–Si como tú dices papá–entró a la habitación y veo a mi leo todo ruborizado, pero escucho a papá que le susurra a tayyar.–Te dejas ganar de tu hermana, mira se va a casar y tú aún no, hay tayyar si no te casas este o el año que viene te corro de la casa, estás muy viejo hijo vas para treinta y aún sin novia. ojo mucho ojo.–Pero papá aún tengo veintisiete no me jodas la vida hombre.–¿Como dijiste?, que no te joda?–le da un golpe en el hombro.–Lo siento, yo mejor me voy a hacer los preparativos para la boda de este par de bobos–se retiró del lugar estrilando.–Bueno hija me voy, te veo casa y ya sabes te quiero y tú leo no se te olvide lo que te dije, o de lo contrario–mi padre desliza su dedo índice por su cuello en forma de amenaza.–No se preocupe, yo amo a su hija y jamás le haré daño.El sale de la habitación dejándonos solos, ya por fin solos el problema era decirle a papá pero buenos mal ya sabe, porque mi mamá acepta rápido a mi leo, bueno si es que ya el chismoso de tayyar
Me encuentro acostada en la cama Ya mi panza duele debido a las contracciones, el médico me guardará reposo ya que la bebé es ocho Mesina en serio va a ser demasiado activa ya que desde que tenía tres meses no dejaba de brincar dentro de mi vientre ? Hoy me siento tan feliz que el médico agregó que en cualquier momento iban a nacer luna, en realidad me gusta mucho ese nombre aunque Leo le quería poner a Emily igual que mi madre. tenía muchos nombres en mi mente había unos que me gustaban más que otro de hecho llegué a enamorarme de uno, pero luego de que caí en cuenta que mi nombre era estrella pues porque no ponerle luna a mi hija. –Mi Reina, hermosa–dice Leo mientras entra a la habitación y en sus manos sostiene un ramo de flores y una cajita de chocolates yo al verlo suelto una risa ya que parece un adolescente en busca de su novia. –¿Qué pasa mi amor?–me pregunta mientras se acerca a mí y me da un beso en los labios luego con la palma de sus manos empieza a acariciar mi vient
Decente, risueña, estudiosa y poco social, sí, esa soy yo. Mi nombre es Estrella Lember Scott. Justo hoy cumplo mis veinte anhelados años.—Mamá, me llegó una confirmación de la carrera que voy a estudiar —digo emocionada.—¿En serio, hija? Tu padre estará contento.—Sí, madre, pero es una muy mala noticia. Bueno, no para mí, sino para papá.—¿Pero... no es en Inglaterra?—No, madre, es en España. En Inglaterra cerraron la universidad debido a la muerte del hijo del director.—Ay, mi niña, sea donde sea, recuerda que siempre te apoyaré.Mientras hablo con mamá, mi hermano Tayyar me da un abrazo tan fuerte que creo que me va a sacar las tripas.—Hermano, ya deja de abrazarme.—Déjate, conejo —mi hermano me dice conejo porque tengo los dientes un poquito grandes, lo que pasa es que él es un exagerado.Es muy apuesto, cariñoso, fastidioso, pero eso sí, es poco social con las demás personas y tiene un carácter del demonio. Es más, si lo haces enojar, mejor corre, corre y no mires atrás. Ac
—Estrella, ¡por fin te veo! Estás genial. —Es igual que en las fotos, con esos hermosos ojos y sus grandes curvas.—Sí, tú también.—Entonces nos vamos. Mi hermana me llamó y me dijo que no confiabas en ella, y por eso me tocó venir para que creyeras. —Lo dice con risa en su voz. Ella es genial, es igual que en I*******m y lo más agradable es que es muy cariñosa.Ya voy en el auto de Sasha, mientras que su hermana va en su camioneta. Durante el viaje, noto a Sasha muy nerviosa; además, toma su teléfono una y otra vez como si estuviera hablando por mensajes de texto.—Dime, Sasha, ¿acaso estás nerviosa? —le pregunto dudosa.—No-no, es solo que estoy contra el tiempo. Sabes, me impresiona tu capacidad mental para aprender español tan rápido. Eres tan perfecta para ellos.—Disculpa, ¿quiénes?—Mis mascotas. Son adorables y creo que te agradarán. —Suelto una risa ya que ambas compartimos los mismos gustos.Luego de algunos minutos, llegamos a una casa de cerámica.—Ven, esta es mi casa —di
—¿Tienes hambre? —¿Quién querría tener hambre contigo al lado? Sigo negando mientras él adivina, pero ya me cansé, me rindo, no le insistiré más.—Si es para orinar, ven y te ayudo, pero con una condición: tienes que dejarte lamer esas tetas.Niego en forma intermitente y esto lo hace enojar tanto que me toma del cuello con una mano y con la otra conduce. Me quedo quieta, aguantando el dolor para que no cometa una trágica locura (o sea, pegarme un tiro), pero su mano es liberada cuando su celular suena.—Te salvaste, malnacida —saca el celular y contesta enojado—. Sí, señor, ya le dije que aquí llevo a su próxima perra. ¿Qué, acaso las otras perras no están atendiendo bien a los hombres?Dios mío, papi, ayúdame. Papi... me van a vender o prostituir. No, no...Luego cuelga la llamada y acelera su auto a toda marcha, hasta que llegamos a un club o prostíbulo (creo). En general, no conozco mucho las raíces de esta ciudad. Me lo imagino ya que veo afuera muchas chicas vestidas con poca rop
—Dime algo, "muchachita". ¿Cuántos años tienes?—No le diré una m****a —le tuerzo los ojos y miro para otro lado.—¿Cuántos años tienes? —repite con voz pasiva y lenta, tan lenta que parece borrar cada palabra dicha.Él se acuesta en un sofá mientras respira lentamente y cierra sus ojos.—Niña, haz caso y dile tu edad, no lo hagas enojar. Míralo, está tratando de no coger rabia —dice la mujer cerca de mi oído.—No me importa, yo no tengo derecho de revelar mi edad y menos a un desconocido —al decir la palabra "desconocido", el hombre se levanta del sofá y se encamina hacia mí.—¡Maldita perra! ¿Acaso estás tratando de hacerme enojar? —eleva su mano y sorprende mi mejilla con una gran bofetada.—¡Carlos, ya basta! —exclama la mujer interviniendo.—¡Qué edad tienes, grandísima zorra! —me dice el hombre con furia en su rostro. No me queda otra que decirlo.—Tengo 20 años —él se acerca a su portátil y empieza a teclear. Mis lágrimas amenazan con salir, pero las detengo y doy severos suspir
—Llegamos, morrita —dice ella tirando de mi brazo de forma violenta—. Henry, espérame afuera. No te vayas por si intenta escapar esta culera.—Está bien —cierra la puerta y sale del baño.Sé que por mi desobediencia me está pasando lo que me está pasando. Si tan solo no me hubiera escondido de las escoltas de papá... Mientras viajaba, uno de los escoltas me envió un mensaje diciendo que ya había llegado a España, por ello me estaba esperando a las afueras del aeropuerto. Me dio tanta rabia cuando lo leí que inmediatamente lo bloqueé. Estaba muy al pendiente de no ser vista por el escolta, quien por su parte no paraba de buscarme con sus ojos. Me escondí como rata y con mi ignorancia fui a la salida del aeropuerto donde supuestamente Sasha me esperaba.—¿Qué tanto piensas? ¡Rápido! Quítate la ropa.Me quito toda la ropa que llevo en mi cuerpo de manera rápida, quedando desnuda. Me meto a la ducha y empiezo a bañarme. Al terminar, ella me dice:—Ten —me entrega una bolsa negra que contie
—¡No puedo levantarme, me duele el cuerpo! —exclamé, aferrada a las sábanas. Por cierto, puedo hablar; me imagino que ellos quitaron la cinta de mi boca mientras dormía.—Déjame y te explico. En estos momentos, tus implantes fueron colocados con éxito, por ello te quedarán en reposo durante dos meses —dijo Johan, como siempre, con su voz pasiva.—Señor, me siento mareada —él se echó a reír. De momento, siento que mi capucha es retirada de mi cabeza y es ahí donde por fin veo mi cuerpo.¿Qué es esto? Mis senos están súper grandes y mis nalgas son anchas y gruesas. Esta no soy yo, definitivamente no soy yo.—Te ves muy linda, es más, ahora sí pareces una sirena —dijo Henry, quien me mira de forma morbosa.—Bueno, Henry, ya ella está lista. Llévala y me haces el favor y me traes a Fernanda, la que trajeron hoy.¿Qué? ¿Acaso todos los días traen chicas nuevas? ¡Qué hijos de perra! Pobres niñas indefensas, mira que venir aquí engañadas.—Ah, Johan, esta mañana recibí un mensaje de Sasha dic