—Ven conmigo o despertará —susurró él sin apartar su mirada penetrante de mí.Cuando comenzó a caminar lo seguí como un cordero al matadero.No sabía qué hacer porque Acheron no es un hombre normal con el que hablar y pautar citas para que pudiera visitar a mi hijo, el desgraciado es un lobo, con su pelaje grisáceo y dientes bastante peligrosos incluidos.Aunque por alguna razón él no me causara tanto terror como sí que lo sentía con los otros que estaban a mi alrededor.Otra cosa que no entendía era por qué cada vez que Acheron pasaba por cualquier lado todos automáticamente bajaban la cabeza.Había pasado minutos en los cuales ninguno de los dos hablaba.Acheron me había llevado a los jardines de la gran casa y no había dejado de verme desde entonces, lo cual estaba comenzando a irritarme, hasta que finalmente esbozó una sonrisa que me desconcertó.— ¿Te ha gustado la habitación de nuestro cachorro?Contuve las ganas de gruñir ante la visión de él burlándose de mí.Nuestro cachorro.
Verónica no entendía el porqué de su irracional furia, sus manos estaban hechas puños y su rostro estaba absolutamente tenso, sus ojos se encontraban cristalizados pero ella evitó llorar a toda costa, no era débil y sobretodo no le debía afectar que Acheron tuviera otra mujer en casa.¡Pero malditamente le afectaba!Pese a que había luchado por todos los medios para alejarse del psicótico lobo, él inesperadamente se había colado en su pecho y ahora ella no tenía idea de cómo arrancarlo, no le iba a dar la satisfacción de que él supiera que de alguna forma le atraía, antes muerta.Enseguida se dio la vuelta volviendo a la habitación que Acheron le había asignado, después volvería para darle el beso de buenas noches a su hijo.Por el momento trataría de olvidar la conversación que recientemente había escuchado.*VERÓNICAA pesar de que había dormido, la rabia no había desaparecido aún de mi cuerpo, detestaba sentirme así.Sabía que estaba celosa, aunque eso jamás lo admitiría.Pero fue
NARRADOR OMNISCIENTEAcheron gruñó recordando las palabras textuales que le había dicho una de sus empleadas de aquella discusión que habían tenido Samara y Verónica.Estar cerca de Samara siempre resultaba un dolor de cabeza innecesario, sin embargo, ella seguía apareciéndose en cualquier lugar donde estuviera pese a que siempre le dijera que no quería tenerla cerca.Pero esta vez se había pasado.Se había metido con quien no debía.Verónica era su compañera, no podía vivir sin ella y eso tendría que entenderlo su madre, de no ser así definitivamente la alejaría y él más que nadie tenía el poder para hacerlo.Cruzó el pasillo para llegar por fin con su compañera pero un cuerpo suave se impactó contra él.Rápidamente Acheron la tomó en brazos para no dejarla caer y Verónica alzó la mirada haciendo que sus bonitas pupilas se clavaran en las suyas.Tan preciosa.Esa era la mujer más hermosa que había visto en su vida y daba gracias a la diosa luna por bendecirlo con su compañera.Puede
Quizás su obsesión había consistido en que no podía tenerme, por eso había resultado ante sus ojos una tentación y ahora que me había tenido en su cama y que sabía que teníamos un hijo solo quería a Nicki.¡Pero él nunca podría apartarlo de mí!Comencé a hiperventilar nerviosa.Él es un lobo, puede hacerlo, puede hacer cualquier cosa.De repente sentí la respiración de Acheron en mi cuello consiguiendo que me erizara por completo y volteara a verlo con rapidez pero esto causó que nuestros labios se rozaran tan íntimamente que contuve un gemido.—Ya hemos llegado —dijo él pero no se apartó ni un centímetro.Su susurro solo logró que sintiera aún más deseos de besarlo.Su esencia a hombre estaba seduciéndome al igual que su boca apetitosa.Juro por Dios que nunca antes había visto unos labios más delicioso y carnosos que los de Acheron.No, no voy a besarlo.No puedo...No obstante él no parecía pensar lo mismo porque enseguida tomó mis labios en un apasionado beso que me hizo olvidarme
El aludido me sonrió con socarronería mientras que el padre de este me miraba con curiosidad.Acto seguido me removí inquieta porque a decir verdad ese par de hombres me intimidaban.—Eso, que le has puesto casualmente a nuestro cachorro el nombre de mi padre.—No es posible —gruñí fastidiada sin poder evitarlo, ocasionando que Nicholas el padre de Acheron me mirara arqueando una ceja, a la vez que Acheron se reía posiblemente de mi rostro desencajado—, yo tratando de que mi hijo no tenga nada que ver contigo ¡Y vengo y le pongo el nombre de su abuelo paterno!—Ya lo vez gatita, no puedes huir de mí, ni estando lejos—dijo con voz ronca.Maldición, ¿Puedo ya dejar de babear por él cada vez que habla?—Oh, cállate.Acheron no quitaba su sonrisa de los labios y cuando quiso decir algo su padre lo interrumpió.— ¿Se puede saber qué pasa aquí, Acheron? —gruñó su padre logrando que la atención de ambos regresara a él, por segunda vez en el día.La sala se fue llenando de gente y de inmediat
Desde que mis ojos se posaron en ella supe que me pertenecía, no solo por su olor, era a toda ella, mi mujer, mi compañera.Comprendo que para ella no sería fácil de entender muchas cosas por ser humana pero la haría amarme como yo la amaba, le enseñaría que yo no soy un monstruo como cree y le mostraría que solo quería hacerlos felices, tanto a ella como a nuestro cachorro.Ninguno de los dos dijo nada al separarnos pero Verónica se apartó, me pidió llevarla a donde estaban sus cosas como si nada hubiera sucedido hace segundos, como si no hubiéramos estado a punto de follar en la sala sin importarnos quien pudiera vernos, y cuando vio sus maletas sacó una manta que usaba para darle a Nick pecho en la calle.Yo la miré con curiosidad pero no le hablé, continuamos nuestro camino que nos llevó al jardín donde estaba mi padre y nuestro pequeño que comenzaba a llorar para reclamar su comida.—Tiene hambre —afirmó mi padre al vernos llegar mientras acunaba al bebé entre sus grandes brazos—
—Lo siento mucho, mi señor —susurró asustada Trina volviéndose completamente sumisa. Verónica tuvo que contenerse para no reír con malicia, la atrevida había intentado sobrepasar la línea pero la habían puesto en su sitio. Al darse cuenta de sus pensamientos la seriedad volvió a su rostro, no entendía la satisfacción que había sentido en el momento que Acheron y Nicholas la habían defendido pero trató de no darle importancia. Otra cosa que tenía que recordar era preguntarle a su ex acosador por qué la llamaban Luna. —Más te vale que lo hagas o no tendré compasión y eso va para todos. Cuando Nicholas soltó a la castaña esta se fue corriendo como alma que lleva el diablo así que esta vez Verónica sí dejó salir su risa divertida. —Vaya, gracias por salvarme de las locas, mi héroe —bromeó sin saber porque lo había hecho. Sin bien era cierto que Nicholas era un hombre serio le inspiraba mucha confianza, aún más cuando le devolvió la sonrisa como ahora mismo lo estaba haciendo. Aquel
—Ash nunca había traído una chica a la casa —murmuró él.Enseguida ella se tensó por el inesperado cambio en la conversación..—Quizás se deba a que yo soy la madre de su hijo, es la única diferencia.—No es por ello, lo puedo jurar.Aquello había sonado como si Nicholas conociera un secreto que ella desconocía.—No entiendo.Él se encogió en hombros restándole importancia mientras se deslizaba con suma elegancia masculina por toda la cocina como dueño y señor que al parecer era.—A mi hijo le importas más de lo que crees pero ya te hablará él sobre eso.Verónica se ahorró el decirle que su hijo estaba absolutamente loco y que era un acosador, después de todo estaba en la guarida del lobo, literalmente y ella solo era una pequeña caperucita sin ningún cazador que la defendiera.— ¿Dónde has dejado a mi nieto?Ella sonrió ante la mención de su hijo.—Está dormido, bajé porque me moría de hambre.—Ash está siendo un mal anfitrión, debería alimentar a su... a la madre de su hijo.Ambos v