Hanna BeckerNew York–Lo sentimos Devin, pero de aquí te irás solo – Dijo Daniel – Susan, tu mujer y yo, tenemos que irnos al estudio.Susan ya formaba parte del estudio, trabajaba ayudando a Katie, en los nuevos proyectos que iban llegando, así que me iría con ellos, y ya mi esposo se podía ir solo al restaurante, no nos iba a quedar de otra, también para que no desviara en el camino.–Lo sé, ahora yo estoy fuera del cuarteto de ustedes – Respondió Devin – Todos trabajan en el estudio menos yo.–Mi amor, no te quejes, te morías por dejar el estudio – Me reí – Que tengas un buen día, te amo Devin.–Yo también te amo, Hanna. Que tengan un buen día y Susan, espero dures en el estudio más que yo – Se burló Devin – Dicen que no es bueno trabajar con tu pareja.–Lo dices por experiencia propia, compadre – Susan se burló de Devin – Yo, además, trabajo con tu hermana, no con Daniel. Nos vemos, compadre.Nos despedimos de Devin y nosotros tres nos fuimos al estudio, Susan dejó su empleo ante
Devin BeckerLas VegasDesperté en mi departamento vacacional en Las Vegas, a dónde siempre llegaba cuando venía por temporadas. Un espantoso dolor de cabeza y el estómago revuelto me despertaron, había estado buena la fiesta anoche, lo peor era que no me podía acordar de nada, ni siquiera cómo había llegado aquí, era una incógnita que no podía resolver.Me levanté y fui al cuarto de baño a mojarme la cara y el cabello para espabilar, por la luz del sol filtrándose por mi ventana podía ver que era ya alrededor del mediodía. Al salir del baño, me encuentro de frente con una chica muy bella, desnuda, envuelta en una sábana, sentada en la cama, quién al verme de inmediato me habló.–Hola, buenos días, esposito – Dijo con una risa burlona – Veo que te ha despertado la resaca.Me impresioné, y miré hacia abajo, estaba completamente desnudo, busqué en uno de los cajones de la cómoda y saqué un bóxer, el cual me coloqué en presencia de la guapa chica. Ella no despegaba los ojos de mí, así qu
Devin BeckerLas VegasDije ya un poco desesperado, tenía un certificado de matrimonio con sellos y firmas en mis manos, con nuestros nombres en letras mayúsculas y nuestras firmas, porque reconocí en ese papel que era mi firma, un poco chueca, pero al fin y al cabo, era mi firma.–No hay nada que explicarte, ya lo has leído ahí todo. Nos hemos casado y no hay más y lo siento mucho, pero iré por mis cosas para instalarme aquí, contigo los días que me quedan en Las Vegas, pronto tengo que volver a New York, entraré a un trabajo nuevo allá y tendrás que venir conmigo.No sabía yo de que me había perdido, cómo me quería llevar a New York sin mi consentimiento, aunque no le veía la necesidad, yo vivo en New York, de hecho, solo estaría aquí en Las Vegas por un par de días más.–Qué curioso es todo, yo también soy de New York, pero te equivocas si piensas que voy a volver contigo y que viviremos en pareja de “recién casados” cuando no me acuerdo de ti, ni de cómo llegamos a cometer esa loc
Devin BeckerLas VegasEn qué buen lío te has metido, Devin Becker, pensaba preguntándome eso a mí mismo, sin encontrar una respuesta al tiempo que llamaba a mi amigo Daniel, esperando que ya estuviera levantado y solo, pues si se había ido con alguien no me iba a responder. Pensaba mil cosas, a mil por hora esperando en la línea hasta que, por obra del espíritu santo, mi amigo me contestó.–Ohhh, pero si es el señor Becker – Se burlaba mi amigo – Pensé que estarías de luna de miel.Parecía que Daniel, nunca se iba a tomar nada en serio, claro cómo no le estaba pasando a él, le causaba gracia mi situación. Yo sería el hazmerreír de todos cuando se enteraran, esperaba que esos videos no los haya publicado en ninguna de sus redes sociales, pues eran los que se regaban como la pólvora.–Buenas tardes Daniel – Saludé molesto – Necesito verte urgentemente, ¿Dónde nos vemos?No entiendo por qué, Daniel se largó y me dejó con mi supuesta esposa, esto no tenía que haber pasado ahora. Tengo qu
Devin BeckerLas VegasQuería poner mis manos en el cuello de mi amigo y apretarlas hasta que me dijera con seriedad todo el asunto, me estaba viendo en las condiciones que estaba y seguía con la burla, ya le tenía que bajar a sus bromitas, me estaba sacando de mis casillas.–A ver Danielito, antes que me colmes la paciencia o lo poco que me queda de ella. Vamos paso a paso ¿Quieres?–Sí, mientras con eso se te baje el mal genio. Claro que quiero.–Bien, porque estoy a punto de perder los estribos – Suspiré hondo – En los vídeos que me enviaste, no encontré ninguna de las respuestas a lo que te he preguntado y lo que necesito saber es específicamente ¿Cómo pasó lo del matrimonio colectivo? Y ¿Por qué no me acuerdo de nada?Daniel se me quedó viendo como si me hubieran salido dos cabezas, era más que obvio que ayer estuve fuera de mis cabales, por eso no me acordaba de cuanto había tomado y de las atrocidades que cometí. Bueno de la más grande que cometí.–Lo del matrimonio colectivo,
Hanna BeckerLas VegasHacía un buen rato que Devin se había salido del departamento y lo que era peor que me tocó pedir que fuera ahí mi amiga Susan, para llevarme algo de desayunar, pues el muy desconsiderado de mi “esposo” no me había dejado las llaves del departamento, para en caso de que yo tuviera hambre como era lo más lógico, saliera por algo de comer, porque en su refrigerador no había nada para poder preparar algo.Tomo el teléfono celular y es un milagro que todavía tenga algo de batería, así que busco el nombre de mi amiga, Susan y doy a la tecla de llamado. Suena por espacio de unos cuantos tonos y toma la llamada.–Hola, Susan, amiga, te toca traerme de desayunar, Devin se ha largado y me ha dejado aquí en su departamento y si me salgo no voy a poder entrar.–Hola, Hanna, apenas me voy despertando también, pasaré a llevar el desayuno para las dos.–Consigue lo que sea amiga, ya es tarde, imagínate como está mi estómago. – Dije famélica.–En un momento ya estoy allá, Hann
Hanna BeckerLas Vegas–No me digas – Él metió las manos en sus bolsillos como riéndose de mí – Apenas tenemos pocas horas de habernos casado y ya estás con tus exigencias.–No son exigencias, yo tengo obligaciones allá – Le advertí – No puedo quedarme a perder el tiempo aquí.–Sintiéndolo mucho, querida esposa – Se burló de mí – No me pienso ir hoy, porque Daniel y yo tenemos un compromiso esta noche y lo más que podemos hacer por ustedes dos, es invitarlas.–Lo siento Devin, son muy amables al invitarnos – Agradeció Susan – Pero, la verdad, yo tampoco me puedo quedar, tengo que volver a mi trabajo el lunes.Las dos, bueno, ella volvía a su trabajo y yo entraba a uno nuevo, no me podía dar el lujo de faltar a mi primer día de trabajo. Porque lo más probable era que al día siguiente no me permitieran la entrada y mucho trabajo que me costó conseguirlo.–Muy bien, yo lo que diga Susan lo acepto con agrado – Sonreía Daniel – Buscaré boletos de primera clase para esta misma noche.Devin,
Devin BeckerLas VegasTuve todo el tiempo mientras me bañaba, para pensar las cosas con un poco más de claridad, pues a medida que el alcohol había salido de mi cuerpo, podía pensar un poco mejor en lo que había pasado, ya sabiendo también no solo la versión de Hanna, sino la de Daniel quién era imparcial a esto.Estaba secando mi cuerpo con una toalla, cuando me llené de coraje y entonces lo decidí, que le comunicaría a Hanna, mi decisión, pero antes tenía que hablar con Daniel, teníamos que hacer algo y eso era a la voz de ya, no podía perder más tiempo.–Mi amor – Dijo Hanna con ironía – Susan y yo, necesitaremos ir a nuestro hotel donde estamos instaladas, para recoger nuestras pertenencias antes de volar a New York.Eso sí que no, ellas se podían quedar en su hotel e irse a New York a la hora que quisieran, yo de aquí no me iba a mover.–No hagas planes todavía de que volemos juntos a New York, no cantes victoria Hanna Dixon – Dije tajante – Aún queda algo por hacer y lo haremos