Dominic dirigió a Aidan con un brazo rodeando su cintura por la entrada principal del recinto donde se celebraría la reunión de los presidentes de las empresas. El olor de los alfas era bastante denso y golpeó a Aidan haciéndolo tambalearse levemente.
-¿Estás seguro que es buena idea de que estés aquí?-
-¿Acaso te sabes todos los detalles del proyecto?- él agitó la cabeza para enfocarse.
-Aun así no tienes que esforzarte tanto, yo podría habérmelas arreglado, me preocupas Aidan, no quiero ver que estés incómodo por algo-
-Suena muy lindo de los labios de aquella persona que se aprovechó de mi cuerpo mientras es
Dominic cerró la puerta de la habitación con la respiración agitada y recostándose sobre la puerta. Las imágenes que percibían se habían envuelto en una neblina rojiza que pronto le haría perder el control. No podía creer que su celo se hubiera adelantado. Había preparado condiciones para mantener a Aidan separado de él durante el día que duraba, pero al parecer tenerlo cerca había sido su cuchillo al cuello. Se acercó a su maleta y buscó su inhibidor sin resultado.Rebuscó entre las ropas, los bolsillos y nada. El pequeño bolsito donde siempre los tenía no estaba allí. No recordaba haberlos sacado. Solo le quedó pensar que se habían quedado en algún lugar de la casa. Se giró para ver si podía bajar a comprar alguno pero e
El cuarto estaba atestado de feromonas de alfa y envolvían al omega revolviendo todo su interior. Sentado delante de Dominic solo podía apretar sus piernas conteniendo las palpitaciones que se formaban en su abdomen y amenazaban con ser más intensas entre sus muslos, hasta su ano. Sintió la respiración del alfa contra su cuello al él inclinarse y su mano en la cintura desnuda. La única barrera que le quedaba para estar totalmente desprotegido era la ropa interior que sabía no duraría mucho tiempo.En un intento de ver si todavía podía salvarse se giró sobre la cama e intentó huir, pero la mano de Dominic se enrolló en su tobillo y tiró de él hacia atrás dejándolo acostada en la cama boca abajo. Su cuerpo estaba débil debido al mar de feromona y se sintió impotente.-Suéltame- miró sobre su hombro levemente enfrentando
Dominic enterraba su cabeza entre sus manos, sentado en el borde de la cama. Su cabello rubio chorreaba agua por sus brazos pues no había tenido mente ni para secárselo bien. Detrás de él se encontraba el cuerpo del omega, su omega, que había esto inconsciente por casi dos días.No quería recordar, pero las imágenes de lo que vio cuando despertó de su celo lo atormentaban aun dejándolo con un total insomnio. Las laceraciones, los diversos moretones, los dedos marcados en cada parte de su cuerpo, las profundas mordidas alrededor de su cuello y pecho que en ese momento tenían un color horrible, su propio semen que aún continuaba saliendo del ano del chico y aquél marca en su nuca que se ponía cada vez más morada a cada segundo que pasaba.
Dominic manejaba de vuelta con Aidan en el asiento del copiloto. Llevaba toda la tarde callado y mirando hacia la ventana. Se removía a cada rato, dándole a entender al alfa que su cuerpo dolía en las diversas partes donde hacía presión la posición. Su cuerpo estaba cubierto completo, un pantalón de tela suelta que llegaba a sus tobillos y una abrigo de mangas largas y cuello de tortuga. A pesar de que la temperatura era alta, él no quería dejar a la vista las diversas evidencias que marcaban su piel.El alfa apretaba el timón tan fuerte que los nudillos estaban blancos e intentaba controlar sus feromonas lo mejor que podía. Se sentía cansado, muy cansado. No había dormido ni tampoco cogido el respectivo descanso que se supone necesitaba su cuerpo después de 24 horas de sexo intenso. Pero Ma
De todas las personas que podía encontrarse tenía que ser aquella con la que peor había terminado su relación.-Madre--Vaya dichosos los que te ven ¿Cómo te lleva tu nueva vida?- le preguntó con ironía- Al parecer no mejor que cuando estabas bajo mi supervisión- las palabras las decía con cierto rechazo.Aidan se levantó para enfrentarla a la par pero los colores a su alrededor se difuminaron y volvió a caer sentado cuando el dolor en su pecho se hizo más fuerte.-Mírate- la madre resopló- Acaso tu nueva pareja a la que le abres las piernas te dejó botado- giró la cabeza.
Julian estuvo delante de la puerta en cuanto sintió el primer toque y la abrió revelando el cuerpo grande y sexy del alfa que quería. Madox le sonrió y dio un paso dentro del apartamento rodeando su cadera con el grueso brazo y lo atrajo hacia él. Lo impulsó hacia arriba agarrando su nalga con ansias y atrapó sus labios de forma dominante.Julian se derritió en sus brazos como siempre ocurría cada vez que las feromonas del alfa lo envolvían de aquél forma. Envolvió sus brazos en la estrecha cintura y dejó que la lengua de él hiciera estragos dentro de su boca. Al separarse sus piernas eran casi gelatinas y los ojos de Madox lo miraban con un ansia salvaje que casi le hizo olvidar el objetivo de por qué lo mandó a llamar.-T&ua
Dominic llegó casi sin aliento al hospital, y apenas la enfermera de guardia le había dicho dónde estaba Madox volvía a correr doblando la esquina y viéndolo sentado junto a un chico joven. Tenía los ojos cerrados y la cabeza recostada en la pared detrás de él. Su expresión era sombría.Sabía por el lazo que los unía que su pareja no había muerta, o sino, él no estaría de pie, pero dedujo que su estado no era nada bueno como para que su amigo estuviera así. Madox lo sintió y abrió los ojos frunciendo el ceño al verlo. Se levantó y caminó hasta ponerse delante de él. Sus feromonas alfas inundaron todo el lugar mostrando su rabia y las de Dominic respondieron en respuesta. Era un instinto natural de alfas rechazar a otro alfa aun si eran
Dominic se detuvo al lado de la cama de Aidan y tomó su mano suavemente, vacilando si era correcto tocarlo. Uno de sus dedos rezó la herida de sus labios y no pudo evitar temblar. Sus ojos se llenaron de lágrimas y solo pudo cubrirse el rostro para intentar quitarlas pero fue inútil. Su pecho estaba tan apretado que apenas si podía decir algo. Si pudiera invertir los papeles estaría mucho más tranquilo.Julian observó como el amigo de su alfa se quedaba al lado de la cama donde su omega descansaba. La forma en que lo miraba, como sufría por él, la atmósfera entro los dos. A pesar de la situación sintió envidia. Si fuera él la que estuviera en esa cama ¿Madox estaría a su lado? Lo más seguro es que no. Él era uno más de los omegas o betas con los que é