El tono de su celular sonaba sin parar, provocando que ella frunciera el ceño y gruñera mientras se removía en su cama buscando su teléfono para ver que eran las 9:43 am.

Isabella ahogo un bostezo y activo su teléfono notando que tenia muchos mensajes de su banco.

- Ah… ¿qué? – se quejo volviendo a bostezar, pero en eso Roger empezo a llorar por lo que dejo el teléfono y fue a atender a su pequeño, al cual alzo y comenzó a arrullar – shh tranquilo amorcito, tranquilo aquí estoy.

Roger calmo su llanto, pero se le veían sus ojitos aguados así que su mama busco secar sus lágrimas, escuchando de fondo las alertas de su teléfono por lo que ella frunció el ceño y fue a ver quién la estaba molestando desde temprano.

Al abrir su app del banco noto que le habían llegado ofertas y mensajes privados, donde sonrió divertida al ver quien estaba tratando de comunicarse con ella.

- Perdón, pero… no me interesa hablar con ustedes – hablo dejando de lado su teléfono para atender a su bebe – ya que ten