Narra Damián.
Me encontraba en el trabajo, revisando unos documentos y un contrato multimillonario con la empresa internacional “Automotriz Corp.” Pensando en como estarán Dalia, mi esposa, y mis hijos. Ella había sido mi asistente, sin embargo, no tenía quien me ayudaría con mi hijo, George, Marcela se encargaba, pero tuvo que viajar y contraté a Dalia como una madre para mi pequeño. Ella era poco agraciada, y cuando cambió su imagen, no podía creer el parecido impresionante con mi difunta esposa y madre de mi hijo, Mariana. Resultó que eran hermanas, gemelas. Quien lo diría.
—Amor mío, si supieras lo feliz que somos, mas no significa que te haya olvidado. — Digo mientras miro su retrato.
De repente la puerta se abre y es Joseph, mi mano derecha y guardaespaldas.
—¿Qué ocurre? —Digo y veo a mi asistente muy preocupado.
—Su… su esposa —no veo nada raro, ella en cierta forma cuida de mi hijo como suyo.
—No le veo nada de malo… —Me interrumpe.
—Se ha llevado a su hijo. —¡¿Qué dijo?!
—¡Búsquenla! No pudo haberse ido y desaparecido. — esto no quedará así.
—Así lo haremos señor, McCarthy. — dice Joseph y se va.
—¡Maldición! ¿Cómo se atrevió a irse y con mi hijo? ¿Quién se cree? — estoy hecho una furia.
Al principio la contraté para que cuidara de mi hijo, y no para que se lo llevara quien sabe a dónde. Y no sólo eso, sino que abrí mi corazón con ella y darme la oportunidad de amar nuevamente, casándome con ella y ¿así me paga? Incluso le di mi apellido a su hija.
—Te voy a encontrar, Dalia. Y no la vas a contar.
Confíe en ella y ¿así me paga? Bien dicen que no debes confiar ni en tu propia sombra, porque no sabes cuando te van a traicionar y de quien menos te imaginas.
Dos años antes…Narra Damián.Ya estoy cansado de busca a una nueva asistente, ya que la anterior estaba teniendo un amorío con Carlo, el vicepresidente, todos pensaban, incluyéndome, que era real su relación, hasta que descubrimos que era una espía de la competencia. Iba a presentar cargos, pero el idiota de Carlo me pidió que no, ya con el hecho de sacarla de aquí, era suficiente. ¿Qué le pasa? ¿También debo despedirlo para que no caiga en sus redes? Si no lo hago es porque es mi mejor amigo junto con Frank. ¡Dios! Los toques a la puerta de mi oficina me sacan de mis pensamientos.—Adelante. —Digo con voz fría.—Idiota. ¿Qué modales son esos de recibirme? Siempre tan apático. —Tenía que ser el odioso de Frank, de recursos humanos y uno de mis mejores amigos.—No estoy de humor. —Digo y lo escucho bufar.—Como sea. Te traigo a la candidata perfecta para tu asistente. —Dice y me pasa una carpeta, la recibo y miro su contenido.—Es broma ¿Cierto? —Parece una mujer mayor.Veo la foto y
Narra Dalia—¡Rose! Apúrate por favor o se te hará tarde para la escuela. —Siempre es lo mismo con ella.Todas las mañanas debo cuidarla, ya que no tengo un trabajo, y los que había tenido, me corren por falta de presentación en mi apariencia, pues que mal, soy inteligente, además, no pienso verme “hermosa” para eso tengo mi trabajo nocturno, la paga no es mala, sin embargo, no lo suficiente para mis gastos.—Ya estoy lista, mami. —Rose es mi hija de 4 años, el padre de ella nos abandonó por irse con su novio. Muy decepcionante. Ni hablar.Tenía una hermana de la cual no tengo muchos recuerdos, mis padres al separarse nos separaron, he intentado buscarla, pero nada.…Ayer fui a una entrevista de trabajo en una de las empresas más importantes del país, “McCarthy Corporación” dijeron que llamarían, pero debo ser realista nadie me va a contratar mientras me siga viendo de esta manera.—Si no te llegan a contratar, puedes trabajar conmigo. —Me dice la señora Melisa, quien tiene una repos
Narra Damián. Sé que yo mismo me podía preparar mi café como siempre lo hago, sólo que quiero que esa… mi “asistente” se cansé de todo esto y decida renunciar por voluntad propia, en verdad que su imagen es un insulto a mis ojos. ¿Qué no le gusta arreglarse, aunque sea un poco? —¿Cómo te va con la nueva? —Entran Frank y Carlo con cara de idiotas burlándose de mí. —Eres un desgraciado, Frank. —Digo de pésimo humor. —Sabes que es la indicada para tu asistente, y hasta te enamores de ella. —Dice entre risas y estallo en su contra. —Vete al diabl0. —Lo golpeo haciéndolo caer al suelo y Carlo en seguida lo ayuda a levantarse. —Sabes muy bien que no busco esposa, y menos me casaría con espanto como ese de allá afuera. Por mi fuera la habría rechazado, pero insististe mucho y no sabes cómo me arrepiento de ello. —Y es la verdad. —Eres un amargado. —Sale de mi oficina junto con Carlo. Me siento en el sofá y halo mi cabello con frustración. —¡Maldición! —Tocan a la puerta e ignoro de qu
Narra Dalia.¡Dios! Yo tratando se huir de esos dos idiotas y por su culpa casi llego tarde a mi otro trabajo, apenas y llegué a tiempo, mis compañeras me ayudaron a vestirme y maquillarme como lo que represento, una diosa egipcia. Les doy las gracias y salgo al escenario, y como es de todos los días, ahí está él, Damián en primera fila, antes no me provocaba nada que me mirara, pero después de que lo tuve de cerca la otra noche, confundiéndome con quien pudiera ser con mi hermana, ahora me pone nerviosa, trato de ignorarlo y hago mi baile.…Como siempre, todos me felicitan y me regalan ramos de rosas rojas, sólo que hoy veo en uno de esos ramos una tarjeta, la tomo y la leo.“Para la Diosa más hermosa que ha cautivado mi corazón.Damián McCarthy”¡No puede ser! ¡¿Es en serio?! ¿Por qué haría algo como esto? No quiero que se acerque a mí, ya tuve suficiente de eso hace unas horas cuando insistía en llevarme a casa. Sumándole que como jefe es muy frio y arrogante, pero de noche y fuer
Narra Damián.—Como odio la impuntualidad y aquí todos lo saben. —Digo de mal humor.—Calma, hombre o te acabarás el hígado de tantos corajes. Además, ella no sabe las reglas de aquí, es nueva, te lo recuerdo, pero seguramente lo entenderá para la próxima. —Dice el idiota de Frank muy relajado.—No habrá otra, porque después de hoy, la voy a despedir. —Es mi ultima palabra.—¡¿Qué?! ¡No puedes hacer eso! Ella tiene una hija, es madre soltera. —¡Genial! Ahora todos se ponen de su lado.—Es una irresponsable. —Lo miro con rabia.—Como te dije, ella es nueva en esto. O ¿es por lo fea que es y por eso la quieres despedir? —Le dio en el blanco.—Eso es lo de menos. —Sólo que no le daré el gusto de darle la razón.—Contigo es imposible hablar. Espero que después no te arrepientas. —Sale molesto de mi oficina.Tomo el teléfono y le pido a la srita. Carter que se presente a mi oficina.Tres minutos después entra y tiene los ojos rojos.—Tenga, tiene que archivar estos documentos. —Se acerca y
Narra Dalia.Definitivamente, mi jefe es un idiota, por su culpa perdí un buen ingreso anoche por faltar al club, lo bueno que tenia un guardadito, Mi jefa no estaba muy contenta, pero al explicarle mi situación y de quien se trataba la razón del por qué había faltado, ella cambió su estado de animo y me la “perdonó” pensaba dejar esa vida una vez que tuviera este trabajo, pero como van las cosas, dudo que pueda hacerlo, ya que ayer, ese amargado, le dijo al sr. Lennox, que me despediría por impuntual, lo que hizo que llorara aun mas de lo que estaba haciendo, y en caso de ser así, lo mejor es presentar mi renuncia.Sé que le debe causar repulsión mi apariencia y la verdad no me importa, sin embargo, me tomé la libertad de preparar mi renuncia en caso de que se atreva a despedirme.—Como lo odio. —Digo entre dientes.—¿Qué dijo? —La voz del sr. Lennox me hizo saltar de mi asiento con preocupación.—Yo… no he dicho nada. —¡Yo y mi boca!—No te preocupes, no le diré nada a tu jefe. —Son
Narra Damián¿Cómo se le había ocurrido a mi asistente querer llevar a su hija con nosotros a un viaje de negocios? Ni que fueran vacaciones familiares. Así que le pedí el favor a mi hermana de que la cuidara y ella encantada de hacerlo, siempre le han gustado los niñ*s, sé que ella será una excelente madre en su momento.Me encontraba en el jet privado viajando y de vez en cuando miraba a mi asistente, ella se encuentra durmiendo, ya que la señorita le teme a las alturas y se marea con un poco de facilidad, así que, le dieron una pastillita para que pudiera dormir.—¡Dios! Que le puedo hacer, es necesario su presencia en este viaje.Y yo que estaba pensando seriamente en unas vacaciones con mi hijo. Se lo merece. Sin embargo, se presentó este viaje de ultimo momento con el matrimonio Harrison.…—Señorita, ya llegamos. —Le dice la azafata a Carter.Ella con mucho trabajo comienza a despertar.—¿Qué? ¿Dónde estamos? —Está algo desorientada, así que soy yo quien la ayuda.—Estamos en B
Narra DaliaJames nos llevó a uno de los mejores clubs que hay en la ciudad, y no sólo eso, sino es más exclusivo y lujoso. La verdad quería desestresarme, sé que venimos por trabajo, sin embargo, con el mal humor que tiene mi jefe… uf, ¿A quién no lo estresaría?—Ten, deber tener sed. —Dice James cerca de mi oído, ya que la música está muy fuerte.—Si… muchas gracias. —Le acepto la bebida y me la tomo de un trago. Miro a mi jefe quien está solo en la barra, no quiso estar con nosotros. Amargado.—Ven, te invito a bailar. —¡Dios, no! Digo se bailar, pero… es la primera vez que alguien me invita, a pesar de la apariencia que tengo.—Yo, no… —Siento como me levanta sin lastimarme y vamos a la pista. Es tan guapo. ¿Qué cosas pienso?—Tienes unos hermosos ojos, Dalia. —Sus palabras me hacen sonrojar, o quizás sea el efecto de la bebida.—Yo… debo ir al tocador. —Digo y salgo casi corriendo de ahí. No puedo hacer eso… además me siento muy mareada y siento que no he bebido mucho.Entro al t