CAPÍTULO 155: CONSEJOS
Mientras conduzco, intento calmarme, pero las palabras de Isabella siguen retumbando en mi cabeza. ¿Cómo pude dejar que las cosas llegaran a este punto? ¿Ahora cómo carajos le explico que sí quiero a Jake?
No me importa que él no sea mi hijo, es una parte de ella y con eso me basta, pero no voy a negar que ser padre es una responsabilidad que no imaginé.
Llegar a casa de Cristhian me trae algo de alivio, aunque sé que las respuestas no están aquí. Estaciono el auto y me quedo unos segundos ahí, intentando controlar mi frustración. Golpeo el volante con ambas manos, liberando al menos una fracción de todo lo que siento.
Al final, bajo del auto y me acerco a la puerta. No sé si esta conversación con Cristhian cambiará algo, pero por ahora es el único lugar al que puedo ir sin sentirme completamente perdido.
Toco el timbre y él me abre casi unos segundos después, como si hubiera estado en la puerta esperando.
—Ah, eres tú —dice con un dejo de decepción.
—No soy qui