Tome la manija entre mis manos, no sabia a que otro santo mas rezarle. Mis manos temblaban y ni se diga que tambien sudaba a causa de los nervios. Unas cuantas bocanadas de aire mas y abrí la puerta.
inmediatamente delante mío estaba una señora de cabello castaño claro, ojos azules como el rio y tez ligeramente blanca. Viéndola a simple vista no se veía tan mal, a su lado estaba seguramente su esposo, guardando la compostura y con su cabello negros oscuro y ojos verdes. Parecía no se que ahí parada y sin reaccionar, a un lado estaba seguramente el chico con el que me iba a casar, no se veía nada mal. La verdad es que estaba demasiado atractivo, para que negarlo. Unos ojos entre azul y gris, la mezcla los hacia ver profundos y simplemente hermosos, piel blanca y el cabello castaño corto.
-Parece que a mi hija no reacciona.- mi padre me sonreía a medias, una sonrisa sarcástica. Salí de mi trance y sonreí.
-Buenas noches, espero que estén pasando una linda noche.- la señora de cabello castaño se puso de pie y fue a mi encuentro.
-Mucho gusto cielo, nos da gusto tener una nuera tan linda como tu y educada.- me tomo las manos con cariño, haciendo esto un poco incomodo.
-Gracias es un gusto conocerlos.- mire a todos los que estaban en esa sala, no me gustaba ser una mal educada, el señor de inmediato vino a saludarme.
-Que guapa muchacha, una elección muy favorecedora.- miro a mi padre y ambos sonrieron.
-Pasemos al comedor, la cena ya debe estar servida.- mi padre se levanto del lugar y los mayores lo fueron siguiendo, dejándonos a Christian y a mi a solas.
Supe su nombre por que mi padre en muchas ocasiones lo había mencionado. Él no dejaba de mirarme, había elegido mal mi vestimenta o tal ves lo había decepcionado al no estar tan dotada. Me estaba sintiendo un poco incómoda.
-Supongo que tu y yo no tenemos nada de que hablar.- iba a ir hacia la salida, pero su agarre me detuvo.
-Te equivocas niña, tenemos que arreglar asuntos sobre la boda.- no me soltaba y aun me seguía mirando.
-No quiero saber nada de eso, que mi madre y la tuya se encarguen de todo, no estoy entusiasmada con esto.- lo dije en un tono demasiado seco, su presencia no me agradaba.- Aun no puedo creer como aceptaste todo esto.- rode los ojos y me solté ya harta.
-A mi me convino demasiado bien, para mi gusto estas guapa y si tu pensabas que me habías decepcionado, te has equivocado.- me tomo desprevenida acercándome a su cuerpo y dejándome a mi sin respiración alguna.
-Si piensas que te voy a besar o te haré algún halago estas demasiado equivocado.- el subió y bajo las cejas ante mis palabras.
-Eso ya lo veremos.- y sin dejarme tiempo para procesar la información, me tomo del mentón y me beso, fue tal ves uno de los mejores besos que me habían dado, pero eso no se lo iba a reconocer en su cara.
Para hacerle creer que estaba ganando la batalla, enrollé mis brazos alrededor de su cuello y le seguí el beso. El con una sonrisa de ganador sonrió a medio beso, cuando estaba ya segura, mordi su lengua y después levante mi rodilla para darle un lindo golpe a su parte mas preciada del cuerpo.
Se retorció del dolor, soltando palabras no tan agradables.- Hija de tu....- reí por su expresión.
-Si soy hija de mi mamá aunque también de mi papá.- tenía la lengua afuera esperando aliviar el dolor.- para que te quede claro que no puedes estarme besando cuando a ti te plazca, se respetarme y no soy como esas con las que estas acostumbrado a salir.
Iba a salir cuando su voz hizo que me detuviera.
-No me harás esto porque cuando nos casemos hasta tu me lo vas a pedir.- al parecer el dolor que sentía el ya estaba desapareciendo.
-Ya veremos.
Y salí de aquel lugar azotando la puerta, que se creía que era yo. Iba a subir las escaleras cuando mi madre me interceptó.
-¿No cenarás?- se limpiaba las manos con una servilleta, seguro venía de ayudar a mi nana.
-No mamá, ahora voy a disculparme.- baje lo que había subido de las escaleras.
-Mañana vendrá la señora Melina por nosotras, te llevará a escoger tu vestido.- yo rode los ojos y me dispuse ir hacia al comedor sin contestar.
Llegué hacia donde estaban todos reunidos y con una sonrisa a fuerzas hable.- Siento mucho no acompañarlos el dia de hoy, pero estoy muy cansada, me iré a dormir.
La madre de aquel insecto con el que me iba a casar hablo.- No te preocupes querida, entendemos.- aunque por su mirada sabía que algo había sucedido entre su hijo y yo.- Mañana paso por ustedes temprano, tenemos muchas cosas que preparar.
Yo asentí y me despedí deseándoles un buen provecho, subí a mi habitación. Las ganas de cenar se me habían quitado, me coloque mi pijama y en cuanto toque mis almohadas caí en brazos de morfeo. Soñando sin siquiera saber porque con Christian, mi horroroso futuro marido.
Al día siguiente desperté porque tocaban muy insistentemente la puerta de mi habitación. -Te quiero despierta ya.- mi padre grito del otro lado y yo solo me dedique a seguir durmiendo. -No quiero.- cubrí mi cabeza con las cobijas. -No te estoy preguntando, es una orden.- no se en que momento pero había entrado a mi habitación, retiró bruscamente las sábanas de mi cuerpo y espero a que me pusiera de pie. -Quiero seguir durmiendo, déjame empaz.- rode los ojos y me volteé. -No me hagas tirarte encima una cubeta de agua fría, te arreglas en diez minutos.- si mi padre pudiera sacar humo por las orejas lo haría. Estaba muy furioso.
Me levante y salí a correr, quería sentir la brisa del aire, sacar de esa manera un poco mi estrés y el poderme distraer. Llenar de aire fresco mis pulmones, con la música en mi oídos era fácil el poder des estresarme. Familias apresuradas por ir al trabajo, hombres y señores corriendo con sus perros. Algunas señoras con hijos en sus respectivas carriolas sacándolos a dar un paseo. Tome bocanadas de aire y me apresure a hacer mi ejercicio. Que bien se podía sentir la fresca brisa rozar tu cuerpo, esa brisa fría que a cualquiera tranquiliza. Tome el tiempo en mi celular y empecé a correr. Me gustaba hacer esto de ves en cuando, me ayudaba a relajarme y des estresarme un poco de la situación que ahora estaba viviendo. Cuando creí que ya era suficien
Me miraba con esos ojos, como al gato de la película de Shreck. Aun no lo podía creer. ¿Él hacer eso? Es muy raro viniendo del imbecil que conocí hace unos dias. Su susurro me distrajo, alejándome de mis queridos pensamientos y preste atención a lo que diría. -Sígueme la corriente.- murmuró apenas moviendo los labios, sabia que podía dejarlo en ridículo. Sonreí con la mas falsa sonrisa que pude haber tenido en mi vida. Asentí disimuladamente y mis labios seguían con aquella sonrisa que ya me empezaba a dar dolor de cabeza. -No, no quiero.- dije con la risa queriendo salir de mi. El me miraba con la mandíbula apretada y todos los presentes ahí lo lamentaban.
No, esto no podía ser posible. Sabía que me tenía que casar, pero jamás imagine que sería tan pronto. Los dos tenían una sonrisa se oreja a oreja y nos miraban esperando alguna reacción. -No, mamá. ¿Están locos o que se fumaron?- ambos me miraban con cara de sorpresa.- Yo no me pienso casar tan rápido. Esto lleva tiempo.- Miré a Christian esperando alguna reacción de su parte. El solo se limitaba a asentir y a mirarlos con una sonrisa. No me estaba ayudando en nada y sabía que esto era venganza de lo que yo le había hecho pasar. -Por mi esta bien.- dijo encogiéndose de hombros y yo me puse de pie al instante. Negaba con la cabeza sin poderlo creer.- Nos vemos mañana, preciosa.- me dio un beso en la mejilla y salió por aquella puerta.
Sentía la sangre hirviendo recorrer cada centímetro de mi cuerpo. Si el pensaba que podía hacerme esto, estaba muy equivocado. No sabía bien el porque me ponía asi por esto, pero me enfurecía.Me levante de mi asiento, por poco tiro la silla. Lucía hizo un intento en vano de defenderme, pero no la deje.-¿Se puede saber a ti que diablos te pasa?- pregunte furiosa y con los puños apretados a cada lado de mi cuerpo.-Estoy disfrutando el único dia que tengo de soltero.- me sonrió hipócritamente y como si fuera lo mas obvio en el mundo.-¿Y lo disfrutas con tantas mujeres?- la
Tenía un sueño tan profundo, que juraría que cualquier cosa pudiera despertarme. Pero a veces no todo esta de mi parte. Me desperté por todo el ruido que se escuchaba dentro de toda la casa. Gire mi cabeza hacia mi mesita de noche y con los ojos entre abiertos vi en el reloj que eran las ocho y media de la mañana. Un poco indignada y de mal humor me levanté. Abrí la puerta aun tallándome los ojos y baje las escaleras. Me encontré con mi madre en el camino. -Mamá, ¿Se puede saber por qué diablos en esta casa hay mucho ruido?-pregunté, quería dormir tranquila, era fin de semana y era oportunidad de poderme levantar tarde. Mi madre me miro como si estuviera loca. Ellos normalmente se podían levantar desde las seis de la mañana. Pero yo era alguien mu
Se escuchaban aplausos de todas las personas que nos acompañaban ese dia. Sentí como Christian me apretaba a el y yo como mis piernas temblaban. Se separó de mi, pero mantuvo sus manos alrededor mío.-Felicidades, cielo.-Melina vino a nuestro encuentro.- Que gusto me da verlos juntos.-Nos abrazo a los dos al mismo tiempo.Asi fue durante cinco minutos. Abrazos, besos y muestras de cariño de gente que ni siquiera conocía. No tenía ni idea de quienes pudieran ser. Al fin y al cabo la boda no era mi, aunque me haya casado yo. Sentía que la boda era de mis padres, ellos lo disfrutaban.Fuimos a la sesión fotográfica, las palabras se quedaban atascadas en mi garganta.
Estaba dando vueltas y vueltas en la cama. En la habitación hacía un calor de los mil demonios. Miré el reloj en mi mesita de noche y eran las nueve de la mañana. Que frustrante que ya no pues seguir durmiendo mas. Christian seguí abrazado a mi, que raro. Ayer sin duda fue un gran dia, lo hubiera podido disfrutar mejor si esa boda sería con alguien que yo amará. Él estaba roncando y dormía como una roca. Ni siquiera el tren podría despertarlo. Me levante sin hacer mucho ruido y saqué lo que me pondría el dia de hoy. Fui al baño rápidamente e hice mis necesidades, duche y lave mis dientes. Pienso en el futuro ¿Qué nos deparará este matrimonio? Puede que al final no haya sido tan mala ide casarme. Pero asi como es Christian respecto a todo lo que tiene que ver