- Karla – justo en ese momento se escuchó una voz grave y familiar detrás de ella, por lo que la nombrada se giró levemente para ver quien era, asombrándose al ver que esa voz era de Dante, quien estaba caminando en dirección a ellas.

- … - Isabella igual estaba asombrada de ver a Dante en esos momentos, ya que se suponía que el virus que le planto en su empresa lo tendría entretenido por horas antes de que notara que solo era una mala broma y ellos solo habían perdido un día de labores porque toda su información estaba intacta.

- Da… Dante mi amor – le saludo Karla con una sonrisa, la cual rápidamente se borró de sus labios para ser remplazada por una expresión seria - ¿qué diablos haces aquí? ¿vienes a salvar a esta maldita? – pregunto moviendo un poco su pistola, pero sin dejar de apuntarle a Isabella.

- Estoy aquí porque venía a reclamarle a esa que dijo ser mi amiga y a la primera oportunidad me traiciono ya que le puso un virus a mi empresa – menciono serio el pelinegro mirando