La chica casi se cae de la impresión, las piernas se le doblaron y tuvo que agarrarse a un mueble que estaba allí. Después de eso fue mucho más solícita con la fantástica cliente que le había tocado. Bri, le pidió que le mostrara medias de fina seda, también unos zapatos de vestir, acorde con la ropa. Y por supuesto, lencería, la más atractiva que pudiera mostrarle. Había unas preciosidades de brasieres, baby dolls, conjuntos de dormir y unas panties de infarto.Ella se probó toda la ropa y se miraba en el espejo, la que le parecía más sexy esas las compraba. De hecho se puso un conjunto de dormir negro, con un brasier tansparente así como la corta bata que le quedaba por encima de los hermosos glúteos, apenas cubriéndolos y para rematar un hermoso hilo de color negro, con una blonda super hermosa que apenas le cubría el pubis.Allí no pudo controlar su imaginación maliciosa y se imaginó entrar en la habitación de Steve con ese atuendo, caminando sensualmente hasta la cama del hombre
—¿Qué edad tiene, hija? —su madre parecía más preocupada por saber en quien estaba interesada, que en sus sentimientos.—Es un hombre adulto, madre.—¿Qué tan adulto? —preguntó incisiva.—Como de unos cincuenta y algo de años —le dijo Bridgette, le pareció que su madre suspiraba con tranquilidad, quizás se imaginaba que Steve era un viejito y no un hombre super atractivo.—Creo que deberías invitarlo a comer a casa —le dijo ella sorpresivamente— Me parece que se merece que le agradezca personalmente por haber salvado a mi niña a riesgo de su vida.—¿Sí, verdad? —le dijo ella un tanto suspicaz.—Claro que sí —le dijo— Creo que deberías ver si lo encuentras el próximo domingo y lo invitas a casa, en verdad me gustaria conocerlo.—Imagino que sí —le dijo tratando de que ella no ahondara en sus preguntas.Su madre se le quedó mirando durante largo rato mientras sostenía uno de los bikinis tipo hilo en sus manos, ella conocía a su hija, y sabía que no le estaba diciendo la verdad, al menos
—Eso es posible, pero no le vas a estar haciendo ojitos como al viejo Lucius, por favor.Ambas se echaron a reír durante un buen rato, hasta que se cansaron.—Espero que sepas lo que haces, hija —le dijo ahora en tono de consejo— Toda persona tiene un pasado y eso influye mucho en ellas, espero que él te pueda querer como tú lo quieres.—Gracias, mamá —dijo, pero de inmediato arrugó el entrecejo y la miró inquisidoramente— ¿Me estás diciendo que yo lo quiero, o, que yo estoy enamorada, madre? —Las dos cosas, hija, es posible que no lo sientas así, pero la atracción que sientes por ese hombre va más allá de lo físico y eso puedo verlo en tus ojos —le dijo con una inusitada ternura en su semblante mientras la tomaba por la barbilla y le acariciaba el rostro.Bridgette no dijo nada, pero se quedó cavilando las cosas que su madre le había dicho.—Es posible, mamá —le dijo otra vez haciendo gala de su sinceridad— Pero por el momento me conformaría con que se decidiera a darse una oportuni
Cuando Steve Lonergan le pasó la ubicación a Bridgette se dijo que ella llegaría después de mediodía y consideró si debería invitarla a almorzar, en todo caso la invitaría, aunque estaba bastante atareado con el trabajo que estaban haciendo.Unas horas más tarde Ronald le mostró una especie de huevo decorado con esmalte y de buena hechura, por lo que centraron su interés en él, Lonergan no era excesivamente ambicioso, pero si era uno de los huevos perdidos de Fabergé, el joyero francés, la pieza podría valer varios millones de dólares.La pieza estaba bastante llena de sarro, como si hubiera estado enterrada por muchísimos años, tenía restos de tierra y otro material orgánico. Ronald se dedicó a tomarle fotos con la cámara de su móvil para investigar mientras Steve lo limpiaba debajo del microscopio de trabajo, no quería dañar la pieza, porque aunque no fuera uno de los preciosos huevos que el joyero francés había fabricado para lo zares de Rusia, se notaba que era de buena fabricació
Bridgette subió a su auto con una enorme sonrisa en los labios, había logrado la primera parte de su objetivo, sabía que había dejado impresionado a Steve. Nada más de recordar el verle el rostro, y la grata sorpresa en sus ojos era toda una satisfacción.También le había encantado que él hubiera tomado la iniciativa de besarla, aunque hubiera preferido que la besara sobre los labios, no importa que fuera con los labios cerrados, pero sentir esos fuertes y bien delineados labios varoniles la ponía encendida.Por supuesto que ese juego de seducción tenía su precio, a ella le encantaba ponerlo en aprietos, como cuando lo besó sobre los labios, o como ahora que se había despedido con un beso en la mejilla pero muy cerca de su boca para que sintiera su aliento, porque ella había sentido el aliento de él, y tenía algo que la excitaba, no podía evitarlo.Se preguntó si no estaría a punto de convertirse en una ninfómana, porque cuando pensaba en Steve, o cuando estaba cerca de él, cuando lo
A Steve el corazón le dio un vuelco quitándole el aliento como si lo hubieran golpeado con un mazo en la cabeza.Bridgette caminaba hacia la mesa donde él estaba como si estuviera modelando en una pasarela de alta moda en Milán, de verdad parecía una diosa escapada del olimpo, sus hermosos ojos azules brillaban con las luces del local y su sonrisa de dientes blanquísimos deslumbraba a todos los que la veían.El contoneo de su cuerpo mantuvo a los hombres embobados hasta que se sentó, tenía un porte y una gracia natural que le conferían la elegancia de una princesa. había gastado bastante tiempo en arreglarse y en la peluquería, pero no pudo quejarse del efecto que causó en el público en general, y especialmente en el hombre que se levantaba de su asiento en la mesa y la miraba como si fuera una aparición.Y no era para menos, su cabello rubio oscuro estaba simplemente perfecto, a juego con el esmerado maquillaje que le habían hecho. El vestido tenía una abertura un poco más arriba de
La noche continuó más o menos con la misma tónica, de vez en cuando parecía que saltaban chispas en las miradas de ambos y cualquier observador imparcial, con algo de inteligencia, se hubiera dado cuenta de que ambos se atraían inevitablemente, como las polillas son atraídas por la luz.Disfrutaron de los platillos que les sirvieron y ella halagó la comida y el buen gusto de Steve al invitarla al sitio. Ella le dijo que era una de las mejores comidas italianas que había probado en su vida, porque su abuelo materno era italiano y ella había aprendido desde niña a disfrutar de la comida italiana.Entonces ella le dijo que felicitara al chef, porque imaginaba que él lo conocía. Y Steve lo conocía aunque no había socializado mucho con él, pero habló con el camarero y este se retiró. A los pocos minutos regresó acompañado de un hombre alto con un fino bigote y vestido de cocinero, era el chef del restaurante.Ambos hablaron con él y lo felicitaron por los magníficos platos, el sujeto se no
Steve luchó por serenarse, pero no era sencillo teniendo en sus brazos a una mujer tan hermosa, sensual y dispuesta a seducirlo, porque eso era ya evidente.La forma en que ella llegó hasta la tienda de antigüedades con ese atuendo. Y ahora había llegado vestida de una manera que era técnicamente imposible ignorarla, a menos que fueras un poste de alumbrado. Pero Steve era un hombre y uno muy completo, que sólo se había mantenido alejado del sexo femenino porque nadie, es decir ninguna, había encontrado la manera de llegar a sus sentimientos como Bridgette Reynolds.La música terminó en esos momentos y Steve aflojó sus brazos y lo mismo hizo ella. Él la tomó de la mano para llevarla hasta donde estaban sentados antes, ella iba detrás de él, pero él esperó a que ella se sentara. Esta vez ella no cruzó sus hermosas piernas, pero como la abertura del vestido era tan alta, casi dejaba ver el minúsculo bikini íntimo que ella usaba esa noche. Este era el mismo con el que su madre se había es