Mathew se escuchaba molesto y Camila gritaba tirada en el piso. No sé exactamente lo que planea, pero parece dolerle mucho. Recordé el dolor que sentía aquella vez que rodeé por las escaleras ¿Y si ella no esta fingiendo?-Camila, cálmate- me incliné hacia ellaLa puerta se abrió de un golpe-No Catherine, no le hagas daño a mi bebé- pataleaba- ¿Qué crees que haces? - Mathew me empujó tirándome al piso-Yo…yo no sé, de pronto comenzó a golpearse-Catherine…ella comenzó a actuar como loca- La vos de Camila de quebrantaba a cada palabra.-No es verdad- me defendí-Cierra la boca Catherine- me fulminó con la mirada - ¿Camila estas bien? ¿te asustaste? Trata de calmarte le puede hacer daño al bebé- le hablaba cariñosamente-Mat, ella dijo que nuestro bebé sería un bastardo, incluso lo maldijo- comenzó a llorar.Él la tomó entre los brazos y la alzó-Tienes suerte de que nadie más este aquí- me dijo retirándose con Camila en los brazos.¿suerte? En estos malditos años no eh tenido ni una
ZackEn una tarde soleada de verano, en mi etapa estudiantil fue cuando vi a Catherine por primera vez. Ella era igual de hermosa que ahora, siempre traía el pelo suelto hasta la cintura, su silueta delgada y su rostro pálido eran lo que destacaban y hacían que los chicos de alrededor alzaran su mirada al verla.Me gustaba ver su pelo rizado moverse con el viento, y aunque nunca había visto sus ojos cafés de cerca, siempre me parecieron atractivos.No puedo decir que me llamó la atención desde la primera vez que la vi, porque no fue así, siempre la miré pasar por los pasillos sonriente, ella irradiaba paz y tranquilidad a donde sea que fuera, siempre tan amable, siempre tan feliz, era como el mismo sol.Parecía tan cercana a todos, pero tan lejana a la vez, podía tener a muchas personas embobados con su dulzura, pero ninguna de esas personas parecía ser su amigo.-Oye Zack ¿Ya viste a la nueva? – preguntó uno de mis compañeros que baboseaba a través de la ventana del cuarto piso.-No
Catherine-Señora- llamaba Rita desde hace rato a la puerta-Pasa Rita- dije sentándome en el extremo de la cama con la cabeza dolorosa.-Buenos días señora. El señor Mathew la espera en su despecho.Cada vez que me citaba en su despacho no era para algo bueno. En verdad no quería ir, no quería escuchar sus reclamos o reproches, pero no me quedaba más que aceptar.-Enseguida bajo- con estas palabras Rita asintió y salió de la habitaciónMiré mi tobillo lesionado y recordé la noche de ayer en la que Zack estuvo brindándome su apoyo, incondicional. Creo que eh sido demasiado dura con él, tendré que disculparme más tarde.Bajé cojeando por las escaleras y al estar parada frente a la puerta del despacho inhalé profundo, estaba nerviosa, pero mas que eso, estaba asustada.-Buenos días- saludé a la otra persona que se encontraba sentado frente a Mathew.-Buenos días señora Hollad- saludó poniéndose de pie- ¿Para qué me has llamado? - pregunté dirigiéndome a mi esposoÉl levantó la mirada q
Catherine.Zack se sorprendió mucho al escuchar mi respuesta- ¿De verdad quieres hacerlo?-No. No quiero hacerlo, pero tengo que, a veces no lo que queremos no siempre será lo mejor.Él me miró desconcertado-Zack, perdón que te pida esto, pero no tengo a nadie a quien pueda recurrirComo dije antes, no tenia amigos, ni familia, no podía confiar en nadie, si siquiera en Mia que en cualquier momento puede ser manipulada por Camila.-Puedes contar con mi apoyo incondicionalmente.-Ahora no tengo dinero, pero sin duda te lo pagaré.-No es necesario, solo…solo quiero que vuelvas a ser feliz, dinero tengo de sobra- exclamó- pero tienes que prometerme algo.-Lo que sea.-Jamás permitas que alguien vuelva a tratarte de esa forma y mucho menos a golpearte- rozó la yema de sus dedos por mis labios.-No tienes que decírmelo- me alejé- ya eh permitido mucho hasta ahoraMe sentía cansada, adolorida y profundamente herida, jamás pensé en que tomaría esta decisión. Honestamente creí que pasaría to
-Siéntate Catherine- indicó la señora Rebeca detrás de su escritorioPor la noche la señora Rebeca me llamó por teléfono pidiéndome que fuera a verla a su mansiónEl lugar era muy amplio para ser solo un despacho, en las paredes blancas se encontraban colgadas grandes pinturas que valían millones y en lado izquierdo un gran piano blanco.-Me imagino que debes estar enterada que Mathew tiene la aprobación para divorciarse de ti- dijo encendiendo un puro.-Así es.La señora Raquel me escaneó con la mirada mientras exhalaba el humo por su boca.-Catherine ¿Qué crees que hace grande a una mujer? ¿intelecto? ¿carisma? O ¿belleza?-Supongo que todas ellas.-Sabes, Camila es una cabeza hueca pero muy astuta, es como una serpiente del desierto, esperando el momento oportuno para asechar a su presa.Me quedé callada escuchándola atentamente-Tú tienes belleza e intelecto, pero ¿sabes lo que no te ayuda? Tu estupidez.Mi estupidez, era algo que la señora Hollad me recalcaba siempre que me veía
En todo este tiempo me olvidé de muchas cosas, de mis sueños, de mis metas y de mi propia identidad, jamás me cuestione el ¿Quién soy? y solo me formulé la pregunta de ¿Qué debo ser? ¿Qué debía ser? ¿Cómo debería actuar?Tal vez si no hubiera desperdiciado mi tiempo amando a un hombre que ni siquiera me miraba, hubiese hallado la respuesta a mi pregunta y quizá, solo quizá pude haber llegado mas alto que de lo que imaginé.Jamás cometí errores en el tiempo como estudiante, un solo error y perdería todo, pero la escuela y la vida es muy diferente. Apenas y salí al exterior cometí error tras error.Lloré noche tras noche y hasta ahora me doy cuenta que lloraba porque extrañaba la antigua versión de mí, aquella que luchaba por lo que quería hasta lograrlo. Eh echado de menos a esa mujer talentosa, alegre llena de vida y esperanza que alguna vez fui.Madre, eh olvidado muchas cosas y eh ignorado otras ¿Por qué nunca me advertiste de lo cruel que era el amor? Me enseñaste muchas cosas, per
Zack.Las luces de las cuidades brillaban a través de los cristales de la suite presidencial. La sesión de grabación terminó pronto así que me dirigía mi habitación para darme un baño en el jacuzzi.Me gustaba esta sensación de tranquilidad, no era soledad sino libertad. Odiaba estar atado a algo por ello fue una gran ventaja ser un ilegitimo y no heredar la empresa de biotecnología. Mi padre insistió en que fuera el gato de Mathew, pero al final uno mismo elige su camino, aunque mi decisión casi le provoca un paro cardiaco a mi padre.Me coloqué una bata encima al salir del Jacuzzi y puse musica clásica, algo para no sentirme tan solo esta noche. Normalmente en estos días tenía la compañía de mujeres hermosas que pasaban por mi cama hasta el amanecer.Todas eran atractivas, pero ninguna era lo suficientemente especial como para establecer una relación o fue porque jamás quise una relación en primer lugar.un golpe llamó a mi puerta insistentemente ¿Quién demonios golpea la puerta en
Catherine- ¿Señora Catherine? - preguntó el abogado.-Perdón, me distraje un poco- dije apenada.-Las condiciones que me ha pedido están dentro de este acuerdo, aunque considero que es poco comparado al daño- señaló pasándome la carpeta negra.-No necesito nada más.-Puede levantar una denuncia por agresión y maltrato físico.-Alguien como el señor Mathew lo arreglaría con solo sonar los dedos.-Puede dañar su imagen…-Abogado, de verdad le agradezco su compromiso, pero no necesito nada más. Solo quiero librarme de él cuanto antes.-Entiendo señora Clark. Cualquier cosa, no dude en consultarme.Era la primera vez que alguien me llamaba con mi apellido. Todo este tiempo estuve cargando con el apellido Hollad en mi espalda completamente el mío.-Tomando en cuenta su palabra, quisiera preguntarle algo.-Dígame.-Mi madre era la legitima heredera de la familia Clark.- ¿habla de los Clark que vinieron del Este? – se mostró sorprendido- ¿Los conoce? - dine atónita-No hay persona en el m