Mathew
Eh vivido en el infierno por tres largos años al lado de una mujer que detesto con todo mi ser, cualquiera que la viera creería que es un ángel pero es todo lo contrario, no encuentro las palabras para describirla.
Por su culpa perdí a la mujer que amaba, mi adorada Camila, la persona que salvó mi vida hace cinco años. La vi desaparecer del hospital a toda prisa que no pude preguntar su nombre, todas las noches recordaba ese rostro, esa mirada dulce, sus manos suaves que no me soltaban y su voz melodiosa, estaba consiente en el momento de mi accidente que alcancé a escuchar sus palabras de consuelo.
Pero desde que abrí los ojos y salió huyendo no la volví a ver jamás. Todas las noches la veía en mis sueños recordando su esencia y aura angelical.
Tiempo más tarde fui en busca de mi hermana a uno de esos antros lujuriosos que suelen ir los jóvenes, entonces fue ahí que la encontré, como si el destino lo tuviese preparado.
Al principio dudé en acercármele, no sabía cómo reaccionaría, así que me quedé mirandola desde la barra. Ella bailaba sensualmente meneando sus caderas tan seductoras que me quedé embobado mirándola, pronto su mirada se dirigió a mí y me dedicó una sonrisa.
Me sentí tan avergonzado, me sentí como un acosador en ese momento.
-hola- dijo sonriente-, me quedé helado pensando en que responderle, era vergonzoso que yo siendo un hombre calculador e inteligente se quedara mudo frente a una mujer, será porque no era cualquier mujer, era ella.
-¿Qué pasa?- preguntó al verme pasmado, la parecer ella no me recordaba o tal vez si me reconoció solo que omitió esa parte trágica por ende decidí hacer lo mismo, me escucharía ridículo diciendo “hola, soy la persona a la que le salvaste la vida ¿recuerdas?” claro que no diría eso
-nada, solo que no sé cómo reaccionar anta una mujer radiante- respondí
La invité una copa y conversamos en la barra por un largo rato, nunca fue fácil para mi desenvolverme con los demás pero extrañamente llevamos una conversación como si nos conociéramos hace mucho.
Fue gracias a su esencia, su carisma y buen humor, lo que me cautivó aparte de su belleza. Con el paso del tiempo comencé a admirarla porque a pesar de su situación económica apoyaba incondicionalmente a su hermana gemela quien era un desastre, aun así Camila abandonó la universidad para cumplir los sueños mezquinos de su hermana.
Lamentablemente su hermana Catherine no era agradecida. Ella era perversa, envidiosa, vanidosa, egoísta, manipuladora y falsa ¿Cómo fue capaz de hacerle eso a su propia hermana? pero aún mas importante ¿Cómo fui tan estúpido de caer en sus redes?
Una noche llena de pasión y lujuria mezclada con alcohol fue el causante de mi tragedia en los próximos tres años.
Catherine quedó embarazada luego de pasar una noche conmigo, alegando que ese bebé era fruto de aquella noche que no logro recordar aún.
No importa desde que ángulo lo viera, había quedado como un violador que se aprovechó de una chica "virgen"
Mi padre me forzó a casarme con ella inmediatamente, meses después tuvo supuestamente un accidente lo que le provocó un aborto, Camila fue acusada del supuesto atentado
¿Qué diablos pasaba con Catherine? La víctima siempre fue Camila ¿no le fue suficiente traicionarla? Ahora también le había metido ideas a mi padre para mandar a Camila a la cárcel.
Recuerdo como las lágrimas de la mujer que amo escurrína por sus mejillas.
“cásate con ella, yo estaré bien, Catherine me ha quitado todo, el que me quite otra cosa mas no hace la diferencia, ve y hazla feliz”
Se alejó de mi dejándome al lado de ese monstruo, maldije mil veces el nombre de Catherine, y me dispuse hacerla sufrir tanto o más que yo.
Me causaba repulsión con solo mirarla, no quería escuchar su voz pero desgraciadamente era muy parecida a Camila.
Para no verla me encerraba en mi oficina durante horas con la excusa de trabajar. Temía a que con el tiempo caería en sus provocaciones, era debil ante su rostro que era jodidamente bello y angelical.
Al salir de la oficina me iba con algunas de mis amantes a satisfacer mis desos sexuales sin importar donde fuera, incluso en mi oficina tuve intimidad con mi secretaria. Cualquier mujer era mejor que Catherine y ella se enteró de todas mis infidelidades pero aun así, no se alejó.
Por su culpa había convertido de mi un hombre despreciable, pero ya no más, ya no necesitaba a otra mujer, la única que me interesaba había vuelto y esta vez no estoy dispuesto a dejarla ir, no importa que métodos tenga que utilizar esta vez lograré de Catherine me firme los papeles del divorcio.
La vi ahí tan sola, tan frágil que no dudé de tomarla entre mis brazos, ambos lloramos por nuestro reencuentro, una lluvia de besos y caricias nos inundaron, la amaba y deseaba justo en ese momento.
Falté a la oficina con tal de estar a su lado. La llevé a cenar a unos de los restaurantes mas elegentes, ella se merecía eso y mas. Al caer la noche y encontrarnos solos en la habitación del hotel, nuestros cuerpos se unieron devorándose por completo, la estrujé contra mi sintiéndola mía, fueron tantos años lejos de ella que mi cuerpo de dejó llevar por la lujuria, escuché su voz pidiéndome que me detuviera pero sus fuertes gemidos no hacían más que excitarme, estoy loco por ella, por mi adorada Camila.
Catherine
Ella ha vuelto, está aquí, estoy derrotada. Todos estos años han sido en vano, eh tratado de ganarme el amor de mi esposo y me eh esforzado en complacerlo pero eh corrido detrás de algo que jamás poder alcanzar ¿Qué debería decirle? Al ver que quería ir conmigo a dicha celebración creí estúpidamente que al fin me aceptaba como su esposa.
Conduje a casa con los ojos hinchados de tanto llorar, Bruno me había informado que él ya se había marchado a la oficina, era de esperarse.
Tal vez debería hacer algo que nunca me atreví hacer por miedo, debo ir a su oficina y gritar a los cuatro vientos que soy su esposa, si es necesario.
Cambie la ruta dirigiéndome a la empresa de biotecnología Hollad, al llegar al gran edificio que devoraba la vida de las personas me sentí fuera de lugar, empleados entraban y salían del edificio, algunos llevaban prisa que corrían de un lugar a otro sin saludar.
La empresa parecía un gigante, era de esperase ya que es una de las empresas más importantes del país, los guardias de la entrada parecían petrificados mirando hacia la nada. Al adentrarme al edificio tomé el elevador al séptimo piso, ese era el lugar donde se encontraba la oficina de Mathew, en el transcurso me topé con mujeres que piernas largas con tacones altos.
Llegué a la recepción donde una chica pelirroja me miró de pies a cabeza
-hola, buenos días, vengo a buscar al director de la empresa
-¿y usted quién es?- dijo con tono de picardía
-su esposa
Pareció sorprenderse luego una risa larga se asomó a su mejilla
-Mathew no está
-¿Mathew?- ¿ella era tan cercana como para tutearse con mi esposo?
-y si estuviera dudo que le importaría su visita- me miró con orgullo, había contenido mi ira que estaba a punto de cachetear ese estúpido rostro y armar un escándalo en la empresa
-¿desde cuándo las empleadas se creen tanto?- escuché decir una voz femenina que se encontraba justo detrás de mí al girar mi rostro me encontré con una chica rubia de ojos azules cristalinos
-señorita ¿a qué hora ha llegado?- preguntó con nerviosismo la pelirroja
-eso no te incumbe, despídete de tu trabajo igualada- ordenó
La pelirroja comenzó a temblar con el semblante pálido dijo:
-e…está bromeando ¿verdad?
-no, no lo estoy, ¿con que derecho le responder de esa manera a la esposa del director de esta empresa? Estas despedida
-solo el señor puede despedirme, señorita- dijo tratando de mostrar seguridad
La rubia se acercó aún más, levantó la mano y en cuestión de segundos había plantado en la cara de la secretaria una bofetada
-no te atrevas a desafiarme o probarás mi ira…Betty- llamó a una chica que pasaba con una carpeta
-asegúrate de encontrar una secretaria más competente y menos vulgar- ordenó mientras bajaba la vista a la blusa de la chica que dejaba mostrar sus pechos debido a la falta de botones
-el señor Mathew intervendrá y haber que le dirá, no soy solo una secretaria…soy su ama…- no terminó su frase debido a que esos ojos azules la miraban de manera amenazadora.
No solo la secretaria había sido intimidada hasta yo pasé a sentir esa sensación ¿Quién es? ¿Acaso no será…?
-hola soy mía, tú debes ser Catherine- dijo una vez que la pelirroja se fue con la cola entre las patas
-sí, ese es mi nombre
-wow, si existes, pensé que eras…
-¿un fantasma?- me adelanté a contestar
Nubló en el semblante para luego sonreír mostrando sus dientes perfectamente alineados ¿Dónde había visto esa sonrisa antes?
-no eres aburrida Catherine, veo que tienes sentido del humor, mi hermano es un tonto sabes.
Así que ese era el motivo por el cual la pelirroja temblaba, estaba delante de la hija menor de los Hollad, tenía un carácter y un porte refinado, lucia segura de sí misma, habrá heredado el carácter de su madre, pero en nada se parecía a Mathew
Sonreí ligeramente ante su comentario
-veo que mi mamá tenía razón, no eres feliz con mi hermano ¿verdad?
-para nada es eso, soy inmensamente feliz a su lado- mentí
-¿A quien crees que engañas? está claro que no
Callé por un instante ¿Qué debería decir? Era verdad, no engañaba a nadie con eso, Mathew jamás quiso fingir amor hacia a mi frente a los demás
-no me malinterpretes Catherine, no creas que te estoy insultando, ni a mí ni a mi madre nos caes mal
Acaso bromea, su madre cada que tenía la oportunidad me decía que era una arrastrada, lo cual era verdad
-ven conmigo Catherine- me ofreció su mano-tengo muchas cosas que preguntarte y hay algo que debes de saber.
-De acuerdo- dije estrechando sus manos suaves. Traté de no preguntarle que era lo que tenía que enterarme ya que es de mala educación ser persistente.
No podía recahazar su oferta, ella es una integrante de la familia Hollad, ignorarla sería una grosería
CatherineNos encontrábamos sentadas en un lujoso restaurante, donde la melodía del piano resonaba en acada rincón, el piso estaba tapizado de terciopelo rojo, y las mesas tenían una presentanción elegante en la que las cervilletas tenían formas de cisnes.Las carpetas del menú ya habían sido puestas sobre la mesa. miraba el menú algo sorprendida por los precios elevados de los alimentos-creo que esto te parece extraño, luces incomoda- habló Mia acomodándose un mechón de su cabellera rubia-para ser honesta si- puse la carpeta sobre la mesa- No frecuento lugares como este.-Tienes que acostumbrarte- dijo mientras leía el menú-¿A que se debe esta comida? no creo que sea solo porque quieras conocerme.- Entiendo que sea díficil para ti confiar en alguien que salió de la nada- cerró la carpeta-En efecto-No tiene mucho que llegué al país así que no tengo a nadie aquí-Es extraño que alguien como tú no tenga amistades-A que te refieres a alguien como yo- pregunto seriamente-Pues eres
MathewMe encontraba con Camila en su departamento, ella acurrucada en mi pecho dormía plácidamente, se había dormido a media película, parecía una niña pequeña e indefensa en mis brazos, estaba disfrutando de ese momento cuando mi teléfono sonó-voy para allá- dije un poco molestoEl sonido de mi teléfono hizo que Camila se despertara entreabriendo sus ojos oscuros.-¿Quién es?- preguntó soñolienta-es de la oficina, requieren mi presencia justo ahora- mentíElla miró el reloj tallándose los ojos-¿a esta hora?-son cosas del trabajo, enseguida regreso- le di un beso en la frente-sí, pero jura que lo regresaras-lo juro- le sonreíTomé las llaves de mi auto y salí apresuradamente, no puede ser que le haya mentido a Camila por culpa de Catherine, pero lo importante no es que me hayan llamado si no que ¿Qué hacía Catherine en un bar a esta hora? No es como si le prestara mucha atención pero jamás la vi beber, acaso ella por fin ha perdido el juicio y aparte de una loca desquiciada ser
CamilaMe encontraba en mi gran departamento lujoso que era pagado por Matthew, la verdad me estaba dando una buena vida.Esperé un tiempo antes de regresar a tomar lo que me corresponde, antes de regresar me divertí mucho en Europa, los lujos, joyas, dinero, casas, nunca me hicieron falta ya que no faltó el hombre que estaba dispuesto a ofrecerme el mundo entero si se lo pedía, pero ninguno de ellos me ofrecía lo que Matthew estaba dispuesto darme, amor, comprensión y protección.Creí que lo de Matthew era solo un capricho pero no era así, yo realemente comencé a a amarlo.Hasta hoy eh dejado que mi tonta hermana lo disfrute por un momento, pero ahora que eh vuelto ella sale sobrando, él la detesta con todo su ser, en cambio a mi Matthew me ama y está dispuesto a dar la vida por mí, no suena nada mal.Él es un hombre educado, millonario, guapo, tiene a miles de mujeres tras de él, pero entre tantas me ha elegido a mí. Pronto seré la señora Hollad y la señora de la casa, sus padres
- ¿Catherine? - habló nuevamente Mia-Perdón- respondí distraída. Estaba tan confundida en ese momento, no sabia que Dorian y Zack eran la misma persona.Caminé como muerta viviente hasta la sala y encima de todo, ese idiota se sentó a mi lado.-Así que tú y Zack ya se habían visto antes- exclamó Mia.Antes de que pudiera responder Zack interceptó mi respuesta-Conocí a Cathy hace un par de semanas, para ser honesto, no recordaba que era la esposa Mathew. Por cierto ¿Dónde está él? - miró por todos ladosAl ver a Mathew hablando con un grupo de chicas que eran familiares de las esposas de sus primos, pintó una sonrisa.-Cathy, creo que tu querido esposo te ah dejado a un lado.-Él es así, le gusta ser amable con las personas.-Oh si, es verdad, es tan amable que…-Zack, vasta- interrumpió Mia.-No te preocupes Cathy, yo estaré a tu lado para que esos lobos no te coman viva- acercó su rostro al mío.-Cuida tus palabras Zack, las personas de aquí pueden malinterpretar tus palabras. - su
Catherine.Conduje a casa furiosa, furiosa conmigo misma porque seguía llorando como una estúpida ¿Cuánto estoy dispuesta a soportar? ¿en verdad lo amo o es solo apego? Jamás me lo pregunté, siempre estuve concentrada en tratar que me quisiera…soy una estúpida, me odio, me odio.Me detuve frente a una gasolinera y golpeé mi cabeza contra el volante varias veces“Deja de golpearte la cabeza, matarás las pocas neuronas que te quedan :D”Leí el mensaje que llegó a mi móvil, el número en la pantalla era desconocido, pero al ver la palabra Cathy al final del texto supe de quien se trataba.Saqué mi cabeza de la ventana y me asomé por todos lados hasta dar con él. Me sonrió y se acercó a mi auto.-Hola de nuevo.- ¿Acaso eres mi sombra?-No seas tan dura conmigo- hizo un puchero.- ¿usas teletransportación o algo así?-Cathy ¿Acaso has llorado? Pasó sus dedos por mi mejilla.-No me toques- dije a la defensiva- ¿Qué quieres? ¿Por qué me sigues?-No quiero nada- respondió tranquilo-Entonces
El día de la noche de gala había llegado, no pensaba en ir, en lugar de estar preparándome estaba tirada en la cama en bata, con el pelo desalineado.-Señora, la señorita Mia está aquí- llamó Rita a la puertaNo tenía ganas de ver a nadie en estos momentos, estaba demasiado exhausta como para hablar con alguien- ¿Piensas ir así? – preguntó Mia irrumpiendo en mi habitación.Como siempre tenía un porte elegante, aunque no tuviera puesto un vestido de gala, más bien traía consigo un esmoquin marrón que tenía una abertura en forma de “v” para que sus redondos senos lucieran-No pienso ir, Mathew no me pidió que fuera-Por Dios, es una celebración en nombre de mi padre, no de Mathew.-Aun así, no quiero estar aburrida como el día del “pequeño” convivio familiar- hice énfasis en pequeño haciendo el signo de comillas con mis dedos.Mia se sentó al lado de mi cama-Mira, te eh traído esto- puso en la cama una bolsa de regalo-No es mi cumpleaños- me puse de pie.-Créeme, no puedes faltar est
CatherineAl llegar a aquella celebración, me topé con dos tipos de personas, los que portaban trajes elegantes y hermosos vestidos y aquellos que llevaban las charolas de un lugar a otro.El solo estar en un lugar tan lleno de personas refinadas me causa nerviosismo, pero puedo superarlo, todos estos tres años eh estado preparándome para una ocasión como esta. Estudié etiqueta, modales, postura etc. Todo para ser una buena esposa sin saber que jamás sería presentada ante la sociedad como lo que soy.-Bienvenida joven dama ¿Me puede proporcionar su nombre? - preguntó uno de los empleados encargado de buscar los nombres de los invitados en la gran lista.-Hola, mi nombre es Catherine Clark.El joven buscó mi nombre entre todos los invitados, luego de unos segundos me miró de reojo.Sentí una extraña incomodidad, las personas en la entrada me quedaban mirando de forma extraña- ¿Catherine? – escuché la voz de la señora Rebeca detrás de mí. Me giré para verla, vestía un hermoso vestido n
Mathew se escuchaba molesto y Camila gritaba tirada en el piso. No sé exactamente lo que planea, pero parece dolerle mucho. Recordé el dolor que sentía aquella vez que rodeé por las escaleras ¿Y si ella no esta fingiendo?-Camila, cálmate- me incliné hacia ellaLa puerta se abrió de un golpe-No Catherine, no le hagas daño a mi bebé- pataleaba- ¿Qué crees que haces? - Mathew me empujó tirándome al piso-Yo…yo no sé, de pronto comenzó a golpearse-Catherine…ella comenzó a actuar como loca- La vos de Camila de quebrantaba a cada palabra.-No es verdad- me defendí-Cierra la boca Catherine- me fulminó con la mirada - ¿Camila estas bien? ¿te asustaste? Trata de calmarte le puede hacer daño al bebé- le hablaba cariñosamente-Mat, ella dijo que nuestro bebé sería un bastardo, incluso lo maldijo- comenzó a llorar.Él la tomó entre los brazos y la alzó-Tienes suerte de que nadie más este aquí- me dijo retirándose con Camila en los brazos.¿suerte? En estos malditos años no eh tenido ni una