[CAPÍTULO VEINTIOCHO]

Era muy tarde ya, Sebastián y Carlos se habían despedido y se habían marchado. Cada uno poco a poco se fue metiendo a su cuarto.

—Me alegra que hayas estado aquí con nosotros esta noche—le dijo mi padre a Nicolás con la mano sobre su hombro—ahora sé de antemano lo mejor que eres para mi hija. Sé que tenéis que regresar mañana, pero quiero que desayunemos juntos.

Era curioso porque mi padre nunca tenía tiempo de quedarse a desayunar, su trabajo podía con él.

—Así será señor—le contestó Nicolás.

—Por favor, llámame Richard.

—De acuerdo, Richard.

Nos despedimos todos y Nicolás y yo subimos a mi cuarto. Estaba cansada y necesitaba descansar. Ya en el cuarto, él abrió la puerta que

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo