-Marlon sé gentil-Exclamó Estela mientras sentía la hombría de su esposo.Era igual de robusta. Lo suficiente como para activar las hormonas rotas que había sufrido desde aquel accidente.Estela cerrando sus bellos ojos se dejó llevar por la sensación de placer.Su esposo siempre fue cuidadoso, su posición favorita era a medio lado, mientras que él hacía todo el trabajo. Pero aún así a ella le fascinaba. Ambos se satisfacían.-Sabes que siempre soy cuidadoso contigo mi amor-Marlon le respondió con los ojos medio abiertos. Estaba a unas cuantas de correrse dentro de Estela. Quien planificaba en ese momento, un bebé en esta situación no era para nada sano.La pareja terminó el delicioso con un rico beso al final, un beso que los unió por siempre…La tarde había llegado, y además de eso era el cumpleaños de la madre de Estela. Cristiana. Que por suerte empezó a caminar, y hasta lanas se veían de su cuero cabelludo luego de la operación.Cristina se sentía súper feliz, además de eso, se h
Te ves hermosa, hija–Dijo Cristina; madre de Estela. hoy sería el día en que su hija se comprometería con un hombre mayor.Estaba a unas cuantas horas de convertirse en la esposa de uno de los hombres más poderosos de Colombia; Marlon Rivera.Este último era un famoso inversionista, reconocido por tener poco mas de diez hoteles en todo el país. –Muchas gracias mamá–Respondió Estela cabizbaja.–Todo esto pasará hija mía–Volvió a hablar su madre, pero esta vez con un tono alegre, no quería ver a su hija triste–Tu prometido te espera en la iglesia–añade.Estela sonrió de oreja a oreja, al menos para no seguir preocupando a su madre, ya que en el fondo se moría de tristeza, no quería casarse con ese hombre, pero tenía que hacerlo, había firmado un contrato con él.Estela pestañeó un par de veces para evitar llorar, no quería dejar a su madre sola en casa ya que esta sufría de diabetes. Pero el deber la esperaba.–Mi niña, promete que vendrás a casa a visitarme–Era inevitable que el corazó
–¿Por qué esa actitud tan a la defensiva, mujer?–Marlon coloca los ojos en blanco.–¿Acaso debería estar feliz de casarme con un viejo como tú?–Esa respuesta dolió hasta en el abismo, justo donde se situaba el corazón de Marlon, en el mero abismo, se había convertido en un hombre que no sentía nada, pero esa respuesta dolió.Sin pensarlo tomó a Estela del antebrazo y la apretó con fuerzas.–Debería darte un par de latigazos por decir esa m*****a estupidez, niña grosera–Aflojo su agarre en cuanto vio que uno de sus colegas se acercaba con confianza.–¡Ey Marlon!–Saludo con una sonrisa en sus anchos labios.–Lian, pensé que no ibas a venir–Era impresionante la manera tan rápida de como Marlon cambiaba el estado de ánimo.Estela colocó su otra mano encima de su antebrazo para sobarse, realmente la había maltratado.–Marlon, ¿cómo dices eso?, jamás me perdería este día tan especial, sabes muy bien que eres como un hermano para mí–Respondió Lian, pero luego volteo su rostro hacia Estela qui
Niña, solo colabora y nadie saldrá lastimado –Lo dijo con la normalidad del mundo.Pero Estela era un perro pitbull, era tan furiosa que con solo abrir la boca hería a cualquiera.–Mira grandote, alfa, prepotente, arrogante e insignificante hombre–Marlon la interrumpe.–Gracias por los apodos, nunca antes nadie se había atrevido a tanto, de verdad aprecio eso–Se burló, lo cual enojó más a Estela.–¡Por eso tu esposa y tu hija te abandonaron!–Le grito, y Marlon la tomó del antebrazo y la arrastró hasta las rejas que respaldan la mansión.–No te metas con esas cosas. ¡Lo entendiste!–Bufó con las cejas encontradas, su rostro había cambiado a tal manera de generar miedo dentro del corazón frío de Estela.–Sueltame, me estás lastimando idiota–Mascullo sin quitar la mirada de Marlon.–Solo eres una inmadura… y déjame recordarte que en el contrato no decía nada de eso, además de grosera, eres una bruta, ¿acaso no sabes leer?–La soltó de un tirón, dio media vuelta y caminó con rapidez, pero an
El maquillaje de Estela estaba hecho un desastre, y ni hablar de su vestido, estaba sucio, resaltando que fue uno de los vestidos más caros y prestigiosos del país; Marlon no quiso entrar en discordia con ella por el vestido, él decía que era un caso perdido, y recalcar acerca de un vestido sería una conversación sin fundamentos. Solo la miro detenidamente.–Así que ya tomaste tu biberón, niña malcriada–Susurra Marlon.–Mira viejo oxidado, no me provoques, solo vengo a negociar… Mas nada–Le torció los ojos.Marlon se echó a reír, nunca antes una mujer lo había tratado de esa manera tan petulante y poco cordial. –Te la dejaré pasar por hoy, pero si sigues tratándome de esa manera, te voy a castigar–Se aparto de la puerta para que Estela entrara a la habitación.-Sin ánimos de ofender, pero está habitación no me gusta-dijo Estela. La habitación era moderna, con accesorios antiguos y cuadros hechos a mano, además el color de las paredes era gris y las sábanas de la cama negras. Estela hi
–Señora largo de aquí, no quiero ver a nadie–Respondió Estela enojada.La señora realmente se preocupó, no quería ver a la joven así de triste, quiso ser amable pero Estela no le permitió.–Señora de Rivera, solo trato de ser amable –Sonrió la empleada.–No quiero escucharte.–Pero señora, solo quiero ayudarla.–Pues no lo vas a conseguir.No obstante la empleada se acercó más a Estela hasta sentarse junto a ella, era una mujer de algunos cincuenta años con una vida recorrida, su aspecto era muy sereno, con un cuerpo no tan ancho y de piel blanca.–¿Le ha hecho algo el señor?Por primera vez, Estela quiso confiar en la mujer, más porque le hacía recordar a su madre. Cristina.–Ese monstruo me ha tomado por el cuello. ¡Casi me mata!–Dijo con la voz temblorosa.–¡Ay Dios mío!– Dijo con impresión la mujer.–Pero te juro que esto no se va a quedar así–Respondió segura Estela.–Señora no se le ocurra hacer nada.–¿Qué? No ves como me ha dejado el cuello–Le mostró y este estaba colorado.–Lo
–¿Crees que con esa actitud de mier** vas a lograr todo?–Pregunto Marlon apoyando su barbilla con su mano.–Mira no quiero pelear contigo, solo conduce y llevame a casa, estoy cansada–Expreso estas palabras en un bostezó.–Estela de Rivera Monterrey–Espeto mientras le lanza una mirada aterradora a la chica–Te lo voy a advertir por última vez, cuando estemos fuera de casa, compórtate y cumple con tu parte, tal y como lo dijiste. O de lo contrario, descargare toda mi irá con tu madre Cristina–Elevo su mano y tomo el mentón de Estela hasta apretarlo con fuerza–¿Crees que porque solo hablo, no actuó? Si eso es lo que crees, adelante, juega con mi paciencia y lo veras. Te haré ver el infierno con tus propios ojos.Estela cerro sus oios, y su corazón empezó a latir con fuerza, tanto que Marlon se dio cuenta.La solto de golpe y postro sus manos en el timón, para luego conducir.Durante el camino ninguno de los dos hablo, Pero Estela se veia cansada por tanto se durmió, arrescosto su cabeza e
(Estela)Hoy es un dia muy hermoso, Aunque he vencido el miedo a las agujas, realmente quedé muy traumada cuando estuve hospitalizada, todos los días iban las enfermeras a inyectar en mis muslos un tipo de medicamento que me hacían doler todas las extremidades.Aparte de eso. Quiero salir a caminar, me siento muy aburrida, y el gruñón de Marlon no es tan pasivo como aparenta. Iré a su oficina a decirle que quiero ver a mamá.Estela subió las escaleras con un poco de dificultad, ya que su enfermedad le estaba cobrando factura. -¿Marlon podemos hablar?-Cuestionó detrás de la puerta, su voz era calmada.Marlon soltó un suspiro, sabía que Estela venía a causar berrinches.-Adelante Estela.Estela entró a la oficina, se sentó en una silla con mucha delicadeza.Y de inmediato empezó a hablar.-Marlon, Sé que dirás que no, pero necesito ver a mamá-Marlon estaba enfocando su mirada hacia su teléfono-Te he hablado Marlon, porfavor responde-Insiste la joven ahora con voz demandante.-Ve a cambi