Ni siquiera sé por dónde empezar y con esa premisa que ya él tiene, todo es más complejo y difícil, por eso, respiro profundo e intento pensar en algo que pueda ayudarle a comprender lo que no soy capaz de mencionar.
— Tu padre no va a morir. — dice el terapeuta.— Pero, está enfermo.— Tiene VIH. Lo de hace poco no fue una broma, ¿verdad? — pregunta Maximiliano y yo quedo invalidada.‘¿Qué debería decir o hacer después de lo que ha mencionado?’ me pregunto mentalmente.Me quedo en silencio, sé que debería decir algo al respecto, pero, las palabras no me salen y por eso, el terapeuta comienza a darle la explicación médica de la enfermedad, sin embargo, ni Maximiliano ni yo escuchamos lo que él dice, porque nos estamos mirando mutuamente quizás pensando en lo injusto que es todo esto.Por eso, toDespierto y lo primero que me saluda es el dolor de cabeza, pero, me esfuerzo porque este no me afecte en mis actividades del día de hoy, porque de mí depende que esta familia no se derrumbe antes de partir.Por eso, tomo a la bebé que se encuentra aún dormida y Maximiliano entra en pánico porque es complicado hacerlo con una mano herida y en silencio.— ¡¿Qué sucede?!— Debemos prepararnos para salir.— ¿A dónde? — pregunta Maximiliano aturdido.— Al hospital, pero, antes de eso debemos ir hasta donde se encuentra tu padre.Maximiliano mira hacia donde está su teléfono y apenas lo agarra me observa con molestia, porque realmente lo he despertado muy temprano.— ¿Eres consciente de que hora es? — pregunta Maximiliano con molestia.— Deben ser las cuatro de la mañana a juzgar por lo que veo en la venta
Apenas entro el desagrado me invade porque hay todo tipo de rastros de drogas que sin duda, tienen más que un problema de adicción. En el suelo, hay varias jeringas usadas y chicos que están en un viaje astral donde no es posible alcanzarlos, por lo que, niego de inmediato.Hay tantas personas ebrias y drogadas que es fácil encontrar al hombre que se supone es dueño de esto, uno que pensé que estaría llorando o ebrio pero solo, cuando la realidad es diferente.— ¿Se puede saber que estás haciendo? — pregunto enojada.— Disfrutando de la poca vida que me queda. — dice él y yo tensiono mi cuerpo.— ¿Es eso lo que quieres mostrarle a tu nieta? Porque ella viene conmigo. — digo girándome para que su atención se concentre en la puerta donde mi esposo al poco tiempo aparece con la bebé en su silla.— ¡Salen todos de aqu&
Me miro en el espejo y me pregunto si es buena idea ser una chica que no soy e ir a lugares donde normalmente no me encuentro, pero, debo dejar de ser la chica que solo trabaja para terminar mis estudios y no es capaz de tomar una gaseosa porque se descuadra el dinero que tiene estipulado para sus gastos, por eso, usando la ropa de mi compañera de cuarto, salgo rumbo al club en el que soy mesera.— Normalmente los empleados se marchan lejos del lugar de trabajo cuando están de descanso, sobre todo, si es la primera vez que tiene un descanso después de tres años trabajando.— No me molestes, Lauren, déjame ser libre.— Donde trabajas. — resalta Lauren con incredulidad.— Dijiste que en el club están los hombres más atractivos y adinerados del estado, así que, es un buen lugar para coquetear.— ¿Tú vas a coquetear? ¿Axael Blanco va a coquetear?— Las tetas me llegan a la boca y siento la brisa tocar mi entrada por la ropa que tengo puesta, así que, si no voy a coquetear, ¿para qué voy c
Si había algo que no creía posible que me sucediera es este tipo de acoso, porque soy una chica que no es atractiva como las demás empleadas, por eso, aunque trabajo en uno de los clubes más importantes de Las Vegas, no había experimentado este tipo de acoso, por eso, cuando observo sus ojos color verdes y sus labios rojos e hinchados, no lo dudo y respondo dando una buena bofetada.Pero cuando creí que Andrés y el jefe me defendería, lo que hace es correr hacia el hombre que tensiona su rostro girado por mi bofetada. Todos los que me miraban, cubren su boca y cierran los ojos como si esperaran el inicio de algo trágico, cuando la realidad es que todos corren a auxiliar al hombre que aferra más su agarre a mi brazo.— Señor Barack…— Que nadie se me acerque. — dice el hombre que ahora conozco su nombre.Como lo ordenó nadie se le acerca, pero entiendo que la amenaza no es lo que le causa miedo, si no, el arma que se muestra en su pantalón, una que estoy segura que usará conmigo.‘Buen
Aturdida, abro mis ojos sintiéndome desorientada porque no tengo idea del lugar donde me encuentro aunque de cierta forma, me resulta conocido.— ¿Dónde me encuentro?— En una habitación del club, creí que al despertar en un lugar conocido no entrarías en pánico. — dice Maximiliano asustándome.— ¡¿Qué haces aquí?!— Pajarita, yo te trajee aquí, así que, ¿Qué te hace pensar que no estaré contigo? — pregunta Maximiliano y yo me reviso implorando que me encuentre aun con mi virginidad intacta.— Es un alivio. — susurro al notar que mi ropa está intacta.— ¿Qué pensabas que te haría? Yo soy un caballero y por eso, no voy a hacerte algo de lo que no seas consciente.Lo observo indignada, porque si hay algo que él hace desde que nos conocimos es realizar cosas sin que sea consciente hasta que es demasiado tarde.— No te creo. Eres alguien que se atrevió a secuestrarme, así que, eres capaz de muchas cosas más.— Pero no sería capaz de abusar de ti, si te traje aquí fue para hablar mejor las
Nuevamente despierto desorientada, pero, esta vez no estoy en una habitación si no, en el hospital con varios aparatos en mi pecho. Maximiliano, el hombre que apenas conocí hace poco, se encuentra a mi lado mirando el monitor aunque su mente parece en otro lugar.— ¿Qué me sucedió?— Lo siento, se me olvidó que tienes un problema cardiaco y ese tipo de… situaciones te afectan demasiado.— Estoy enferma, lo sabes, así que, déjame ir. Necesito volver al trabajo.— Comprendo que en el pasado estuvieras desesperada por trabajar porque tienes que cubrir los gastos de tu hermana y tu universidad, pero, ahora es diferente.— Nada ha cambiado.— Como tu esposo yo me haré cargo de todas esas responsabilidades y por eso, puedes concentrarte solo en cuidar de tu salud para que puedas estar más tiempo con tu hermana. porque como lo has mencionado, eres su única familia.Es una oportunidad única, no todos los días aparece un hombre diciendo que se hará cargo de todos los problemas económicos, pero
Ni siquiera sé que sucedió en la última hora, porque incluso me ayudaron a bañarme tan rápido que mi piel se siente extraña por toda la exfoliación que me realizaron antes de vestirme como la novia que soy cuando apenas llevo unas pocas horas conociendo al hombre que será mi esposo.‘Este es el matrimonio más repentino del mundo y lo peor de todo es que no hay un solo trago en mi sistema para tolerar algo así.’ me quejo mentalmente, mientras camino hacia un altar donde Elvis Presley me espera con Maximiliano.A mi alrededor hay al menos doscientos hombres perfectamente vestidos y armados quienes hacen parte del público que será testigo de esta catastrófica unión. Pero, sigo adelante, sabiendo en la locura de la que seré parte.‘¿Acaso este es un efecto de estar muriendo? ¿Por eso decido tan apresuradamente cuando sé que estoy caminando voluntariamente a un infierno?’ me pregunto mentalmente, pero, la respuesta es clara.— Voy a morir pronto, lo mejor es pasar mis últimos meses preocup
Mi corazón se acelera porque el hombre con el que ni siquiera pude notar que me estaba casando, me ha dado una declaración muy preocupante mientras me sonríe como si disfrutara de mi preocupación.— Deja de decir ese tipo de cosas.— Son hechos y hay que darlos. Ahora, mi querida pajarita, ¿Qué piensas hacer ahora que nos hemos casado?— No he pensado en algo importante.— Básicamente estamos haciendo esto antes de partir de este maldito mundo, así que, podemos hacer lo que queramos.— Entonces, me iré a trabajar. — digo caminando hacia la salida, pero, Maximiliano me agarra del brazo y me carga en su hombro para llevarme en el sentido contrario del que intentaba usar.Ni siquiera me esfuerzo por pedirle una explicación, si no que, intento bajarme. Pero, él es demasiado fuerte.— ¡¿Qué rayos te sucede?! ¡Dijiste que podíamos hacer lo que queramos! — grito enojada y Maximiliano me hace subir al auto en contra de mi voluntad.— Estamos muriendo, pajarita. El mundo se está yendo al demon