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Mi vida eres tu
Mi vida eres tu
Por: Orla
Capítulo 1 - Pasado (Él)

Dante estaba en España, frustrado. Deseaba estar en su casa, en Italia, junto a su mujer. Sin embargo, a causa de una denuncia de acoso en uno de sus hoteles en Madrid, debió volar allí. Al final, resultó, que solo era una treta por parte de la mujer, supuesta víctima. Luego de que la policía interrogase a ambos implicados, y de notar las discrepancias, la mujer terminó por confesar que no era cierto. Que ella quería seguir manteniendo una relación clandestina con el hombre, ya que éste había terminado con ella y había vuelto con su esposa.

Si sabía que solo era un lío de faldas ni se movía de Florencia, pero casos así de graves necesitaban sí o sí su atención. Estaba mas enojado porque utilizara el acoso como recurso para atrapar a alguien. El acoso era una situación delicada. Él siempre apoyaba a la víctima, detestaba cuando los medios tergiversaban todo y hacían parecer culpables a las mujeres, u hombres, ya que también existía el acoso hacia los hombres. Generalmente, en lugar de animar a las mujeres u hombres a que cuenten lo que les pasó, las hacía temer por el qué dirán. Por eso mismo, necesitaba él mismo presenciar ese episodio. No podía permitir que en su hotel trataran mal a una mujer.

Su mujer, Alina, había ofrecido ir con el, acompañarlo, pero Dante no quiso exponerla así. Estaban esperando a su primer bebé y él trataba de cuidarla y mimarla más aún. Llevarla a un lugar en el que se respiraba un aire tenso y lleno de desconfianza, no era idóneo ni para ella ni para el pequeño. Sí, el pequeño, porque ella ya transitaba el octavo mes y habían descubierto hace meses que su primer hijo sería un varón. Fue a la suite en la que había enviado su maleta. Necesitaba ducharse, horas hablando y escuchando lo habían dejado exhausto. Saldría del baño y luego se marcharía al aeropuerto. Llamó a su piloto y le dijo que tuviese todo listo para salir en menos de una hora. Ya quería regresar a casa. No dormiría en el hotel pudiendo estar con su mujer. 

Él y Alina fueron novios durante años. Primero tuvieron una estrecha amistad, aunque él apenas la vio, sintió su corazón palpitar de manera diferente. Desde el primer día se autoproclamó amigo, guardián, novio… lo que ella deseara. Y él podía decir lo mismo de ella. Eran un dúo inseparable. Desde el momento uno, supo que ella era su destino, que todo había cambiado desde el instante en el que se conocieron y que lucharía hasta su último aliento para que ella nunca se arrepintiera de haberlo elegido. Muchas veces lo llamaron frío, exigente. Tenían razón, pero solo en parte. Con su familia y amigos era completamente diferente. Pero en los negocios necesitaba ser así. En realidad, no le importaba mucho que digamos como le decían o lo que pensaban de el.

Luego de que él y Alina se consolidaran como pareja, aparecieron Nicki y Gina. Inmediatamente se convirtieron en mejores amigas y el pasó a conseguir dos hermanitas. Si bien siempre Alina fue, es y será su prioridad número uno, Nicki y Gina se volvieron personas súper importantes en su vida. Aunque ellas no lo supieran, siempre tenía un ojo mirando por ellas, cuidándolas cuando iban de fiesta o salían de noche solas. Ahora, cada una estaba casada.

Por un lado, Gina se había reencontrado y retomado su relación con su novio de su universidad. Tenían dos hijos. Dos pequeños revoltosos que le hacían desear tener mas de un hijo con Alina. Ryan y Gina tuvieron sus momentos… ambos sufrieron mucho, a tal punto de que Gina estuvo al borde de la muerte. Ahora estaban felices, pero Dante podía ver como ese episodio aún tenía en vigilia a Ryan.

Por otro lado, estaba Nicki y Dylan, quienes inesperadamente habían anunciado su relación, desconcertando a muchas personas, incluido el. Él tenía sus sospechas, pero veía a Nicki en paz, sonriendo y por supuesto, haciendo de las suyas como siempre. Dylan y Nicki terminaron su relación abruptamente, Alina fue corriendo a consolarla. Dante nunca la había escuchado llorar y le dolió en el alma verla sufrir de esa manera. Al final, Dylan había secuestrado Nicki con ayuda de los mejores amigos de ella: Lío Lucca. Primero, se había marchado a lamerse las heridas ella sola, y luego fue tras ella Dylan. Había salido todo bien, habían vuelto enamorados y con fecha de boda inclusive. Se habían casado hace pocos meses y Dante podía ver como la felicidad los embargaba.

Suspiró cansado, cambió de rumbo sus pensamientos y cuando llegó a Italia, encendió el celular. Tenía llamadas perdidas de un número desconocido. No le dio importancia y se marchó con su chofer, quien le había ido a recoger. Llegaron a la mansión y Dante entró contento, ya quería abrasar a Alina, no hacía mucho que habían estado juntos, pero cuando estaban separados el sentía siempre una opresión en el pecho. Subió al cuarto y se extrañó no encontrar a Alina, ya era tarde y se preocupó un poco. ¿Sería posible que se hubiese sentido mal y se hubiera ido sola a la clínica? No, ella lo avisaría si algo hubiera ido mal. Si, seguramente solo había ido a ver a sus amigas. Esas chicas eran como hermanas de ella y él estaba feliz porque ella haya encontrado en ellas una familia. La llamó por el celular y se extrañó al no tener contestación. Por ello, llamó primero a Nicki, y después de que esta le dijera que no había hablado con Alina desde la mañana comenzó a sentirse nervioso. Marcó a Gina y al encontrarse con la misma contestación, empezó a sudar frío.

En ese momento le sonó el celular y nuevamente era un número desconocido, decidió atender.

Nada nunca lo preparó para la terrible noticia que estaba a punto de recibir: Su mujer había tenido un accidente.

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