Luego de pasado el asombro y de una charla amistosa e informativa de varios minutos cerraron la llamada. El señor Laffitte le había dicho a Steve Lonergan que él personalmente viajaría a Nueva York, para una exposición y subasta que habría en la ciudad el mes entrante. Que si él quería podrían subastar el huevo en ella, porque unos días antes tendrían una oportunidad de presentar el huevo en la exposición para invitar a los posibles compradores y por supuesto, para hacer la publicidad respectiva.Lonergan pensó que no le gustaría mucho la publicidad, ya vería cómo podría evadir esa reunión pública ya tenía bastante años retirado de las escenas públicas y no quería recomenzar de nuevo. Y aunque sus rasgos habían cambiado un poco, aún había mucho parecido con el teniente Landon del pasado. No era como para estar exhibiéndose en la prensa.En la noche cuando regresó a su casa recibió un mensaje de texto de Bridgette.—”Amor, hoy cuando regresaba a casa un auto estuvo a punto de golpearme
La siguiente semana pasó casi en un abrir y cerrar de ojos. Tanto Steve como Bridgette estuvieron sumamente ocupados, el uno con la preparación para el viaje a Nueva York, así como la limpieza y clasificación del resto de los objetos que habían comprado en Europa, la otra, con la inauguración de la boutique en el centro de la ciudad de San Francisco.Por supuesto que se habían tomado un par de noches en diferentes días de la semana para encontrarse al final del día y pasar la noche juntos, incluso Lonergan se quedó en casa de Bridgette porque la mamá insistió en que si no se quedaba se iba a sentir muy ofendida con él.No habían sucedido nuevos incidentes con la seguridad de Bridgette, parecería que el cambio de actitud con el guardaespaldas bien visible, había dado resultados. Incluso Luc hacía ostentación de una mini ametralladora de disparo rápido, porque cuando le abría la portezuela del auto a ella, o cuando le abría paso entre la gente, permitía que se la vieran debajo de la cha
Mientras se desplazaban a toda velocidad por el estacionamiento hacia la salida, varios disparos hicieron blanco en auto, por supuesto que sin otro daño que los rayones en la carrocería y un par de abolladuras, pero la dura superficie de endurecido acero reforzado de la parte externa no tuvo ningún problema para rechazar los disparos.Y si estos hubieran logrado pasar la dura coraza del auto blindado, se hubieran estrellado contra la formidable protección de decenas de capas del resistente material a prueba de balas, el kevlar. Y detrás de este había nuevas placas de un material reforzado de acero y con otras aleaciones, que podían absorber los impactos que el kevlar no hubiera oído resolver.Luc disminuyó la velocidad del auto cuando llegó a la rampa de salida, luego salió a la avenida y se dirigió derecho a la casa de Bridgette.—¿Está bien, señorita Reynolds? —le dijo cuando tomaron ya la avenida.—Sí, estoy bien —le dijo un poco agitada pero con acento tranquilo— ¿Tú estás bien?—
—¿Malas noticias? —le preguntó el comisario al ver su rostro tenso y lleno de preocupación.—No tan malas, pero no me gusta para nada —le respondió Steve— Atacaron de nuevo a Bridgette, y esta vez hubo disparos.—Hmmm, eso no suena nada bien —dijo el comisario Arnold— Deberías llamarla, quizás esté un poco asustada o preocupada.—Creo que solo un poco de preocupación —le respondió Steve— Bridgette es una mujer sumamente fuerte, eso no la afectará mucho, quizás lo que puede es estar muy molesta, pero voy a seguir su consejo, voy a llamarla.—Tómate tu tiempo, igual ya casi terminamos de comer —dijo el comisarioSteve se levantó y salió hacia una terraza que tenía el mismo restaurante, a los dos repiques Bri respondió a la llamada.—Hola, amor —le dijo ella.—Hola, cariño. Te encuentras bien.—Sí, ya te lo dije —se apresuró a responderle ella— Mejor te cuento como pasó todo.Bridgette le contó a Steve lo que había pasado, con lujo de detalles. Ella se sintió bastante sorprendida, de hec
Steve se levantó temprano esa mañana, como acostumbraba, ya se sentía un poco más descansado, los últimos días habían sido de bastante trabajo en la trastienda limpiando y clasificando un sin fín de artículos, la mitad de los cuales no tenían ningún valor para la tienda de antigüedades, pero que se podían vender a un sector interesado.Aparte de eso, la carrera por dejar el huevo lo suficientemente listo para la evaluación había sido también extenuante, era un trabajo bastante delicado y laborioso, donde no se podían cometer errores de ningún tipo, sino, se podría dañar la invaluable joya.Decidió pasar un par de horas en el gimnasio para tonificar sus músculos, y estaba decidido a intensificar las prácticas de tiro y de combate, tenía la impresión que iba a necesitar de todo su potencial en un tiempo no muy lejano.Steve Lonergan no estaba dispuesto a que le pasara algo a Bridgette y en ninguna manera iba a dejar que le pasara lo mismo que a su difunta esposa. Esta vez estaría al lad
Sin sospechar que su más acérrimo enemigo lo había visto en la televisión, Steve Lonergan terminó su improvisado discurso y se dirigió a su asiento de nuevo, Ronald lo felicitó y luego todos se pusieron de pie para disfrutar de un brindis por la pieza encontrada y por el dueño.Luego de ello el Gerente de la casa Sotheby 's se dirigió de nuevo a la audiencia desde el pequeño podio para suplicarles que pasaran a la sala de subastas para comenzar la subasta donde habrían algunas piezas interesantes, incluyendo el huevo que había descubierto Lonergan.Todos se dirigieron a la sala y a Steve y a Ronald le tenían reservados unos puestos en primera fila en calidad de invitados y ofertantes de una de las piezas objeto de la subasta.Al poco rato dio inicio la subasta, comenzando con un cuadro del pintor español Diego Velázquez, la puja terminó en unos quince millones de dólares. Así continuó la subasta hasta que finalmente el presentador anunció, con bombos y platillos al huevo de Fabergé co
—Entonces eso quiere decir que te van a aliviar el trabajo, ¿no Luc? —le dijo Steve.—Así es, jefe —le dijo con cara de preocupación— Ya las ojeras me van a llegar a la quijada, pero no puedo dejar de vigilar tanto a la señorita como a la casa, no sabemos qué esperar de esos sujetos. Parece que tienen la idea fija de secuestrar a la señorita Bridgette.—Pero eso es absurdo, Luc —dijo Bridgette quien no estaba convencida de que eso fuera lo que querían hacer— No soy nadie importante como para que eso ocurra.—Sí que lo es, señorita, y perdone que la contradiga, pero usted es muy importante para su padre y eso es lo que está averiguando —dijo Luc— Para saber de quién viene ese ataque, porque nadie lo ha amenazado. Su padre es un hombre importante que maneja varios negocios y hay muchos envidiosos que quieren ocupar su lugar.A Steve esas palabras de Luc lo inquietaron bastantes, porque sonaba extraño que a un empresario común y corriente, independientemente de la cantidad de dinero que
Cuando Bridgette salió de la casa lista para ir a su nuevo local, ya Steve Lonergan y Luc habían trazado un plan de acción. Ella los miró con los ojos un poco ensombrecidos porque sabía que ellos querían evitar que participara en su propia protección.Luc abrió la puerta del super carro blindado de Bridgette, pero esta se dirigió al carro de Steve.—Se supone que hemos estado practicando las últimas semanas en el polígono de tiro para ponerme al tanto de cómo defenderme en el caso de que se hiciera necesario, entonces no veo por qué no puedo tomar parte en mi propia defensa —dijo con el rostro arrebolado por lo molesta que se sentía, los ojos le brillaban y sus labios se mantenían tensos y apretados aún después de haber dejado de hablar.—No es que no puedas defenderte, cariño —le dijo Steve en tono conciliador— Por supuesto que tienes todo el derecho de defenderte por tí misma, para eso andas armada, ¿no es así?—Así es, y les quiero decir a ambos que me defenderé aunque ustedes esté