No quería que la luna de miel acabara tan pronto, pero esos fueron los días que decidimos los dos. Los niños mañana nos esperan en casa y nuestra pequeña burbuja acaba está noche. No voy a negar que me siento ansiosa por conocer la sorpresa que me dará Dominic. Ha estado algo activo en el día; caminando ansiosamente de un lado para el otro. He fingido no notarlo, pero es imposible no ver lo que hace. Prácticamente me obligó a tener un día entero bajo el sol, y encarecidamente me pidió que descansara durante el día. Algo planea y muero por saber que es.
No sé por cuanto tiempo me quedé dormida en la tarde, solo me di cuenta al despertar que el sol ya estaba escondiéndose. Me levanté algo sudorosa y decidí tomar una ducha fuera de la casa. El frescor que siento es único y la vista es maravillosa. Es el paraíso perfecto para escapar deMe quedé en silencio recuperando el aire. Más, ¿desea convertirme en polvo? Incluso más de lo que soy bajo su poder. Di un largo suspiro y saqué el dedo de mi interior, tomó mi mano y me estremecí nuevamente al sentir su lengua a mi alrededor, probando mis fluidos de mi dedo.— Eres tan exquisita — gimió.Subió sobre mí y me besó con hambre. La manera que su lengua juega con la mía me dejó alucinando, que no sentí un frío recorrer mi entre pierna. Gemí fuerte y el frío se intensificó en mi clítoris. No se siente del todo mal, la fricción que hace el hielo sobre mi piel me hace jadear incontrolablemente por más. Se incorporó e introdujo el hielo en mi interior.— Madre mía — eso se siente muy bien, jodidamente bien.El hielo se derritió en mi i
DOMINICLos tres mejores días de mi vida, las tres mejores noches que pasé junto a mi esposa; esa conexión que tuvimos desde un principio nunca murió, solo que el estrés y todo lo que nos había sucedido nos hizo distanciar un poco. Sin embargo descubrimos cosas nuevas, y una vez más hice el amor sin necesidad de usar juegos violentos en una mujer. El corazón me dictó que debía tener ese toque de pasión sin llegar a someterla como lo hice en otras. Y es que Sofía me generó ese sentimiento de protección desde el principio. Yo quería tatuarme en ella, no lastimarla. Y lo logré, estoy perdidamente clavado en lo más profundo de su ser. Así como ella está en el mío.Prácticamente dormimos del viaje de regreso a casa. En la tarde llegamos al muelle donde Francis esperaba por nosotros para llevarnos a casa. Sofia mantuvo
SOFIA.Al contemplar a mi esposo y a mis hijos mientras juegan en el patio, llega a mi mente como una pequeña petición resultó convirtiéndose en un gran amor. Que tras toda adversidad logramos salir victoriosos de cada obstáculo que se nos atravesó en la vida. Y es que quién diría que mi jefe, el hombre serio, frío, cruel y sumamente sensual; terminaría siendo mi esposo y padre de cuatro pequeños que alegran nuestros días y noches.Nadie lo hubiera creído, ni yo misma me lo creo en algunas ocasiones.Cinco años han sido pocos en comparación a todos los que nos resta por vivir uno junto al otro. Dominic se convirtió en un hombre responsable y muy amoroso; ya no queda nada de ese hombre que conocí: aparte de su lujuria. Es algo que aún
SOFIADesde que mis padres se fueron de la ciudad por cuestiones que hasta el día de hoy desconozco; mi abuela se ha hecho cargo de mí y de mi hermano menor. Tanto así, que todo el sacrificio que hizo con el pasar de los años, su salud se vio afectada, enfermo poco a poco hasta que hace un par meses descubrieron un tumor en sus pulmones.Suelo pensar y me digo a mí misma que mi futuro se vio truncado por todo aquello que sucedió, pero la comida no llega sola a la mesa y el pagar las cuotas de la hipoteca de la casa, nos llevó al borde del abismo. Además están los gastos de la universidad de Jhonny; mi hermano.No me importa si me estoy sacrificando, pero mi abuela me necesita, el banco no nos puede quitar lo único que tenemos y mi hermano merece tener un buen futuro; ser alguien en la vida.— ¡Sofia! — exclama Ximena, una chica que lleva trabajando cinco años en el sensuel —. Hoy es tu día de suerte, mujer. El Sr. Blaze, esta en su oficina.Abro los ojo
Se acerca de a poco y me echo hacia atrás. Mi cuello queda expuesto y deja un beso húmedo allí. Sus labios son suaves, fríos; abre los labios y siento su lengua rozando mi cuello y bajando hacia la abertura de mis senos.Maldita sea, siquiera puedo mover un músculo para alejarlo de mí.— Confía en mí — susurra y se despega totalmente de mi cuerpo. Me quedo desorientada y con una calentura de los mil demonios —. Francis te llevará a un apartamento; allí hablaremos de las condiciones y de lo que trata el trabajo. Ahora vete.En segundos un hombre de traje gris entra y toma del brazo, suavemente me hala y salgo con él del club nocturno. Podrían matarme y yo ni enterada, por qué aún siento los sensuales toques de mi jefe en mi cuerpo.Salgo de mi aturdimiento al llegar a una zona de apartamentos exclusivos en la ciudad. El dinero brota por cada fachada que mis ojos ven. El hombre me abre la puerta del auto y salgo con su ayuda.— Espere al señor en el apart
Dejo las bolsas encima de la cama y empiezo a sacar todo de allí. Compré todo lo que se me cruzó en el camino; vestidos, pantalones, blusas, faldas, tenis, tacones y la ropa sensual que exigió el Sr. Blaze. No voy a negar que estoy sumamente nerviosa, nunca he hecho algo así.¿Seré buena seduciendo a un hombre?. Muerdo mis labios y una risa sale de mi garganta.— Soy un completo caos — murmuro y niego con la cabeza —. ¿Qué se supone que deba hacer?.Cojo en mis manos un juego de lencería roja de encaje. Tengo 25 años y con los dos únicos novios que tuve, nunca jamás llegamos a realizar juegos previos para llegar al sexo. Es decir, como normalmente lo hace una pareja.Lo que me asusta es el supuesto vídeo que debo filmar; no puedo hacerlo, pero no tengo de otra que pagar la deuda con el "trabajo" que me pidió mi jefe.El celular que me dio el Sr. Blaze suena y doy un brinco; mi corazón late apresuradamente y lo saco de detrás de mi bolsillo.
Mi cuerpo tiembla por lo desconocido. Muy en el fondo siento curiosidad de todo esto que es tan nuevo para mí. No pasan más de cinco minutos cuando aparece Dominic con un bolsa de golf en sus manos.— ¿Lista? — asiento y abre la bolsa. Saca un fina tela de color rojo y se acerca a mí —. ¿Confiarás en mí?.— Sí — digo sin rechistar y coloca la venda en mis ojos.Oscuridad y solo mi respirar errático es lo que escucho.— relaja tu cuerpo — susurra con voz ronca. Siento como pasa algo sobre mi vientre; esta frío y duro —. El sentir te llevará a ese punto donde podrás dominar el acto.Baja la mano y lo sitúa en mi clítoris. Realiza círculos suaves y, seguidamente este empieza a vibrar en mi botón. Muerdo mi labio inferior y jadeo sin parar; la vibración es intensa y el fuego se concentra en mi vientre.— ¿Sabes? Estimular los puntos exactos del cuerpo de tu pareja debe ser lo primordial.Me aferro a las sábanas con fuerza. Incrementa la vibració
Estoy entrando en un estado de paranoia; no puedo creer que hayan pasado dos días, y Dominic no se haya comunicado conmigo, tampoco ha venido al apartamento. No sé que fue lo que hice mal para que haya actuado de aquella manera. Cómo es que me deja a medias, se va como si nada y de paso, no volver.Miro la bandeja de mensajes por no sé cuantas veces ya, y nada, no tengo ningún mensaje. La ansiedad ya me esta provocando dolor de cabeza.— No puedo estar más en este lugar — me pongo una chaqueta y salgo del apartamento.Agarro un taxi y este me lleva a mi casa. Estar en un lugar desconocido por muy lujoso que sea, no es lo mismo que el estar en tu propio hogar. Una vez en casa, limpio un poco el polvo; sin mi abuela y sin mi hermano, la casa se siente tan fría y vacía.Pongo algo de musica mientras término de limpiar, también aprovecho para lavar un poco de ropa, e inconsciente reviso los mensajes; y aún no hay señales de mi jefe.¿Será que se ha ol