Su padre no dice algo, solo se queda mirando el suelo mientras yo quiero pegarle a mi cabeza para que procese la información como corresponde porque aún no encuentro posible que mi suegro, la única figura paterna, ahora tenga VIH.
Pero, lo más impactante para mí es como puede Maximiliano procesar la información porque mierda, es suficiente con mi enfermedad… no es posible. Es demasiado para un ser humano.‘¿Qué karma está pagado Maximiliano para lidiar con eso?’ me pregunto mentalmente.Mi mente reacciona y yo espero que Maximiliano grite o haga sus ataques de agresividad que está acostumbrándose a realizar, pero, lo que hace es reírse… no como un loco, si no, como si le hubiesen contado un chiste demasiado gracioso.— Pensé que era verdad, pero seguramente es un chiste, vaya, padre, te has aliado con mi esposa para hacerme pasar un mal momenMi cuerpo entra en pánico porque no sé cómo se contagia uno de eso y él ha estado durante mucho tiempo con mi bebé, por eso, lo primero que surge en mi mente es que: ¿mi hija no ha sido contagiada?Pero, el llanto de mi suegro me impide alejarme de él o hacer algo diferente a consolarlo. Por eso, dejo para después la investigación de cómo se contagia, en especial porque llenarlo de preguntas cuando está mal no es correcto y mi hija… rayos, no puede tener tan mala suerte.— Por favor, cálmese un poco, debe pensar positivamente.— ¿Cómo puedo tomarlo así? Voy a morir.— ¿Eso fue lo que le dijo el doctor? — pregunto preocupada.‘Maximiliano no puede recibir un segundo golpe.’ Digo mentalmente preocupada.— No, pero, ¿has leído lo que les pasa a las personas que tienen SIDA?
Esto debe ser una maldita broma, porque sí, debe ser una maldita broma que mi suegro me está dando, porque, ¿Quién en su sano juicio me va a decir que yo tengo la fortaleza mental para dar una bomba de noticia?— ¿Sabe porque tengo mi mano fracturada? — pregunto y él asiente.— Yo no puedo hacerlo, los dos somos tan parecidos que no podríamos ser cordiales aunque nos esforcemos, pero, tú eres como un mediador para mí, uno que… rayos, es necesario usar ese mediador para decirle a Maximiliano antes que él se entere por otro lado y todo empeore.— Y por eso debo sacrificar mi otra mano o alguna otra extremidad, ¿no es así? — pregunto con molestia.— Es mi condición para recibir el tratamiento, ahora, ve con tu esposo antes que sospeche algo. Ya escuchó lo que no debía, es cuestión de tiempo para que arme el rompec
Ni siquiera sé por dónde empezar y con esa premisa que ya él tiene, todo es más complejo y difícil, por eso, respiro profundo e intento pensar en algo que pueda ayudarle a comprender lo que no soy capaz de mencionar.— Tu padre no va a morir. — dice el terapeuta.— Pero, está enfermo.— Tiene VIH. Lo de hace poco no fue una broma, ¿verdad? — pregunta Maximiliano y yo quedo invalidada.‘¿Qué debería decir o hacer después de lo que ha mencionado?’ me pregunto mentalmente.Me quedo en silencio, sé que debería decir algo al respecto, pero, las palabras no me salen y por eso, el terapeuta comienza a darle la explicación médica de la enfermedad, sin embargo, ni Maximiliano ni yo escuchamos lo que él dice, porque nos estamos mirando mutuamente quizás pensando en lo injusto que es todo esto.Por eso, to
Despierto y lo primero que me saluda es el dolor de cabeza, pero, me esfuerzo porque este no me afecte en mis actividades del día de hoy, porque de mí depende que esta familia no se derrumbe antes de partir.Por eso, tomo a la bebé que se encuentra aún dormida y Maximiliano entra en pánico porque es complicado hacerlo con una mano herida y en silencio.— ¡¿Qué sucede?!— Debemos prepararnos para salir.— ¿A dónde? — pregunta Maximiliano aturdido.— Al hospital, pero, antes de eso debemos ir hasta donde se encuentra tu padre.Maximiliano mira hacia donde está su teléfono y apenas lo agarra me observa con molestia, porque realmente lo he despertado muy temprano.— ¿Eres consciente de que hora es? — pregunta Maximiliano con molestia.— Deben ser las cuatro de la mañana a juzgar por lo que veo en la venta
Apenas entro el desagrado me invade porque hay todo tipo de rastros de drogas que sin duda, tienen más que un problema de adicción. En el suelo, hay varias jeringas usadas y chicos que están en un viaje astral donde no es posible alcanzarlos, por lo que, niego de inmediato.Hay tantas personas ebrias y drogadas que es fácil encontrar al hombre que se supone es dueño de esto, uno que pensé que estaría llorando o ebrio pero solo, cuando la realidad es diferente.— ¿Se puede saber que estás haciendo? — pregunto enojada.— Disfrutando de la poca vida que me queda. — dice él y yo tensiono mi cuerpo.— ¿Es eso lo que quieres mostrarle a tu nieta? Porque ella viene conmigo. — digo girándome para que su atención se concentre en la puerta donde mi esposo al poco tiempo aparece con la bebé en su silla.— ¡Salen todos de aqu&
Me miro en el espejo y me pregunto si es buena idea ser una chica que no soy e ir a lugares donde normalmente no me encuentro, pero, debo dejar de ser la chica que solo trabaja para terminar mis estudios y no es capaz de tomar una gaseosa porque se descuadra el dinero que tiene estipulado para sus gastos, por eso, usando la ropa de mi compañera de cuarto, salgo rumbo al club en el que soy mesera.— Normalmente los empleados se marchan lejos del lugar de trabajo cuando están de descanso, sobre todo, si es la primera vez que tiene un descanso después de tres años trabajando.— No me molestes, Lauren, déjame ser libre.— Donde trabajas. — resalta Lauren con incredulidad.— Dijiste que en el club están los hombres más atractivos y adinerados del estado, así que, es un buen lugar para coquetear.— ¿Tú vas a coquetear? ¿Axael Blanco va a coquetear?— Las tetas me llegan a la boca y siento la brisa tocar mi entrada por la ropa que tengo puesta, así que, si no voy a coquetear, ¿para qué voy c
Si había algo que no creía posible que me sucediera es este tipo de acoso, porque soy una chica que no es atractiva como las demás empleadas, por eso, aunque trabajo en uno de los clubes más importantes de Las Vegas, no había experimentado este tipo de acoso, por eso, cuando observo sus ojos color verdes y sus labios rojos e hinchados, no lo dudo y respondo dando una buena bofetada.Pero cuando creí que Andrés y el jefe me defendería, lo que hace es correr hacia el hombre que tensiona su rostro girado por mi bofetada. Todos los que me miraban, cubren su boca y cierran los ojos como si esperaran el inicio de algo trágico, cuando la realidad es que todos corren a auxiliar al hombre que aferra más su agarre a mi brazo.— Señor Barack…— Que nadie se me acerque. — dice el hombre que ahora conozco su nombre.Como lo ordenó nadie se le acerca, pero entiendo que la amenaza no es lo que le causa miedo, si no, el arma que se muestra en su pantalón, una que estoy segura que usará conmigo.‘Buen
Aturdida, abro mis ojos sintiéndome desorientada porque no tengo idea del lugar donde me encuentro aunque de cierta forma, me resulta conocido.— ¿Dónde me encuentro?— En una habitación del club, creí que al despertar en un lugar conocido no entrarías en pánico. — dice Maximiliano asustándome.— ¡¿Qué haces aquí?!— Pajarita, yo te trajee aquí, así que, ¿Qué te hace pensar que no estaré contigo? — pregunta Maximiliano y yo me reviso implorando que me encuentre aun con mi virginidad intacta.— Es un alivio. — susurro al notar que mi ropa está intacta.— ¿Qué pensabas que te haría? Yo soy un caballero y por eso, no voy a hacerte algo de lo que no seas consciente.Lo observo indignada, porque si hay algo que él hace desde que nos conocimos es realizar cosas sin que sea consciente hasta que es demasiado tarde.— No te creo. Eres alguien que se atrevió a secuestrarme, así que, eres capaz de muchas cosas más.— Pero no sería capaz de abusar de ti, si te traje aquí fue para hablar mejor las