Si había una cosa que Julian sabía muy bien era que no tenía la menor intención de volver con Nolan, por lo que había preparado minuciosamente su plan desde días anteriores. Verificando que el alfa no estaba cerca salió del camarote de ellos escondiendo en una pequeña bolsa con lo único que necesitaba los documentos de Madox.
No le importaba el contenido. Más bien, no quería saberlo. Madox era como era, pero al menos no creía que estuviera en algo ilegal. Y más conociendo a Nolan.
Salió caminando por el pasillo con paso rápido y centrado en su objetivo. No negaría que estaba temblando. Sentía que sus manos estaban húmedas y pegajosas y estaba cubierta de una ligera capa de sudor frío. Si tenía miedo y mucho.
Cuando había ideado ese plan había muchos contras y razones para que no se cumplieran. La primera era qu
Aidan se removió en la cama ante el sonido taladrante a su lado. Gruñó con su garganta y se acurrucó más contra el pecho fuerte que estaba delante de él. Aun así el sonido no cesó.-Tranquilo- la mano de Dominic acarició su cabeza y al fin hubo silencio. Aidan volvió a dormirse aspirando las feromonas de su alfa.Dominic sonrió y encendió la pantalla. Quién demonios llamaba a esa hora de la mañana. Era el día libre de ambos y después de trabajar durante toda la semana simplemente habían querido dormir. Ni siquiera habían hecho el amor. Solo se habían bañado al volver a se habían acostado. Pero por supuesto siempre había alguien que perturbaba su tranquilidad.Pero al ver el nombre de Madox en la pantalla su molestia bajó un poco.-¿Oye, has visto lo hora que es?- dijo en voz baja acomodando
Aidan se levantó tras un leve sonido que veía de afuera de la habitación. Se sentó en la cama y se acomodó el cabello hacia atrás quitándolo del rostro. A su lado Julian dormía plácidamente. Al parecer sin preocupaciones, aunque Aidan se imaginaba que estaba cansado de los últimos acontecimientos. Después de todo, tratar con un alfa no era cosa de juego. Y menos uno como Madox.Con cuidado se levantó de la cama y pasó por el baño antes de salir. No fue sorpresa encontrar la espalda esta vez cubierta de su alfa dentro de la cocina. Él había sido considerado dado que tenían visitas y no era bien visto que un alfa se estuviera exponiendo teniendo una pareja. Y más uno como Aidan. Aunque extrañó el cuerpo casi desnudo de su pareja solo cubierto por un bóxer negro cocinando en las mañanas. Así cualquiera se despertaba de b
Madox le había dicho que la llevaría a unos lugares especiales, pero Julian no tenía la menor idea de a donde sería. Él no daba detalles aunque tenía una enorme sonrisa en su rostro. Tenía que reconocer que le gustaba que el alfa le prestara atención. Pero no como antes.Madox siempre era atento con sus parejas, no importaba si era una aventura de una noche o alguna cita que durara una semana. Seducía tanto con sus acciones como con sus palabras. En eso era eficiente. Por eso Julian nunca le había exigido más de su atención. Temía que si lo hacía el alfa lo dejaría de lado, como lo había hecho con algunas que si se había atrevido a pedir más de lo que él les daba y no habían terminado bien.Él era un alfa impredecible. Nunca se sabía cómo iba a actuar y eso era lo que le daba miedo. Además, que era impos
Aidan tomó la mano que le ofrecía su alfa para bajarse del auto delante del restaurante más caro de toda la ciudad. Como cuando tu alfa te quiere demostrar que tiene dinero y mucho. No lo criticaría, era parte de su naturaleza dominante ser así y más cuando estaban cortejando.Porque si, Dominic lo estaba cortejando en serio, y además sabía las intenciones de por qué lo había llevado allí. Lo conocía bastante bien y no era precisamente un alfa disimulado, y mucho menos su amigo Madox que casi lo gritó para toda la casa antes de salir esa misma mañana. Pero él no iba a arruinar su sorpresa.Estaba de muy buen humor después de preguntarse cómo le había ido a Julian y esta le había comunicado diciendo que le había ido de maravilla en todo el trayecto. Madox resultó un enamorado empedernido después de todo y alguien que l
Aidan realmente temblaba ese día. Sus manos estaban tan frías que estaban tiesas. Porque el reflejo delante del espejo era algo realmente asombroso.Él con un traje blanco mientras terminaban de acomodar su cabello. Porque si, ese era el día de su boda. Y él aún no se lo podía creer.El sonido de la puerta la hizo reaccionar y mirar sobre el hombro. Un chico menudo, con una barriga de ya seis meses, enorme para su tamaño enfundada en un traje sencillo de pantalón y camisa amplia azul pastel de cuello alto, entró en la habitación.-Julian- le sonrió a su amigo con una enorme sonrisa.-Crees que me perdería la boda de mi mejor amigo- él se acercó y se detuvo a su lado- Soy tu padrino, claro que vendría. Aunque te confieso que estuve toda la semana convenciendo a Madox que de que dejara salir del hospital. Está más siquiátrico
- Speicer, Spanky, agárrenlas- la voz alta de Madox resonó en todo el patio seguido por el ladrido de dos perros y el chillido de dos niñas.-En serio no sé cómo fue que le pusiste esos nombres a tus perros. Debería darte vergüenza gritarlo todo el tiempo- Dominic pasó por su lado llevando una bandeja a la mesa de picnic que estaban preparando en el chalet.-No quiero oír eso de ti que querías ponerles Baner y Flapi- se quejó Madox bajando los escalones y recibiendo lo que sus dos enormes y juguetones Golden Retriever traían consigo.Cada uno soltó el borde del vestido de las dos niñas de cuatro años y se sentaron al lado de ellas.-Lo único que sacaron de su madre fueron sus ojos. Son igualitas a ti- Dominic le pasó el brazo por encima del hombro- Hasta en el carácter. Mira esos pucheros- se rio.-Cállate y ay&ua
En un mundo dividido por castas donde los alfas mandan, los betas trabajan y los omegas obedecen. Dominic se encontraba en la cima y en el mejor momento de su vida. Proveniente de una familia multimillonaria con un legado de alfas poderosos, dominantes y con poder se podía dar el lujo de hacer lo que les viniera en gana y mucho más. ¿Quién se les opondría? Nadie. Pocos podían enfrentarse a quienes tuvieran su nombre. Además, con una apariencia digna de su estatus y la fortaleza digna de un alfa hecho y derecho para imponerse sobre muchos, no tenía razones para quejarse a sus 32 años. Aunque A diferencia de todos los de su alta casta, Dominic no buscaba su pareja destinada, no quería nadie que le hiciera perder su cabeza al punto de querer abandonarlo todo. L
-Es imposible- varios exclamaron a la vez, recibiendo de respuesta una ceja levantada del alfa, ante la nueva propuesta que había dado.Dominic era alguien rápido y que tenía prioridades en su vía. Ahora mismo, su pareja no era una de ellas. Sino era el trabajo y la reunión delante de él. Por lo que se había recompuesto después del impacto de conocer a ese extraño joven y proseguía. Aun así no podía evitar mirarlo disimuladamente.-En ese caso solo tendré que buscar personas más competentes que desarrollen el proyecto- dijo serio.-Por favor, presidente cálmese- uno de los ejecutivos del área de producción habló algo alarmado. Casi todos estaban entrando en un e