Alondra ha sido mía desde el primer momento que la vi, los libros hablan sobre chispas en el aire, cuando se encuentran dos almas gemelas, lo nuestro fueron luces de bengalas, luminosas, mostrándonos lo peligroso que podemos ser si nos acercamos lo suficiente, para crear una llama infinita.
David ha sido para mí el chico soñado, aunque anteriormente era un radar para los chicos malos, nada me preparó para lo que sentí en nuestro primer encuentro, sí, las chispas volaron, tan intensas, como abrazadas por litros de combustible, me hace desear lo que nunca tuve, como un final feliz.Todos apuestan a que no duraremos, pero nosotros les demostraremos que estamos listos para luchar por este gran amor...Un amor cómo el nuestro.Sábado 29 de MarzoMorelia, Michoacán, MéxicoNarra David De MaríaEra un sábado 29 de marzo, estaba cabreado al máximo, ya que uno de los profesores nos había ido a dar clases de una materia en fin de semana. Lo peor del caso no era aquello, era que yo tenía ya un compromiso, que llevaba tiempo posponiendo el de ir a cenar con mi madre. Así que a pesar de tener clases ese día, me propuse no posponerlo más y reunirme con ella en un lujoso restaurante después de salir de mis clases de la Universidad, cursaba entonces el 1er año de la carrera de Ingeniería Industrial en una de las mejores Universidades de México.No obstante que estábamos en sábado en clases, fuera de días de escuela mi flamante profesor se extendió y lo que iba a ser una clase de 6 pm a 8 pm, se prolongó hasta las 8:15 pm. Algunos dirán que no es mucho tiempo, pero yo llevaba prisa por llegar. Salí cagando leches del aula de clases y no me entretuve en despedirme ni del profesor ni mucho menos de mis compañeros. Cor
Narra David De MaríaMoví mi auto sin ninguna dificultad, afortunadamente no le había pasado nada, lo estacioné en una orilla de la calle dónde no estorbara el paso. Ella se subió al suyo a hacer lo mismo, pero al ver que no lo podía poner en marcha, le ayudé a empujarlo y moverlo justo delante del mío. Ella seguía llorando y maldiciendo, en una mezcla de enojo y desesperación, lo que nunca había visto todo junto en una mujer en tan poco tiempo. Me preocupó, no sabía cómo acercarme para consolarla y de seguro era capaz de golpearme, yo no me acerqué, no era mi intensión comprobarlo, se le notaba que era de armas tomar, espere a que se le pasara. Se detuvo al frente mío, estaba listo para lo que pudiera suceder, me señaló.—Mi papá me va a matar por tu culpa, el auto no tiene ni un mes y vienes tú y lo matas, de seguro es daño total.Ella sacó su móvil y se puso a hacer llamadas, no sabía a quién le llamaba, pero me di cuenta que no fue a su papá al que llamó primero, me estaba comien
Narra Alondra Ferreyra Estaba parada en la calle en medio de la noche con ese estúpido asesino de mi auto, cuando una mujer bastante hermosa y joven se acercó a él y lo abrazó. Yo fingí no ver nada y me retiré un poco de ellos cuando sentí que alguien me tomó del brazo, era mi papá que llegó lo más rápido que pudo al recibir mi llamada y después de contarle lo que había pasado él me preguntó:– ¿Estás bien, hija?Le dije que sí con un movimiento afirmativo de cabeza. Levantó la cara y al ver que estoy llorando, sin dudar me abraza y me tranquiliza un poco, después comencé a relatarle lo que había ocurrido, a lo que él reaccionó de lo más tranquilo. Pensé que moriría de coraje en cuanto supiera que no nos pagaría nada el seguro y lo contrario a eso, llamó a alguien para pedir una grúa y me dijo que a partir de ahí él se haría cargo, pero antes debía hablar con la otra parte. Así que se apartó de mí y se dirigió a ese tipo y a la señora con quién estaba para dialogar la situación.Pasó
Narra Alondra Ferreyra –Nuevamente te digo, que no soy tú tía, obviamente eres tonto porque se ve, que eres mayor que yo – Respondí muy irritada – Además supongo que eres de esos júniors ridículos que van a una exclusiva Universidad y que se sienten amos del universo.–Interesante, tu percepción de mí. Pero antes de que digas nada más, quisiera saber tu nombre para saber al menos, quién me está analizando – Sutilmente pidió saber mi nombre – Y te he dicho tía porque es una forma de hablar de España.–Me vale madres de dónde sea. Eres un idiota, después de todo lo que causaste, todavía te atreves a hablar del funeral de mi auto. Te odio y no tienes idea de cuánto – Manifesté mientras las lágrimas volvían a rodar por mis mejillas.El permaneció callado unos momentos, consciente de que la había regado totalmente y sacó un pañuelo de su carísima chamarra, me limpió las lágrimas y al darse cuenta que en verdad estaba devastada, rompió el silencio instalado entre nosotros nuevamente.–No l
Narra David De María Aprovecho que me estoy amarrando los cordones de los zapatos y me levanto, la llevo hacia el poste de hormigón, tomo su cara entre mis manos y uno mis labios a los suyos y una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo, al principio Alondra se queda inmóvil, sorprendida por mi ataque, mientras la besaba lento y despacio, noté enseguida su falta de experiencia, lo cual lejos de molestarme me encantó, ser yo quién le regalara su primer beso de verdad. Así que mientras acariciaba con mis labios sutilmente los de ella, la acercaba más a mí, haciendo que mi corazón latiera desbocado dentro de mi pecho, pronto responde a mi beso y coloca sus brazos en mi cuello, esa acción casi provoca que me volviera loco, su tacto era como llamas ardientes sobre mi piel, jamás había sentido algo así.No soy capaz de querer terminar el beso, poco a poco mientras transcurría, mi lengua se abría paso dentro de su boca notando entonces el momento exacto en el que ella se volvía totalmen
Narra David De María –Madre, pensé que ya estarías durmiendo, ¿Se arreglaron el papá de Alondra y tú? – Quise saber en qué había terminado todo – Espero que haya sido así, porque sin duda la pienso volver a ver mañana.–Sí se arregló todo y no me vengas a mí con evasivas de lo que te he preguntado hijo, que para eso soy tu madre, ¿Qué pasó entre esa chica y tú? Me debes la respuesta porque te salve de ir a pasar la noche a la delegación – Se burló de mí mi madre, obviamente ella eso no lo hubiera permitido jamás – Así que te escucho David.–Madre, nos fue bien. La chica es encantadora, es hermosa, es dulce. Tiene una piel de seda que me incitaba a tocarla más y esos labios que inocentes se rindieron al beso que le di me han vuelto loco, tanto que casi puedo asegurarte que has conocido a tu nuera – Declaré orgulloso contándole a mi madre del beso con Alondra – Ella no es sólo eso, es inteligente, es dulce, es tan tierna que me ha derretido el corazón.–Hijo no puedo ayudarte, en eso t
Narra Alondra FerreyraEstaba esperando en mi casa a que llegara David por mí, por más que lo negara, el sólo pensar en él me aceleraba los latidos del corazón y comenzaba a faltarme el aire, con solo recordar el intenso y apasionado beso que me había robado. Estaba acostada en la cama de mi recámara con mi cabello hecho un desastre y vestida únicamente con unos pantalones vaqueros, blusa de tirantes y tenis, soñando despierta con él. De pronto abrieron la puerta de mi recámara siendo mi hermana Anastasia quién ya estaba elegantemente vestida para la boda de una de nuestras primas a la que ellas irían con toda la familia, excepto yo. Mi hermana me miró sorprendida al ver que no estaba arreglada para la ocasión y entonces se alarmó de inmediato.–Alondra, sólo por curiosidad ¿A qué hora piensas comenzar a arreglarte? Nos iremos en media hora y tú sólo no estás lista. Estás hecha un desastre – Manifestó mi hermana sorprendida – Sí yo fuera tú, me apuraría antes de que mamá venga a pres
Narra Alondra Ferreyra–Lo siento mamá, no me voy a meter, David ¿Nos vamos mi amor? – Dije con naturalidad esperando que él me hiciera caso.Nos tomamos de las manos, dejando a mi mamá echando chispas del coraje, desde un comienzo le dije que no quería ir, pero ella misma se lo buscó, no tengo la culpa que no entienda que esas cosas, a mí no me gustan.–Claro mi princesa. Hasta luego y un placer conocerla señora… – Respondió David sin saber el nombre de mi madre.–Petra, se llama Petra.Lo dije fuerte para que ella también escuchara que le decía su nombre a David, cosa que tampoco le gustaba, sus padres bien que supieron darle el nombre, esa mujer era tan dura como una piedra.Enseguida caminamos a su auto, un hermoso Mercedes Benz, nunca me había subido a uno de esos y me sorprendió que cambiara de auto como si cambiara de calcetines. Él amablemente me abrió la puerta del copiloto para que me subiera y después él se subió y de prisa nos alejamos de mi casa, por si mi madre quería sa