—Tres años, ¿a dónde se fueron que ni cuenta me di? Maddison se masajeaba la sien, hablándole a una estancia vacía. Estaba hastiada de esta vida que le ha tocado, era su tercer aniversario de matrimonio. Una vez más estaba sola como cada año desde que la hicieron aceptar un matrimonio con un hombre que no estuvo presente, que no conocía, que aún no conoce y muchas veces piensa que no existe. Mira a su alrededor, esta es una casa que es de ambos, pero él jamás ha venido, con empleados que han firmado un acuerdo de confidencialidad, que no le pueden decir al mundo lo patética de su situación. —Señora Maddison — la llamó su ama de llaves tronando los dedos frente a ella. —Sí, dime Paquita, discúlpame que estoy algo cansada. —Más temprano llegó este sobre para usted, perdone que pasé por alto entregarle cuando llegó. Madison tomó el sobre y leyó: Sra. Maddison Hamilton Maddison sintió nervios por este sobre, porque tenía su apellido de casada. Dejó d
Al día siguiente Maddison estaba tensa y con los nervios a flor de piel. Después de tres años de que su marido fuera un fantasma, aparece y urgido por divorciarse, ¿por qué ahora? ¿Qué era lo que pagaba? ¿Por qué involucrarla a ella en un matrimonio arreglado? Hoy después de salir del trabajo Maddison esperaba conocer todas las respuestas. Ella era responsable de la dirección de Palermo Shipping que era la empresa de envíos marítimos de su padre, la más importante de América. La puerta fue abierta de manera estrepitosa y Maddison brincó en la silla, su asistente Daniel venía con cara de espanto. Él es su asistente y mejor amigo. —Maddi, tienes que ver esto. —Por todos los cielos Dany, me matarás de un infarto. —Asómate a la ventana, vengo del puerto, El Meridional embarca una enorme carga, es uno de los buques gestionado por tu padre, pero la tripulación no trabaja con nosotros y parecen mafiosos. Maddison puso los ojos en blanco. —No estoy de humor para ver
El pelotón de oficiales Navy SEALs a cargo del teniente Lobo estaba llegando al portaaviones en aguas internacionales frente al Mar Caribe. El comandante Paterson los espera. —Bienvenido teniente —El comandante le dio la mano al teniente después del acostumbrado saludo militar, demostrando tenerle afecto—. Sé que tu descanso era más que merecido y lamento ordenarte venir con tus hombres. —No hay problema Paterson, pero me debes una muy grande y posiblemente tu invitación a mi boda se pierda en el correo —contestó el teniente sonriendo. El comandante sonrió mostrando acentuadas líneas de expresión. —No culpo a tu novia si se pierde mi invitación, pero esta misión será algo rápido y no quise confiar en otro equipo. Unos minutos después dentro de una sala de operaciones el comandante mostró en una pantalla detalles de la misión. —Según información fidedigna, la empresa de envíos marítimos Palermo Shipping sirve de tapadera a una empresa exportadora, las mercancí
10 MESES DESPUÉS —Puja una vez más, ya casi estamos —exclamó la doctora dando ánimo—, es un hermoso y sano varón —exclamó tomando al infante en el aire. Maddison estaba totalmente roja por el esfuerzo y sonrió de dicha al ver a su pequeño milagro, el bebé indignado lloraba y Maddison lloró sintiendo también mitad alegría y mitad desesperación. —Por favor, permítame cargar a mi hijo —suplicó ella llena de pena. —Debemos llevarlo a revisión. —Solo un instante, por favor —insistió y las esposas en las muñecas no le permitieron moverse. La doctora se conmovió y puso al infante en el pecho de Maddison un instante. —Hola mi amor, sí eres muy hermoso, te prometo que pronto estaremos juntos —dictaminó Maddison al bebé y le dio un beso en la cabeza antes de que lo arrancaran de ella. —Ya debo llevármelo. —Su nombre es Asher —pronunció Maddison llorando inconsolable al ver cómo le quitan a su hijo recién nacido de su lado, dejándola con una profunda pena y pocas esper
Logan no podía creer lo que veían sus ojos, ante él estaba la mujer que volteó su vida de cabeza, la chiquilla que le costó el peor castigo de su carrera. —Es que no entiendo nada —Logan miró a su alrededor, no estaba soñando—. Esta es la casa de Maddison Palermo —expresó confundido. —Sí, esa soy yo, tu esposa. —Tú eres Maddison Palermo —entendió Logan por completo y la ira visceral que siente en este momento es tan grande que las palabras se le escapan—. ¿Cómo es posible que exista gente en este mundo tan baja y calculadora? —Espetó Logan con dientes apretados. —Te estás describiendo a ti mismo obviamente —escupió Maddison y el bebé lloró de nuevo inquieto. Paquita entró y cargó al bebé y salió con él de su habitación. Logan vio a la anciana y fijó su mirada en el bebé sin dar crédito a lo que ven sus ojos. — ¡¿Tú planeaste todo esto?! —Enfatizó Logan señalándola con el índice acusador. Maddison chasqueó la lengua. —Estás muy equivocado si crees que
Logan no estaba completamente borracho, pero si estaba bastante mareado, aún estaba débil por el tiempo que estuvo recluido. —Por todos los cielos ¿Te has vuelto loco? Suéltalo. Logan tenía a Daniel inmovilizado con una llave, el rostro de Daniel estaba muy rojo por la falta de aire y de nuevo Paquita se llevaba al niño. —A mí no me verás la cara de idiota —declaró Logan. —Eres un idiota, él es Daniel ¿lo recuerdas? Te hablé de él. —Tu amigo gay, no te creo. —Presénteme a un amigo suyo y se lo demuestro —susurró Daniel con el poco aire que le quedaba. —Suéltalo, imbécil —exigió Maddison y Logan lo soltó. —Clásico, un portentoso hombre se me echa encima y quiere matarme, eso es un nuevo nivel en mi racha de mala suerte en el amor —se quejó Daniel frotando su cuello lastimado. — ¿Qué hace aquí a estas horas? —indagó Logan. —Él vive aquí —le informó Maddison con desenvoltura. — ¡Y dices que no es tu amante! Daniel dio otro grito y se puso detrás de
Logan trataba de poner sus ideas en orden. —Contéstame Logan —exigió Cristina. —Para mí, Maddison Hamilton era un cero a la izquierda, la herramienta de un codicioso, y pude ver qué es tan enferma y retorcida como su padre. Cristina sintió alivio al notar el desprecio de Logan. —Entonces solo debes demostrar que ese niño no es tuyo y podremos casarnos. Logan cambió el peso de un pie al otro. —Cristina; si ese niño es mío… Cristina agrandó los ojos y apretó los puños. —No me digas que… —Sí es mi hijo yo estaré en su vida —decretó Logan interrumpiéndola. —Pero no puedes darle el gusto a esa mujer… —El niño no tiene la culpa de que su madre sea una sinvergüenza manipuladora. — ¿Entonces continuarás casado con ella si ese niño es tuyo? —No procederá el divorcio como lo planee, debemos ir a juicio, pero sin duda nos divorciaremos eventualmente, no se trata de eso —Logan hizo una pausa poniendo sus dedos índice y pulgar en el puente de la naríz—. Si es
Logan estaba muy furioso. — ¿Es que no tienes la más mínima decencia? —espetó Logan ahora en voz baja, pero letal. — ¿Qué es lo que estoy haciendo que sea indecente? —Inquirió Maddison poniéndose de pie. —Mi padre no está en su sano juicio, ¿qué es lo que pretendes? Él no puede firmar ningún documento, ni te servirá para chantaje. —Mire señor, no sé quién demonios es usted, pero está perturbando mi descanso y el de mi hijo —inquirió Charles levantándose y poniéndose frente a Logan, le pasó el bebé a Maddison—. Muchacha, ve a acostar a Logan en su cuna y usted mequetrefe, ¿acaso no tuvo padre que lo enseñara como se trata a una dama?, porque yo se lo puedo enseñar. Maddison se apartó y Logan apretó la mandíbula y cerró los ojos, su padre le dio un empellón y él lo soportó en silencio, los enfermeros tuvieron que meterse en medio. Logan con la cara roja y ojos brillantes por lágrimas contenidas vio a Maddison con odio y ella siente pena porque no se imagina lo que se