⋘ASTRID⋙Han pasado diez meses desde aquella tormentosa etapa de nuestras vidas. Diez meses en los que han sucedido muchas cosas: desde el cumpleaños de Mía hasta el nacimiento de las gemelas de Alessandra y Marcelo. Alexia y Marcela, dos pequeñas gotas de agua, se han convertido en la alegría de las familias Ferreira y Lowell. Dos niñas que, inevitablemente, me hacen pensar en el bebé que perdí.He asistido a varias sesiones con la psicóloga para superar todo lo que pasó. Mi reencuentro con Lara fue muy importante. Sigue trabajando para la policía y ahora se encuentra en una nueva misión. Sin duda, Lara es una mujer digna de admiración. Aún me siento mal por las duras palabras que le dediqué en el pasado, aunque ya me ha perdonado.—Me pregunto quién es el dueño de tus pensamientos —me giro al escuchar la voz de Fabio, que está recargado en el marco de la puerta con una mirada brillante y una sonrisa torcida que me roba el aliento.—¿Estás celoso? —le pregunto, caminando hacia él para
⋘ASTRID⋙No me equivoqué de profesión, hoy compruebo con mis propios ojos que nací para esto. Para brillar sobre las pasarelas del mundo. Mi rostro es conocido en muchos países, pero en Brasil es donde finalmente me han hecho una propuesta de trabajo muy difícil de rechazar.Mi corazón late con fuerza ante el futuro prometedor que se abre delante de mí; sin embargo, mi felicidad no es completa. Mis pensamientos viajan a miles de kilómetros de Brasil.Aunque la oferta es tentadora, no he podido tomar una decisión debido a mi relación con Patrick Ferreira, un hombre maravilloso de quien estoy profundamente enamorada.Y, como si mis pensamientos lo invocaran, nuestros ojos se encuentran brevemente. El corazón me da un vuelco al verlo sentado junto a Fabio y Nicole. Su apoyo siempre es un aliciente e impulso para mí. Patrick es sinónimo de seguridad y libertad.Salgo de la pasarela y voy a los camerinos con una nueva sensación en el pecho al recordar su mirada. Hay cierto remordimiento en
⋘FABIO⋙Desde el momento en que vi llegar a Patrick al desfile, supe que las cosas no iban a terminar bien. Astrid lleva semanas debatiéndose entre aceptar o rechazar la oferta de trabajo que le han hecho los directivos de una cadena prestigiosa de joyería, y todo por su relación con Patrick. Sinceramente, me arrepiento de habérselo mencionado y haberle sugerido que aceptara. La relación con Patrick no ha estado bien en los últimos meses, sobre todo por sus constantes viajes de trabajo. Antes de venir a Brasil, estuvimos dos semanas en Milán, y antes de eso, Astrid estuvo en Inglaterra y Grecia. Su nombre es reconocido en el mundo de la moda, y me siento orgulloso de ser parte de todo esto. Pero también me siento culpable al verla fingir que todo marcha bien.—Con sinceridad, ¿cuánta posibilidad existe de que la señorita Gringer acepte ser el rostro de nuestra marca? —pregunta Nelson Dos Santos, el principal accionista de Joalheria Imperial.Aparto la mirada del hombre y la dirijo hac
⋘Astrid⋙Un ligero e incómodo dolor me hace abrir los ojos. Parpadeo varias veces, tratando de acostumbrarme a la fuerte luz de la habitación. Con agobio, me doy cuenta de que no estoy en la oficina ni en el hotel. Intento mover mi brazo para levantarme de la cama, pero el dolor me detiene al percatarme de la intravenosa colocada en él.Mi corazón se acelera ante la ola de incertidumbre y preocupación que me embarga. El último recuerdo claro que tengo es estar en la oficina de Imperial. ¿Cómo he llegado aquí? ¿Qué ha pasado desde entonces? Las preguntas giran en mi mente mientras intento recordar.Comienzo a tirar de los recuerdos, tratando de hallar una explicación. ¿Me he desmayado? ¿Tuvimos un accidente cuando íbamos al restaurante? Mis dedos tiemblan al tocar la intravenosa, como si necesitara confirmar que esto no es un mal sueño.El crujido de la puerta me saca de mis pensamientos. Mi mirada se dirige hacia ella y veo a Fabio entrar lentamente. Su rostro está cubierto de preocup
⋘Astrid⋙El tiempo vuela cuando no te das más que un momento para respirar. Los últimos tres meses han sido un nubarrón. Entre sesiones de fotos, algunas presentaciones y eventos sociales que me mantienen ocupada para no pensar, sobre todo cuando el abismo acaricia la superficie, amenazando con tirar los muros que he construido alrededor de mi mente y corazón.A este punto, no sé si estoy consumiendo el trabajo o si él me consume a mí. Odio tener estos momentos de reflexión mientras espero por Fabio, quien, aprovechando el flexible horario de hoy, me ha invitado a comer, pero… está llegando tarde.Con algo de frustración, tomo el celular y reviso las fotos que me han enviado de la última sesión, son perfectas por donde las vea. El reflejo del poder y el glamour, mas por dentro me siento como una vasija vacía.La notificación de una nueva actualización de uno de los diarios más importantes de Nueva York interrumpe mis pensamientos. Abro la página más por aburrimiento que por curiosidad
⋘FABIO⋙Camino con paso ligero hasta llegar al estacionamiento del café, me detengo abruptamente cuando me doy cuenta de mi reacción. Le doy un golpe al capó con furia.¿Qué es lo que estoy haciendo?La pregunta me carcome el corazón, actué de manera imprudente y poco racional con Astrid. Ella no tiene idea de mis sentimientos, tampoco es una bruja que pueda leerme los pensamientos.Todos estos años me he asegurado de que no tenga la más mínima sospecha de que me he enamorado de ella.¿Quiero que se recupere y olvide a Patrick?¡Por supuesto! Nada me haría más feliz que verla sonreír de nuevo. Odio la máscara que se coloca cada vez que está a mi alrededor y más odio tener que fingir que le creo.Meso mis cabellos con frustración, recargo el cuerpo contra el vehículo y respiro profundo. Debatiéndome entre volver al café o esperar a que Astrid venga al estacionamiento.El timbre del móvil interrumpe mis pensamientos, lo saco del bolsillo y respiro de nuevo. Es mi madre.“¡Fabio!”Aparto
⋘ASTRID⋙La arena bajo mis pies se mueve. El agua va y viene, provocando un ligero cosquilleo mientras camino hacia la orilla del mar. Han pasado tres días desde que llegamos al municipio de Santo para las sesiones de fotos y grabaciones de los comerciales que se lanzarán el próximo mes. Han sido días muy largos de trabajo, pero también me han permitido mantener la cabeza ocupada, evitando pensar en nada más que en terminar el contrato con Imperial. Cada día que pasa me acerca más y más al momento en que finalmente podré regresar a Nueva York.Me detengo cuando me doy cuenta de que me he alejado demasiado del grupo. Asumo que es una zona privada, o eso parece al no ver tanta gente alrededor. Me dejo caer sobre la arena y clavo la mirada en el imponente y maravilloso mar. El vaivén de las olas me relaja, así que aprovecho cada oportunidad para escaparme.Hay momentos en los que me siento tentada a caminar mar adentro y dejar que esa inmensidad me abrace y me absorba por completo. Total
⋘ASTRID⋙«Te amo».Me congelo ante la confesión de Fabio. Por un momento creo haber escuchado mal. Tiene que ser eso. Es imposible que esté enamorado de mí. ¿Cómo? ¿Cuándo? Un sinfín de preguntas inunda mi mente.—Lo siento, Astrid —murmura, mirándome a los ojos—. Sé que estás herida por todo lo que ha sucedido, pero después de hoy, he decidido no perder más tiempo. Quiero que lo sepas, estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo.Mi cuerpo tiembla cuando se aleja. Ignoro su semidesnudez, las gotas de agua cayendo por su cuello, y me concentro en sus ojos y labios, esperando que me diga que es una broma. Pero la seriedad de su mirada me confirma que todo esto es real, que no es un sueño y mucho menos que he escuchado mal.—Fabio… —me detengo apenas al pronunciar su nombre. ¿Qué voy a decirle? Estoy sorprendida, procesando su confesión.—No es necesario que digas nada, Astrid —murmura, adivinando mi debate mental—. Tal vez te parezca muy apresurado y que no es lo que esperabas escuch