EXTRA 1.1
INMORTALIDAD
Ahren
Pero ahora veo a mi bebe, mi Anthony.
Hoy estamos 16 de Enero, tres días después de su cumpleaños, cumpleaños que fue un completo fiasco dado que pareció más una reunión de negocios que una fiesta para un niño de 14 años.
Ahora, él está sentado con un cupcake entre sus manos que el mismo compró, según el para desearse feliz cumpleaños dado que en su fiesta eso no paso.
Y aquí estoy yo peleando entre el deseo de querer acercarme ¿hacerlo o no? ¿qué hacer? No sé ni como presentarme, ni como hablarle, no puedo
EXTRA 2TUA CANTANTEUdenLa conocí en un bar de mala muerte ¿a quién? A quien por supuesto se convertiría en mi mundo, en mis sueños y pesadillas. Ella no era un mal recuerdo más bien yo lo era, era el suyo y eso me lastimaba.No había podido decirle Hola, ni cortejarla como hubiese hecho como ella se lo merecía, sólo había sido su más grande pesadilla al haberla atacado y mandarla a un estado del cual muchos no salían.Coma.Escabullirse y entrar sin que nadie lo notará a su cuarto era sencillo ¿qué no lo era? Verla, lo que recordaba como la más cálida y suave de la piel se había convertido en frialdad, sus labios resecos, las ojeras marcadas bajo sus ojos…aun así no me fui, la máquina pitaba pues su corazón segu&ia
EXTRA 2.1TUA CANTANTEUden— ¡¡Por favor, no desconecte a nuestra hija!!— ¡Le pagaremos, le prometo por todo lo santo mi señor que lo haremos! Pero por favor, no desconecte a nuestra hija, se lo suplico.El doctor miraba con desdén hacia los padres de mi mujer, quienes permanecían de rodillas frente a tan hombre que no dará su brazo a tocar, escuché paso a firmes venir del pasillo y la seguridad haciendo su aparición.— El hospital les dio un aviso, su hija ya no es un paciente por lo tanto la maquinaria a su uso ya no está permitida.Los de seguridad tomaron de los brazos a mis futuros suegros.— Es mejor que se marchen, el cuerpo de su hija se encontrará en la morgue dentro de varios minutos.Sobre mi cadáver, maldito cabrón.L
CAPÍTULO UNOEnitt- Muy pronto encontrará a su mate mi Alpha - la bruja miro un segundo mas mi palma y sonrió mientras soltaba mi mano, como si hubiera dicho lo mejor del mundo, yo arrugue mi nariz y limpie mi mano en mi jean desgastado.No le dije nada, no la mire, ni murmure algo, me levante de inmediato y salí de aquella casa rodante que llama su hogar, un hogar que huele a flores silvestres y a podrido, pero desgraciadamente era la única bruja en ese pueblo al cual podía ir sin tener que preocuparme por un pago que seria totalmente injusto y estúpido.Camino entre el denso bosque que al verme parece abrazarme con su calidez, la luna brilla esplendorosamente sobre mi mostrándome mi camino a casa, suelto un hondo suspiro sintiéndome frustrada al recordar las palabras de tal bruja, no es que no quiera encontrar a mi mate ¡seria f
CAPÍTULO DOSEnitt-......llegarán a las cinco de la tarde, tenemos ya todo listo para sus llegadas se quedaran en las cabañas cerca del rio, la numero diez será donde estarán los cachorros de más de dieciocho y la cuatro hasta la nueve serán para los restantes - me comunicó Done mientras firmaba unos papeles importantes que aceptaba o negaba algunas cosas que requerían otras manadas, podemos ser serios pero algunos Alphas eran un chiste que no me hacía gracia, además de creerse mucho ellos me retaban por mi título.Siempre eran los nuevos pues los antiguos saben exactamente que no tengo la mínima pena a romperles algún hueso inútil en su cuerpo.- ¿Qué sucede con la uno, dos y tres? - pregunté mientras me levantaba de mi escritorio y tomaba la mochila que se encontraba allí, la rev
CAPÍTULO TRESAlexanderAcerque el cigarrillo a mi boca una vez más y absorbe el humo sintiendo mi garganta picar levemente, mire por el balcón la nueva vista que me da en esta ciudad que había olvidado pero hace tan solo unos meses, recordé, expulse el humo abriendo mi boca y cerré mis ojos al sentir una brisa de frio viento que a pesar de congelar mi piel hasta ponerla de gallina tuvo de resultado calmarme.Unos pasos desde atrás mio me hicieron atragantarme con el humo que acababa de aspirar, tosí violentamente unos segundos mientras apagaba el cigarrillo y lo botaba por el balcón haciendo que cayera unos cuantos metros hasta que choco contra el asfalto.Para cuando mire atrás ya era muy tarde, ella me había visto.- No quiero ese maldito olor en mi casa.Su voz era algo que no podía soportar, podr&i
CAPÍTULO CUATROEnittMe observaba.Mientras hacia su camino hacia el escritorio, parecía tenso, nervioso, como una rata en un laboratorio que no sabe que sucederá, y yo por el momento me encontraba obsevandolo...de pie a cabeza, lentamente, lucía un impecable traje negro tan pulcro que parecía ligeramente arrugado, no era perceptible para muchos pero yo que lo observaba lo noté, una camisa blanca y una roja corbata que resaltaba, mi mente jugo un rato y me hizo imaginar tirando con fuerza de esa corbata para poder tomar posesión de sus labios. <<Nada te lo prohíbe>>Aunque el susurro o ronroneo de mi
Enitt- ¡No les dije que pararan! ¡Continúen!- ¡Si Alpha!- ¿No crees que te estas pasando? - preguntó la voz de mi beta, lo miré de reojo notando que no venía solo, Colin venía junto a él, sus ojos miraban con horror lo que los cachorros hacían, sonreí de lado sin poder evitarlo.Eran recién las cinco de la tarde y no íbamos ni por la mitad de los ejercicios que tengo planeados para ellos, desde que me presenté ante ellos se burlaron de mi diciendo que yo no podría hacerlos ni sudar una gota, obviamente eso me cabreo y sacando ideas de mi mente hice que su primer entrenamiento el cual debería haber sido solo de recorrer la villa para reconocer el lugar cambiara drásticamente a tenerlos atados de piernas en unos postes de hierro forzado mientras hacían abdominales.<<Eres
CAPÍTULO SEISEnitt- Esta será la última vez - susurre sobre sus labios, el miro de golpe mis ojos notándose desconcertado y triste - Por eso, quiero que no te contengas, quiero una despedida que recuerde por siempre, algo que me haga explotar de placer...Ader.Abrió sus ojos sorprendido cuando dije su nombre y eso es algo que nunca he hecho, decir el nombre de él siempre se vio mal y lo sigue siendo y ese será mi regalo por nuestra última vez, que no espere un beso, porque nunca lo tendrá, nunca.Sentí sus manos ascender por mi espalda y arqueándome le di acceso a que quitara mi sostén, un cosquilleo en mi cuello me hizo dar cuenta que estaba besándome allí con delicadeza, abrió mis piernas colocándose entre estas y su dureza roso mi húmeda intimidad arrancándome u