VERÓNICA—Mierda —Murmuré sin abrir los ojos.No puedo creer lo que he hecho con él.Me había entregado a Acheron sin reservas.Sabiendo que él está absolutamente loco.Primero me había acosado antes de conocerlo, después de eso venía el hecho de que era un hombre lobo algo que jamás se me hubiera pasado por la cabeza y por último, como si fuera poco, el desgraciado se había llevado a mi hijo… que también era hijo de él.¿Cómo pude haberme acostado con esa bestia otra vez?Endurecí mi expresión mostrándome fría, cuando lo que de verdad sentía era una angustia que me carcomía.No tenía ni idea qué iba a pasar a continuación y la incertidumbre me pone de nervios.—Apártate.Fue lo primero que dejé salir de mi boca.¿Cómo había hecho esto cuando él se llevó a mi Nicki?Las ganas de llorar formaron un nudo en mi garganta mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.—No —cortó él mordaz.Su agarre posesivo se ciñó más y finalmente abrí los ojos encontrándome con los de él mirándome como si y
Nunca en mi vida creí ver algo más hermoso que mi mujer, pero para mi sorpresa si había algo más maravilloso y es la imagen de mi Verónica arrullando a nuestro cachorro.Mi lobo no podía estar más extasiado con ello.Tenía más de un año deseando esto, anhelándolo en secreto, tener su familia junto conmigo, ahora solo faltaba volver a la manda y proclamar que tengo una luna y por supuesto al siguiente Alfa al mando.Convertiré a Nicholas en el Alfa más fuerte en la historia, mi hijo debe ser mejor de lo que yo soy.—Retírate Roxana —demandé a la mujer quien no dejaba de ver con recelo a mi Verónica.La rubia volvió su mirada a mí con aspecto taciturno y se marchó con la cabeza abajo, pero a duras penas pude verla marcharse porque solo tengo ojos para mi mujer quien enseguida se tensó nada más escuchar mi voz.Contuve un risa divertida porque sé que si me escucha se enojará, entonces me di cuenta que las pupilas de mi pequeño se posaron en mi cara y para el asombro de ambos me tendió lo
—Ven conmigo o despertará —susurró él sin apartar su mirada penetrante de mí.Cuando comenzó a caminar lo seguí como un cordero al matadero.No sabía qué hacer porque Acheron no es un hombre normal con el que hablar y pautar citas para que pudiera visitar a mi hijo, el desgraciado es un lobo, con su pelaje grisáceo y dientes bastante peligrosos incluidos.Aunque por alguna razón él no me causara tanto terror como sí que lo sentía con los otros que estaban a mi alrededor.Otra cosa que no entendía era por qué cada vez que Acheron pasaba por cualquier lado todos automáticamente bajaban la cabeza.Había pasado minutos en los cuales ninguno de los dos hablaba.Acheron me había llevado a los jardines de la gran casa y no había dejado de verme desde entonces, lo cual estaba comenzando a irritarme, hasta que finalmente esbozó una sonrisa que me desconcertó.— ¿Te ha gustado la habitación de nuestro cachorro?Contuve las ganas de gruñir ante la visión de él burlándose de mí.Nuestro cachorro.
Verónica no entendía el porqué de su irracional furia, sus manos estaban hechas puños y su rostro estaba absolutamente tenso, sus ojos se encontraban cristalizados pero ella evitó llorar a toda costa, no era débil y sobretodo no le debía afectar que Acheron tuviera otra mujer en casa.¡Pero malditamente le afectaba!Pese a que había luchado por todos los medios para alejarse del psicótico lobo, él inesperadamente se había colado en su pecho y ahora ella no tenía idea de cómo arrancarlo, no le iba a dar la satisfacción de que él supiera que de alguna forma le atraía, antes muerta.Enseguida se dio la vuelta volviendo a la habitación que Acheron le había asignado, después volvería para darle el beso de buenas noches a su hijo.Por el momento trataría de olvidar la conversación que recientemente había escuchado.*VERÓNICAA pesar de que había dormido, la rabia no había desaparecido aún de mi cuerpo, detestaba sentirme así.Sabía que estaba celosa, aunque eso jamás lo admitiría.Pero fue
NARRADOR OMNISCIENTEAcheron gruñó recordando las palabras textuales que le había dicho una de sus empleadas de aquella discusión que habían tenido Samara y Verónica.Estar cerca de Samara siempre resultaba un dolor de cabeza innecesario, sin embargo, ella seguía apareciéndose en cualquier lugar donde estuviera pese a que siempre le dijera que no quería tenerla cerca.Pero esta vez se había pasado.Se había metido con quien no debía.Verónica era su compañera, no podía vivir sin ella y eso tendría que entenderlo su madre, de no ser así definitivamente la alejaría y él más que nadie tenía el poder para hacerlo.Cruzó el pasillo para llegar por fin con su compañera pero un cuerpo suave se impactó contra él.Rápidamente Acheron la tomó en brazos para no dejarla caer y Verónica alzó la mirada haciendo que sus bonitas pupilas se clavaran en las suyas.Tan preciosa.Esa era la mujer más hermosa que había visto en su vida y daba gracias a la diosa luna por bendecirlo con su compañera.Puede
Quizás su obsesión había consistido en que no podía tenerme, por eso había resultado ante sus ojos una tentación y ahora que me había tenido en su cama y que sabía que teníamos un hijo solo quería a Nicki.¡Pero él nunca podría apartarlo de mí!Comencé a hiperventilar nerviosa.Él es un lobo, puede hacerlo, puede hacer cualquier cosa.De repente sentí la respiración de Acheron en mi cuello consiguiendo que me erizara por completo y volteara a verlo con rapidez pero esto causó que nuestros labios se rozaran tan íntimamente que contuve un gemido.—Ya hemos llegado —dijo él pero no se apartó ni un centímetro.Su susurro solo logró que sintiera aún más deseos de besarlo.Su esencia a hombre estaba seduciéndome al igual que su boca apetitosa.Juro por Dios que nunca antes había visto unos labios más delicioso y carnosos que los de Acheron.No, no voy a besarlo.No puedo...No obstante él no parecía pensar lo mismo porque enseguida tomó mis labios en un apasionado beso que me hizo olvidarme
El aludido me sonrió con socarronería mientras que el padre de este me miraba con curiosidad.Acto seguido me removí inquieta porque a decir verdad ese par de hombres me intimidaban.—Eso, que le has puesto casualmente a nuestro cachorro el nombre de mi padre.—No es posible —gruñí fastidiada sin poder evitarlo, ocasionando que Nicholas el padre de Acheron me mirara arqueando una ceja, a la vez que Acheron se reía posiblemente de mi rostro desencajado—, yo tratando de que mi hijo no tenga nada que ver contigo ¡Y vengo y le pongo el nombre de su abuelo paterno!—Ya lo vez gatita, no puedes huir de mí, ni estando lejos—dijo con voz ronca.Maldición, ¿Puedo ya dejar de babear por él cada vez que habla?—Oh, cállate.Acheron no quitaba su sonrisa de los labios y cuando quiso decir algo su padre lo interrumpió.— ¿Se puede saber qué pasa aquí, Acheron? —gruñó su padre logrando que la atención de ambos regresara a él, por segunda vez en el día.La sala se fue llenando de gente y de inmediat
Desde que mis ojos se posaron en ella supe que me pertenecía, no solo por su olor, era a toda ella, mi mujer, mi compañera.Comprendo que para ella no sería fácil de entender muchas cosas por ser humana pero la haría amarme como yo la amaba, le enseñaría que yo no soy un monstruo como cree y le mostraría que solo quería hacerlos felices, tanto a ella como a nuestro cachorro.Ninguno de los dos dijo nada al separarnos pero Verónica se apartó, me pidió llevarla a donde estaban sus cosas como si nada hubiera sucedido hace segundos, como si no hubiéramos estado a punto de follar en la sala sin importarnos quien pudiera vernos, y cuando vio sus maletas sacó una manta que usaba para darle a Nick pecho en la calle.Yo la miré con curiosidad pero no le hablé, continuamos nuestro camino que nos llevó al jardín donde estaba mi padre y nuestro pequeño que comenzaba a llorar para reclamar su comida.—Tiene hambre —afirmó mi padre al vernos llegar mientras acunaba al bebé entre sus grandes brazos—