CAPÍTULO 30. AMENAZAS

El hombre se dobló ante mi ataque, iba a continuar golpeándolo, cuando vi que la sangre comenzó a manarle de la herida y antes que mi otro golpe acertara en su humanidad escuché un grito de esa voz que me dejó congelada en el acto y con los ojos abiertos de par en par.

—¡Por Dios mujer! ¿Acaso has enloquecido? Me salvé de una bomba para que me mates a jarrazos —en ese momento la felicidad que me inundó fue indescriptible, lo vi alzando su rostro mientras la sangre le corría por un lado de la cara.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App