Es una escena +18.
Ancel:
Los niños habían estado hablando de querer ir por dulces ahora en Halloween, justo en dónde está la casa de la abuela, por seguridad me había ofrecido a ir con ellos.
- También me gustaría ir ‒la voz de Noud me hace girarme, no puedo evitar poner mala cara. A diferencia de mí, los chicos parecían muy contentos.
- ¿No puede dejarnos estar en familia en paz? ‒digo una vez estamos en mi habitación, la había inmovilizado contra la puerta, mi pecho pegado a su espalda. Mis labios estaban cerca de su oído.
- Es su hermano ‒dice bajo, su voz se estaba volviendo ronca, me gustaba como la afectaba, quería marcarla.
- Igual puede irse al demonio una vez ‒muerdo su cuello con algo de fuerza, estaba enojado. Ella chilla por la sorpresa.
- No me interesa Ancel, ¿qué debo hacer para que estes tranquilo? ‒con cuidado se gira para verme a los ojos.
- Yo sé que puedo hacer para sentirme tranquilo ‒la miro sonriendo, había varias imágenes de cosas que podría hacerle, cada una más dolorosa que la anterior.
- Tengo una buena idea ‒me sonríe inocente, siento que me empuja suave antes de alejarse un poco de mí‒, para eso necesito que te sientes en la cama ‒lamo mis labios, esto sí que me gustaba más. Hago como pide y me siento, ella separa mis piernas antes de ponerse de rodillas, pasa sus dedos lento por el bulto bastante visible en mis pantalones, de solo pensar en su boca siendo follada por mí, había bastado para ponerme duro.
- Dios Edith ‒jadeo, casi lo había sentido a pesar de las capas de tela. Se inclina y lame por encima, gimo bajo sin poder evitarlo.
- Oh, mira la hora ‒la veo ponerse rápido de pie‒, nuestros pequeños ya llegan ‒me guiña un ojo mientras se apresura a salir‒, piénsalo dos veces antes de andarme mandando esas fotos tentadoras cuando estoy trabajando ‒dice antes de salir de ahí, dejándome adolorido y por demás confundido. Me dejo caer maldiciendo, ya vería esa pequeña čaraŭnica.
Edith:
La recolección había sido exitosa, cero bajas y muchas risas, al final Noud se había tenido que ir a mitad de la noche, algo que puso a Ancel muy feliz, creo que estaba mucho más feliz que los niños.
- ¿Ya organizaron que dulces se van a comer? ‒tenían permitido comer dos dulces por día.
- Sí mami ‒dicen ambos a coro, ellos entendían que era por su salud.
Tras eso habían cenado, lavado los dientes he ido a dormir, lo que Ancel aprovecho para secuestrarme a su habitación.
- No te vas a escapar de mí, pequeña čaraŭnica ‒había investigado que significaba, y era hechicera en bielorruso, que debía decir que sonaba muy sexi hablándolo.
- No hice nada ‒bato mis pestañas luciendo inocente, su mirada cambia y al instante me siento como una presa.
- Pero yo sí que te haré algo čaraŭnica ‒me alza y por instinto rodeo su cadera con mis piernas‒, te voy a follar hasta que no puedas más ‒susurra en mi oído, me estremezco.
- Hazlo ‒mi voz sale ronca pero firme, me froto contra él haciéndolo ver inocente.
- Me he estado conteniendo mucho Edith, pero todo en ti es tan embriagador y yo soy un puto adicto ‒con cuidado me deja caer en la cama, lo veo quitarse la camisa, dejando al descubierto su cuerpo bien trabajado, era demasiado sexi para mis hormonas, la verdad es que tenía debilidad por los personajes oscuros y de dudosa moralidad, claro que Ancel no estaba cerca de esa moralidad, podía ser celoso y posesivo, sí, pero era alguien amable y cariñoso, una dualidad que me gustaba mucho‒. ¿Apreciando la vista? ‒me sonríe con la confianza de saberse hermoso y delicioso.
- La última vez no pude contemplar del todo los tatuajes ‒suelta una carcajada baja, sabía que los tenía pero no los había visto a detalle, por eso en mi memoria no eran claros los patrones ni detalles.
- Esta vez tampoco ‒comienza a desabrochar el cinturón y por alguna razón, mi mente me envió una imagen de él castigándome con él, mi cara se pone roja al instante, había leído novelas sobre ese tema, pero nunca había considerado algo así, pero supongo que Ancel despertaba todas esas cosas peligrosas‒. ¿En qué piensas čaraŭnica? ‒sus dedos se detienen en el botón de sus pantalones, trago saliva.
- ¿Alguna vez has usado ese cinturón para castigar a una de tus parejas? ‒sentía mi cara roja de la vergüenza, nunca pensé preguntar cosas como esas.
- ¿Quieres que lo haga contigo? Porque la idea de azotar tu precioso culo no me molesta para nada ‒trago saliva, asiento. Siento como tira suave de mi pierna hasta dejarme al borde de la cama, me pone de pie con cuidado, me quita los pantalones junto a la ropa interior antes de sentarse y tirar de mí hacia sus piernas, trago saliva por la expectación, masajea suave mis nalgas, no entendía que estaba haciendo hasta que sentí como su palma caía con fuerza contra mi trasero, doy un pequeño salto y un suave jadeo deja mis labios‒. Qué bonito color rosado tienes ‒masajea suave de nuevo antes de nalguearme de nuevo. Lo veo agacharse y tomar el cinturón, lo dobla a la mitad‒. Si después de la primera no te gusta, debes decirme y me detendré, para eso usaremos una palabra de seguridad, ¿quieres elegir una?
- Mmm... ‒muerdo mi labio, ¿qué sería bueno? Sabía que alto o detente no funcionaban, me giro a verlo con una sonrisa‒. Trastevere ‒él suelta una carcajada, era el nombre de la canción del video.
- Bien, esa será ‒me guiña un ojo antes de sentir el primer golpe, chillo, dolía pero también se sentía bien. Al ver que no me niego, vuelve a hacerlo una y otra vez, mi corazón latía rápido pero me gustaba mucho.
Al final conté como diez cinturonazos, al finalizar procedió a masajear mis nalgas, estaban demasiado sensibles.
- Eso fue intenso ‒me había puesto de pie con suavidad, hace lo mismo y con cuidado retira mi blusa y después mi sujetador.
- Eres muy traviesa Edith, y me encanta ‒dice mientras se quita los pantalones‒, ¿de dónde sacaste esas ideas? ‒una vez desnudo me pega a él, me alza suave.
- Libros y películas, como bien sabes, nunca experimenté nada de esto ‒asiente antes de chupar mi lóbulo.
- Te daré las experiencias que quieras de primera mano ‒su voz sale ronca enviándome escalofríos por toda la columna.
Con cuidado me deja en la cama sin dejar de besarme, se frota contra mí. Baja y besa hasta llegar a mis pechos, lame mis pezones que están duros, luego alrededor, jadeaba removiéndome, ¿cómo es que esa zona era tan sensible? Chillo cuando tira de uno de mis pezones con los dientes, ¿por qué el dolor podía dar placer?
Lo veo alzarse y abrir un cajón en su mesita de noche antes de tomar un condón y ponérselo.
- Hombre prevenido ‒digo mientras veo el espectáculo.
- Los compré después de traerte aquí, planeaba seducirte ‒se inclina de nuevo, baja su mano y sus dedos comienzan a masajear mi clítoris, bajando lento para jugar en mi entrada. Sus dedos se movían con precisión, arrancándome gemidos de placer‒, quizás me excedí un poco, compre unos diez paquetes ‒lo miro con sorpresa, una que no me dura mucho cuando su mano palmea en medio de mis piernas, gimo alto arqueándome.
- Dios Ancel ‒intentaba cerrar las piernas, sin éxito. Me sonríe con malicia antes de volver a palmear, su mano sube lento por mi vientre, rozando mis pezones hasta mi cuello, aprieta un poco al tiempo que vuelve a palmear, gimo alto, Dios‒. Ancel, por favor ‒dolía por la excitación, niega sin dejar de sonreír, aprieta un poco más mi cuello antes de volver a palmear, esta vez un poco más fuerte, grito, seguro me estaba castigando por lo de la última vez.
- Aun no mi pequeña čaraŭnica, cuando meta mi polla en tu húmedo coño, será para que te vengas ‒por instinto aprieto.
- Ancel, por favor ‒muevo mi cadera para él, responde presionando mi cuello. Vuelve a jugar con sus dedos, volviéndome loca. Mete dos dedos y se mueve lento, niego, no quería que siguiera esta tortura. Justo cuando siento que estoy a punto, se detiene retirando sus dedos, maldigo bajo con frustración.
- Aun no ‒me sonríe con satisfacción, resoplo molesta, pero antes de que pueda decir algo más vuelve a palmear, gimo alto‒, todavía no estas lista ‒gemía y jadeaba ante su provocación.
Justo cuando me sentía más desesperada, entró de una haciéndome gritar mientras me dejo ir. Él me mira sonriendo mientras comienza a moverse, no iba lento, al contrario, me embestía con rudeza, iba profundo y eso me encantaba. Rodeo su cuello atrayéndolo para un beso, clavo mis uñas en sus hombros.
- Ancel ‒niego, sentía que no podía soportar por más tiempo, y con eso él se mueve más rápido, provocando que me venga gritando su nombre. Poco después lo hace él.
- Eres la puta gloria Edith ‒chupa suave mi labio antes de ponerse de pie para quitarse el condón‒, y eres mía ‒dice tirándolo a la basura, me daba un poco de vergüenza pensar en Susana, ya que se encargaba de la limpieza.
- Ya que cumpliste con mi petición, puedo recompensarte ‒me pongo de pie con cuidado, me dolía bastante, y estaba segura que se había medido con la fuerza que usó. Me pongo de pie y tomándolo desprevenido lo tiro a la cama, me pongo de rodillas y lo miro con fingida inocencia‒, te lo debo, ya van dos veces que te dejó así ‒veo como sus ojos se vuelven oscuros por el deseo.
- No sólo me gusta follarte el coño Edith, tu boca también ‒acerca su pulgar a mis labios, lo mete tras separar mis labios, chupo lento sin apartar la vista de él.
- Bueno, esta noche podrás hacer ambas cosas ‒le sonrío, esta noche tenía muchas ganas de ser follada hasta el cansancio, porque esta noche, nos pertenece.
Ancel:Escucharla gemir y gritar mi nombre era la mejor música de todas, jamás pensé que se sentiría atraída por los castigos, pero era delicioso verla y oírla estremecerse por el placer que el dolor le provocaba, ella no sabía el efecto que eso tenía en mí, sobre todo porque era el primero y el último con el que experimentaría todo esto.El castigo a la constructora Miller debía aumentar, en realidad quería ir tras Duncan y eliminarlo, pero eso no sería suficiente, lo destruiría de a poco hasta dejarlo en la nada misma.Bloqueo mi teléfono viendo dormir a mi mujer, sonrío viendo las marcas en su espalda, aunque también le había dejado en las piernas, abdomen y cuello, quería que ese idiota de Noud las viera y supiera que era mía.Suspiro y sin querer hacerlo, me pongo de pie tras besar su cabeza, tenía una reunión importante.Tras bañarme y vestirme salgo cubriéndola bien, tras salir de la habitación encuentro a Melinda.- Buenos días señor Baure-Fiore ‒seguro iba por los niños.- Bu
Edith:- He visto a ese tipo, no me agrada ‒dice Ancel mientras me coloca en su regazo, ruedo los ojos. Le había dicho con quien trabajaría, había posteado algunas fotos en mis redes de cuando fuimos con las chicas.- Jake es un gran tipo, y metete esto en la cabeza Ancel, soy actriz y voy a tener que besar a muchos compañeros, hacer escenas subidas de tono e incluso de cama, puedes vivir con ello o esto no tiene futuro porque no pienso dejar mi carrera ‒lo miro seria, siento como se tensa.- Nunca te pediría eso, pero no puedes pedirme que me agraden todos esos tipos ‒besa mi cuello.- Siempre que no hagas una escena, todo está bien ‒lo beso lento‒, además, los besos son así en las producciones ‒le muestro como‒, y en algunas escenas de cama tendré una cierta ropa protectora.- ¿No sufrirás tras probar mis labios? ‒muerde suave mi labio inferior.- No, porque tras ese tipo de escenas, siempre desearé volver para besarte a ti de verdad ‒eso parece animarlo, me besa con hambre.- Sabes
Ancel:Cuando Rose me llamó para decirme lo que pasaba, juro que mi corazón se detuvo. Sabía que sentía algo por esa mujer, pero no que tan fuerte era. Las palabras se desmayó y hospital fueron suficiente para ponerme como loco de la preocupación, no supe cómo llegue al hospital, sólo necesitaba saber cómo estaba.Si bien lo que tenía no era tan grave, no pude calmarme hasta que no estuvo en la cama, tuve que tocar su rostro durante un rato para darme cuenta que estaba bien.En la casa había querido contratar una enfermera pero ella se había negado, así que cancelé todo para cuidarla, la amaba, nunca había experimentado aquello y era aterrador pero también se sentía bien.Edith:- Estoy bien mis niños ‒me habían dado de alta por la tarde, al ser una cirugía menor, no había mucho por lo que quedarme, así que ya en casa mis pequeños se habían enterado de lo que pasó y estaban asustados, me abrazaban suave por las piernas.- Luc y yo te vamos a cuidar junto a papá ‒mi pequeño asiente con
Edith:Sin duda mis redes explotaron como esperaba, mi teléfono no dejaba de sonar con notificaciones.- Al paso que van, acabaran por explotar el teléfono ‒rio bajo mientras lo silencio.- Debes prepararte para la cantidad de preguntas que querrán hacerte, yo ya sé a quién le daré la primicia ‒le guiño un ojo, me atrae hacia él y me besa lento.- Dime con quién debo hablar ‒lo miro con una gran sonrisa tonta, era tan autoritario pero si yo le decía algo, él acataba la orden sin rechistar, incluso si no era una orden, como ahora.- Con Tatiana, a ella le di la entrevista la otra vez ‒él asiente, miro mi teléfono y es una llamada de Rose, contesto colocando el altavoz.- No puede ser que me venga enterando así que estás en una relación con don bueno, una cosa es que te lo cojas y otra que sean pareja ‒mis mejillas se ponen rojas y quito el altavoz, o lo intento, pero él no me deja‒, ¿tanto te costaba decirme? Eres una mala amiga, pero me da mucho gusto, se ve que ese hombre babea por t
Edith:Las grabaciones habían finalizado poco antes de navidad, lo que era bueno ya que deseaba pasar la fecha con mi familia y amigos.- Me encanta este adorno papá ‒escucho la voz de Luc mientras terminan de decorar el árbol, no puedo evitar sonreír. Ambos habíamos hablado con Tatiana y estaba demás decir que mis redes se habían vuelto locas al contar la historia de amor, habíamos omitido todo sobre nuestro trato y así.- Eso es porque los escogí pensando en ustedes ‒le extiende a Bras el suyo y este lo coloca feliz.- Es un gran hombre ‒escucho a mi padre decir viendo la escena.- Lo es ‒él se gira para verme con una sonrisa. La cena de navidad era en casa de Ancel, habían venido mis padres, mi abuela, también estaría Noud, Rose, Omar, Lilia y sus bebés, Monique, el personal de la casa además del señor Adam y su esposa.Mi madre, mi abuela y yo habíamos hecho toda la cena sin dejar que Susana o Melinda hicieran algo, era una tradición de mi abuela que al parecer, había adoptado mi
Odessa:Antes del estreno de la segunda temporada, habíamos asistido a una pequeña entrevista, había varías dinámicas muy divertidas.- Se la pasaban riendo estos dos ‒dice Sofía Smith, la chica que hacía de la fantasma.- Jake es muy gracioso, al menos no era la única loca riendo ‒todos sueltan una carcajada.- ¿Es cierto que se cayeron en deshechos humanos? ‒Jake y yo nos volteamos a ver y comenzamos a reír.- Sí, y le dijimos al director que no cortara la escena porque nuestras reacciones fueron muy reales ‒Jake asiente de acuerdo.- Tuvimos que lavarnos como siete veces ‒los demás ríen.- Grabamos esas escenas por separado, por suerte donde caímos no era tan asqueroso como el resto de los recipientes ‒hago una mueca‒, pero de todos modos fue asqueroso ‒me rio mientras niego con la cabeza.Lo siguiente es una ronda de retos, si no lográbamos hacerlo era una descarga. Había perdido una vez, por suerte.- Voy a soltar esto porque muero por decirlo, pero chica, ¿cómo así que te vas a
Odessa:Poco después de ese incidente James me llamó para comenzar a filmar la tercera temporada de la duquesa, estaba bastante emocionada. También fue por este tiempo que me llamaron para otro proyecto: la bruja del páramo, la historia va de una chica que desde pequeña fue repudiada por sus rasgos únicos entre su gente, cabello negro y ojos rojos, todo empeoró cuando ella dio indicios de tener magia, lo que resultó en maltratos, tuvo que huir y su vida no fue mejor, pasó por tanto que al final no podía confiar en nadie, hasta que un pequeño acto de humanidad le hizo replantearse que quizás ahora todo podía ser diferente.Me encargaría de darle vida a la bruja en la edad adulta, estaba emocionada con el personaje, era la villana en un cuento mal contado.- Bueno, después del final, empezaremos con la boda ‒dice James mientras mira los últimos detalles.El final de la segunda temporada había sido una escena de Omar y mía afuera, él aceptado el trato y diciéndole que a pesar de que lo o
Edith:Había pedido permiso para ausentarme el resto del día y al día siguiente, eso me daba tiempo para preparar el anuncio, había citado a mis padres, abuela, Omar y Lilia, además de Rose, Monique y si Noud hubiese estado, él también, desde que estoy con Ancel lo veo menos, sin embargo, no deja de ver a los niños que es lo importante, supongo que si sentía algo por mí y esta era su manera de tomar distancia.Al día siguiente estaba todo listo, había impreso calcomanías con la frase: sólo la mejor mamá es ascendida a abuela, claro que cambiaba por cada miembro. También había enviado a imprimir algunas camisas y puesto en cajas junto a zapatitos blancos ya que en la playera se revelaba que era una niña. En ellas estaba la frase: ya quiero conocerte abuela, soy tu primera nieta, cambiaba para todos, pero así sabrían que era una niña.- ¿Pasa algo? ¿Por qué tanto misticismo? ‒el primero en preguntar es mi padre, Ancel y yo nos miramos con sonrisas cómplices.- Pronto lo sabrás papá, se