Como cada mañana salí de casa en silencio; lo único que se me da bien. Evitando ser vista por mi loca familia.
Solo espero que este semestre en la universidad pase rápido, la verdad es que deseo irme a vivir con mis abuelos a la madriguera por lo menos estando allá nadie se fijará en mi color de ojos ni en lo que soy. Aunque mi madre dice que mis ojos son únicos, yo no lo creo, más bien son bastante extraños, nunca he visto a un conejo con los ojos del color que tengo los míos porque no son amarillos, gris o Dorados; son verdes tornasolados, un color tan brillante que es imposible de ocultar. Por tal razón cuando salgo a lugares que son frecuentados por los humanos me miran como si yo fuera algo extraño, pero ya estoy acostumbrada a esas miradas, puesto que en la manada en la que vivo los habitantes me miran de igual modo.
—Nadia, dale que se nos hace tarde— me grita mi primo Lucas haciendo que adelante el paso. Corrí a su lado con una gran sonrisa en el rostro, pues mi primo es mi ángel de la guarda; siempre me lleva a todos los lugares que necesito.
Al llegar a su lado me subí a su coche deportivo y antes de poner la radio a todo volumen como de costumbre él detiene mis manos y me pregunta.
—porque estás usando lentillas— y es que no se le pasa una. Lo mire rápidamente intentando pensar en algo para que no me obligue a quitarme las lentillas.
—¡uy! Estás enamorado — le pregunté, por qué va vestido de manera diferente hoy.
—Nadia esos trucos no van conmigo y lo sabes, así que mejor te quitas esas lentillas o me enojaré bien feo contigo— me regaña con un poco de molestia y es que cuando le da por chantajearme es bastante manipulador.
—las humanas se ponen lentillas y siliconas, nadie las obliga a quitárselas, pero yo a mí… — iba a seguir refutando, pero él me dijo.
—ya párale, deja de hacer comparaciones, además lo que quiero es que no te andes ocultando detrás de esas cosas por miedo a que te miren— juro que si Lucas no fuera mi primo ya estaría derretida por él. Lucas es el híbrido perfecto solo conmigo porque en realidad es el chico malo que anda por ahí rompiendo corazones.
—Está bien, ya tus ganas, pero recuerdas que hoy quedaste de llevarme a ese bar de cambiaformas — le recuerdo la promesa que hace una semana lo obligué a hacerme. Todos en la manada han ido y me causa curiosidad saber cómo es ese lugar. Mi hermana no deja de restregarme que ella si puede ir a donde quiera sin que nadie la vea como un bicho feo.
Mientras cantaba a todo pulmón, la música pop en inglés de Patty Perry; llegamos al campo universitario. Busco con la mirada al lobo que me hace fantasear y tener varios orgasmos cuando me llega el celo; es que al ser un conejo no necesito tener a mi pareja destinada al lado para que me llegue el celo como a los lobos, cada tres meses entro en celo, esparciendo feromonas como una loca en fuga. Mi celo ha sido lo más difícil que he tenido que sobrellevar después de mi primera transformación; algunos lobos manejados por las feromonas que suelto han tratado de acosarme. Y eso es uno de los tantos desperfectos que tengo, que hacen a mi hermana burlarse de mí.
—Ese Maikel no es para ti Nadia— me advierte Lucas porque sabe que a quien estoy buscando con desesperación es a Maikel.
—Pero, me gusta mucho. Aparte de que está soltero—le respondo encontrando a mi lobo beta presumido, con porte de chico malo que me gusta. Siempre que paso por su lado cierro los ojos sintiendo ese aroma que me enloquece; puedo especificar la mezcla de olores que emana su cuerpo es almizcle sutil, es ligera esa fragancia en él; y limpio, sándalo, lavanda y por último enebro. Puedo detectar todos los olores que contiene su esencia y juraría que si no conociera bien a los lobos yo tendría que ser su mate, pero no lo creo; la diosa no sería tan generosa conmigo. Abro los ojos para alejar esos pensamientos tristes y cuando enfoco mi atención nuevamente en él lo puedo ver en su esplendor; jeans desgastados que usa así solo por moda que se le ve malditamente bien, una camisa blanca acompañada de una campera de cuero simple. Tiene el pelo negro sedoso que se amarra en una coleta, más de una vez he fantaseado con poder acariciarlo… ojalá, se me haga realidad. Pero para sus ojos no soy más que una niña escuálida, a quien no le presta atención, él es el único que no se burla de mí, pero tampoco me nota es como si yo fuera invisible para él.
Entramos a clases, Lucas se fue por su lado y yo pues estoy en el ala este del recinto.
Ya todos están dentro, tratando de pasar desapercibida caminé hasta la parte de atrás para sentarme lejos de todos.
—bola de pelos—me grita una de las lobas que son las seguidoras de mi hermana— tu olor cada día es más desagradable—todos les celebran el chiste sin gracia.
<<cuerpo flácido>>pensé en la palabra que desearía gritarle, si pudiera pelear con ella, pero le prometí a Lucas que no me pondría a su nivel.
☆Na… Na… Nadia… No… No deberías☆ me advierte mi coneja que casi no habla y cuando lo hace es un puro desastre, ya que tengo que esperar tres horas para que exprese bien lo que desea decirme.
Pero aún con la advertencia de mi coneja y olvidando la promesa que le hice a Lucas le respondí— más feo huele el trasero plástico que tienes.
Se ríe a carcajadas de manera falsa. <<Incluso hasta eso lo hace falso>>
—tal parece que has olvidado lo que te hice la última vez que me respondiste de esta manera— sus ojos cambiaron de color e intentó ponerse de pie, pero en ese momento entro el maestro. Las clases las pasé bajo su amenazante mirada, pero me salvó que Lucas pasó por mí antes de que el maestro saliera del salón de clases.
Estando fuera de la universidad se acerca a nosotros Maikel —ey, Lucas, no vi hoy en clases a Lidia, sabes si ella vendrá al bar— sintiendo mi corazón romperse me doy media vuelta ocultando mi rostro, un hábito que suelo hacer cuando me siento vulnerable.
—En realidad no sé, deberías preguntarle a ella ¿no crees? — le respondió Lucas con molestia.
—uup, perdón no pensé que mi pregunta te fuera a poner de tan mal humor— le respondió con tranquilidad pasando por mi lado y de pronto se detuvo—¿estás bien pequeña coneja? — me preguntó con un tono preocupado por primera vez.
<<maldito diminutivo>>
Más que una pregunta siento que me habla por pena. Lo escucho acercarse a mi espalda y vacilar.
<<tócame. Abrázame>> grita mi cuerpo desesperado. La desilusión me embarga cuando él da un paso hacia atrás.
—Vámonos por favor, Lucas—hablé con la voz más clara que puedo.
Le doy gracias a la diosa que Lucas me sacó rápido de allí porque juro que moriría si duraba un segundo más a su lado y no es que él sea mi mate, sino que es el chico de quien estoy enamorada desde que tengo uso de razón.
Soy patética lo sé, pero nada más puedo esperar es eso o que mi pareja destinada sea un conejo que para mí de cierta forma es mejor por eso es que tengo los planes de irme a casa de los abuelos.
Lucas manejó su deportivo a toda velocidad y en vez de llevarme a mi cruda realidad “la manada” cambió de dirección llevándome a otro lugar con tal de hacerme sentir mejor, pero su intención se vio interrumpida con la presencia de la fastidiosa de mi hermana que por estar en este bar fue que no asistió hoy a clase.
—ha llegado la mojigata— empezó Lidia a reírse burlonamente subiendo la voz más de lo necesario, llamando la atención de algunas personas que se encuentran dentro del bar— aaaa.. Excúsenme que me equivoque es la mojiconeja— todos sus amigos empezaron a carcajearse, en sí todos los que la rodean hoy, son hombres.
Lucas apretó los puños con enfado, deseando matarla, pero le agarré el brazo para que se calme porque conozco a Lidia y sé que es capaz de hacer que todos enfrenten a Lucas. Es que Lidia se ha autonombrado ser la próxima reina de los lobos, pero ella no cuenta con el gen de alfa, algo tonto de su parte creer que al ser la primogénita va a heredar tal puesto sin ser apta. Pero bueno si sus locos amigos así lo creen.
Habrá que dejarlos que se enfrenten con la cruda realidad de que Lidia no será más que la presumida con sueños de grandeza y por eso humilla y pisotea a todos.
Perseguimos a los demonios hasta territorio de los lobos. Eso me dejó un mal sabor de boca; nunca he confiado en esos pulgosos, pero hasta ahora no se habían metido conmigo o con mi pueblo.
—no mi rey— me detiene Egan cuando estoy a punto de usar mis poderes para traspasar la ridícula barrera que protege la manada del rey de los lobos.
—no puedo llegar hasta aquí para detenerme así de fácil— bufé con irritación— no me importa iniciar una guerra total, ellos fueron los primeros en enviar a esos demonios y según tengo entendido la antigua luna de esa manada es la hija del rey demonio— le hice saber sin poder ocultar mi disgusto.
Él niega con la cabeza y es la primera vez que Egan me lleva la contraria en algo— y si eso es lo que pretenden los demonios y si esto es una trampa piensa Alisan, eres un hombre inteligente - él me habla como si tratara de hacerme entrar en razón.
—haber hombre explícate mejor— le pedí entendiendo a medias sus palabras.
— sabes que siempre nos hemos mantenido alejados de todo, pero siempre informado de todo lo que pasa en cada reino y según tengo entendido el inframundo está dividido con dos reyes que pelean el poder y el rey padre de la ex luna de esta manada por ser quien es cuenta con el apoyo de los lobos, ya que siempre se han apoyado mutuamente; con esto lo que quiero explicarte es, que posiblemente quien esté enviando a estos demonios sea el otro rey que está peleando un derecho que no le corresponde y para quitarle fuerza al rey Keren está usando trucos maliciosos para usarnos en su favor porque si iniciamos una guerra con los lobos eso saca a los lobos de su camino, puesto que estarían ocupados con nosotros— su explicación me hizo ver que estoy siendo un tonto al dejarme manejar por mi instinto y no por la lógica porque en cierto sentido tiene razón ¿que ganaría también el rey de los lobos con enviar a los demonios? y según tengo entendido ellos pelean de frente y por honor.
Ya había caído la tarde aproximadamente eran las seis. En este lado de la tierra el sol se oculta más rápido que en mi manada, aún no había reinado la oscuridad.
Entramos a un bar de cambiaformas muy famoso en la zona, lo he escuchado mencionar por algunos de mis guardias que de vez en cuando salen a cazar fuera de la manada. Estaba mirando mi teléfono cuando escuché unas carcajadas y comentarios de niños engreídos.
Levanté el rostro porque pude oler algo diferente aquí, "una coneja" y no una coneja cualquiera sino la pequeña nieta de la coneja escurridiza que eligió a un lobo en mi lugar. La reconozco por su aroma, los conejos tienen algo que los relacionan y cómo nosotros los Leones tenemos el olfato mucho más desarrollado que los lobos percibimos una fragancia oculta en la sangre que a muchos les cuesta identificar inclusive a los vampiros.
Ella agarró el brazo de un chico que estaba a su lado, se sentaron en la barra y él se enfocó en ponerle límites con el alcohol.
Narra Alisan:<<vaya sí que esto es interesante>> pensé y me acomodé sobre mi asiento para observar a la pequeña detenidamente.—Alisan esa sonrisa malvada que tienes no pinta nada bueno— comenta Egan, tan incómodo como lo estoy yo por el asunto de nuestro celo. Y es que la chica que está molestando a la pequeña coneja que al parecer es su hermana y la verdad es que no está mal. Esa loba sería un buen desahogo si no hubiera estado en mi época de apareamiento.—pienso jugar con esa chiquita— la señalé y ella se giró, no sé si fue que sintiera mi mirada o qué, pero estoy en un lugar donde hay poca luz y con sus escasos poderes no creo que pue
Narra Alisan:Quería jugar con ella, hacerla rabiar y lo estaba logrando, pero todo se salió de control cuando ella comenzó a fanfarronear sobre el territorio queriendo dejarme en claro que no soy más que un forastero, pero ese no es el problema: es que de un momento a otro empezó a soltar feromonas y mucha; había olvidado que a los conejos le llega el celo al igual que nosotros que no necesitamos de una pareja para eso. Ese aroma embriagador me aturdió provocando más mi lujuria y la criatura que me parecía hacen tan solo unos minutos una niña empezó a parecerme una mujer que hace palpitar mi miembro el cual lleva duro tres días, pero sabía cómo controlarlo, y ahora todo se ha ido al carajo porque mi mente morbosa solo me pide a gritos saber que se puede sentir con una conejita como ella, que con tan solo agar
Narra Alisan:He sido un tonto, tantos miles de años de pasar mis ciclos de apareamiento encerrado aguantando unos dolores insoportables, todo porque no quería atarme a una hembra teniendo en plan que el día que lo hiciera lo haría con una hembra fuerte digna de un rey como yo; la dejé con dudas mientras me ponía la ropa luchando contras mis propios instintos para no cagarla más y clavar mis colmillos en ese cuello tan débil que creo que no podrá aguantar una sola mordida. Mi felino me pedía a gritos morderla alegando que ya no hemos impregnado en ella, pero qué más da quizás con los sabios de la manada encuentre una solución si no le he mordido y eso cuenta; ningún león había aguantado no hacerlo.<<Todo es culpa de esa jodida coneja>
Narra Nadia:Después del alboroto que se armó, dije burlonamente que sin la presencia de mi abogado no daría ninguna declaración y como siempre la abuela Amber les pidió a todos incluso a mis padres que me dejen tomar mis propias decisiones reconociendo que ya soy toda una mujer y que si no quiero que ellos traten de encontrar al rey de los gatos es porque tengo bien claro que no lo quiero y que si él abusó de mí y yo no lo quiero decir también deben de entender mi situación, así acabó todo incluso ahora voy al lado de mi primo Lucas que no ha mencionado una sola palabra sobre el tema, solo resopla como si le desagradara mi aroma, pero me he duchado como diez veces para no oler a gato y aun así veo su disgusto. Tengo que reconocer que el gato huele rico, claro no más que Maikel. Narrador:⊙Alisan sabe que Nadia solamente quiere escaparse de él, pero le pareció más interesante jugar a la coneja y su cazador, además de que no se marchará de esa manada sin haber matado a ese mate que ella mencionó. Aunque supo que ella no se había acostado con él igual sabe que cuando lo mencionó no mentía y eso le molesta saber de su sola presencia, pues ya la coneja es de su propiedad y no dejará que venga nadie a quitarle lo que le pertenece por derecho según, el ganado. La soltó y tal como lo esperaba Nadia extendió la huida siendo mucho más lenta que él, pero de eso se trata de jugar con su presa la seguía con calma. Mientras Maikel la busca también yendo a parar a la mansión en donde vive Nadia. Sus padres que sintieron la presencia del rey león en la manadCAPITULO 7:
Narra Nadia.No dudo de que estoy cometiendo el peor error de mi vida y lo sé, ahora voy a su lado agarrando su mano dejando todo detrás a mi familia qué me ama demasiado, pero siento que si no salgo de sus vidas no seré nada más que Nadia la coneja asustadiza. Sé que mi plan inicial era irme a la madriguera y eso no ha cambiado, pienso hacerlo en cuanto esté gato se canse de mí y me eche de su manada. Además, no puedo ocultar que me causa intriga saber cómo son los Leones y su hábitat.—gato, por estar de enojona no he traído mi ropa— le hice saber, mirando que he venido solo con lo que llevo puesto.—no la necesitas a mi lado lo tendrás todo siempre y cuando respetes dos reglas y el n&uacu
Narra Nadia.Ya que estoy aquí encerrada como un maldito animal, al menos le haré la vida imposible hasta que me deje salir.Escuché el agua caer y supe que se trataba de él, así que aquí empieza mi plan, le dije cosas para encenderlo y dejarlo con más excitación porque he visto su erección durante el viaje. Ver su miembro así de duro hace que tenga fantasía con subirme sobre él y disfrutarlo hasta que esté caliente que tengo dentro de mi pase. No me siento incómoda cuando él me dice que durante su celo me usará sexualmente porque a pesar de que no lo amo disfruto de ser follada por él, solo que cuando me canse de este juego me iré y no me volverá a encontrar porque me cambiaré hasta el apellido.Lo hice rabiar y entro al baño para calmarse por un momento, pe
Narra Nadia. Joder en qué demonios me he metido, este gato loco me hace comportarme como una puta desesperada y luego que me prende me deja aquí tirada con mi celo a tope y encima me amenaza para que no me toque. No me quedó más que entrar al baño y tomar una ducha fría como al principio, pues bueno yo ya he aceptado ser su amante cuando estemos en celo y eso es porque me conviene, pero igual no voy a satisfacerlo y a quedarme con las ganas, eso sí, que no. Estando nuevamente sola y tirada en la cama es que me pongo a pensar que he marcado mi futuro y ya no podré tener hijos como alguna vez lo soñé, puesto que sin un mate no podré concebir por más que lo intente, pero bueno de nada me sirve pensar en eso ya lo hice y creo que esa fue mi mejor decisión, quizás con esto le he ahorrado a esos seres inocentes ser despreciado igualmente por su padre o que lo intentase esconder por vergüenza y eso es peor que no nacer. Sentí la puerta ser abierta por alguien y ni m