— No quiero — murmura Frank estirando su mano y tirando de mi hasta tenerme atrapada en la cama bajo su brazo y contra su pecho — quédate en la cama.
— Amor, es un desayuno con los ejecutivos de España — le recuerdo, pero él gruñe y me alborota el cabello — ¡Frank! Lo acabo de lavar.
— No me importa, es muy temprano — murmura atrapando ahora mis piernas con las suyas y poniéndose sobre mí.
— Frank, maldita sea, suéltame &mdash
Al llegar a casa, Orange está dormido, pero sus hermanos lo están esperandoatentos, y junto a ellos, mi madre luciendo preocupada.— Cariño, despierta — digo sacudiéndolo ligeramente — vamos,voy a preparar tu habitación y hacerte algo de comer ¿Quieres algo en especial?— ¿Puedes hacer alitas? — pregunta haciendo una mueca mientras lo ayudo a salir del coche, las muletas parecían molestas ahora, pero el mocoso encontraría como divertirse. Ponta Delgada - PortugalDespierto con el sonido de las gaviotas, el sabor a sal en mis labios y la sensación de mi brazo faltante empieza a ser una molestia.— André — me llama Videl, abriendo la puerta de mi habitación — Es tarde, tenemos un pedido grande ¡arriba hombre!— Ya voy — me quejo rondando en la cama y poniéndome de pie, mis piernas ya no dolían, pero trabajar con un solo brazo le daba serios problemas a mi espalda — ¿Hay desayuno? —Antes
- ¿Vas a salir? - pregunta Matt mirándome con los ojos entornados, yo aprieto los labios, intentando buscar la manera de evitar la confrontación.- Sí, iré a cenar con alguien esta noche - respondo lentamente, mirándolo desafiante, su sonrisa cínica no augura nada bueno, así que me pongo de pie, intentando ignorar su mirada.- ¿Desde cuándo "sales a cenar"? - pregunta apretando los puños.- Matt...no quiero hacer esto - me quejo - voy a salir y no tienes nad
Ponta Delgada - PortugalVidel miró a la mujer con curiosidad, no demasiado confiado, parecía turista, una pelirroja de cabello rizado y pecas que parecía al borde de un colapso nervioso, su amigo Tito había encontrado a un hombre hace unos días, pero el hombre había muerto unas horas antes.- No es él - susurró la pelirroja mirando a una chica delgada y rubia junto a ella - No es tu papá.Ambas empezaron a llorar desconsoladamente, y Videl empezó a cuestionarse si
Una vez dentro del coche de un muy confundido Chris, puedo respirar otra vez.— Bueno, hola — dice él mirándome con curiosidad, le sonrió a modo de disculpas, Chris es un hombre guapo y divertido, me alegraba por la mujer que se casara con él, se veía guapo vestido elegante, con sus ojos castaños mirándome divertidos — ¿problemas con los niños?— Creo que me voy a volver loca — admito recostándome en la silla de cuero.— Entonces
Ponta Delgada - Portugal— Tenemos que hablar — dijo Videl dejándose caer junto a André, su amigo estaba triste, más de lo normal, con el reciente nacimiento de su pequeño hijo, Videl notó como su amigo regresaba a ser huraño y taciturno al igual que los primeros díasluego de despertar.— Dime — fue la respuesta, André estaba sentado mirando al mar, con el puño apretado y los hombros tensos.— André....yo...hay algo que no te he dicho — admitió, su amigo lo miró con sorpresa — y...es, bueno, complicado.— ¿Es sobre mí? — la esperanza en los ojos de André lo derrotaron.— Al principio no lo sabía, de verdad que no, pero...— Videl, dímelo — rogó — Por favor, llevo dos años en esta isla, no tengo ni siquiera una pista sobre quien
Llegar a casa a las seis de la mañana me recuerda a la época en la que salía de fiesta con los chicos en L.A, Chris y yo habíamos recorrido los mejores bares de la ciudad yhabía sido malditamente divertido.- Te acostaste con él - me detengo de golpe en cuanto entro en la sala, Matt está en uno de los sillones, pero se pone de pie y me mira furioso - Eres una jodida puta ¿Cómo mierda pudiste? – grita.- Matt, ahora no - digo, sintiendo mi cabeza a punto de reventar.- ¿Ahora no? - pregunta ofendido - ¿Cómo mierda dices eso? Te follaste al maldito medico de mierda.- Mathew Hoffman, cierra el jodido pico - digo dando un paso al frente, si bien me arrepentía ligeramente de la bofetada del día anterior, este niño necesitaba disciplina.- No te las des de interesante conmigo - se queja - no eres más que una...L
Esa misma tarde llevo a Orange al hospital para que le quiten el yeso, aunque mi niño no luce demasiado contento al respecto.— Ya pasaron tres semanas Orange, hay que sacarlo — digo llegando al estacionamiento.— Sólo quieres ver a Chris — murmura de mal humor.— Te compro dos patinetas nuevas si dejas de quejarte — propongo mientras entramos, él gruñe.