4. El día pactado

Al día siguiente la alarma marcaba seis en punto. Me levanté de la cama con ojeras por el agotamiento, mis parpados me pesaban, parecían tener vida propia. Me dirigí a la cocina bastante agotado, lo hacía  con mucha pereza y preparé café para comenzar el día, no hay nada mejor que una buena dosis de cafeína. Esta jornada sería definitiva para la recolección de pruebas y el cierre definitivo del caso y poder dar descanso al obito. Empecé a movilizarme y hacer llamadas, la primera fue a la Oficial Ramírez, le hablé para que me acompañe a comprar provisiones y elemento de supervivencia, ella no dudó en aceptar y me dijo que mientras llegaba ya estaría lista. Me pidió que la pase a buscar en su domicilio ubicado en Fernando de la Mora barrio Pitiantuta, luego de juntar algunos documentos y guardarlos en mi valijera, prendí el auto y me dirigí por ruta dos, llegué en una hora aproximadamente gracias a que el tráfico era escaso.

⸻Buenas Detective, ¿qué tal estás?

⸻bien y vos, ¿qué tal? ¿Lista para ir?

⸻Super, sí, podemos ir a comprar en una tienda llamada ‘Armado para Sobrevivir’, venden todo lo que necesitamos, está a quinientos metros de acá, por hayá ⸻Me señaló con dedo hacia el sur.

⸻Vamos, no hay tiempo que perder, traé tus cosas y subite ⸻respondí con muchas ansias de emprender el viaje.

⸻Esperame, voy a despedirme de mi mamá,  ella va a quedarse a cuidar la casa mientras no estoy.

Una vez que llegamos al lugar pudimos observar varios artículos de caza y supervivencia, prendas de vestir con camuflaje, trampas para animales y cuerdas de alpinismo. Compramos lo que necesitaríamos; unos arneses, botiquín, binoculares, viandas y cantimplora, para así dirigirnos al lugar en donde sería el encuentro. El dueño del lugar era un aficionado a las armas,  mientras juntábamos los artículos el señor pulia un reflexión winchester que estaba en ls vitrina, lo hacía con mucha dedicación. También portaba un atuendo bastante particular, una de caza, con logros de un equipo, team yaguarete y también tenía varios animales disecadospor los costados. Luego de pagar por las cosas nos dirigimos a Areguá, mientras lo hacíamos las imágenes del cadáver pasaban por mi cabeza.

⸻ hay ocasiones que no puedo sacarme de la cabeza esas imágenes⸻ tragué mi saliva⸻ Me refiero a los muertos.

⸻No creo que puedas olvidarte de ello, es algo que se pega a tu cabeza, hace espacio y no quiere volver a salir. Es algo que...

⸻que queda en nosotros, algo que vive en nuestra memoria.  Desde que dejé las bebidas vuelvo a verlos.

⸻Fue una difícil,  pero buena decisión la que tomaste señor.

⸻Sí, ya no me sentía yo mismo, sentía que comenzaba a destruir ⸻miré por el retrovisor para poder adelantarme.

⸻No olvido el primer niño sin vida que encontré. Me dio una impotencia.

⸻La vida es efímera, nunca sabemos cuando llegará nuestra hora. Pero ojalá encontremos consuelo en la segunda, si llega a existir un después. 

⸻Yo creo que sí, creo en la vida después de la muerte y deseo con todo el corazón que los que nos dejaron vuelven a vivir felices y eternamente. 

Manejé durante cuarentaicinco minutos por la ruta Mariscal Estigarribia, hasta llegar frente a la Academia Militar Francisco Solano López donde debíamos encontrarnos con los demás. 

Una vez  frente al desvío que nos dirige a Areguá esperamosa los demás, la paciencia se agotaba, ya que las ganas de explorar el cerro se incrementarán con el transcurrir de las horas. Cuando el reloj marcó las nueve y cuarenta, pude notar a lo lejos la silueta de un oficial, era El Oficial Contreras   fue el primero en llegar.

⸻¡Detective! Un placer, ¿Cómo se encuentra? Buenas Oficial Rodríguez, ¿Cómo están ustedes?

⸻Espectacular, muy ansioso de emprender el viaje, ¿y vos? Se te ve bien, los años no te hacen efecto.

⸻¿Cómo estás camarada? Tanto tiempo, sí, ¿parece que estuviste entrenando? ⸻Acotó Rodríguez. 

⸻¡Acertaste! Estoy entrenando para ascender, están próximas las pruebas y me estoy poniendo en condiciones. 

⸻Excelente, me parece muy bien que te cuides, además de eso, que te sirva los entrenamientos que practicamos en la academia ⸻Dije mientras veía aproximarse a Ramírez al vehículo. 

⸻¿Cómo  están señores? Un placer servir con ustedes. 

⸻¡Muy bien Ramírez!  El placer es mutuo, ¿no trajiste tu moto? ⸻le respondí mientras que él le estrechaba la mano a los demás. 

⸻No señor, está descansando. El combustible está carísimo, mejor economizar y viajar en bus.

⸻Sos un caso serio⸻ replicó Rodríguez. 

Ell equipo casi estaba completo, solo  esperábamos a Ortega, la allegada de Rodríguez,  quien había terminado la carrera aproximadamente dos meses antes de la exploración del cerro.

Mientras conversábamos apareció Ortega entre el humo del colectivo que despegó al marcharce. Corrió junto a nosotros y con sudor en toda su frente nos pidió perdón por la tardanza, sin más nada que decir, solo una mirada de desaprobación de Rodríguez avanzamos por la carretera rumbo a la ciudad de la frutilla. Echamos a andar, todos apretados en ni vehículo,  camino a la comisaría para solicitar la ayuda se un Oficial oriundo del municipios para que pueda guiarnos, enseñarnos los lugares más inhóspitos donde pueda haber estado el asesino y  los parajes más desolados ubicados en las fauces del bosque. Fuimos a la comisaría dieciocho metropolitana, la cual se encontraba a ochocientos metros de nosotros. Nos dirigimos en mi vehículo por la deteriorada pista de la antigua ciudad de Areguá, cada vache que pasábamos levantaba el auto, como si las ruedas salieran. Pasamos frente al lugar de la investigación. El inmenso bosque rodeaba el cerro, se veía enmarañado, difícil de penetrar. El lugar quedaba  nuestra izquierda, al mirar por el retrovisor vi el rostro de los demás; cada uno concentrado, mirando el misterioso y sublime paraje. Por mi parte, sabía que debía descubrir lo sucedido, era algo que me propuse, debo esclarecer lo sucedido  y así dar buenas nuevas a toda la familia que aún no tiene ni la pálida idea de quien lo último. Pero no era momento de entrar a esas tierras, aún faltaba conseguir una persona experimentada que ayude en la exploración y por eso era inminente dirigirnos a la ciudad y solicitar la compañía de un colega. 

 Minutos más tarde, luego de salir de la carretera , para así entrar en un empedrado llegamos a la comisaría.

Una vez dentro pregunté por un agente del orden dispuesto a acompañarnos en la travesía y se acercó junto a nosotros un Suboficial para charlar, se presentó, llevó su mano a la visera y dijo:

⸻Soy el suboficial Remigio Duarte, soy de Areguá. Escuché que buscaban alguien que conoce el lugar para entrar, no creo que sea bueno entrar, pero si van con alguien que conoce es más tranquilo.

Los oficiales se miraron y yo me pregunté ¿Qué era lo que ocultaba esa majestuosa reserva?

⸻ ¿Podés venir? ⸻preguntó el Oficial Contreras.

⸻No es buena idea, pero bueno, no hay de otra, no quiero ko que haya otra masacre…

 ⸻ ¿Masacre? De qué estás hablando ⸻inquirió Ortega.

⸻Nada, se me fue nomás ko ⸻replicó Duarte, dejando a todos con incertidumbre.

Poniendo pausa a todo esto resolví que deberíamos buscar una librería para cotejar la situación orográfica a la que nos enfrentaríamos, el pueblerino nos enseñó el lugar y rápidamente llegamos a una librería llamada Platero. Entramos y observamos que tenía libros interesantes y artículos didácticos importantes, me acerqué al hombre que atendía en el lugar y le comenté nuestra situación.

⸻Estamos realizando una investigación del Cerro Kõi y necesitamos mapas orográficos y artículos de la fauna y flora del lugar.

⸻Suelo tener artículos sobre eso, dejame ver un rato por favor ⸻Respondió el vendedor.

Luego de unos minutos el señor trajo algunos artículos con vastas informaciones de los lugares y sus nativos que serían de gran utilidad. Pagándole por el artículo nos dirigimos al automóvil, para así emprender el viaje por que ya era hora de ir a la zona del asesinato. El Suboficial Duarte se destinó en su propio vehículo, ayudando con el espacio insuficiente. Los nervios aumentaban al acercarnos al lugar, estábamos a minutos de encontrar pistas que ayudarían a resolver el caso.

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