Catherine-Señora- llamaba Rita desde hace rato a la puerta-Pasa Rita- dije sentándome en el extremo de la cama con la cabeza dolorosa.-Buenos días señora. El señor Mathew la espera en su despecho.Cada vez que me citaba en su despacho no era para algo bueno. En verdad no quería ir, no quería escuchar sus reclamos o reproches, pero no me quedaba más que aceptar.-Enseguida bajo- con estas palabras Rita asintió y salió de la habitaciónMiré mi tobillo lesionado y recordé la noche de ayer en la que Zack estuvo brindándome su apoyo, incondicional. Creo que eh sido demasiado dura con él, tendré que disculparme más tarde.Bajé cojeando por las escaleras y al estar parada frente a la puerta del despacho inhalé profundo, estaba nerviosa, pero mas que eso, estaba asustada.-Buenos días- saludé a la otra persona que se encontraba sentado frente a Mathew.-Buenos días señora Hollad- saludó poniéndose de pie- ¿Para qué me has llamado? - pregunté dirigiéndome a mi esposoÉl levantó la mirada q
Catherine.Zack se sorprendió mucho al escuchar mi respuesta- ¿De verdad quieres hacerlo?-No. No quiero hacerlo, pero tengo que, a veces no lo que queremos no siempre será lo mejor.Él me miró desconcertado-Zack, perdón que te pida esto, pero no tengo a nadie a quien pueda recurrirComo dije antes, no tenia amigos, ni familia, no podía confiar en nadie, si siquiera en Mia que en cualquier momento puede ser manipulada por Camila.-Puedes contar con mi apoyo incondicionalmente.-Ahora no tengo dinero, pero sin duda te lo pagaré.-No es necesario, solo…solo quiero que vuelvas a ser feliz, dinero tengo de sobra- exclamó- pero tienes que prometerme algo.-Lo que sea.-Jamás permitas que alguien vuelva a tratarte de esa forma y mucho menos a golpearte- rozó la yema de sus dedos por mis labios.-No tienes que decírmelo- me alejé- ya eh permitido mucho hasta ahoraMe sentía cansada, adolorida y profundamente herida, jamás pensé en que tomaría esta decisión. Honestamente creí que pasaría to
-Siéntate Catherine- indicó la señora Rebeca detrás de su escritorioPor la noche la señora Rebeca me llamó por teléfono pidiéndome que fuera a verla a su mansiónEl lugar era muy amplio para ser solo un despacho, en las paredes blancas se encontraban colgadas grandes pinturas que valían millones y en lado izquierdo un gran piano blanco.-Me imagino que debes estar enterada que Mathew tiene la aprobación para divorciarse de ti- dijo encendiendo un puro.-Así es.La señora Raquel me escaneó con la mirada mientras exhalaba el humo por su boca.-Catherine ¿Qué crees que hace grande a una mujer? ¿intelecto? ¿carisma? O ¿belleza?-Supongo que todas ellas.-Sabes, Camila es una cabeza hueca pero muy astuta, es como una serpiente del desierto, esperando el momento oportuno para asechar a su presa.Me quedé callada escuchándola atentamente-Tú tienes belleza e intelecto, pero ¿sabes lo que no te ayuda? Tu estupidez.Mi estupidez, era algo que la señora Hollad me recalcaba siempre que me veía
En todo este tiempo me olvidé de muchas cosas, de mis sueños, de mis metas y de mi propia identidad, jamás me cuestione el ¿Quién soy? y solo me formulé la pregunta de ¿Qué debo ser? ¿Qué debía ser? ¿Cómo debería actuar?Tal vez si no hubiera desperdiciado mi tiempo amando a un hombre que ni siquiera me miraba, hubiese hallado la respuesta a mi pregunta y quizá, solo quizá pude haber llegado mas alto que de lo que imaginé.Jamás cometí errores en el tiempo como estudiante, un solo error y perdería todo, pero la escuela y la vida es muy diferente. Apenas y salí al exterior cometí error tras error.Lloré noche tras noche y hasta ahora me doy cuenta que lloraba porque extrañaba la antigua versión de mí, aquella que luchaba por lo que quería hasta lograrlo. Eh echado de menos a esa mujer talentosa, alegre llena de vida y esperanza que alguna vez fui.Madre, eh olvidado muchas cosas y eh ignorado otras ¿Por qué nunca me advertiste de lo cruel que era el amor? Me enseñaste muchas cosas, per
Zack.Las luces de las cuidades brillaban a través de los cristales de la suite presidencial. La sesión de grabación terminó pronto así que me dirigía mi habitación para darme un baño en el jacuzzi.Me gustaba esta sensación de tranquilidad, no era soledad sino libertad. Odiaba estar atado a algo por ello fue una gran ventaja ser un ilegitimo y no heredar la empresa de biotecnología. Mi padre insistió en que fuera el gato de Mathew, pero al final uno mismo elige su camino, aunque mi decisión casi le provoca un paro cardiaco a mi padre.Me coloqué una bata encima al salir del Jacuzzi y puse musica clásica, algo para no sentirme tan solo esta noche. Normalmente en estos días tenía la compañía de mujeres hermosas que pasaban por mi cama hasta el amanecer.Todas eran atractivas, pero ninguna era lo suficientemente especial como para establecer una relación o fue porque jamás quise una relación en primer lugar.un golpe llamó a mi puerta insistentemente ¿Quién demonios golpea la puerta en
Catherine- ¿Señora Catherine? - preguntó el abogado.-Perdón, me distraje un poco- dije apenada.-Las condiciones que me ha pedido están dentro de este acuerdo, aunque considero que es poco comparado al daño- señaló pasándome la carpeta negra.-No necesito nada más.-Puede levantar una denuncia por agresión y maltrato físico.-Alguien como el señor Mathew lo arreglaría con solo sonar los dedos.-Puede dañar su imagen…-Abogado, de verdad le agradezco su compromiso, pero no necesito nada más. Solo quiero librarme de él cuanto antes.-Entiendo señora Clark. Cualquier cosa, no dude en consultarme.Era la primera vez que alguien me llamaba con mi apellido. Todo este tiempo estuve cargando con el apellido Hollad en mi espalda completamente el mío.-Tomando en cuenta su palabra, quisiera preguntarle algo.-Dígame.-Mi madre era la legitima heredera de la familia Clark.- ¿habla de los Clark que vinieron del Este? – se mostró sorprendido- ¿Los conoce? - dine atónita-No hay persona en el m
Catherine Inexplicablemente su rostro cambió rápidamente de expresión.-Ponte la ropa- dijo luego de salir de su asombro- hay algo que quiero averiguar, no puedes ser tú- dijo antes de desaparecer.Se acabó, este infierno acaba de terminar. Ya no puedo retenerlo más. Ese día, en aquel accidente, desearía no haber sido yo quien lo salvara, desearía jamás haberlo tratado en lugar de Camila, desearía que todo lo que pasó jamás hubiese ocurrido, pero desear eso no sirve de nado, el daño es irremediable.Ya no quiero llorar, ya no lloraré. Si bien mi amor por él aun no desaparece, me encargaré de ahogarlo y evitaré a toda costa encontrarme con ese tipo de sentimientos nuevamente. Tengo miedo de amar, porque se que duele, duele más que nada.Abandoné mi habitación y bajé a la sala. Camila estaba aquí, había cosas que no se ah arreglado entre ella y yo y es mejor hacerlo ahora, aprovechando que se cortan todos los lazos que me unen a esas personas.Al bajar vi la escena conmovedora de Camil
Mathew.Catherine colapsó repentinamente. De no ser por la clara preocupación de Rita, hubiese creído que se trataba de un show.Solté la mano de Camila rápidamente para acercarme a Catherine. La sostuve entre mis brazos y me disponía a llevarla al hospital.-Llama a una ambulancia ¿Por qué tienes que ser tú quien la lleve? - se interpuso Camila.Este era un caso que no podía esperar más, así que para no darle mas explicaciones solo le di ordenes de seguirme.Al llegar al hospital la atendieron rápidamente. Luego de unas horas ella aún se encontraba inconsciente, el doctor que la atendió dijo que había tenido un colapso debido al estrés y mala alimentación y que probablemente despertaría a la mañana siguiente. Camila estaba cansada para entonces, supongo que en su condición no debe estar en un lugar como este, eso puede ser dañino para el bebé.Llevé a Camila al departamento y me disponía en volver enseguida al hospital, pero Camila parecía tener miedo de dejarla sola. Al mirar sus o