63: Dudas y chismes

—Carla...

—Tienes que hacerlo de una buena vez, Alessa —exigió su mejor amiga al otro lado de la línea. Fue una tarde lluviosa. Alessa estaba sola y ansiosa en la mansión—. Esos son detalles importantes que debes tener en cuenta cuando ya tienes una pareja.

—Que no estoy viviendo con Leonardo —replicó la pelirroja, comiéndose unas deliciosas papitas fritas que Reynolds muy gentilmente le trajo de una tienda cerca del apartamento que compartió con Carla.

—¿Y dónde duermes? ¿Dónde comes, eh? En un albergue lo dudo mucho. Jamás te soportarían por más de tres días.

Alessa rodó los ojos, masticando despacio una papita crujiente. Saboreó la sal de sus dedos y pensó en los últimos días... La incertidumbre que azotó sus pensamientos después de aquella madrugada donde fueron realmente descuidados e impulsivos, especialmente descuidados.

—Si te hubieras quedado calladita, Carlora, yo no estaría en este dilema —recriminó Alessa resentida.

—Ah, mírate pues, ahora la culpa es mía. Sí. Qué pague l
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo