Ni siquiera sé que sucedió en la última hora, porque incluso me ayudaron a bañarme tan rápido que mi piel se siente extraña por toda la exfoliación que me realizaron antes de vestirme como la novia que soy cuando apenas llevo unas pocas horas conociendo al hombre que será mi esposo.
‘Este es el matrimonio más repentino del mundo y lo peor de todo es que no hay un solo trago en mi sistema para tolerar algo así.’ me quejo mentalmente, mientras camino hacia un altar donde Elvis Presley me espera con Maximiliano. A mi alrededor hay al menos doscientos hombres perfectamente vestidos y armados quienes hacen parte del público que será testigo de esta catastrófica unión. Pero, sigo adelante, sabiendo en la locura de la que seré parte. ‘¿Acaso este es un efecto de estar muriendo? ¿Por eso decido tan apresuradamente cuando sé que estoy caminando voluntariamente a un infierno?’ me pregunto mentalmente, pero, la respuesta es clara. — Voy a morir pronto, lo mejor es pasar mis últimos meses preocupándome sobre en qué gastaré tanto dinero y no en ahorrar para darle una vida decente a Camila. — susurro mientras camino hacia el hombre que me observa complacido. — Me encanta que no haya tenido que enviar a toda mi gente a buscarte. — dice Maximiliano señalando los tenis de sus hombres. — Debes estar bromeando. — No bromeo, si debían correr más rápido que los atletas para encontrarte, eso era lo que iban a hacer. Ni siquiera me atrevo a decir algo en contra de sus ocurrencias, porque sé que si es capaz de decirlo, es mucho más capaz de hacer cosas peores si lo hago enojar. — Aquí estoy. — Estamos aquí para… — Vaya a la parte final, no tenemos tiempo. — dice Maximiliano. — ¡Maximiliano! — Lo siento, tengo mucha prisa para tener una vida divertida con mi esposa. Esto es una locura por donde lo mire, porque yo soy una mujer pacifica que huye de cualquier posible discusión, mientras él es tan violento. Yo estoy con una enfermedad física y él con una mental, él tiene mucho dinero y yo solo soy una chica que tiene cuatro trabajos de medio tiempo. Somos la pareja más imperfecta, pero lo que más me molesta es que no hay manera de que yo pueda pensar en otro escape. No hay un enamorado que me salve de la prisión de este hombre ni un familiar que me lleve lejos. Pero, de cierta manera me agrada que sea así, porque sé que sin dudarlo lo asesinaría antes que pueda tocarme. — ¡Un momento! — grita una mujer antes que Maximiliano tome mi mano para colocar el anillo. — ¡Sí! — digo feliz y eso hace que Maximiliano se acerque más a mí. — Te has ganado unas nalgadas, pajarita. — ¡Maximiliano, a mí no me vas a dejar como una tonta y…! — Sáquenla. — ordena Maximiliano y quince hombres salen del público para llevar a la mujer que incluso con tantos hombres no permite que la saquen. — ¡Yo soy tu mujer! ¡A mí es a quien quieres y no a esa prostituta! — grita la mujer extraña. — Así no puedo casarme, apenas estamos en la ceremonia y ya me estas tratando como una prostituta. — digo alejándome de Maximiliano. — Oh, querida, no tienes siquiera la posibilidad de escapar de aquí. — dice Maximiliano en un tono que solo señala peligro, mucho peligro. Mi corazón se acelera, siento mucho miedo por lo que puede hacerme, pero, quien debería temer es la mujer que grita todo tipo de insultos que me hacen sentir incómoda. — Esa perra no tiene donde caer muerta, solo es una m*****a interesada con una bastarda que lo único que merece es morir para que no haya una persona tonta e inútil en el mundo. — dice la mujer y yo no puedo controlarme. Ni siquiera sé lo que estoy haciendo cuando tengo mi mano ardiendo porque la mujer que grita todo tipo de cosas ha causado que la mujer pacifica que soy desaparezca y una loca a la que no le importan las consecuencias de sus actos, aparezca solo para hacer mi mano un puño con el que golpea el rostro de la mujer. — ¡Maldita perra, voy a matarte! — grita la mujer lanzándose sobre mí, pero, un brazo rodea mi cuerpo y me aleja de ella. — Sin duda, eres una chica salvaje, me gusta. — ¡Maximiliano, no te atrevas a alejar esa perra de mí! — Corten su lengua, quiero que le impidan hablar, porque si es tan atrevida para venir aquí y tratar mal a mi mujer, hay que darle una lección. — dice Maximiliano mientras me regresa al altar. La mujer grita todo tipo de cosas y Elvis Presley termina la ceremonia tan rápido que solo me queda observar con aturdimiento como el hombre frente a mí se coloca él mismo el anillo, para después darme un beso que me aturde aún más. — Era de esperar que tu boda no fuera como las demás, pero verte casado y amoroso con tu esposa, me sorprende mucho más. — dice su padre y yo quiero abrir sus cerebros para saber porque piensan tan extraño. — Ahora eres mi esposa, la única que puede hacerme salir de una reunión o entrar sin permiso incluso en mis pensamientos. Serás la única, ¿lo comprendes? — pregunta Maximiliano causando que yo sienta que esta por darme solo ese privilegio porque mi vida será un tormento a su lado. — Esa mujer. — Ignórala, está loca. Ahora concéntrate en esto, Pajarita. Tú ya no eres la chica sin protección o respaldo, porque tú eres Axael Barack, la esposa del jefe de la mafia y por eso, todos deben respetarte y obedecerte. Aturdida por lo que dice, miro a mi alrededor y es entonces cuando los hombres que trabajan para él se arrodillan y colocan sus manos frente a sus rostros, para hacer un saludo solemne. — Bienvenida al clan Oscuro, señora Barack. — dicen todos al unísono. — Pajarita Barack… Axael, mi esposa, mi única esposa. Se escucha muy bien. — dice Maximiliano dándome un beso cerca de mi oreja que me hace sentir extraña. — Eres un hombre peligroso. — susurro. — Pero para ti el único peligro es que te lleve cargada a todas partes si no me obedeces o que lastime tu vagina de tanto estar en tu interior. ‘Lo confirmo, este hombre es peligroso, pero, ¿Por qué siento que es el peligro que necesitaba para vivir mis últimos meses bien vividos?’ Me digo mentalmente preocupada.Mi corazón se acelera porque el hombre con el que ni siquiera pude notar que me estaba casando, me ha dado una declaración muy preocupante mientras me sonríe como si disfrutara de mi preocupación.— Deja de decir ese tipo de cosas.— Son hechos y hay que darlos. Ahora, mi querida pajarita, ¿Qué piensas hacer ahora que nos hemos casado?— No he pensado en algo importante.— Básicamente estamos haciendo esto antes de partir de este maldito mundo, así que, podemos hacer lo que queramos.— Entonces, me iré a trabajar. — digo caminando hacia la salida, pero, Maximiliano me agarra del brazo y me carga en su hombro para llevarme en el sentido contrario del que intentaba usar.Ni siquiera me esfuerzo por pedirle una explicación, si no que, intento bajarme. Pero, él es demasiado fuerte.— ¡¿Qué rayos te sucede?! ¡Dijiste que podíamos hacer lo que queramos! — grito enojada y Maximiliano me hace subir al auto en contra de mi voluntad.— Estamos muriendo, pajarita. El mundo se está yendo al demon
Mi corazón se acelera y yo solo deseo correr, mientras mis oídos emiten un sonido que me deja sorda durante varios segundos, ya que, Maximiliano me dice cosas que no logro escuchar.‘¿Qué está sucediendo? ¿Acaso los chicos dejaron el gas abierto y por eso ha sucedido la explosión?’ me pregunto mentalmente intentando encontrar la causa en otra cosa.Pero, los disparos que parecen dirigirse y salir de nosotros, me dice que esto está relacionado al trabajo del hombre con el que me he casado creyendo que era una buena idea.Los chicos se alejan un poco y Maximiliano intenta hacerme levantar, pero, mis piernas no responden, estoy en un estado de aturdimiento donde ni siquiera soy capaz de pensar por mi propia cuenta.Por eso, él me levanta para cargarme mientras otros disparan corriendo con nosotros para ser el escudo que se mueve cada vez que Maximiliano lo hace. Es así como llegamos a un auto donde dos hombres se suben con nosotros para alejarnos del caos donde veo las hamburguesas en el
La chica me atiende y yo disfruto de mi primer día siendo esposa de alguien adinerado… de un jefe de la mafia para ser especifico, pero, no tengo suficiente tiempo de vida para analizar lo moral de esa decisión precipitada.La chica me deja en una silla que es del ancho de mi cama y me sirve pequeñas porciones de todas las comidas que se encuentran en el avión. Desde mi asiento puedo ver a Maximiliano y como el hombre fuma mientras mira hacia donde yo me encuentro.Unos hombres aparecen y él parece mostrarse feliz por su presencia al punto que se abrazan como si fueran grandes amigos, para mostrar al poco tiempo su anillo que lo anuncia como hombre casado.Al ver la felicidad, pienso en bajar y saludar para que conozcan con quien se ha casado, pero, la conversación que parecía magnifica, termina con Maximiliano sacando su arma a la velocidad de la luz para dispararle al hombre que retrocede seguramente tan sorprendido como yo.— ¡¿Qué está sucediendo?! — grito sorprendida.Maximiliano
No entiendo que es lo que estoy haciendo, porque yo fui quien le pidió que tuviera sexo conmigo y sí, estoy muriendo y ya nada importa más que disfrutar de mi vida, pero, ¿debía lanzarme así? Es como si saltara de un avión sin paracaídas.‘Tenemos público, al menos debí esperar que estuviéramos solos.’ Me digo mentalmente mientras continuo un beso que no sé cómo seguir.— Lamento si lastimo tus sentimientos, pero parece que no eres buena besando, querida.— No he tenido la experiencia, lo siento.— Sí, me han informado que solo te concentrabas en el trabajo y tu hermana. Así que, tranquila, yo voy a enseñarte. — dice Maximiliano cargándome para llevarme a una parte del avión que no he explorado.Cuando entramos, puedo ver una cama donde él me acuesta y con mirada lasciva acerca su mano a mi boca.— Succiona mi dedo hasta dejarlo completamente húmedo y después de eso, juega con tu lengua y mi dedo, mientras regulas tu respiración.— ¿Por qué haría algo así?— Porque debes hacerlo así,
Maximiliano no deja de sorprenderme, porque a diferencia de lo que esperaba de un jefe de la mafia, aunque asesina a sangre fría y sin remordimientos, es alguien que no tiene prisa por tener siempre el control y sin duda, es muy paciente conmigo.— Sin duda, estás tomando las cosas con mucha calma.— La vida no es para vivirla con prisa, sobre todo, cuando no sabemos cuándo será nuestro último momento con vida. Por eso, suelto si debo hacerlo y tomo todo de ser necesario, así que, en este caso, es necesario soltar, quiero ser montado y dominado por la mujer que es mi esposa.— ¿Cómo puedes aburrirte con un pensamiento tan interesante?— Perder el interés o la alegría por lo que estás haciendo es algo que puede presentarse con cualquier pensamiento interesante.— Entonces prometo intentar darte una razón para vivir y despejar esos demonios de los que las armas no pueden salvarte.Su mirada se ilumina, como si estuviéramos haciendo un acuerdo donde él es mi hada de los deseos que serán
Me miro en el espejo y me pregunto si es buena idea ser una chica que no soy e ir a lugares donde normalmente no me encuentro, pero, debo dejar de ser la chica que solo trabaja para terminar mis estudios y no es capaz de tomar una gaseosa porque se descuadra el dinero que tiene estipulado para sus gastos, por eso, usando la ropa de mi compañera de cuarto, salgo rumbo al club en el que soy mesera.— Normalmente los empleados se marchan lejos del lugar de trabajo cuando están de descanso, sobre todo, si es la primera vez que tiene un descanso después de tres años trabajando.— No me molestes, Lauren, déjame ser libre.— Donde trabajas. — resalta Lauren con incredulidad.— Dijiste que en el club están los hombres más atractivos y adinerados del estado, así que, es un buen lugar para coquetear.— ¿Tú vas a coquetear? ¿Axael Blanco va a coquetear?— Las tetas me llegan a la boca y siento la brisa tocar mi entrada por la ropa que tengo puesta, así que, si no voy a coquetear, ¿para qué voy c
Si había algo que no creía posible que me sucediera es este tipo de acoso, porque soy una chica que no es atractiva como las demás empleadas, por eso, aunque trabajo en uno de los clubes más importantes de Las Vegas, no había experimentado este tipo de acoso, por eso, cuando observo sus ojos color verdes y sus labios rojos e hinchados, no lo dudo y respondo dando una buena bofetada.Pero cuando creí que Andrés y el jefe me defendería, lo que hace es correr hacia el hombre que tensiona su rostro girado por mi bofetada. Todos los que me miraban, cubren su boca y cierran los ojos como si esperaran el inicio de algo trágico, cuando la realidad es que todos corren a auxiliar al hombre que aferra más su agarre a mi brazo.— Señor Barack…— Que nadie se me acerque. — dice el hombre que ahora conozco su nombre.Como lo ordenó nadie se le acerca, pero entiendo que la amenaza no es lo que le causa miedo, si no, el arma que se muestra en su pantalón, una que estoy segura que usará conmigo.‘Buen
Aturdida, abro mis ojos sintiéndome desorientada porque no tengo idea del lugar donde me encuentro aunque de cierta forma, me resulta conocido.— ¿Dónde me encuentro?— En una habitación del club, creí que al despertar en un lugar conocido no entrarías en pánico. — dice Maximiliano asustándome.— ¡¿Qué haces aquí?!— Pajarita, yo te trajee aquí, así que, ¿Qué te hace pensar que no estaré contigo? — pregunta Maximiliano y yo me reviso implorando que me encuentre aun con mi virginidad intacta.— Es un alivio. — susurro al notar que mi ropa está intacta.— ¿Qué pensabas que te haría? Yo soy un caballero y por eso, no voy a hacerte algo de lo que no seas consciente.Lo observo indignada, porque si hay algo que él hace desde que nos conocimos es realizar cosas sin que sea consciente hasta que es demasiado tarde.— No te creo. Eres alguien que se atrevió a secuestrarme, así que, eres capaz de muchas cosas más.— Pero no sería capaz de abusar de ti, si te traje aquí fue para hablar mejor las