Después del desagradable encuentro que habia tenido con Brenda, Emperatriz entró furiosa a la habitación que compartía con Rogelio, se sentía impotente y confundida, ya que no entendía el por qué estaba tan molesta si en realidad ella no sentía nada por Rogelio.

Cerró la puerta con fuerza mientras decía:

— A esa estúpida no la soporto, no sé qué es lo que se ha creído esa mujercita, pero después que dejó a Rogelio plantado en la iglesia ahora que está casado conmigo entonces si quiere estar con él. ¿Pero que se ha creído? ¿Qué piensa? ¿Qué va a pasar por encima de mí que soy su esposa? …..¿Pero que estoy haciendo? Estoy hablando como si…. Ay no…. No eso no puede ser… Estoy…..¿Celosa? ¡Dios mío esto no me puede estar pasando! Además yo solo estoy casada con Rogelio por un contrato nada más, yo no puedo sentir nada por él.

Emperatriz comenzaba a dudar de ella misma y de lo que estaba sintiendo en ese momento por Rogelio, no entendía el porqué le causaba tanta molestia que Brenda se estu