¡Muchas gracias por acompañarme en todo este proyecto! Se viene uno nuevo en la misma plataforma. Es un poco más tóxica, espero que todo salga bien y que puedan ya leerlo en el mes que viene, se titulará "El cruel verdugo y su mártir" Saludos y de nuevo graciaaaas.
CatherineYa han pasado tres años desde que me casé sin embargo el silencio de siempre gobierna entre mi esposo y yo. Sentados de frente en el comedor de la gran mansión solo se logra escuchar el ruido de los utensilios cortando la carne, observo su rostro distante y sombrío incapaz de pronunciar una sola palabra. Siempre me he preguntado el por qué seguía al lado de un hombre que no me ama, aunque yo lo hiciera con toda el alma. Hasta ahora eh soportado muchas cosas, como sus infidelidades e indiferencia, pero lo que más me dolía era que cada vez que me tocaba me confundía con alguien más, el aseguraba que era la única forma de soportar tener intimidad conmigo y para tenerlo satisfecho forme parte de su rol haciéndome pasar por mi hermana gemela, la persona que él realmente ama, Camila Clark, un lobo disfrazado de oveja. Mathew Hollad quien era el presidente de la empresa mas grande y reconocida a nivel internacional, se casó conmigo bajo la presión de su padre, luego de quedar emb
Catherine Habían pasado ya varias horas desde que Mathew salió, él nunca se ha quedado a dormir con sus amantes así que debería llegar en poco tiempo, observo con desesperación el reloj que cuelga en la pared de la sala, juegos con mis dedos mientras espero sentada en unos de los sofás, tenía que comentarle acerca del trabajo que se me había presentado, Mathew a pesar de ser un hombre millonario jamás quiso que gastara su dinero, para él soy todo menos una buena persona así que para no molestarlo seguí con el periodismo, aun me pregunto si a él ¿le intereso aunque sea un poco? Mientras estoy en un debate con mi conciencia escucho la puerta principal abrirse, doy un salto de mi asiento para ir a recibirlo. -bienvenido- le sonrío con ternura. -¿Qué haces despierta?- cuestionó sacándose el saco y aflojándose la corbata. -esperándote- respondí mientras le ayudaba con su saco. -¿a las 12:50? ¿Qué eres? ¿Un perro que espera a su amo? -yo…tengo que hablarte sobre un trabajo que se me p
Catherine Se preguntarán ¿en qué momento fue que todo empezó? Podría decirles que todo comenzó desde que Camila me presento a Mathew como su novio, a decir verdad, no era la primera vez que veía esos ojos verdes profundos que miraban con indiferencia a cualquiera que se le cruzara, su estatura como sus rasgos bien definidos no eran fáciles de olvidar ¿Quién en esta vida olvidaría a un hombre tan atractivo? Sabía que Camila nunca se tomaba enserio una relación, era un alma libre a diferencia de mí, pero al llevarlo al apartamento y presentármelo supuse que era algo serio, creí eso hasta que encontré a Camila enredada con otro hombre y por una mala racha pasé a ser parte de su jueguito haciéndome pasar por ella cuando Camila no podía estar con Mathew porque para ella cualquier cosa estaba antes que su relación. Fue muy convincente como para llevarme a mi entre las patas, adoraba a Camila pues solo nos teníamos una a la otra, así que mi amor de hermana me cegó, pero a Mathew definitiv
Catherine-Catherine no tienes idea de cuánto te amo- susurró en mis oídos haciéndome estremecer-si me amas entonces ¿Por qué me tratas así?- lo cuestioné-todo cambiará, lo juro, eh sido un estúpido, empecemos de nuevo ¿te parece?- me rodeó con sus brazos y hundí mi cabeza en su pecho escuchando el palpitar de su corazón, las lágrimas comenzaron a brotar en mis ojos-no sabes cuánto espere este momento- sollocéLos dos lloramos sentados en la cama de mi habitación todo era bello hasta que mi despertador vibró haciéndome volver a la realidad, desperté enojada arrojando ese reloj contra la pared me quedé un momento postrada en la cama abrazando mis piernas entonces miré mi buró con miedo, miedo de encontrar esos papeles nuevamente y efectivamente ahí estaban, tomé la carpeta sabiendo su contenido“demanda de divorcio”Mathew había firmado ya, solo faltaba la mía para estar legalmente separados, arrugué el papel como en todas las ocasiones arrojándolo al cesto de basura, él había tomad
MathewEh vivido en el infierno por tres largos años al lado de una mujer que detesto con todo mi ser, cualquiera que la viera creería que es un ángel pero es todo lo contrario, no encuentro las palabras para describirla.Por su culpa perdí a la mujer que amaba, mi adorada Camila, la persona que salvó mi vida hace cinco años. La vi desaparecer del hospital a toda prisa que no pude preguntar su nombre, todas las noches recordaba ese rostro, esa mirada dulce, sus manos suaves que no me soltaban y su voz melodiosa, estaba consiente en el momento de mi accidente que alcancé a escuchar sus palabras de consuelo.Pero desde que abrí los ojos y salió huyendo no la volví a ver jamás. Todas las noches la veía en mis sueños recordando su esencia y aura angelical.Tiempo más tarde fui en busca de mi hermana a uno de esos antros lujuriosos que suelen ir los jóvenes, entonces fue ahí que la encontré, como si el destino lo tuviese preparado.Al principio dudé en acercármele, no sabía cómo reaccionar
CatherineNos encontrábamos sentadas en un lujoso restaurante, donde la melodía del piano resonaba en acada rincón, el piso estaba tapizado de terciopelo rojo, y las mesas tenían una presentanción elegante en la que las cervilletas tenían formas de cisnes.Las carpetas del menú ya habían sido puestas sobre la mesa. miraba el menú algo sorprendida por los precios elevados de los alimentos-creo que esto te parece extraño, luces incomoda- habló Mia acomodándose un mechón de su cabellera rubia-para ser honesta si- puse la carpeta sobre la mesa- No frecuento lugares como este.-Tienes que acostumbrarte- dijo mientras leía el menú-¿A que se debe esta comida? no creo que sea solo porque quieras conocerme.- Entiendo que sea díficil para ti confiar en alguien que salió de la nada- cerró la carpeta-En efecto-No tiene mucho que llegué al país así que no tengo a nadie aquí-Es extraño que alguien como tú no tenga amistades-A que te refieres a alguien como yo- pregunto seriamente-Pues eres
MathewMe encontraba con Camila en su departamento, ella acurrucada en mi pecho dormía plácidamente, se había dormido a media película, parecía una niña pequeña e indefensa en mis brazos, estaba disfrutando de ese momento cuando mi teléfono sonó-voy para allá- dije un poco molestoEl sonido de mi teléfono hizo que Camila se despertara entreabriendo sus ojos oscuros.-¿Quién es?- preguntó soñolienta-es de la oficina, requieren mi presencia justo ahora- mentíElla miró el reloj tallándose los ojos-¿a esta hora?-son cosas del trabajo, enseguida regreso- le di un beso en la frente-sí, pero jura que lo regresaras-lo juro- le sonreíTomé las llaves de mi auto y salí apresuradamente, no puede ser que le haya mentido a Camila por culpa de Catherine, pero lo importante no es que me hayan llamado si no que ¿Qué hacía Catherine en un bar a esta hora? No es como si le prestara mucha atención pero jamás la vi beber, acaso ella por fin ha perdido el juicio y aparte de una loca desquiciada ser
CamilaMe encontraba en mi gran departamento lujoso que era pagado por Matthew, la verdad me estaba dando una buena vida.Esperé un tiempo antes de regresar a tomar lo que me corresponde, antes de regresar me divertí mucho en Europa, los lujos, joyas, dinero, casas, nunca me hicieron falta ya que no faltó el hombre que estaba dispuesto a ofrecerme el mundo entero si se lo pedía, pero ninguno de ellos me ofrecía lo que Matthew estaba dispuesto darme, amor, comprensión y protección.Creí que lo de Matthew era solo un capricho pero no era así, yo realemente comencé a a amarlo.Hasta hoy eh dejado que mi tonta hermana lo disfrute por un momento, pero ahora que eh vuelto ella sale sobrando, él la detesta con todo su ser, en cambio a mi Matthew me ama y está dispuesto a dar la vida por mí, no suena nada mal.Él es un hombre educado, millonario, guapo, tiene a miles de mujeres tras de él, pero entre tantas me ha elegido a mí. Pronto seré la señora Hollad y la señora de la casa, sus padres