—Está bien —dijo con tono resignado— Pero no me tortures mucho, mi amor —también usó un tono seductor en sus palabras haciendo que ella se sintiera muy estimulada.Ella descendió un poco más sus caderas hasta que estas rozaron el miembro masculino que se destacaba contra su piel haciéndola sentirse poderosa y excitada, ella lo rozaba con sus piernas y luego hacia que su propia intimidad se pegara a él, así estuvo jugando un buen rato hasta que los sensuales movimientos terminaron estimulando la a ella también.Su respiración se hacía más espesa mientras el deseo comenzaba a desatarse en su interior, su bragas estaban tan mojadas ya, que estaba humedeciendo el miembro viril de Steve. Él estaba muy en la gloria, apretaba sus dientes para contenerse de agarrarla para hacerla suya, y también para aguantar sin moverse, soportando el sensual roce de la intimidad de ella sobre su virilidad.Bridgette ya no quería retrasar más la unión que ya anhelaba con locura, se levantó de sobre sus rodil
Bridgette no sintió dolor sino por el contrario una sensación de placer indescriptible que hizo que le subiera como un fuego por todo el cuerpo que la comenzaba a consumir lentamente de placer, las sensaciones se transmitían a su zona vaginal haciendo que sintiera un placer que no había experimentado nunca antes.Una vez que la sensación de calor y de llenura hubo disminuído se atrevió a descender un poco más, el duro miembro de Steve fue abriéndose paso entre las casi vírgenes paredes de su intimidad trasera, aumentando la sensación de llenura y plenitud que la había embargado al inicio de la penetración. Bridgette respiró profundamente de nuevo y el miembro entró un poco más allá de la mitad.Steve primero se sorprendió al comprender las intenciones femeninas, Bridgette estaba a punto de dejarse penetrar analmente, era una inesperada sorpresa, pero al mismo tiempo era como un sueño que estaba por cumplirse, no porque él lo hubiera pensado sino porque para él era una fantasía persona
Steve se quedó mirando a Bridgette, ella simplemente le sonrió.—Ya tendremos tiempo de estar juntos, amor —le dijo— Ve a cumplir con tu trabajo, y deseo que te vaya muy bien.—Eso es cierto —le dijo él sonriendo— Pero no hay tanto apuro, andando a buena velocidad puedo llegar a los Ángeles en unas tres horas. Así que vayamos a desayunar, ¿Te apetece?—Por supuesto que sí —le dijo con una sonrisa llena de picardía— Después de tanta acción necesitamos reponer energías y ya mi estómago está protestando de hambre.Steve se echó a reír con ganas, y luego recogió sus cosas y ambos se prepararon para abandonar el hotel. Steve cerró la cuenta y salieron hasta un restaurante pequeño y acogedor, allí comieron mientras conversaban.—¿Sabes que nuestro amigo Luc está mejorando en su trabajo? —le dijo Steve.—¿El guardaespaldas que me puso mi padre? —preguntó ella sorprendida.—Sí, el mismo.—¡Pero si no lo he visto desde que lo sorprendiste! —le dijo Bri sorprendida.—Por eso te dije que lo está
Luego de pasado el asombro y de una charla amistosa e informativa de varios minutos cerraron la llamada. El señor Laffitte le había dicho a Steve Lonergan que él personalmente viajaría a Nueva York, para una exposición y subasta que habría en la ciudad el mes entrante. Que si él quería podrían subastar el huevo en ella, porque unos días antes tendrían una oportunidad de presentar el huevo en la exposición para invitar a los posibles compradores y por supuesto, para hacer la publicidad respectiva.Lonergan pensó que no le gustaría mucho la publicidad, ya vería cómo podría evadir esa reunión pública ya tenía bastante años retirado de las escenas públicas y no quería recomenzar de nuevo. Y aunque sus rasgos habían cambiado un poco, aún había mucho parecido con el teniente Landon del pasado. No era como para estar exhibiéndose en la prensa.En la noche cuando regresó a su casa recibió un mensaje de texto de Bridgette.—”Amor, hoy cuando regresaba a casa un auto estuvo a punto de golpearme
La siguiente semana pasó casi en un abrir y cerrar de ojos. Tanto Steve como Bridgette estuvieron sumamente ocupados, el uno con la preparación para el viaje a Nueva York, así como la limpieza y clasificación del resto de los objetos que habían comprado en Europa, la otra, con la inauguración de la boutique en el centro de la ciudad de San Francisco.Por supuesto que se habían tomado un par de noches en diferentes días de la semana para encontrarse al final del día y pasar la noche juntos, incluso Lonergan se quedó en casa de Bridgette porque la mamá insistió en que si no se quedaba se iba a sentir muy ofendida con él.No habían sucedido nuevos incidentes con la seguridad de Bridgette, parecería que el cambio de actitud con el guardaespaldas bien visible, había dado resultados. Incluso Luc hacía ostentación de una mini ametralladora de disparo rápido, porque cuando le abría la portezuela del auto a ella, o cuando le abría paso entre la gente, permitía que se la vieran debajo de la cha
Mientras se desplazaban a toda velocidad por el estacionamiento hacia la salida, varios disparos hicieron blanco en auto, por supuesto que sin otro daño que los rayones en la carrocería y un par de abolladuras, pero la dura superficie de endurecido acero reforzado de la parte externa no tuvo ningún problema para rechazar los disparos.Y si estos hubieran logrado pasar la dura coraza del auto blindado, se hubieran estrellado contra la formidable protección de decenas de capas del resistente material a prueba de balas, el kevlar. Y detrás de este había nuevas placas de un material reforzado de acero y con otras aleaciones, que podían absorber los impactos que el kevlar no hubiera oído resolver.Luc disminuyó la velocidad del auto cuando llegó a la rampa de salida, luego salió a la avenida y se dirigió derecho a la casa de Bridgette.—¿Está bien, señorita Reynolds? —le dijo cuando tomaron ya la avenida.—Sí, estoy bien —le dijo un poco agitada pero con acento tranquilo— ¿Tú estás bien?—
—¿Malas noticias? —le preguntó el comisario al ver su rostro tenso y lleno de preocupación.—No tan malas, pero no me gusta para nada —le respondió Steve— Atacaron de nuevo a Bridgette, y esta vez hubo disparos.—Hmmm, eso no suena nada bien —dijo el comisario Arnold— Deberías llamarla, quizás esté un poco asustada o preocupada.—Creo que solo un poco de preocupación —le respondió Steve— Bridgette es una mujer sumamente fuerte, eso no la afectará mucho, quizás lo que puede es estar muy molesta, pero voy a seguir su consejo, voy a llamarla.—Tómate tu tiempo, igual ya casi terminamos de comer —dijo el comisarioSteve se levantó y salió hacia una terraza que tenía el mismo restaurante, a los dos repiques Bri respondió a la llamada.—Hola, amor —le dijo ella.—Hola, cariño. Te encuentras bien.—Sí, ya te lo dije —se apresuró a responderle ella— Mejor te cuento como pasó todo.Bridgette le contó a Steve lo que había pasado, con lujo de detalles. Ella se sintió bastante sorprendida, de hec
Steve se levantó temprano esa mañana, como acostumbraba, ya se sentía un poco más descansado, los últimos días habían sido de bastante trabajo en la trastienda limpiando y clasificando un sin fín de artículos, la mitad de los cuales no tenían ningún valor para la tienda de antigüedades, pero que se podían vender a un sector interesado.Aparte de eso, la carrera por dejar el huevo lo suficientemente listo para la evaluación había sido también extenuante, era un trabajo bastante delicado y laborioso, donde no se podían cometer errores de ningún tipo, sino, se podría dañar la invaluable joya.Decidió pasar un par de horas en el gimnasio para tonificar sus músculos, y estaba decidido a intensificar las prácticas de tiro y de combate, tenía la impresión que iba a necesitar de todo su potencial en un tiempo no muy lejano.Steve Lonergan no estaba dispuesto a que le pasara algo a Bridgette y en ninguna manera iba a dejar que le pasara lo mismo que a su difunta esposa. Esta vez estaría al lad