- Bien, acabemos el juego señoras, suavemente cogemos la esfera, despacio la acercamos a la boca de nuestra pareja - dijo demostrando fisicamente como hacerlo- rozamos lentamente la esfera en los labios de él y con cuidado introducimos la esfera en su boca, el chocolate se va deshaciendo rapidamente, con una mano sujetamos a nuestra pareja por la nuca, la atraemos hacía nuestro cuerpo, acercamos nuestros labios, y le besamos justo antes de que la esfera explote - la boca de Julia comenzó a sentir las explosión de burbujas que la boca de aquel hombre le pasaba con la lengua, jugueteando con su paladar y su propia lengua, besándolo mientras él la apretaba contra su propio cuerpo erguido por la excitación y el deseo, sus dedos comenzaban a subir por su espalda semidesnuda. El sabor del chocolate, el champan efervescente y la canela habían imnotizado a todos en la sala, hasta el punto de oir algún que otro tímido gemido. - Creo que nos vendría bien a todos una copa de champán! - exclamó Julia haciendo un pequeño gesto a los camareros para que sirvieran el champan. Bebió su copa, y comenzó a recoger sus cosas.
- Juls!-gritó Noel- Has estado fantástica!- Tu crees? No sé, quizás me he excedido un poco.- No seas boba, oye, podrás ir sola a casa? - preguntó señalando aun guapo joven que le esperaba en la barra.- No te preocupes Noel, es tarde, me quedaré a dormir en el hotel, pasalo bien, nos vemos el lunes. Julia se dirigió a la recepción del hotel, después de saludar a las personas asistentes al evento, y tras pedir una habitación, reservó el desayuno para la mañana siguiente, y tras un largo baño, se metió en la cama, estaba rendida y excitada. No dejaba de pensar en el beso con aquel camarero, dios! Jamás había sido una mujer libertina y liberal como para besar a un desconocido, un desconocido altamente atractivo, recordó, joder! Año y medio sin pareja, y un simple beso le despierta toda su líbido y exictación de mujer, intentó recordar al camarero, alto, moreno, ojos negros y miranda profunda, manos suaves y olor a jazmin y madera, finalmente se quedó dormida.A las diez de la mañana, llamaron a la puerta de la habitación, enfundada en un albornoz blanco, abrió y lo vió.- Buenos días, Su desayuno - dijo el camarero de la noche anterior empujando un carrito, con zumo de naranja, tortitas de platano con miel y un smoothie de espinacas y pera.- Tú? - dijo Julia sentándose a desayunar, estaba hambrienta. El se sentó frente a ella, en un pequeño sofa.- Qúe me miras? No tienes que trabajar?- No!- dijo mirándola fijamente. - Anoche, el beso ... - susurró sonriendo- Tranquilo! Solo fue un beso - mintió- Fue más que un beso - dijo el tajante. - Juls bebió un sorbo del smoothie, retándole con la mirada.- Te aseguro que no, te lo demostraré, la esfera hizo que te sintieras extasiado, no el beso. - se acercó a él, y mirándole a los ojos volvió a besarle, un beso sin sabor, sin dulzor, pero lleno de pasión y electricidad estática que ni ella misma hubiera imaginado que se volvería a repetir. Se despegó de él, rapidamente.- Umm! Espinacas y pera, me gusta. - se rió él poniéndose de pie, observando la docena de tarjetas que había sobre la mesilla de noche.- Hiciste nuevos amigos - confirmó él. Ella cogió las tarjetas y se las puso en la mano.- Ninguna de estas personas me interesa, no me gusta la gente superficial, materialista y llena de dinero y fama. Puedes quedártelas. Te agradezco que me ayudaras anoche, de verdad, eres un hombre que transmite confianza, y seguridad ... Haremos una cosa, en agradecimiento te invito a comer, si esta libre- Lo estoy, dos y media? En la recepción?- Perfecto - dijo ella viendo como salía de la habitación - Espera, no se tu nombre? - el ya no la oyo, en ese momentó sóno el movil de Juls, nuevo mensaje de correo:Stra. Baldim, enhorabuena por su evento de anoche, la dirección del hotel Sanz Glor está más que satisfecha de los resultados obtenidos, por ello, deseamos contratar con usted, un evento mensual, el primer viernes de cada mes, durante el presente año. Esperamos su respuesta. Atentamente, Sr. Mario Sanz.Juls estaba impresionada, tenía por delante 10 eventos más, eso hacía posible alquilar aquel pequeño local para montar su pequeño obrador. Llamó a la inmobiliaria, y tras varias gestiones puso en marcha las obras y la decoración. Cuando se dió cuenta, ya habían dado las dos y media. Tras ponerse un vestido ibicenzo blanco con florecitas azules, una deportivas blancas, una coleta alta, cogió su bolso y bajó corriendo las escaleras. En la puerta del hotel, pudo ver al camarero hablando con los dos porteros, ya no llevaba el traje de chaqueta, sino unos vaqueros grises y una camisa blanca, Juls comenzó a acalorarse, realmente el camarero lograba sacar en ella todas las ganas de desmelenarse. Sea acercó a él, justo cuando uno de los porteros le decía: esta todo controlado capi!- Hola -saludó ella- Hola - dijo él sujetándola del brazo mientras la acompañaba fuera del hotel. - Y bien? Tu diriges!- Te gusta la comida marroquí?- Si la comparto contigo seguro que me gustará- Cerca de aquí hay una food truck que sirven comida marroquí muy rica - caminaron unos veinte minutos, en los que Julia no dejó de hablar en ningún momento, ese hombre le ponía los nervios a cien. Al llegar, ella pidió por los dos, una ensalada de cuscus y pollo al curry. Se sentaron en las escaleras de la plaza, mientras comían él no dejaba de observar a Julia, quien no paraba de hablar de la comida, como estaba hecha, los ingredientes que llevaba, incluso se relató el origen del curry y el cuscus.- La verdad, estoy un poco decepcionado - dijo él.- No te ha gustado la comida,- Me ha encantado, pero supuse que una repostera como tú, incluiría un postre. - Julia sonrió con malicia, recogió los platos y las botellas de agua, le agarró de la mano y le arrastró escaleras arriba.- Así que quieres postre? Dame un minuto - y la vió desaparecer detrás de la fuente que ocupaba el alto de la plaza, él la esperó sentado en el borde amurallado de la fuente, dos minutos después apareció Julia con una copa de tres bolas de helado. - Coco, mango y piña - le dijo ofreciéndole una cucharilla. El la cogió y sonriendo la clavo en el helado de piña.- Qué haces?- Qué?- Así no, sigue el orden o el sabor será diferente, y tienes tres helados de diferentes sabores, es para saborearlos en conjunto o individualmente, así - dijo ella cogiendo su cucharilla, arrastrándola de abajo arriba se la ofreció a él - prueba! El abrió la boca y probó. Un sabor refrescante inundó su paladar. Así compartieron un helado triple que llegó a excitar al camarero, quien no podía entender el efecto que tenía en él la comida cuando la compartía con ella. Después de pasar la tarde caminado por la ciudad, y ya devuelta camino al hotel, Julia se dió cuenta de que no había parado de hablar de ella, de su trabajo de sus aficiones, de pronto se paró en seco al llegar a la puerta del hotel.- Dime una cosa, supongo que tus padres te pusieron un nombre cuando naciste verdad? - dijo irónica frunciendo el ceño. A él se le escapó una carcajada al oir eso. - Qué llevas en el bolsillo? Me pones nerviosa con tanto misterio sabes? No me malinterpretes, te he contado casi mi vida en verso, en cambio tu ... Vamos, que si no quieres no hace falta .... Que ... A veces, puedo ser bastante aburrida, lo sé, es igual, mira, ha sido agradable pasar la tarde contigo, en serio,- Joder Julia has aburrido al pobre camarero con tus lios mentales - su mente comenzó a maquinar y a darle vueltas a su actidud aquella tarde- Me dejar hablar ya? - le dijo haciéndola callar, sacó del bolsillo las tarjetas que ella le había dado por la mañana en la habitación, y se las entregó.- Ya te dije que no me interesaba hacer contactos con nadie del evento - dijo ella al mismo tiempo que las rompía.- Pasar el día contigo hoy ... Ha sido estupendo, lo he pasado genial, eres una mujer muy interesante, y me gustaría que volviéramos a salir. - él la agarró de las manos - Mi nombre es Mario ... Sanz - ella intentó soltarse pero él no la dejo, aún así dió un paso atrás.- Mario Sanz? - recordó que ese era el nombre que figuraba en el contrato y el cheque que habia recibido por el evento.- Tu eres el dueño del Sanz Glor? - se sintió engañada y tonta por haber creido que era un camarero del hotel.- Sé que estas enfadada en este momento conmigo, no era mi intención engañarte, de verdad, tu, me dejaste claro anoche lo que pensabas de ... Ciertas personas, en las cuales no me gustaría que me incluyeses, porque yo no soy como tu estas pensando, no me juzgues por mi apellido, Julia, deja que te demuestre como es Mario, solo yo, Mario.- No tengo derecho a juzgarte, y no lo haré, pero no voy a salir contigo, nunca mezclo el trabajo con mi vida personal, teoricamente eres mi jefe, tu firmas los cheques que me llegan.- En ese caso, puedo cancelar todos tus contratos ... Y ...- Lo harías? -dijo enfadada- No, porque no sólo perderías tu, el Sanz Glor también perdería, así que mantener los contratos nos favorece a los dos. Te propongo una cosa, pasemos el domingo juntos, y si al final del día de mañana no quieres volver a verme, lo entenderé, las relaciones son cosa de dos.- En este momento de mi vida, no estoy abierta a ninguna relación - dijo soltándo sus manos, necesitaba mantenerse alejada para poder disimular lo que él le hacía sentir con sólo rozarla.- Empecemos entonces por una relación de amistad, te espero aquí mañana, sobre las seis de la mañana, si no vienes, entenderé que no te intereso.- seis de la mañana?- Saldremos de la ciudad - dijo dirigiéndose a la puerta del hotel. La mente de Julia empezó a volar, a imaginarse toda una pelicula de esas románticas, tipo cincuenta sombras de Grey.- Mario! Nada de aviones, helicopteros, lujo .... Ni sorpresas fuera de lugar, no me gustan las peliculas ñoñas- gritó enfadada. El se giró para mirarla, ironicamente divertido lo que la mente de aquella mujer podía llegar a imaginar en medio segundo.- No soy Cristian Grey, Julia - dijo divertido. Julia tragó saliva al oir tal afirmación, en su mente ya se había imaginado en la cama con el supuesto camarero, que ni era camarero ni era Cristian Grey. - Por cierto, esas zapatillas te vendrían bien para mañana- Joder Juls! Sabes que hora es?- Las cuatro y media de la mañana- Vos estás loca, sabes el susto que me ha dado el teléfono?- En dos horas tengo una cita y no se qué ponerme Noel - Cita? Con el camarero Mario Sanz? -dijo riéndo - Lo sabía Juls? - Julia le había colgado el móvil, él la volvió a llamar- Eres un traidor, cómo no me dijistes quién era?- No me lo preguntaste, amor, a ver dónde vais?- No lo sé, fuera de la ciudad, sólo me dijo que llevara zapatillas.- Ponte ese vestido largo blanco con flores rojas grandes, el de escote palabra de honor con los tirantes caídos, hoy hará calor, y coge el sombrero de paja blanco con cinta roja, y la mini mochila roja, irás perfecta. - Gracias, te quiero argentino- Llámame amorA las seis de la mañana Mario, vestido con unos vaqueros negros, deportivas adidas, una camiseta blanca y una camisa desabrochada negra, se apoyaba en su coche, a esperar a Julia. Después de diez minutos esperando, se preguntaba si debía esperar un
Julia apagó el móvil. Tienes hambre?- Estoy hambrienta. - Pararé en cuanto veo un lugar adecuado. - Diez minutos después aparcó el coche junto a una ladera. Juls estiraba las piernas mientras Mario colocaba la manta sobre el capó del coche, puso la cesta de picnic sobre la manta, y cogiendo el volandas a Juls la sentó encima del capo, sentándose él al otro lado, dejando la cesta en medio. - A ver señorita, tenemos bocadillo vegetal de aguacate, tomate y queso de cabra, o bocadillo de tortilla de patatas con pimientos. - Juls sonrió divertida- Esa cara quiere decir que compartamos los bocatas? -preguntó él que estaba aprendiendo a conocer sus gestos. Ella asintió. Cortó los bocatas por la mitad, y se los ofreció. - Creo recordar que tenías moscato por hay? - preguntó ella- Marchando un moscato para la señorita. Aqui tienes tu moscato, y mi cerveza sin alcohol. - Muy buenos los bocatas. - Gracias, aunque no lo creas los he preparado yo. - Te creo. - dijo sincera. - Qué s
- Crees que se molestará tu abuelo si me descalzo?- Estas en tu casa! -dijo él - Mario, yo ... Te debo una disculpa - el le tapó la boca con su dedo índice.- No te disculpes, estabas en tu derecho de pensar libremente- Es que, después de todo esto, del día de hoy, me siento mal por ti. Por lo borde que fui.- Eso significa que repetiremos la cita? - preguntó divertido, acercándose a ella, Juls se moría por esa sonrisa picarona, miró fijamente aquellos ojos verdes que le penetraban el alma cada vez que la miraba- Creo que ya vuelven, oigo pasos - susurró Juls poniendose de pie. Mario, tiró de su mano, haciéndola caer sobre su regazo, sin duda el vino sabía mucho mejor en boca de ella, desgustó cada ricón de su boca, penetrándo con su lengua aquel ricón de su cuerpo, jugueteando y mordisqueando sus labios. - Amiga especial, dice el niño!- soltó el abuelo al berlos besándose. - Ahora lo llamaís así? - Juls se puso de pie rapidamente avergonzada, dándo un traspies a Mario.-
Noel perdía la paciencia con Julia, en cuestión de vestuario, no entendía como una mujer como ella, no aprovechaba y enseñaba su cuerpo, realmente no era una mujer flaca, eso lo tenía claro, pero precisamente sus curvas eran su punto fuerte, lo que tenía que resaltar, de estatura media, cintura estrecha y caderas anchas, todo a conjunto con un bonito y prominente pecho, que no exagerado, de acuerdo que sus piernas no eras largas y flacas, pero quien se iba a fijar en sus piernas pudiendo fijarse en lo otro? Después de tres vestidos probados y deshechados, Noel ya había llegado a su límite.- A ver guapa! Te he traido cuatro vestidos, y a todos les has puesto pegas, qué problema tienes?- Joder Noel, es que no quiero ir pidiendo caña, sabes? No quiero confundirle, parece que vaya diciendo que quiero follarmelo.- y que?No quieres?- Si ... No!- Mira nena, vos tienes un problema, y ya sabes cual es, no digo que tengas que follartelo hoy, ni mañana, ni dentro de un mes, pero recuer
- Juls, no me digas que te has adormilado sobre mi pecho. -susurró, no le mires Juls, Juls, que bien suena mi nombre es su boca con su voz, no le mires- Juls -volvió a susurrar, de forma innata y sin darme cuenta, le miré, y me perdí en sus ojos verdes, es su mirada rebelde y su ceño fruncido, me perdrí entre sus manos que me sujetaban con fuerza por los hombros.- Estabas evitando mirarme?- No - mentí- Juls - volvió a susurrar, dios!me vuelve loca su voz susurrando mi nombre, inconscientemente dejé de mirarle a los ojos, para fijarme en sus carnosos labios, se acercó más a mi, y ya no veía sus labios, porque estaban sobre los mios, besándome apasionadamente, me dejé besar con los ojos cerrados, respondí a su beso, acalorada, abriendo mi boca para dejar que su lengua entrara sin dificultad, la humedad de su lengua, el calor de sus labios, junto con una de sus manos sujetándome por la nuca, me derritió el alma, la fuerza con que su lengua acariciaba cada rincón de mi boca encendió
- Mario! Has pedido el desayuno a domicilio? - preguntó ella desde la puerta. -Desyuno a domicilio? Pero que se ha pensado esta, que soy el repartidor o qué?le di la caja en las manos y salí escopetada de allí.- Qué dices? Qué desayuno? - preguntó Mario entrando en la cocina, con unos vaqueros blancos, una camiseta roja y terminando de ponerse unos mocasines negros. Al observar la caja, identificó el nombre de Juls en un lateral.- y la chica?- Escaleras abajo.-dijo Eva cogiendo un donuts de la caja- Bloqueo de puertas - ordenó Mario accionando un botón de la placa de la alarma inteligente que tenía en casa, bajó las escaleras corriendo y encontró a Juls, justo en los últimos escalones, intentando no hacerla daño la colocó contra la pared, franqueándola con los dos brazos a la altura de su cara.- Buenos días! Juls, dijo irónico y sonriente al ver mi cara que seguro refleja decepción y enojo, últimamente no soy capaz de disimular mis sentimientos ni mi estado de ánimo. - Servicio
Mario se levantó de la cama, dirigiéndose hacia la ventana, tardó un instante en reaccionar, en encontrar las palabras adecuadas para reconfortarla. Se giró, apoyándose sobre la cristalera, sin dejar de mirarme, estaba serio, demasiado serio.- Yo no soy él, Juls, sé que nos conocemos desde hace unos días, también sé que eres una gran mujer, con valores que quizás hoy en en día es casi imposible de encontrar, sigamos viéndonos, me gusta estar a tu lado, me gustan todas las cualidades que veo en ti cuando hablas, cuando te ries, cuando cocinas, me gusta como tratas a los demás, eres desinteresada y generosa, tu carácter me abruma tanto como me pierde tu sensualidad. Me acerqué a besarle, tímidiamente sin ninguna pretensión de nada mas, nos abrazos sin mediar palabra, unos minutos de silencio necesario para respirar profundo y seguir viviendo.- No tenías una reunión? Son casi la una.- Cierto. - Preparé algo de comer.- sonreí soltándome de sus brazos- Juls, no dejes nunca de s
El salón de relax era una gran habitación a media luz, con esterillas por todo el suelo, difusores con olor a lavanda, paredes decoradas con plantas cayendo hacia el suelo, Noel y yo esperamos fuera de la terraza a que llegaran los demás huéspedes, estar en plena montaña con una taza de té verde al aroma de canela, no solo me había ayudado a pensar, si no que también a decidir qué quiero hacer con mi vida, y como afrontar mis miedos. El miedo a enamorarme de nuevo, más bien, corrijo, el miedo a desilusionarme, a salir dañada de nuevo, como decía mi abuela el que no arriesga no gana. A las doce y media, Fabián aparcaba el coche frente a la casa de Mario, este le había enviado un mensaje a Julia diciéndole que ya estaba en la ciudad, y que la llamaría mañana lunes. Bajaron del coche, Mario sacó su mochila.- Sabes que puedes quedarte en mi casa- Para que? Si me quedo nos emborracharemos y hablaremos de mujeres, y los dos trabajamos mañana, me quedaré en el hotel esta semana.- Qu