CAPÍTULO 152: INJUSTICIARicardo y yo regresamos tomados de la mano al rancho. No puedo ni siquiera empezar a describir lo bien que me siento cuando todo está en orden entre nosotros. Sonrío con disimulo mientras él conduce. Cada vez que se detiene en los semáforos me mira de reojo con una media sonrisa que me derrite.Ahora no puedo dejar de pensar en qué momento va a pedirme matrimonio. Anoche tal vez arruiné una oportunidad y saber que lo hará en algún momento eleva mi expectativa y mi ansiedad. Si no fuese porque Becca está mal, la mataría por haberme revelado la sorpresa antes de tiempo.—¿Por qué me miras así? —pregunta cuando estaciona el auto frente al rancho.—Por nada en especial —le digo encogiéndome de hombros. Me saco el cinturón acercándome a él y le doy un suave beso en la mejilla—. Solo porque estoy muy enamorada de ti —admito a la vez que mis mejillas se calientan por la vergüenza.Ricardo me atrae pasando una mano por mi cuello y vuelve a besarme con intensidad. Sus
CAPÍTULO 153: SOLO BASTA UNA FRASERicardo y yo vamos en el auto en silencio. Hay una extraña sensación de tensión en el aire, como si ambos quisiéramos decir algo que al final nunca sale.Suspiro y miro por el espejo retrovisor al niño de diez años que está sentado ahí, mirando con curiosidad por la ventana. Ahora me doy cuenta de que me comporté como una estúpida inmadura, fui demasiado egoísta al enojarme con él por buscar un poquito de atención y afecto en Ricardo, que, aunque no es su padre, creo que es la primera vez que encuentra una figura masculina en su vida.Ricardo me toma la mano con suavidad y me mira a los ojos.—¿Estás bien?—Sí, solo estoy nerviosa por lo que dirá Valverde.—Ya lo puse al tanto, así que no será del todo una sorpresa para él.—Aun así… tengo que decirte algo importante.Él me mira con una ceja enarcada, preocupado por esas palabras. Sé lo que pueden significar, pero yo solo quiero decirle sobre las marcas que vi en el cuerpo de John. Sin embargo, no qu
CAPÍTULO 154: LO ARRUINÉRicardo¡Maldit4 sea! Y mil veces ¡maldición!No debí decir eso, sé que dije una estupidez, pero no pude controlarme. Ella no entiende la presión que esto significa sobre mí y ahora creerá una idea equivocada.Es verdad que nunca me consideré un buen padre, aunque hubo una época en la que llegué a imaginarlo cuando me casé con Débora, sin embargo, después de divorciarme de ella nunca pensé que ser padre estuviera destinado para mí.Todo eso ha cambiado desde que me enamoré de Isabella, no obstante… todavía no estoy seguro sobre eso.—Isabella, no es eso, por favor déjame…—No —me interrumpe levantando la mano—. No intentes explicarlo porque ya lo has dicho.—Mujer, por favor. Solo me refiero al hijo de Débora, ese niño no es mi hijo y no… —Las palabras se quedan atrapadas en mi garganta, no sé cómo explicar lo que siento sin hundirme más.Me doy cuenta de que lo que estoy diciendo no está aclarando nada.—¿No, qué? Mencionaste a los dos. Dijiste “dos niños que
CAPÍTULO 155: CONSEJOSMientras conduzco, intento calmarme, pero las palabras de Isabella siguen retumbando en mi cabeza. ¿Cómo pude dejar que las cosas llegaran a este punto? ¿Ahora cómo carajos le explico que sí quiero a Jake?No me importa que él no sea mi hijo, es una parte de ella y con eso me basta, pero no voy a negar que ser padre es una responsabilidad que no imaginé.Llegar a casa de Cristhian me trae algo de alivio, aunque sé que las respuestas no están aquí. Estaciono el auto y me quedo unos segundos ahí, intentando controlar mi frustración. Golpeo el volante con ambas manos, liberando al menos una fracción de todo lo que siento.Al final, bajo del auto y me acerco a la puerta. No sé si esta conversación con Cristhian cambiará algo, pero por ahora es el único lugar al que puedo ir sin sentirme completamente perdido.Toco el timbre y él me abre casi unos segundos después, como si hubiera estado en la puerta esperando.—Ah, eres tú —dice con un dejo de decepción.—No soy qui
CAPÍTULO 156: TE PERTENEZCOMe quedo como una estatua, inmóvil, incapaz de procesar del todo lo que está sucediendo. Mis emociones están enredadas entre la furia y el amor que siento por él. Ricardo me mira con ojos suplicantes y vulnerables; y aunque sus palabras me hirieron profundamente en la casa de Valverde, aquí está, mostrando una parte de sí que pocas veces me deja ver. Una parte rota, arrepentida.A pesar de todo, verlo así me desarma.—Yo también te amo —susurro, casi sin darme cuenta—, pero tengo que pensar muchas cosas ahora.Es como si mis palabras fueran un golpe directo a su pecho. Ricardo deja caer los brazos, su expresión refleja el dolor de alguien que teme haberlo perdido todo.—Perdóname —murmura—, no quise decir eso, te juro que no. Entré en pánico, no sabía qué hacer, cómo reaccionar.Se deja caer sobre la cama a mi lado, sus ojos están apagados por la culpa.—Nunca quise presionarte con esto, Ricardo —digo con dificultad, luchando contra el nudo en mi garganta—.
CAPÍTULO ESPECIAL IIRebecca1 semana después…Mi celular repica en mi mano, ni siquiera dejo que suene dos veces cuando ya estoy contestando.—¿Torres? ¿Tienes noticias?—Sí, la audiencia será mañana. Debes tener un ángel de la guarda por ahí que te quiere mucho, porque no sé cómo ese juez lo autorizó.—¡Ah! ¿En serio? ¡Gracias! ¡Gracias! —le grito por el altavoz.—No me agradezcas a mí, no sé quién movió las influencias.Cuelgo la llamada mientras mi corazón brinca de alegría en mi pecho. Mañana recuperaré a mi hijo, estoy segura. Hemos preparado un caso sólido y esas… personas, no podrán apartarme de mi hijo.De inmediato llamo a Isabella, necesito que ella esté a mi lado.—Isa, mañana es el gran día —digo rápidamente cuando contesta—. ¿Vamos al juzgado?, necesito tu apoyo.—Claro que sí, Becca. Voy a estar a tu lado. A primera hora estaré allí.Su voz calmada me reconforta, aunque mi pecho sigue latiendo con fuerza. Después de eso le aviso también a Lucía. Casi no puedo dormir en
CAPÍTULO ESPECIAL IIIRebeccaEl aire en la sala del tribunal se siente espeso, como si todos estuviéramos conteniendo la respiración. Siento un nudo en el estómago, y por un momento creo que me voy a desmoronar justo aquí, delante de todos.—¿Quién es usted y qué hace interrumpiendo esta audiencia? —exige el juez, visiblemente irritado.La mujer no titubea. Su presencia es imponente, y su tono es firme cuando responde:—Soy Jasmine Taylor, abogada del tribunal de justicia. Y traigo una orden que exige su retiro inmediato de este caso, su señoría.El juez se endereza, claramente sorprendido, pero su arrogancia no disminuye.—¿Qué clase de broma es esta? —protesta el juez, su voz ahora más alta y llena de incredulidad—. ¡Usted no tiene autoridad para sacarme de aquí!Jasmine mantiene la calma mientras saca un documento de su portafolio y lo entrega al secretario del juez, quien lo toma y lo revisa con rapidez. El juez, ya rojo de rabia, no espera a que el secretario termine y toma el p
CAPÍTULO 157: UNA FAMILIA PARA JOHNSiento que por fin las cosas se están encaminando por donde deben estar. Por un momento temí que Becca perdería a su hijo para siempre, pero ni yo me esperaba ver llegar a Cristhian y a Ricardo con la artillería pesada. Sabía que estaban tramando algo, porque toda la semana pasada estuvieron reuniéndose, pero Ricardo le guardó el secreto, imagino que para sorprender a Becca en el último momento.Ahora la veo irse en el auto con Cristhian y realmente deseo que esos dos resuelvan sus problemas y sean felices. Ella merece un buen hombre, aunque todavía queda la duda de lo que sucedió con Leona, Ricardo me explicó lo que ocurrió, no obstante, no soy yo quien debe creerle, sino ella.Siento las manos de Ricardo sobre mis hombros y mi cuerpo se estremece.—Vamos a casa, mi reina —susurra en mi oído.Giro sobre mis talones y le miro con una gran sonrisa. Él me devuelve el gesto y me besa suavemente acariciando mi mejilla.La semana con John y Jake no fue t