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Capítulo 3: ¿Y ahora…?

Con algo de dificultad Isabella busco alejarse de esa casa que alguna vez llamo hogar y donde se sentía feliz y segura.

Las lágrimas seguían cayendo sin control de sus ojos, ella busco en un basurero algo para tapar su desnudez, encontrando una camisa y pantalones rotos, pero como no habia nada mas no dudo en colocárselos para tapar su cuerpo y buscar calentarse un poco ya que empezaba a hacer frio.

Tras llorar por un buen rato, su estómago gruño recordándole que no habia comido nada desde ayer, pero no tenía dinero, así que busco colocarse de pie para revisar la basura en busca de algo de alimento, escuchando la burla de algunos transeúntes, donde uno busco lanzarle algo de comida a la cara y se burló de ella mientras se alejaba.

Isabella tomo esa comida y la comió sintiendo las lágrimas recorrer sus mejillas… aun no entendía ¿qué habia hecho para merecer ese destino?

En eso vio un periódico de ese día donde se mostraba en primera plana la humillación que sufrió la noche anterior.

“¡Púdrete niña perfecta! jajajaja”

“Ahora ya no serás tan perfecta ¿o sí? Jajaja”

“¡Porque te odiamos!”

“Ya muérete y desaparece, estúpida”

“M*****a ingrata, así nos pagas todo lo que sacrificamos por ti”

“Tú ya no eres mi hija, solo eres una puta cualquiera”

“Y hasta tienes el descaro de transmitirle lo que paso para que todas nuestras amistades lo vieran”

“M*****a zorra, mira que dejarte tocar”

“Ahora lárgate de aquí y jamás vuelvas a esta casa, ni te atrevas a decir que eres mi hija, me das asco”

“Lárgate o llamaremos a seguridad para que te saquen a patadas”

Las crueles palabras que recibió la noche anterior, seguían resonando en su cabeza y solo la hacían volver a sentirse pésima, en eso sintió como alguien le derramaba liquido sobre su cuerpo y escuchaba la risa de los adolescentes que salieron corriendo.

En eso ella reacciono apretando los puños, ella no era así… ella no era patética y ya no sería la burla de nadie más.

En eso vio que entre las cosas que le habían tirado habia algo de dinero, el cual reunió y busco andar mirando que todos la trataban mal por “verse sucia”.

- Hey – en eso vio un vagabundo se le acercaba – no te acerques a esos lugares, ya vez como te tratan.

- Pero tengo dinero.

- Los ricos son así de groseros y malditos – indico el mayor – si deseas algo de comida en ese restaurante tiran buena comida e igual en la calle 50 del centro ahí una tienda de segunda mano si quieres comprarte algo de ropa hijita y en la calle 45 hay un refugio por si buscas una cama para descansar.

- Gracias – dijo Isabella mirando que el mayor se alejaba y notaba como la gente lo trataba mal y lo veía con indiferencia.

Ella acepto las palabras de ese extraño y noto que no le mintió y en ese restaurante si tiraban comida y la dejaron tomar lo que quiso de la basura, con el dinero que junto compro algo de ropa en esa tienda de segunda y en ese refugio logro bañarse.

- Ah pobre chica… - en eso vio que dos personas miraban el periódico, por lo que ella busco tapar su rostro.

- Pero ya vez, la envidia siempre existe en todos lados – indico la otra persona.

- Debió sufrir mucho, solo esperemos que sus padres la estén apoyando.

“Lo dudo” – pensó ella con dolor y en eso reacciono – “envidia” – en eso ella recordó todas esas alertas y ahora se sentía estúpida, ellas jamás fueron sus amigas, solo estaban con ella por su posición social – “pero que estúpida fui, pero esto no se quedara así”

Con eso en mente, se acercó a esas personas y les pidió prestado la sesión de avisos económicos para ver los lugares donde ofrecían empleos.

Ya tenía en mente buscar un nuevo empleo, conseguir dinero y alejarse de ese lugar para empezar su vida en otro lado, pero no iba a escapar, no… eso era una retirada estratégica ya que buscaría hacerse de dinero y un nombre propio en otro lugar para regresar con fuerza y cobrar venganza contra TODOS e igual buscaría a ese sujeto que la violo para hacerle pagar igual.

Así empezaron a pasar unos meses, Isabella logro encontrar un lugar donde trabajar, lejos de la gran sociedad para no volverse a encontrar con nadie.

Con su determinación y optimismo ella busco empezar a reunir lo necesario, ella busco conseguir una computadora de segunda mano y tras formatearla busco obtener un acceso a su cuenta del banco, notando que sus padres no la habían bloqueado porque desconocían de su existencia por lo que no dudo en usar ese dinero para buscar conseguir un lugar para rentar y usar otro poco para empezar a invertir dinero y con ello obtener lo suficiente para empezar a crear un nombre y reputación diferente para vengarse de ellos.

Aunque cuando sentía que volví a tener el control de su vida, la vida parecía recordarle que ella fue dañada y mancillada, ya que de un malestar acabo en el hospital donde le informaron que estaba embarazada.

- Por tu cara no es lo que esperabas – le comento la doctora que la había dado la noticia.

- No…

- Si gustas, tu embarazo apenas tiene 2 meses, aun puedes interrumpir el embarazo si eso deseas – dijo ella pasándole un folleto – se hace aquí en la clínica y todo es controlado.

- Yo…

- No te digo aborta ahora, solo piénsalo - menciono la doctora al ver que ella no reacciono como las demás mujeres que esperaban con ansias ese tipo de noticias.

Isabella asintió y tomo el papel, le agradeció sus atenciones y se retiró de la clínica para regresar a esa pequeña habitación que rentaba, donde al estar sola, volvió desmoronarse y comenzar a llorar, porque nuevamente llego a su mente esa noche donde ella fue violada.

- … - en eso miro a ver el folleto y toco su vientre – no… no seré como ellos – se dijo a sí misma – tú serás mi nueva familia bebe – susurro buscando secar sus lágrimas, prometiéndose no volver a llorar por ese tema – descuida bebe, ambos seremos felices y les haremos pagar con creces a todos los que nos dañaron y dieron la espalda.

Justo en eso le llego un mensaje a su correo, un mensaje que le ayudaría en ese plan.

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