Nader iba de un lado a otro por el pasillo que daba a las habitaciones de invitados del gigantesco departamento, diseñado especialmente por él.El lugar era moderno, de colores neutros y la decoración estaba en su totalidad inspirada en la Amazonia. Habían muchas plantas, una cantidad increíble de luz natural y se sentía extremadamente acogedor. Era el pequeño paraíso del ingeniero. Un lugar suyo que de la noche a la mañana había empezado a compartir con otra persona.Nader tocó la puerta de una de las habitaciones pensando en la jovencita que estaba al otro lado, que seguramente estaría durmiendo plácidamente.Ya era un poco tarde, Nader había llamado a la puerta un par de veces. Entonces después de tanta insistencia sin obtener una respuesta, decidió entrar para despertar a la bella durmiente.Nader suspiró cuando la vio perdida entre las sábanas y las almohadas de la cómoda cama. Se veía tan delicada y su sueño era intranquilo, su pecho subía y bajaba frenéticamente.Lo que más lla
Su piel era tan suave, podía tocarla con cierta libertad y sentir aquel exquisito olor que se desprendía de ella subiendo por sus fosas nasales hasta nublar por completo su mente. Estaba excitado… Nader estaba realmente excitado.Aisha notó que lo que debería ser un inocente tratamiento para curar sus quemaduras, pasaron a ser caricias muy suaves que comenzaron a despertar un extraño cosquilleo en su vientre.La respiración de Nader estaba cada vez más pesada y muy cerca de su cuello. Su piel se erizó cuando al escuchar un gruñido casi inaudible salir de la garganta del hombre que tocaba su hombro como si se tratase de una flor, seduciéndola a un camino que los llevaría a la lujuria.Sus dedos comenzaron a jugar sobre la piel de
No hay nada más frustrante para un hombre que tener una necesitad desesperante de sexo, tener la oportunidad de descargar toda esa tensión acumulada y que su cuerpo lo prive de aliviarse como tanto desea.Nader notaba todo su cuerpo caliente, estaba sudando totalmente desnudo sentado en la cama de su amante. Sentía que le costaba respirar y que la cabeza le iba a explotar de un momento a otro. Tenía el rostro escondido entre las manos y una frustración que iba a volverlo loco.El ingeniero había decidido buscar a su amante mientras esperaba las imágenes de las cámaras de seguridad de la empresa que le iban a enviar. Salió de su casa con una erección bestial y más excitado que nunca. Después de ese momento tan íntimo en la habitación con Aisha, su miemb
La empleada que esperaba por la jequesa en la puerta del palacete de la familia Khalil, tenía el corazón en la boca y los nervios a flor de piel.Úrsula llegó a su residencia agarrada del brazo de su chofer. Un joven veinte años menor que ella.Ellos compartían risas, caricias y miradas muy íntimas. Un comportamiento inadecuado para la dueña de la casa con un humilde empleado muerto de hambre.—Señora… señora… —murmuró la empleada corriendo detrás de su jefa. —¡Señora, por favor, escúcheme hay algo que debe saber…!—¡Cállate Zeyneb!—ordenó Úrsula con autoridad. —Sabes que no soporto escuchar la voz de los empleados en mi palacio. Me da asco o
Úrsula no podía creerse lo que estaba escuchando de su propio hijo. Nader se atrevía a castigarla. Eso era algo que ella no podía aceptar. —Solo recuerdas tu título para venir aquí y humillarme, pero al lado de Karim Al Thani te olvidas de que estás en la misma posición que él. —reprochó Úrsula. —Sirves al heredero de la familia Al Thani como si fueras un maldito plebeyo, ignorando el hecho de que vuestros padres son primos y que tienes los mismos derechos que él. También formas parte de la dinastía más antigua de los Emiratos Árabes, Nader. Eres un hombre poderoso y no sabes cómo utilizar ese poder; el privilegio que te di al traerte al mundo como un Khalil.—Estoy dispuesto a utilizar ese poder para proteger a Aisha de ti y de cualquiera que intente hacerle daño a ella o a su familia. —gruñó Nader dejando a su madre impactada.—Esa sirv…esa niña no es como nosotros, ella no acepta su lugar y está intentando manipularte para cambiar su estatus. —soltó Úrsula y Nader sentía que le re
Nader miraba el suelo de la consulta de su médico buscando donde perdió su dignidad. Cerró despacio los botones de su camisa pensando que estaba viviendo la mayor pesadilla de un hombre. —La impotencia a veces también se debe al estrés, Nader. —dijo el doctor intentando tranquilizar a su paciente, pero Nader sentía que la palabra “impotencia” entraba por sus oídos como un cuchillo de sierra. —Si quieres puedo solicitar otros exámenes, pero no te voy a recomendar ninguna medicación. No creo que te haga falta. Eres un hombre joven y estás en perfectas condiciones. Creo que solo necesitas despejar un poco la cabeza, olvidar los problemas y tu amigo volverá a funcionar con la misma energía de antes. Nader resopló con fastidio, por supuesto que su fiel compañero se levantaba cada noche cuando se metía en la ducha y lo hacía cada vez que pensaba en el ángel que dormía en la habitación de al lado. Pero el ingeniero llevaba días saltando de cama en cama, buscando encontrar una liberación pa
La sorpresa que Nader tenía para su secretaria era hermosa. En el departamento del ingeniero Aisha se llevó la feliz sorpresa de encontrar a su madre y a sus hermanas esperando por ella.Nader observó como su niña abrazaba a sus hermanas, preguntaba con insistencia cómo estaban y si la habían extrañado. La madre de Aisha por su lado era una mujer muy seria, era evidente que perder a su esposo la había afectado. Esa trágica pérdida le había robado su brillo y apenas vivía para cuidar de sus hijas.Por otro lado, Aisha se desvivía por sus hermanas pequeñas. Kalah era la más callada, pero en cambio Melisa era una niña que desprendía energía por donde pasaba, tenía un talento especial para hacer que Nader se sintiera incómodo.El ingeniero intentaba comer junto con las cuatro mujeres, pero sentía que alguien lo observaba fijamente y sin disimular su curiosidad.-¿Necesitas algo Meli? -preguntó Nader cuando Aisha y su madre decidieron levantarse para ayudar a Zeyneb, a pesar de sus protest
Sobrevolando aquella gigantesca estructura de metal, en medio de las aguas del Golfo Pérsico, Aisha asomó la cabeza por la ventana para verlo en todo su esplendor desde el helicóptero. Nader cumplió con su palabra y no soltó su mano en ningún momento durante el corto viaje que hicieron hasta la plataforma petrolífera que sería la mayor del mundo.-El mar es tan grande.-dijo Aisha maravillada acercándose al borde de una de las plantas principales de la plataforma cuando se quedó a solas con Nader. En un breve momento casi se resbaló, pero su protector estaba ahí para cuidarla como un ángel de la guardia.Aisha soltó un respingo cuando Nader tiró de ella y la pegó a su cuerpo.-Cuidado Aisha, aquí no hay ninguna barandilla de seguridad por el momento, así que debes tener mucho cuidado mientras estemos aquí y si es posible quiero que estés lo más cerca de mí para poder cuidarte.-murmuró Nader mirándola embelesado y no se resistió a toca con la yema de su dedo pulgar su labio inferior. -