Isabella buscaba preparar rápidamente sus maletas, busco echarle un último vistazo a la habitación para asegurarse que no dejaba nada, en eso su vista se posó en la rosa que hace unas horas Dante le regalo.

- No Isabella… ya está hecho y no hay marcha atrás – se dijo a sí misma buscando sacarlo de su mente ya que después de que revelo la verdad, dudaba que el pelinegro la buscara para hablar con ella de forma calmada y normal como lo habia estado haciendo, por lo que debía irse de una vez y buscar estar alejada por un tiempo de todos.

Justo cuando estaba por salir alguien toco su puerta de manera muy insistente.

Isabella se extrañó un poco y al asomarse por la mirilla de la puerta no vio a nadie, algo que le preocupo un poco, así que busco salir de la habitación con sus maletas rumbo al lobby para entregar las llaves, pagar la habitación e ir al aeropuerto, ya que se sentía algo ansiosa.

Cuando estaba esperando al elevador un movimiento detrás suyo la alerto, pero fue demasiado tarde