Mi cuerpo tiembla por lo desconocido. Muy en el fondo siento curiosidad de todo esto que es tan nuevo para mí. No pasan más de cinco minutos cuando aparece Dominic con un bolsa de golf en sus manos.
— ¿Lista? — asiento y abre la bolsa. Saca un fina tela de color rojo y se acerca a mí —. ¿Confiarás en mí?.
— Sí — digo sin rechistar y coloca la venda en mis ojos.
Oscuridad y solo mi respirar errático es lo que escucho.
— relaja tu cuerpo — susurra con voz ronca. Siento como pasa algo sobre mi vientre; esta frío y duro —. El sentir te llevará a ese punto donde podrás dominar el acto.
Baja la mano y lo sitúa en mi clítoris. Realiza círculos suaves y, seguidamente este empieza a vibrar en mi botón. Muerdo mi labio inferior y jadeo sin parar; la vibración es intensa y el fuego se concentra en mi vientre.
— ¿Sabes? Estimular los puntos exactos del cuerpo de tu pareja debe ser lo primordial.
Me aferro a las sábanas con fuerza. Incrementa la vibració
Estoy entrando en un estado de paranoia; no puedo creer que hayan pasado dos días, y Dominic no se haya comunicado conmigo, tampoco ha venido al apartamento. No sé que fue lo que hice mal para que haya actuado de aquella manera. Cómo es que me deja a medias, se va como si nada y de paso, no volver.Miro la bandeja de mensajes por no sé cuantas veces ya, y nada, no tengo ningún mensaje. La ansiedad ya me esta provocando dolor de cabeza.— No puedo estar más en este lugar — me pongo una chaqueta y salgo del apartamento.Agarro un taxi y este me lleva a mi casa. Estar en un lugar desconocido por muy lujoso que sea, no es lo mismo que el estar en tu propio hogar. Una vez en casa, limpio un poco el polvo; sin mi abuela y sin mi hermano, la casa se siente tan fría y vacía.Pongo algo de musica mientras término de limpiar, también aprovecho para lavar un poco de ropa, e inconsciente reviso los mensajes; y aún no hay señales de mi jefe.¿Será que se ha ol
— Buenos días, señorita Sofia — entra Francis por la puerta. Me levanto del sillón y camino hacia él —. El Sr. Blaze, le envía este paquete y también pidió que revise la computadora.— Buenos días, y gracias.Deja la caja de mediano tamaño sobre la mesa y se retira. La observo por unos segundos y saco la computadora del cajón.El celular vibra sobre la mesa y lo agarro para ver el mensaje;√ Cambio de plan, no tenemos tiempo para más lecciones. Eric estará este fin de semana en la ciudad y debes estar lista para ese día. Abre el correo que te envíe; ahí esta toda la información de él. Espero mucho de ti. Adiós.Apago la pantalla y enciendo la computadora. Veamos quien es el tal Eric; el hombre que debo llevar a la cama.— Haber — susurro, tomo asiento y abro el correo:›› Eric Cox, es un empresario de 32 años. Dueño de GlobalCox, y uno de los más importantes accionistas en IndustriasBlaze. Esta casado con la modelo Loren Cox y tienen u
DOMINICCINCO AÑOS ATRÁS...Aflojo la corbata y la quito de un tirón. Remango las mangas de mi americana y cruzo la pierna sobre la otra. La mujer frente mío no deja de llorar y cada lágrima que va cayendo de sus bellos ojos verdes; van construyendo una coraza a este destruido corazón. Rio con amargura y Loren agacha la cabeza. Sus manos tiemblan al igual que su labio pintado de rojo. Sus llantos pocos creíbles para mí, son el motivo suficiente para que el diablo se apodere de mi mente.Sonrío sin apartar la vista de la mujer que he amado desde el primer día en que la conocí. Había sido un completo estúpido ante los demás, y ella entregándole su amor, a mi buen amigo Eric. Y a mí, a mí me brindaba sus vagas madrugadas, más sus innumerables burlas.Que patético es el amor ¿Qué hice mal para que llegara a traicionarme? Loren era la luz de mis ojos, era mi polo a tierra. Era la mujer con la que había soñado un futuro, una familia y una vida juntos. Ahora, solo s
SOFIASubo en el auto con el estómago revuelto por los inmensos nervios. Es un hecho ya, y cada paso que voy dando hacia el infierno; no hay marcha atrás. No tengo de otra que pagar la deuda con mi cuerpo. Parezco estar viviendo la vida de alguien más y no la mía. En que momento me deje embaucar por Dominic, y hablando de él, llevo días sin verlo. Ya hasta me hace falta que aparezca inesperadamente en el momento que menos me lo espero. Y esa jodida voz como la extraño para qué ponga loca mis hormonas.— Ya hemos llegamos, Srta. Evans — avisa el chofer, asiento y salgo del auto con pasos pesados.Levanto la cabeza y luego de soltar un largo suspiro atravieso las puertas de la galería. Es un lugar tan elegante, tan fino. Los lujos se ven a simple vista y me siento como una pequeña ave tratando de volar enjaulada. Camino prestando interés con disimulo a cada uno de los hombres.Detengo mis pasos frente a un Cadillac del año 1912, con la original manivela tradici
Las ofertas de cada uno de los participantes retumban en mi cabeza como murmullos lejanos. Con disimulo y sin que Loren y Eric se den cuenta; saco el celular.Tengo demasiado claro lo que tengo que hacer, pero aún no me siento completamente preparada para acostarme con un tipo que, a simple vista se ve amable.√Esto no hacia parte de mis planes, Dominic. Sacame de aquí, por favor.Espero por unos segundos pero Dominic no responde, ahora me estoy empezando a preocupar. Bacilo un poco con el teléfono en mano; luego de soltar un largo suspiro, vuelvo y presto atención a cada una de las personas que se encuentran ofertando.— 10 mil millones de dólares — dice Eric y paso saliva. Que manera de desperdiciar dinero, y habiendo muchas personas necesitándolo.Varios se retiran y con el pulso a mil levanto la paleta.— 30 mil millones — digo lentamente con la sangre fluyendo en mi cuerpo a gran velocidad.Todas las miradas viajan de Eric a mí. E inmed
Paseo por la oscura y fría casa de mi jefe. Me levanté en medio de la noche, no puedo dormir y el culpable esta durmiendo bajo el mismo techo que yo. Nuevamente se aparece a torturar mis sueños y a robar la poca tranquilidad que me queda. Bajo las escaleras y me siento en un sillón de piernas cruzadas. La luna esta en su máximo esplendor y las estrellas brillan con intensidad. Cierro los ojos por unos breves momentos y pienso en mi abuela y mi hermano; necesito hablar con ellos y saber que están bien. Han de estar preocupados por qué no he aparecido en casa ni en el hospital. Literal soy presionera de Dominic Blaze.Resoplo y abro los ojos. Escaneo el lugar y una luz que traspasa una puerta a medio abrir me llama la atención. Por inercia me levanto y camino hacia ella, no debería estar husmeando, pero la curiosidad me ha invadido por completo.— Puede pasear por la casa, pero por petición del Sr. Blaze, su despacho esta completamente prohibió —Recuerdo
Sus ojos brillan y sus labios se debaten; entre sonreír o humedecerlos. Acabo de rogarle para que me tome, de manera directa y sin una pizca de nervios. Mis nervios van a explotar si él no me consume como lo deseo.Sonríe ladeado y suelto un pequeño gemido al sentir su miembro endureciéndose más bajo mi mano; por encima de la tela lo siento caliente y como estoy muriendo por tomarlo entre mis manos; tocarlo y hacer que pierda el control por mí.— ¿No me deseas, Dominic? — escalo los dedos hacia arriba. Adentro la mano por su bóxer, y siento la punta mojada, acaricio de a poco con dos dedos y gruñe —. Te gusta verme suplicar ¿No es así?.Me mira fijamente con los ojos hundidos de deseo. Sigo tocando y mojando mis dedos con sus fluidos. Muerdo mi labio y empiezo a bajar mi cuerpo de a poco, sin apartar los ojos de los suyos; quedo de rodillas ante él. Nunca había tomado la iniciativa por mi propia cuenta, y a decir verdad, me gusta y no planeo detenerme. Quiero ver c
DOMINICDespierto más temprano de lo normal, a causa del sueño que he tenido con Sofia. Esa chica no debería estar más en mis pensamientos, no cuando ya he tomado lo que quiero de ella. Solo falta que cumpla con su trabajo, y nunca más la volveré a ver. Me levanto de la cama y me adentro en el baño; el agua siempre ha sido un relajante natural para mi cuerpo y me ayuda a bajar mis constantes crisis de depresión. Salgo en una toalla y sonrío; será la segunda lección de Sofia y cuanto lo voy a disfrutar.El teléfono suena sacándome de mis sucios pensamientos. Camino hacia la mesita de noche y contesto la llamada sin mirar quien es.√ ¿Sí?- contesto aún con las gotas de agua bajando por mi torso desnudo.√ Dominic, ¿Adivina quien vendrá esta noche al Sensuel?- Ximena sabe a la perfección que no me gusta que se anden con rodeos. Me gustan las palabras y los hechos directos.√ Ximena, habla y no juegues con mi poca paciencia.√ Cox apartó una de las ha