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Un extraño joven de ojos ambarinos se encuentra oculto tras los árboles de un parque. Observa como alrededor los niños jugan y corren, mientras sus madres hablan entre ellas y otras pasean a sus bebes. Aunque le prohibían estar en aquel lugar, no lo podía evitar, le gustaba todo ese movimiento. Siguió mirando a toda aquella gente, prestando mas atención; y muy cerca de él, notó a una bella chica de ojos grises y cabello castaño, que se encontraba sentada a los pies de un árbol, concentrada en su lectura.El joven sintió una fuerte tentación de acercarse a ella, pero estaba prohibido, y su lado rebelde pensaba — «¿Por qué estaba prohibido?» Al pensar un poco recordó las leyes de su tribu que debía seguir estrictamente; normas que habían impuesto algunos miembros de la comunidad, a los que las personas consideraban sabios y, aunque el chico era uno de esas personas, había cosas en las que no estaba desacuerdo. Así que, por un minuto no le importó la prohibición. Sin embargo al erguirse, su pierna tropezó con alguien parado detrás de él. Era otro chico mayor, quien lo miraba con una de sus cejas claras levantada, sus ojos azules entornados y los brazos cruzados. El muchacho volteó lentamente, con los hombros encogido, lo observó y bajó su mirada hacia el suelo para que el otro no notara su expresión culpable.— ¿Qué crees que haces Drake?—le preguntó el recién llegado en un susurro.— Yo, nada—respondió con tono inocente Drake—, Sólo estoy Observando— Sabes que lo tenemos prohibido—añadió el muchacho-hablar con alguno de estos seres e incluso venir aquí—continuó—, no podemos confiarnos.— Lo se, lo se, pero ¿porque lo prohibieron?—preguntó Drake rascándose la cabeza.—Aquí no hay nadie de fiar hermano—repitió impaciente el chico—además hay fuertes sospechas de que estas personas han sido los causantes de las muertes de los miembros de nuestra comunidad— terminó el chico mayor.—Pero, Dragus, hermano ¿cómo puedes estar seguro de eso?—preguntó fastidiado Drake— ¿has tenido o entablado amistad con ellos? —continuó y señaló en un círculo a los visitantes del parque.—No, pero eso dice el sabio Drick y bueno…—Dragus hizo una pausa—Es por eso que es un sabio ¿No? —Dragus miró a su hermano menor y le dio unas palmadas en la espalda para animarlo—. Descuida hermano, no le diré a nadie que estuviste aquí, pero ya debemos irnos. Drake dio un paso al frente, pero antes de irse, miró hacia atrás para ver a la chica de cabello castaño que tanto le había llamado la atención. Esta aún seguía leyendo su libro. El joven sonrió y, su hermano y él se perdieron entre los árboles sin que ninguna de las personas en el parque se percatara de su presencia.*** Cecilia había terminado de leer el capítulo nueve de su novela y se levantó estirando sus brazos, sujetó bien su libro y siguió el camino que daba hacia la salida del parque; antes de llegar al portón, una voz conocida la llamó.— ¡Espera Cecilia! La joven volteó y vio a su amiga del colegio, Daniela, corría hacia ella y traía puesta ropa deportiva. cuando la chica llegó, Cecilia la saludó con un hola y un beso en la mejilla.— ¿Haciendo ejercicio? —le dijo Cecilia a su amiga.— Si un poco, me ayuda a relajarme y ¿tu?—respondió e interrogó la chica— Bueno — Cecilia bajo la cabeza miró su libro sostenido por su mano derecha y levantándolo respondió—. Tengo otra forma de relajarme- y bajó la mano.— Siempre con un libro—sonrió Daniela, volteo su cabeza a un lado miró la portada y leyó en voz alta—. «El Verdadero Misterio de los Dragones» —sonrió ampliamente y moviendo la cabeza de un lado a otro dijo— ¡ay! Ceci siempre investigando sobre esos seres mitológicos.— ¡No lo puedo evitar Dani me encantan, son tan interesantes!—contestó Cecilia en tono soñador.— De tanto que has leído sobre ellos solo falta que conozcas a uno —bromeó Daniela riendo.— Son seres mitológicos amiga— refutó Cecilia— aunque...admito que estaría genial conocer uno.— Si, no lo dudo y, ya te ibas ¿no?, ¿Quieres que te lleve?—preguntó Daniela.— Si, claro —respondió Cecilia. Las dos chicas salieron del parque y subieron al auto de los padres de Daniela. Las jóvenes eran amigas desde pequeñas y sus casas quedaban a solo unas cuadras de distancia. Se habían conocido en la escuela y ya con 16 años eran casi hermanas. Aunque pronto se graduarían, y cada una tomaría caminos distintos.***
En otro lugar muy lejos de allí un aburrido Drake, lanzaba contra las paredes de su cueva una pelota de hilo que había tomado del parque, su hermano Dragus había salido a reunirse con el consejo de su tribu. donde sólo los hombres de la comunidad mayores de 18 años podía estar, y como el aún tenía 16 años no podía participar. Drake era un muchacho alto erguido, con nariz perfilada y ojos con forma almendrada de color ámbar, su tez era morena y su cabello rubio cenizo. Mientras este lanzaba la pelota, pensabaa en el parque que había visitado; en los niños jugando y divirtiéndose, en la gente tirada en la grama y en esa chica que leía.— «Era hermosa»— pensó en voz alta.
— ¿Quién era hermosa, hermano?— preguntó Dragus que había llegado justo cuando el chico expresaba su pensamiento.— Una chica que vi hoy en el parque —contestó el joven un poco sonrojado pero tratando de actuar normal—ella estaba leyendo un libro, pero como me interrumpiste no pude ver de qué se trataba — explicó Drake aunque un poco a manera de reclamo, luego, se levantó del suelo de piedra caliza, miró a su hermano en cuyo rostro se veía su agotamiento y preguntó— ¿Y a ti como te fue?—Bien—contestó con un suspiro Dragus—parecer que encontraron muerto a uno de los nuestros junto al lago, otra vez—Dragus bajo la cabeza y la movió negando—tenía varias heridas redondas, el sabio curandero sacó de su cuerpo cuatro cilindros largos y puntiagudos y afirmo que: 《parece que hay alguien que nos está cazando—pero aún desconoce la razón.— Pues, deberían investigar o enviar a alguien a hacerlo— propuso Drake.— No, es Peligroso, Drake —refutó Dragus— además no sabemos quien o quienes hacen tales actos, por eso se tomaron ciertas medidas…— el muchacho hizo una pausa, miró a su hermano y continuó—y no quieren que salgamos de nuestros dominios, por seguridad.— ¿¡Que!?, y no piensan hacer nada— gruño Drake alzando la voz, que retumbó como un rugido en la cueva.— ¡NO PODEMOS HACERLO, SE CORRERIA UN GRAVE RIESGO HERMANO ENTIENDELO, NO PODEMOS — Grito Dragus y otro rugido resonó.— PUES NO VOY A PASAR MI VIDA ENCERRADO CON MIEDO—Grito Drake— si, el consejo no va a hacer nada, yo puedo ir y averiguar — dijo el chico calmando su cólera.—Sabes muy bien hermano, que esa, no es decisión mía— repuso Dragus también calmando su ira— Sin embargo puedo conseguirte una audiencia con el consejo y ver que dicen ellos...—continuó— recuerda que el consejo es quien tiene la última palabra de nuestras acciones. — Sí, lo se—admitió impaciente Drake—y eso me gustaría, ya que las normas no me permiten solicitarlo yo mismo—Aceptó Drake. el joven se volvió a acostar sobre una cama tallada en piedra, que tenía encima un colchón y dándole la espalda a su hermano dijo — seguramente me darán la razón.Dragus lo observó ceñudo, negó con la cabeza. Fue hasta la entrada de la cueva y mirando la profunda oscuridad, pensó que la terquedad de su hermano era infinita. No obstante, el joven Drake, tenía razón y Dragus lo sabia. No queria aceptar que con tan solo 16 años su hermano menor fuera mas maduro que él.
El pequeño Drake de quien; tras la muerte de sus padres, o más bien el asesinato, se había hecho responsable de cuidar y proteger. Había crecido mucho y tenía una mente muy abierta y mucho valor. A diferencia de él que con 21 años, no podía concebir la posibilidad de que el consejo de la tribu, aceptará que alguien investigará los asesinatos. Esto le aterraba y aún más si el designado para la misión era su único hermano. Mientras pensaba en eso y en como abordaría ese tema ante el consejo del día siguiente; La luna llena hizo su aparición, tras las nubes y dibujo con su luz tenuemente la silueta del joven resaltando sus musculosos brazos, destacando su cabello Dorado e iluminando sus ojos azules como el cielo y con forma de almendra, su rostro tenía un color bronceado más claro que el de su hermano y brillaba con el radiante satélite.
Luego se fue a dormir aunque con un poco de miedo recorriendo por sus venas. No obstante se dijo a sí mismo mentalmente que debía descansar para poder exponer al día siguiente las locuras de su hermano
2 Cecilia, cenaba en su casa junto a su padre cuyo nombre era augusto y su hermano quien llevaba por nombre Lucas; el padre de Cecilia, era un hombre fuerte, a pesar de estar avanzado en edad. Estaba jubilado y tenía por hobby cazar, la joven había heredado sus ojos. El hermano de la chica, era bastante alto tenia 23 años de edad, practicaba futbol en la universidad, en la que también estudiaba ciencias políticas; y además del futbol, tenía un segundo hobbies que compartía con su padre y era cazar. Los tres comían en silencio. Desde que su madre había sido asesinada por unos asaltantes armados, tras robarles su vehículo, hacía 6 meses no se hablaba en ninguna de las tres comidas y, al terminar cada quien se iba a hacer sus cosas, la uni&
3El consejo se encontraba reunido la mañana siguiente desde antes del cenit. Dragus había conseguido la audiencia para su hermano, asignada ese mismo día. Drake expuso sus opiniones ante el consejo sin titubeos y todos los sabios, incluido el jefe de nombre Drick, lo escucharon atentamente y en silencio hasta que el chico terminó. Pasado el medio día. Drake y su hermano, esperaban en su cueva; con algo de impaciencia, la respuesta del consejo a la petición del joven Drake. Sin embargo, fue hasta avanzada la tarde que fueron llamados nuevamente. Cuando estuvieron ante los consejeros. El jefe, Drick habló con una voz gruesa y potente:— Joven Drake, este gran consejo de sabios, ha decidido concederte tu solicitud—Drick miró al joven y c
4Una tarde, estando por iniciar el invierno, los chicos quedaron en reunirse en casa de Cecilia. La joven debía quedarse en casa, porque su papá y hermano se habían ido a cazar el fin de semana. Drake, esa misma tarde, le preguntó a Cecilia un poco mas, sobre la actividad de caza. Está le explicó nuevamente que era un hobby y consistía en perseguir un animal por el bosque, apuntarle con un arma y matarlo. El chico se quedó viendo las tazas y la tetera que la chica había colocado en la mesa de centro de la amplía sala. Y expresó en forma de interrogante, un pensamiento que le surgió con la explicación— y ¿Es posible que en esa actividad en vez de animales sean humanos los que se cazan? — preguntó sin mirar a la chica mientras esta servía el té.— Pues eso sería algo terrible, además ya pasaría a ser homicidio— contestó rápida
5Todo sucedió en unos segundos. Cecilia se atravesó frente a Drake y su hermano justo cuando su padre apretó el gatillo y la bala salió disparada del arma, pegandole a Cecilia en el costado izquierdo, donde de inmediato la sangre comenzó a fluir como un manantial y la chica cayó desmayada. El padre de Cecilia quedó atónito y estático, Drake y Dragus se transformaron en humanos, y Drake se acercó a Cecilia la levanto entre sus brazos y la llamóó con desespero, que se incrementaba con cada llamada, la chica no reaccionaba estaba inconsciente, y el joven comenzó a llorar. Lucas el hermano de Cecilia también se acercó al inmóvil cuerpo de la chica, pero antes de poder inclinarse a su ladoNO, NO POR FAVOR— Grito Drake&n
6Una mañana de aquel año, Dragus había llegado de una reunión del consejo y le dijo a su hermano que habían aprobado que fueran a vivir a la casa de Cecilia con los humanos pero que aún no aprobarían su matrimonio.***Cecilia y Drake se mudaron y 5 años después de estar viviendo juntos ambos ya con 25 años de edad, fueron llamados por el Consejo y el ya anciano sabio Drick, dio los acuerdos de ese dia:—Joven Drake, debo informarte que el consejo ha aprobado que te cases con la bella chica humana, pero sabes tan bien como yo lo que eso implica.—Si Drick—contestó serio Drake.¿Y estás seguro de eso?—preguntó suavemente el anciano.Si gran jefe, amo a Cecilia y deseo estar con ella hasta que me muera— contesto firmemente Drake. El gran sabio Drick explicó que al casarse
Los peligros de la nocheLa noche cayó sobre la ciudad de Londres, la neblina espesa opacaba las luces de las elegantes farolas que adornaban las aceras y daban luz a las calles. ya pasaban las 10 de la noche, las tiendas y negocios habían terminado su rutina aquel sábado.El alto y arquitectónico edificio de la biblioteca había quedado vacío casí por completo; Sin embargo no del todo, ya que además de la joven bibliotecaria, en una de las mesas, tras varias columnas de libros apilados sobre ésta, estaba sentada una hermosa chica, Sus ojos café, se movian leyendo cada linea del texto, que contenia el libro que sus morenas manos sostenían, cuyo titulo en hermosas letras doradas era "Los Dragones en el mundo actual" La bibliotecaria, se levantó y al ver el reloj, se dirigió hacia la chica, al estar cerca de la mesa, carraspeó la garganta, lo cual hizo dar un salto a la
viajeArthur caminaba con el ceño fruncido y la vista al frente, Caroline lo observaba de reojo, pero no dijo nada y finalmente llegaron al edificio. al tiempo que pasaban por la puerta principal, la puerta del departamento de la casera se abrió también y la rechoncha Amit Larousse los recibió, en sus ojos almendra se le notaba la preocupación y al ver a Caroline, exclamó:—¡Oh, por todos los cielos Caroline!—La mujer abrazó a la chica.—Estamos bien Señora Larousse—Anunció Caroline Sorprendida.—Estaba tan angustiada cuando no respondiste a la puerta, que bueno que tu novio fue a tu rescate.—¡Señora Larousse, yá le he dicho que Caroline y yo somos amigos nada más!—Interrumpió Arthur.—Pues deberías pedirle que fuera tu novia harían tan linda pareja—insistió Amit.Caroline sé rió, y Arthur levanto las manos con ostinación, respiró y se retiró a la escalera. Caroline lo siguió despidiéndose de su casera y dándole las gracias. Los dos ch
La Tribu DrakeceEl grupo de alumnos, iban montados en una extraña carreta de madera, recorrían un árido desierto. Cuando la carreta se detuvo el profesor Laston, fue el primero en bajar y después cada uno de sus alumnos, Arthur ayudo a cada chica a bajar del alto vehículo.Al reunirse con su profesor los chicos se dieron cuenta que una bella y elegante chica estaba con él además de tres extrañas personas. El hombre les ordeno que se acercaran y reunieran y explicó:—Bien chicos, desde este lugar seguiremos a pie—Los miró a todos y continuó— estos tres lugareños nos guiarán—y por último viendo con una pícara sonrisa a la chica a su lado—La srta Buboar, los ayudará con cualquier traducción al lenguaje que no entiendan ¿De acuerdo?—Si, profesor—Contestaron los j&o