no me dejan descansar.- Cariño.