- Mario! Has pedido el desayuno a domicilio? - preguntó ella desde la puerta. -Desyuno a domicilio? Pero que se ha pensado esta, que soy el repartidor o qué?le di la caja en las manos y salí escopetada de allí.- Qué dices? Qué desayuno? - preguntó Mario entrando en la cocina, con unos vaqueros blancos, una camiseta roja y terminando de ponerse unos mocasines negros. Al observar la caja, identificó el nombre de Juls en un lateral.- y la chica?- Escaleras abajo.-dijo Eva cogiendo un donuts de la caja- Bloqueo de puertas - ordenó Mario accionando un botón de la placa de la alarma inteligente que tenía en casa, bajó las escaleras corriendo y encontró a Juls, justo en los últimos escalones, intentando no hacerla daño la colocó contra la pared, franqueándola con los dos brazos a la altura de su cara.- Buenos días! Juls, dijo irónico y sonriente al ver mi cara que seguro refleja decepción y enojo, últimamente no soy capaz de disimular mis sentimientos ni mi estado de ánimo. - Servicio
Mario se levantó de la cama, dirigiéndose hacia la ventana, tardó un instante en reaccionar, en encontrar las palabras adecuadas para reconfortarla. Se giró, apoyándose sobre la cristalera, sin dejar de mirarme, estaba serio, demasiado serio.- Yo no soy él, Juls, sé que nos conocemos desde hace unos días, también sé que eres una gran mujer, con valores que quizás hoy en en día es casi imposible de encontrar, sigamos viéndonos, me gusta estar a tu lado, me gustan todas las cualidades que veo en ti cuando hablas, cuando te ries, cuando cocinas, me gusta como tratas a los demás, eres desinteresada y generosa, tu carácter me abruma tanto como me pierde tu sensualidad. Me acerqué a besarle, tímidiamente sin ninguna pretensión de nada mas, nos abrazos sin mediar palabra, unos minutos de silencio necesario para respirar profundo y seguir viviendo.- No tenías una reunión? Son casi la una.- Cierto. - Preparé algo de comer.- sonreí soltándome de sus brazos- Juls, no dejes nunca de s
El salón de relax era una gran habitación a media luz, con esterillas por todo el suelo, difusores con olor a lavanda, paredes decoradas con plantas cayendo hacia el suelo, Noel y yo esperamos fuera de la terraza a que llegaran los demás huéspedes, estar en plena montaña con una taza de té verde al aroma de canela, no solo me había ayudado a pensar, si no que también a decidir qué quiero hacer con mi vida, y como afrontar mis miedos. El miedo a enamorarme de nuevo, más bien, corrijo, el miedo a desilusionarme, a salir dañada de nuevo, como decía mi abuela el que no arriesga no gana. A las doce y media, Fabián aparcaba el coche frente a la casa de Mario, este le había enviado un mensaje a Julia diciéndole que ya estaba en la ciudad, y que la llamaría mañana lunes. Bajaron del coche, Mario sacó su mochila.- Sabes que puedes quedarte en mi casa- Para que? Si me quedo nos emborracharemos y hablaremos de mujeres, y los dos trabajamos mañana, me quedaré en el hotel esta semana.- Qu
Nos vestimos sin prisa, entre risas, confidencias de lo vivido esa noche, entre besos furtivos, rápidos, y pellizcos improvisados. Una hora después, Mario aparcaba su coche frente a mi casa, había amanecido.- Nos vemos el miercoles, entonces - dije antes de bajar del coche, me acerqué a besarle, cuando el sonrió de oreja oreja.- Qué?- Te has pueso mi perfume- Si un poco para refrescarme.- Irás oliendo a mi toda la semana -se rió.- Después de una buena ducha, se irá el olor.- No, no lo hará. Te llamaré esta noche, cielo. - Cielo? Desde cuando me llamaba cielo? - Bajé del coche.- Que tengas un buen día.- y tu, amor.- Amor?Cielo? No era demasiado pronto para tales adjetivos? Después de una ducha rápida, Juls vestida con un conjunto de chandal rojo, y unas deportivas, se fue al obrador, ya eran las once de la mañana y tenía muchas cosas que preparar, mientras horneaba bizcochos, cupcakes y galletas, no dejaba de pensar en Mario, él tenía razón, no dejaba de oler a su pefu
- Esto es excitante, yo estoy excitado, Juls - Yo no -dijo ella mintiendo, un paso atrás y cayó sobre el divan. Mario se agachó sobre ella sin tocarla. - Estas segura? - ella lo miró de arriba abajo, deseando ver su cuerpo completamente desnudo, sin contestar a la pregunta, lo atrajo hacía ella, lo besó apasionadamente, y con una rapidez que ni ella sabía que tenía, le desabrochó el pantalón, dejándolo completamente desnudo sobre ella, él acercaba su cuerpo lentamente mientras ella se desnudaba para él. Esta vez no había tiempo para preambulos, ninguno de los dos tenía ganas de esperar, la necesidad de llegar al climax rapidamente era en lo unico que pensaban, como si fueran un solo cuerpo, Juls tomó la inciativa, se incorporó obligando a Mario a tumbarse en el diván, se colocó encima de él, con las piernas abiertas, el calor de su sexo sobre el miembro de él, hizó que Mario no perdiera en tiempo, la penetró haciendo que el cuerpo de ella se irguiera recto frente a él, Juls comenzó
pude dudar de él? Aunque su actitud no fue la correcta, la mía también dejaba mucho que desear. - Y ahora, levánta tu lindo culo de esa silla, recomponte! Saca fuerzas de donde las tienes escondidas, respira hondo, y sal hay fuera hacer disfrutar a la gente como sólo tu sabes hacerlo, niña.- Me puse en pie, me miré al espejo, mi maquillaje estaba correcto, mi pelo arreglado en un recogido alto con bucles, y mi vestido en su sitio, me giré, y por un momento desee que el vestido no fuera tan sexy, la espalda descubierta me intimidaba no por mi, sino por él, mi ex! Qué pensaría de mi al verme así? En ese momento Mario entró en el baño.- Judith, nos dejas solos, por favor -pidió Mario besándo a la anciana mujer en la mejilla.- Claro, mi niño - salió, Mario se acercó a mi, no había más, que silencio.- Lo sé, he sido una inmadura - le dije mirándole a los ojos, él mantuvo su mirada en mi, pero no dijo nada, seguía mirándome, sin hablar - por favor, dí algo -supliqué.- Mañana revis
Mi exmarido está aquí, mesa ocho -dije cogiendo la segunda copa, Mario en un intento de calmarme, se acercó y me susurro- tranquila, no pasa nada, estoy contigo, no puede hacerte daño.- frase erronéa, pensé: ya había hecho daño, y yo era incapaz de enfrentarme a él, al menos sobría. Intenté beber la segunda copa, pero Mario me la quitó de las manos.- Creo recordad que dos martinis es tu tope, no?- Hoy no!- intenté quitarsela pero no me dejó- En serio, Mario, no puedo ...- No voy a permitir que salgas hay borracha, cual es tu miedo? O es que aún sientes algo por él? -preguntó enfadado bajo la atenta mirada de Fabián, como podía preguntarme eso? - No!Por supuesto que no siento nada por él!- Esta bien! Entonces... -dijo devolviendo la copa al camarero Joh, un jovencito camarero que observaba nuestra conversación con aplomo.- ... A trabajar, y sobria, bajo ningún concepto permito que ninguno de mis empleados presente ningún signo de embriaguez. -dijo tan serio como frió.- Empl
Cuarenta minutos después, Mario llamaba a Juls por teléfono, para avisarle que se iba a retrasar diez minutos más.- Hola! - Juls! En diez minutos subo, va todo bien?- Si, el té ha hecho su efecto, y me he dado un baño muy relajante en tu gran jacuzzi- Emmm! Lástima que no me hayas esperado. - una risa tímida se oyó al otro lado del telefono, Juls volvia a sonreir.- Bueno, estoy dispuesta a repetirlo más tarde, si quieres.- Puedes esperarme desnuda, amor, que por supuesto que quiero.- He salido a caminar un poco por los jardines de atrás, pero iré enseguida a desnudarme, entre el té, el baño, el paseo, y tu voz ... Me estan dando ganas de ti - le confesó con voz tan sexy que Mario puso los ojos en blanco. Juls oyó un ruido detrás de ella, se giró y gritó: Cris!Que haces aqui! - el teléfono cayó al suelo.Mario bajó corriendo por las escaleras las dos plantas que le separaban de la puertas principal, al llegar allí, encontró a Fabián fumando apoyado en la pared, al verlo p