Te ves hermosa, hija–Dijo Cristina; madre de Estela. hoy sería el día en que su hija se comprometería con un hombre mayor.
Estaba a unas cuantas horas de convertirse en la esposa de uno de los hombres más poderosos de Colombia; Marlon Rivera.Este último era un famoso inversionista, reconocido por tener poco mas de diez hoteles en todo el país.–Muchas gracias mamá–Respondió Estela cabizbaja.–Todo esto pasará hija mía–Volvió a hablar su madre, pero esta vez con un tono alegre, no quería ver a su hija triste–Tu prometido te espera en la iglesia–añade.Estela sonrió de oreja a oreja, al menos para no seguir preocupando a su madre, ya que en el fondo se moría de tristeza, no quería casarse con ese hombre, pero tenía que hacerlo, había firmado un contrato con él.Estela pestañeó un par de veces para evitar llorar, no quería dejar a su madre sola en casa ya que esta sufría de diabetes. Pero el deber la esperaba.–Mi niña, promete que vendrás a casa a visitarme–Era inevitable que el corazón de Estela no se retorciera de dolor, luego de escuchar el clamor de su madre, estaba devastada era como si una espada hubiera atravesado su alma.–Te lo prometo–respondió la chica con la esperanza de que eso sucediera, pero ni ella misma sabía que iba a pasar con su vida, luego de pisar la mansión del señor Rivera.El sonido de un auto las interrumpe.–¡Todo esto es mi culpa!–Gritó su madre en cuanto vio llegar la limusina que las llevaría a la iglesia, y sus lágrimas cayeron instantáneamente, se sentía vacía al saber que su pequeña hija caería en las garras de ese señor.–No llores mamá, vas a destruir tu maquillaje –limpió las lágrimas de su madre y le dio un abrazo.–Hija–Soltó un sollozó–Le he pedido a Dios que me perdone, jamás debí tomar dinero de ese hombre, fui una tonta. ¡Perdóname!–Exclamó mientras abrazaba con fuerzas a Estela.–No tienes por qué llorar. Te prometo que volveré en un años como lo estipula el contrato que hice con el señor Marlon.–Te esperaré con los brazos abiertos.–Tranquila, todo pasará. Prometo ser fuerte y sé que Dios nos ayudará.Estela sabía a lo que iba, estaba a punto de meterse en la boca del lobo, ya que Marlon era un hombre que donde ponía el ojo, ponía la vara. Era muy ambicioso. Aunque en las entrevistas manejaba un perfil pasivo, y las malas lenguas decían pestes sobre él.Mientras Estela y su madre se abrazaban un hombre entró a la humilde vivienda y con voz gruesa habló.–Señorita, soy el conductor asignado para llevarla a la boda–El hombre vestia un traje negro.Estela asintió sin problemas y salió. Todos los vecinos del pueblo se asomaron al ver el poderoso auto que se estacionaba enfrente de la casa más humilde del pueblo. Algunos susurraban de que Estela era una casa fortuna, mientras que otros pensaban que con trucos de brujería había conquistado el corazón de Marlon, ya que este, jamás se fijaría en una chica tan pobre.Madre e hija subieron al auto para así poder llegar a la iglesia, la cual estaba algo retirada.La boda se llevó a cabo en una de las mejores iglesias de la ciudad. Cartagena. Con invitados especiales como Maluma.Estela se sentía incómoda, jamás había tenido tantas cámaras enfrente. Su corazón latía demasiado rápido, pero aún así se veía radiante, tanto que su futuro esposo se acercó a ella en cuánto la vio salir del auto.-Estela, estás hermosa-dijo con una sonrisa en sus labios.Marlon por su parte vestía un traje negro con una corbata de color azul, la cual entonaba con sus ojos, estos eran claros y llenos de malicia. Tanto así que no dejaba de mirar a Estela con morbosidad.Estela...Este hombre es más joven de lo que aparenta, estoy dudando de que tenga cincuenta años, solo mira su cuerpo, a decir verdad no está tan feo, pero... No me gustan mayores. Además esto es solo un contrato. A pesar de que Marlon se veía temible, Estela jamás demostró temor, y ese pequeño gesto despertó cierta curiosidad en él.Estela conocía a Marlon desde hace tiempo; solo por televisión y periódicos, hoy era la primera vez que lo veía en persona, realmente no se sorprendió para nada.–Eres más delgada de lo que imaginé, además… Ese peso se presta para muchas cosas–Ese comentario tan fuera de lugar, hizo que Estela tragara grueso. Se sintió ofendida, pero aún asi no dijo nada–Ven vamos-añade. Marlon tomó a Estela de la mano y la llevo hasta el altar,La boda fue más rápida de lo que Estela imaginó, en cuanto el padre preguntó si quería casarse con Marlon, ella no dudó en decir que sí, sabía exactamente que esto no se trataba de amor, sino más bien, por conveniencia. Por lo tanto estaba segura.Marlon sonrió de costado y al igual que Estela respondió con un sí. Como la joven era tan frágil la tomó por la cintura y suavemente la besó, ella no se molestó en apartarlo, sino más bien le siguió el beso, fue algo bastante ligero por lo tanto Estela no sintió ni la más mínima sensación.El padre les dio la bendición y con esta se dio a finalizar la boda.Ahora solo quedaba la fiesta matrimonial en la cual había muchas más personas que las que estaban dentro de la iglesia. Estela se sentía asfixiada ya que todas las miradas apuntaban a ella.–Solo espero que esto termine pronto– Mascullo Estela con disgusto, pero marlon no respondió su comentario, solo rió.Un grupo de paparazzis se les acercaron y con mucha ansiedad preguntaban.–Señora de Rivera ¿porque está de mal humor?–Ella no se veía para nada contenta, por ello sintió un pellizcó en su cintura, no era necesario mirar a Marlon para captar el mensaje que éste le daba a través del acto que hizo.–Es que todavía no me hago la idea de que soy la esposa de este hermoso hombre, pero no estoy molesta como ustedes argumentan–Estela sonrió con una sonrisa forzada, tanto así que sus mejillas dolían.–Señor Rivera ¿por qué interesarse en una mujer tan joven para usted?–preguntó otro paparazzi sin pelos en la lengua, por lo tanto Marlon soltó una pequeña carcajada y apretó más la cintura de Estela hasta acercarla a su pecho.–¿Acaso está escrito en algún documento donde demuestre que para el amor hay edad?–Dijo con tono burlesco.–Señorita. ¿Es verdad que usted es de un pueblo desactualizado llamado arroyo piedra?– cuestiona una periodista con una risita al final. Su intención era más que evidente, quería molestar a Estela.Estela se molestó, no porque fuera de pueblo, ella se sentía orgullosa de sus raíces, lo que detonó su irá fue en la forma en cómo la periodista le preguntó y no obstante se burló.–Si. Por supuesto que soy de un hermoso pueblo llamado arroyo piedra, también te invito a que lo conozcas para que no andes de ignorante hablando porquerías-la mujer quedó con la boca abierta.-Señores, con su permiso-dijo Marlon entre risas y abriendo sus brazos los alejo-Solo ignoralos, no te dejes llevar, solo buscan drama-añade.-Son unos groseros-respondio ella con el ceño fruncido.–Eres una niña hermosa, ¿Lo sabes? –Dijo Marlon.Estela detuvo sus pasos para eliminarlo con la mirada. Algo no andaba bien.–No me gustan las palabras fresas… Y por cierto no se te olvide que esto es solo un contrato, no quiero que te pases de mano larga conmigo porque no te lo voy a permitir–Lo regaña como si fuera un niño de cinco años.–¿Por qué esa actitud tan a la defensiva, mujer?–Marlon coloca los ojos en blanco.–¿Por qué esa actitud tan a la defensiva, mujer?–Marlon coloca los ojos en blanco.–¿Acaso debería estar feliz de casarme con un viejo como tú?–Esa respuesta dolió hasta en el abismo, justo donde se situaba el corazón de Marlon, en el mero abismo, se había convertido en un hombre que no sentía nada, pero esa respuesta dolió.Sin pensarlo tomó a Estela del antebrazo y la apretó con fuerzas.–Debería darte un par de latigazos por decir esa m*****a estupidez, niña grosera–Aflojo su agarre en cuanto vio que uno de sus colegas se acercaba con confianza.–¡Ey Marlon!–Saludo con una sonrisa en sus anchos labios.–Lian, pensé que no ibas a venir–Era impresionante la manera tan rápida de como Marlon cambiaba el estado de ánimo.Estela colocó su otra mano encima de su antebrazo para sobarse, realmente la había maltratado.–Marlon, ¿cómo dices eso?, jamás me perdería este día tan especial, sabes muy bien que eres como un hermano para mí–Respondió Lian, pero luego volteo su rostro hacia Estela qui
Niña, solo colabora y nadie saldrá lastimado –Lo dijo con la normalidad del mundo.Pero Estela era un perro pitbull, era tan furiosa que con solo abrir la boca hería a cualquiera.–Mira grandote, alfa, prepotente, arrogante e insignificante hombre–Marlon la interrumpe.–Gracias por los apodos, nunca antes nadie se había atrevido a tanto, de verdad aprecio eso–Se burló, lo cual enojó más a Estela.–¡Por eso tu esposa y tu hija te abandonaron!–Le grito, y Marlon la tomó del antebrazo y la arrastró hasta las rejas que respaldan la mansión.–No te metas con esas cosas. ¡Lo entendiste!–Bufó con las cejas encontradas, su rostro había cambiado a tal manera de generar miedo dentro del corazón frío de Estela.–Sueltame, me estás lastimando idiota–Mascullo sin quitar la mirada de Marlon.–Solo eres una inmadura… y déjame recordarte que en el contrato no decía nada de eso, además de grosera, eres una bruta, ¿acaso no sabes leer?–La soltó de un tirón, dio media vuelta y caminó con rapidez, pero an
El maquillaje de Estela estaba hecho un desastre, y ni hablar de su vestido, estaba sucio, resaltando que fue uno de los vestidos más caros y prestigiosos del país; Marlon no quiso entrar en discordia con ella por el vestido, él decía que era un caso perdido, y recalcar acerca de un vestido sería una conversación sin fundamentos. Solo la miro detenidamente.–Así que ya tomaste tu biberón, niña malcriada–Susurra Marlon.–Mira viejo oxidado, no me provoques, solo vengo a negociar… Mas nada–Le torció los ojos.Marlon se echó a reír, nunca antes una mujer lo había tratado de esa manera tan petulante y poco cordial. –Te la dejaré pasar por hoy, pero si sigues tratándome de esa manera, te voy a castigar–Se aparto de la puerta para que Estela entrara a la habitación.-Sin ánimos de ofender, pero está habitación no me gusta-dijo Estela. La habitación era moderna, con accesorios antiguos y cuadros hechos a mano, además el color de las paredes era gris y las sábanas de la cama negras. Estela hi
–Señora largo de aquí, no quiero ver a nadie–Respondió Estela enojada.La señora realmente se preocupó, no quería ver a la joven así de triste, quiso ser amable pero Estela no le permitió.–Señora de Rivera, solo trato de ser amable –Sonrió la empleada.–No quiero escucharte.–Pero señora, solo quiero ayudarla.–Pues no lo vas a conseguir.No obstante la empleada se acercó más a Estela hasta sentarse junto a ella, era una mujer de algunos cincuenta años con una vida recorrida, su aspecto era muy sereno, con un cuerpo no tan ancho y de piel blanca.–¿Le ha hecho algo el señor?Por primera vez, Estela quiso confiar en la mujer, más porque le hacía recordar a su madre. Cristina.–Ese monstruo me ha tomado por el cuello. ¡Casi me mata!–Dijo con la voz temblorosa.–¡Ay Dios mío!– Dijo con impresión la mujer.–Pero te juro que esto no se va a quedar así–Respondió segura Estela.–Señora no se le ocurra hacer nada.–¿Qué? No ves como me ha dejado el cuello–Le mostró y este estaba colorado.–Lo
–¿Crees que con esa actitud de mier** vas a lograr todo?–Pregunto Marlon apoyando su barbilla con su mano.–Mira no quiero pelear contigo, solo conduce y llevame a casa, estoy cansada–Expreso estas palabras en un bostezó.–Estela de Rivera Monterrey–Espeto mientras le lanza una mirada aterradora a la chica–Te lo voy a advertir por última vez, cuando estemos fuera de casa, compórtate y cumple con tu parte, tal y como lo dijiste. O de lo contrario, descargare toda mi irá con tu madre Cristina–Elevo su mano y tomo el mentón de Estela hasta apretarlo con fuerza–¿Crees que porque solo hablo, no actuó? Si eso es lo que crees, adelante, juega con mi paciencia y lo veras. Te haré ver el infierno con tus propios ojos.Estela cerro sus oios, y su corazón empezó a latir con fuerza, tanto que Marlon se dio cuenta.La solto de golpe y postro sus manos en el timón, para luego conducir.Durante el camino ninguno de los dos hablo, Pero Estela se veia cansada por tanto se durmió, arrescosto su cabeza e
(Estela)Hoy es un dia muy hermoso, Aunque he vencido el miedo a las agujas, realmente quedé muy traumada cuando estuve hospitalizada, todos los días iban las enfermeras a inyectar en mis muslos un tipo de medicamento que me hacían doler todas las extremidades.Aparte de eso. Quiero salir a caminar, me siento muy aburrida, y el gruñón de Marlon no es tan pasivo como aparenta. Iré a su oficina a decirle que quiero ver a mamá.Estela subió las escaleras con un poco de dificultad, ya que su enfermedad le estaba cobrando factura. -¿Marlon podemos hablar?-Cuestionó detrás de la puerta, su voz era calmada.Marlon soltó un suspiro, sabía que Estela venía a causar berrinches.-Adelante Estela.Estela entró a la oficina, se sentó en una silla con mucha delicadeza.Y de inmediato empezó a hablar.-Marlon, Sé que dirás que no, pero necesito ver a mamá-Marlon estaba enfocando su mirada hacia su teléfono-Te he hablado Marlon, porfavor responde-Insiste la joven ahora con voz demandante.-Ve a cambi
-Creo que llevaré todos esos vestidos que están en aquella hilera-Estela señaló unos vestidos de colores que estaban colgados en la pared.-Sí señora-Dijo la empleada y de inmediato empezó a descolgar los vestidos para llevarlos hasta Estela quien los esperaba con los ojos brillantes. -También quiero díez vestidos talla M, los más hermosos que tengas, y unas bufandas de color negro, rojo y azul.Los otros vestidos eran para su madre Cristina, sabía que le iban a encantar. También eligió perfumes y zapatos.Para ella solo se compró veinticuatro vestidos y lencería. Ella sentía que era poco, por ello decidió comprar carteras y accesorios. Estela sentía mucha emoción, nunca antes había comprado tantos vestidos.-¿Algo más señora de Rivera?-Dijo la empleada con una sonrisa.-Pensándolo bien creo que si falta algo-Los ojos de Estela se abrieron en gran manera luego de ver unas gafas que estaban en edición limitada. Se acordó que esas mismas eran las que había visto en una revista cuando vi
-¿Es mucho dinero verdad?-Volvió a hablar Marlon. Estela se encogió de hombros y apartó su mirada, no quería seguir hablando sabía que iba a perder, y más aún por ser una pobretona, ni con tres trabajos al mismo tiempo podía juntar y pagar tanto dinero-Te llevaré con mi hermano Oscar para que vea cómo está tu ojo.Marlon se dirigió hasta el consultorio de su hermano, y afortunadamente estaba desocupado.-Estela ¿Duele?-Preguntó Oscar mientras veía con una linterna el ojo de la chica, quien guardó silencio en toda la consulta, no tenía ánimos de hablar, se sentía con impotencia y mucha infelicidad.-Hermano lleva en silencio desde que nos subimos al auto, solo mándale algo para desinflamar y listo, creo que mañana estará mejor-Anuncio Marlon mientras pasaba su mano por encima de su estresado rostro.-Justo eso iba a hacer-Oscar limpio la herida de Estela y luego le colocó un tipo de crema para que bajara esa inflamación más rápido-Listo Estela, por ahora solo tomaras Diclofenaco para de