- No, pareces una pordiosera, ¿acaso no puedes lucir algo decente? ‒mi suegra me mira con total desagrado analizando mi vestido, según yo me había puesto uno de los que su hijo me había comprado, pero al parecer no le parecía, no sabía si era por lo descubierto de los hombros, el largo hasta media pantorrilla, el color azul turquesa o lo suelto que estaba, o todo lo anterior‒. Vamos ahora mismo para escogerte algo decente ‒me hace una seña con la cabeza, asiento y la sigo de manera obediente, a decir verdad, intentaba hacer lo que ella me decía, tenía mucha experiencia dentro de la familia Miller y sabía que pese a lo estricta que era, lo hacía por mi bien y por el de mi esposo.
Duncan era tan guapo, siempre que lo veía en un traje negro parecía un modelo de lo bien que se veía, tenía tanta suerte que habiendo tantas mujeres, se fijara en mí, no era ni la mitad de hermosa que otras mujeres que solía ver en las fiestas, tampoco provenía de una familia de alta cuna, y era más bien una chica promedio, pero ahí estaba, casada con el hombre más maravilloso del mundo, no podía evitar suspirar de lo enamorada que me sentía.
Entramos a la habitación y ella procede a revisar mi armario, saca varios vestidos y los acerca a mí, cuando está satisfecha me pasa el vestido y me apresuro a cambiarme.
- Gracias ‒digo suave una vez salgo del baño, ella rueda los ojos antes de salir, suponía que conforme aprendiera mi suegra me querría, que lástima que no me diese cuenta de nada.
- Al fin ‒sonaba irritado, señala su reloj con el dedo.
- Lo siento hijo, es que tu mujer se visitó como una pordiosera y tuve que escogerle algo decente ‒me mira mal, bajo la vista avergonzada.
- Como sea, vamos ‒extiende su mano y la tomo gustosa, era tan caballeroso.
Nos ayuda a subir al auto y emprendemos la marcha a la fiesta, todo el tiempo era así en las fiestas, debía lucir bien, sonreír, asentir y no decir una sola palabra, estaba bien con esto hasta que ella llegó, me mostró lo infeliz que era este matrimonio, y sobre todo, lo infeliz que era yo.
Después de dos años de casada, comencé a sentirme incómoda en las fiestas, ya que tras unos minutos de haber llegado, ella solía llamarle y él lo dejaba todo por correr a su lado, dejándome en la penosa posición de explicarles a todos su ausencia, mi excusa más frecuente era que había surgido una emergencia en el trabajo, esto lo hacía para intentar salvar el honor de la familia, ¿cómo iba a permitir que se manchará el nombre de tan prestigiosa familia?
Era irónico que siquiera lo mencionaran cuando su relación extra marital era de dominio público, al menos alguien lo había visto pasear del brazo de esa mujer, algunos más los habían visto en el aeropuerto rumbo a vacacionar, en realidad, lo complicado era que alguien no los hubiera visto, era muy incómodo siempre ya que solían hablar a mis espaldas o cuchichear bajo sobre mi lamentable situación.
Lo soporté todo porque lo amaba, o eso me hicieron creer durante cinco años, que esa mujer no era nadie importante y que yo era todo para Duncan y por eso no me dejaba y se divorciaba de mí, que todos los hombres importantes tenían un desliz de vez en cuando, pero que él entraría en razón y la dejaría, cosa que jamás pasó, en realidad él también estaba siendo extorsionado por el abuelo, la única diferencia es que yo intenté amarlo y él me culpó de todo y jamás me permitió mostrarle que mi amor era verdadero.
Odessa:Me despido de los chicos con los que hablo y tomo un trago de mi margarita, siento que alguien toca mi hombro y me giro para saludar al nuevo o nuevos invitados, me congelo cuando veo de quién se trata.- Buenas noches señorita Odessa ‒miro al dueño de esa voz evitando poner cara de desagrado, debía recordar que Odessa no odiaba a nadie, por más desagradable que fuera la persona.- Buenas noches señor Miller, no esperaba verlo por aquí, no me parece el tipo de hombre que acuda en este tipo de eventos ‒me fuerzo a sonreír de manera amable, se mueve y se sienta frente a mí.- No, no me gustan, pero supe que vendrías y quería disculparme por mi comportamiento en la villa ‒se mostraba arrepentido, la verdad es que no se parecía en nada al Duncan de mis recuerdos, un joven arrogante y prepotente que jamás pedía perdón.- Esta bien ‒digo suave‒, a todos nos puede pasar confundir a alguien de vez en cuando ‒de manera disimulada miro mi reloj‒. No se preocupe por eso, lamento mucho se
A la mañana siguiente me había despertado con un pequeño cuerpecito encima, había fingido dormir y cuando lo siento bajar la guardia lo abrazo y arrastro a mi lado, lo lleno de besos, él ríe removiéndose.- Buenos días mami, te hice el desayuno ‒me mira con sus grandes ojos negros, sin duda era mi razón de ser.- Mi guapo caballerito ‒revuelvo su cabello, él ríe removiéndose‒. Vamos, ¿hoy quieres hacer algo? ‒ladea la cabeza mirándome atento.- No sé, quizás después del desayuno ‒asiento de acuerdo.- Deja me baño rápido y bajo, ¿te parece? ‒él asiente, se pone de pie y corre fuera de mi cuarto. Suspiro de amor, me pongo de pie y voy al baño, mientras estoy sentada abro la llave para que el agua caliente salga, necesitaba relajar mi cuerpo.Cuando termino y tras comprobar el agua, entro y al instante de tocar el agua mi cuerpo se relaja al instante, de verdad que anoche había sido por demás estresante, primero Duncan y luego Ancel, aunque claro, ambos habían provocado diferentes reacc
Noud:Cuando Edith dijo que mi hermanito tenía mucha energía, pensé que exageraba como cualquier madre, pero la verdad es que eso no había sido otra cosa que una advertencia, Brassen era un tornado, quería ir a todos lados, tiraba de mi mano de puesto en puesto y de hábitat en hábitat.- ¿Es así siempre? ‒pregunto bajo mientras comemos algo, él parecía no estar cansado a diferencia de mí.- Sí, consté que te advertí ‒se encoge de hombros sonriendo antes de morder su perrito caliente, deja su comida en el plato cuando su teléfono suena‒. Ya vuelvo ‒se pone de pie antes de ponerse de pie y alejarse de nosotros, podía verla asentir y mover las manos.- Tu madre parece muy seria hablando, ¿es algo importante? ‒pregunto bajo a mi hermano.- Debe ser trabajo, mami sólo se pone así cuando le habla la tía Rose ‒lo miro esperando que diga algo más, pero parece que tiene prohibido decir de que va todo o sólo no quiere decirlo.- Lo siento, trabajo ‒dice una vez que se sienta, al igual que su hi
Me miraba al espejo con la vista perdida mientras Rose arreglaba la peluca y un poco mi maquillaje, mientras lo hacía comencé a perderme en mis recuerdos.Era gracioso que me llamara así cuando ella fue su amante primero, aunque claro, ella siempre fue la primera para él, aunque claro, ella siempre deseo el título de señora Miller, ojalá ella hubiese aparecido frente a mí el día de la boda, aunque quizás no habría cambiado nada porque ya había sido adoctrinada.La primera vez que la vi fue en una fiesta de cumpleaños, ella fue tratada con total amabilidad por la que en ese entonces era mi suegra y el resto de la familia, mas no así el abuelo, para ese hombre yo era la única y mientras él estuviera de mi lado, no había nadie que me despreciara, al menos no pasaba en público, en privado era otra cosa.Me había sentido un poco celosa de la atención de Duncan en ella, pero me engañaba con la afirmación de que ella era una vieja y querida amiga de la infancia y que al haber vuelto hace poc
Duncan:Me había costado mucho trabajo sacar a Jane del set de grabación y llevado a una sala privada.- ¿Qué demonios te pasa por la cabeza? ‒casi la había arrojado dentro y cerrado la puerta con brusquedad.- ¿Qué me pasa?, ¿de verdad preguntas esa mierda? ‒se había acercado e intentado golpearme, había sujetado sus muñecas‒. Viniste aquí por lo mucho que se parece a Edith, ¿no? Los mellizos lo mencionaron, tú jamás haces cosas como esta, investigue un poco y de no ser por el cabello, los ojos y su fecha y lugar de nacimiento, podría decir que era ella, son como dos gotas de agua, no sé en qué momento dejaste de amarme, siempre fui yo y cuando ella se fue y desapareció, ¿entonces la quisiste? ‒grita intentando zafarse de mi agarre.- No puedo creer que preguntes la razón Jane ‒la alejo de mí con un poco de fuerza‒, me engañaste, me mostraste una versión de ti que no era, y siendo sincero, cuando todo a lo que estaba acostumbrado cambio, me di cuenta que no te amaba, que sólo sentía
Edith:Volver a casa había sido lo mejor de mi semana, había hecho pijamada con mi hijo, lo había recogido de la escuela y tras revisar algunos correos de trabajo, había desechado muchos porque no concordaban con mi visión de trabajo, incluso aunque el pago fuera muy bueno.Miro con sorpresa como Rose había entrado a mi casa casi corriendo, estaba roja.- Edith, Edith, Dios santo, te vas a morir ‒chillaba emocionada, no entendía que pasaba.- ¿Rose? ‒me daba un poco de risa su actitud.- Mira esto ‒chilla pasándome su teléfono, frunzo el ceño mientras lo tomo, comienzo a leer y conforme avanzo entiendo porque esta tan feliz, comienzo a gritar y chillar mientras salto.- ¡Me debes estar jodiendo! ‒comienzo a reír antes de abrazar a Rose, ambas saltamos gritando de la emoción.- Por Dios santo criatura, ¿qué es ese escándalo? ‒pregunta mi abuela tras entrar al despacho.- Abuela ‒me acerco para abrazarla mientras alargo la a‒, abuela, abuela ‒me balanceo con ella en un abrazo.- Edith,
Odessa:- Espero que podamos contar contigo en otra ocasión ‒dice Damiano en la pequeña celebración que habían hecho al finalizar de grabar.- Claro que sí, estaré más que encantada ‒asiento sonriendo emocionada.Una vez que finalizó todo, era bastante entrada la madrugada, sin embargo el señor Adam estaba listo para cuando lo llamamos.- Señorita Odessa, señorita Atwater ‒me giro a ver a Ancel, no había escuchado cuando se acercó a nosotras‒, si gustan, puedo llevarlas a sus casas ‒a pesar de hablarnos a ambas, sólo me veía a mí, lo que me ponía nerviosa.- Le agradezco señor Bauer-Fiore, pero ya vienen por nosotras ‒gracias al cielo, Rose es la que había hablado.- Es una pena, la persona que viene por ustedes pudo haberse ahorrado el viaje hasta acá, pero bueno ‒se encoge de hombros.- No queremos importunarlo señor Bauer-Fiore, pero gracias por su amable ofrecimiento ‒le dedico una sonrisa falsa, por ningún motivo le dejaría saber dónde vivía, la vez anterior había registrado una
Odessa:El martes había llegado bastante pronto, me había presentado con las líneas del libreto aprendidas.- Señorita Abney, sea bienvenida, le agradecemos que haya venido antes pero necesitamos hablar con usted ‒tomamos asiento tras estrechar las manos.- Gracias a ustedes por pensar en mí para esta película ‒le sonrío de manera cortés.- Sí le soy sincera ‒me giro leve para ver a la directora ejecutiva‒, yo quiero que tú seas la protagonista, pero el asociado quiere que hagamos audiciones ‒podía entender eso.- Si se dio cuenta señorita, no se les dio mucha información sobre la temática de la película, por eso queremos decirle y pedirle que, no mencioné a nadie esto ‒parecían nerviosos.- No se preocupe, tenga por seguro que esto no saldrá de aquí ‒los miro de manera estoica, ellos asienten.- La trama principal es sobre espionaje, claro que se entremezclan otras subtramas pero lo importante de esto, es que tenga la condición física ya que habrá muchas escenas de acción, ¿cree que