Narra Alisan:

He sido un tonto, tantos miles de años de pasar mis ciclos de apareamiento encerrado aguantando unos dolores insoportables, todo porque no quería atarme a una hembra teniendo en plan que el día que lo hiciera lo haría con una hembra fuerte digna de un rey como yo; la dejé con dudas mientras me ponía la ropa luchando contras mis propios instintos para no cagarla más y clavar mis colmillos en ese cuello tan débil que creo que no podrá aguantar una sola mordida. Mi felino me pedía a gritos morderla alegando que ya no hemos impregnado en ella, pero qué más da quizás con los sabios de la manada encuentre una solución si no le he mordido y eso cuenta; ningún león había aguantado no hacerlo.

<<Todo es culpa de esa jodida coneja>> pienso con enfado mientras camino al bar en donde Egar me está esperando.

*Sabes que con lo frágil que son los conejos debimos de marcarla; en su próximo celo un lobo podría tomarla y aunque no me sienta feliz al tener una hembra así de débil, me agrada menos saber que un pulgoso toque lo que me pertenece* me hizo saber asad tan cabreado como yo por ser tan blando al dejarnos manejar por la lujuria.

☆Este juego nos salió caro☆ le respondí omitiendo la parte de reclamarla como nuestra. Porque mis planes son otros y quizás no la necesite.

☆Sí, que disfrutamos de ese delicioso juego lástima que no la reclamamos como nuestra; no aceptaré que un jodido pulgoso marque lo que es mío, te lo digo alisan, ya me conoces☆ me amenaza nuevamente. 

☆Debí escucharte cuando me pediste acoplarnos a Leandra☆le dije arrepentido.

No tengo ganas de entrar a ese bar así que usé la conexión que tengo con Egan para hacerle saber mi deseo de regresar a mi manada de donde nunca debí de salir.

—alisan porque hueles a sexo— me pregunta Egan sin tan siquiera llegar a mi lado arrugando el entrecejo con dudas y a la vez con asombro.

—he cometido un gran error al querer jugar con esa niña— él sonríe y pone su mano sobre mi hombro mientras niega con la cabeza.

—amigo el karma, es algo que no se equivoca, recuerdas que le hiciste la vida cuadritos a la abuela de esa pequeña por puro placer solo porque deseabas a una coneja en tu colección— juro que si Egan no fuera mi mejor amigo ahora mismo sus viseras estarían como obra de arte de esta manada por querer burlarse de mi desgracia.

Nos transformamos para llegar más rápido a la manada, pero antes de traspasar la barrera de mi propia manada me detuve en seco, notando que aún conservo el aroma de esa niña en mí, que iba a hacer, eso sería percibido por mi pueblo seguido que su rey se ha acostado con un ser débil. Egan entendió mi problema y asintió dejándome saber que está de acuerdo con mi plan así que volví al gran lago que dejamos detrás tratando de limpiar cualquier rastro de ella, pero nada y es que nada más a mí en un momento tan desesperado como este se me ocurre que podré borrar su aroma de mí si es que me he acoplado e impregnado de ella y por más que luche su aroma de ahora en adelante será parte de mí.

<<Soy el jodido rey a qué demonios le temo>> pensé antes de entrar manteniendo mi rostro en alto no le debo una explicación a nadie y si he llegado donde estoy es por mi carácter y mi fuerza superior a la de todos.

Sin detenerme a hablar con nadie entre a mi palacio los guardias bajo mi mando me saludaron bajando la cabeza, todos con dudas, pero no se atreven a preguntarme por qué saben lo sádico que soy cuando me hacen cabrear y por eso se limitan a preguntarme algo. En el momento que llegué a mi habitación tomé una ducha larga intentando calmar el deseo que aún tengo por la coneja, me vestí como de costumbre siempre usando ropa oscura que me hacen ver más intimidante. Bajé a mi estudio a poner en orden todo el reino, porque las veces que salgo así sea por un día se salen de control sin un líder que los domine. Las luchas entre los cachorros para mostrar su fuerza son imparables, los machos en esta época también pelean demasiado, solo espero que todo haya estado en calma si no me veré obligado a imponer la ley y el respeto.

Ya Egan fue por el sabio de la manada para que me ayude con el problema de la coneja, así que estoy ansioso moviendo un bolígrafo a cada lado mientras reviso las cuentas de mis empresas notando que todo anda bien y lo mismo hago con los registros de la manada y veo que no hay un reporte de peleas ilícitas, esta vez todo marchó con calma, lo que no tiene paz es mi interior porque, aunque hace apenas horas que la tuve entre mis brazos, ya la extraño demasiado su cuerpo.

Mis sentidos están alterados tanto que puedo escuchar las pisadas de Egan junto a las del sabio y cuando estaban a punto de golpear la puerta les ordené a que pasen; si, digo les ordené porque lo dije con un tono autoritario y es que cuando estoy desesperado me pongo más indeseable de lo que dicen que soy.

—qué diablos dices— rugí con furia haciendo temblar al león más viejo que existe después de mi padre quien se encuentra en África junto a mi madre y dos hermanos en busca de ver si existen manadas de leopardos o leones desamparados que están oculto por estar débil, ya que si no estamos dentro de una manada perdemos nuestros poderes y somos presas fáciles para cualquier enemigo.

— mi rey no fue mi intención faltarle de verdad perdóneme, pero le digo que ya usted ha elegido a su reina y si la deja sin la protección de la manada sería presa fácil para cualquiera que desee llegar a usted, entiendo que no la ama; solo úsela en su ciclo de celo y ya cuando esté fuera de él puede usar a otras hembras, aunque tenga presente que solo ella podrá concebir a sus cachorros cuando usted la marque— estoy perdido y no estoy dispuesto a buscarla; tampoco es que todos conocen mi esencia, quizás ni lo noten.

Narra Nadia:♧

No entiendo cuál es el alboroto tan grande que tiene mi familia porque me he acostado con alguien, total mi hermana se acuesta con un lobo diferente cada noche y nadie dice nada y ni se molestan en preguntarle.

—mi vida entiendo que te cause vergüenza contarnos lo sucedido, pero no debes quedarte en silencio porque sentimos que el ser que te utilizó es alguien fuerte y no tiene esencia de lobo— me esta mi padre tratando de convencer y estoy loca por subir a mi habitación a descansar, ya que mañana tengo una prueba final en la universidad y debo estar centrada. Nunca he dejado de asistir por el celo, esto se ha convertido en parte de mí, pues el único que me provocaba deseos de abalanzarme sobre él es Maikel, pero con lo sucedido de ayer ya algo en mí lo repudia.

—bueno padre, deje de tratarme como si fuera de cristal al menos mírenlo por el lado bueno; alguien poderoso se fijó en mí, aunque sea por un instante y no es que se me haya llevado nada importante— mordí mi labio inferior tomando valor para lo que le voy a decir a mi padre— mi parte de princesa está completa, aunque arde— mi madre abrió los ojos ante mi respuesta, nunca he sido tan directa con mi padre, pero es que me da cólera su sobre protección. Mi abuelo abrió la puerta al fin llegando de su viaje al reino de la tía lera; quise correr a su lado, pero después mi mente dio un vuelco y recordé su engaño y aunque es tonto mi enojo le dije que su castigo será mi rechazo, lo ignoro en cada oportunidad, cosa que me cuesta, pero si no cumplo al menos mis palabras nunca me verán cómo alguien importante que ya creció y dejó de ser una niña hace mucho tiempo, pero que ellos se niegan a aceptarlo.

El abuelito Vladímir entró a su lado y me miraron con rareza y luego se miraron entre sí y empezaron a oler el aire como perros sabuesos, bueno, aunque mi abuelito Vlad lo es. Si sabe que opino eso de él me da una tunda, pero la abuelita le dice perro tonto y él solo se ríe.

—Nadia, ¿porque hueles a la esencia del rey León? — me pregunta el abuelo Erick y creo que tal vez mi abuelo Erick mordió a un loco y esa sangre le hizo daño porque no me explico que ese hombre fuera el rey de los gatos amarillos.

—que, abuelito; no estarás equivocado— gritó mi hermana que está sentada en el sofá que tengo enfrente escuchando y deleitándose con la penosa situación por la que estoy pasando, pero su risa desapareció cuando el abuelito ha mencionado al rey león, así él estuviera equivocado ahora soy yo la que quiere que el tema continúe.

—¿cómo te quedó el ojo, bonita? — al decirle eso le guiñé un ojo y chasquee la lengua— me he tirado al patrón de los gatos en primera vuelta mientras que otras se acuestan con lobos omegas y betas sin futuros— fanfarroneo sabiendo que ese rey no volverá por alguien como yo, pero algo importante debía pasarme para joder a Lidia.

—ya basta pequeña, esto no es algo de lo cual sentir orgullo porque él no debió dejar su esencia en ti si tú no eres su pareja; los leones tienen libre albedrío y eso solo te hace daño a ti porque el día que aparezca tu mate hay posibilidad que te rechace al sentir el aroma de otro macho en ti— explica Vladímir, mostrando los ojos de alfa a punto de unirse a Ferir y eso me deja entender que he cometido un error del cual no me arrepiento y del que no daré detalles alguno porque ya está y si verdaderamente mi compañero aparece y me quiere de verdad eso no será un obstáculo para estar conmigo, no es que esté marcada o algo parecido. Aunque no sé cómo funcionan los gatos, porque su aroma se puede ir seguido tomé una ducha con el delicioso gel de lavanda que uso.

—bueno, yo voto porque eso se quede así tal y como está, porque declararle la guerra al rey león por una simple follada, es patético-opina la indeseable y si no estuviera más que de acuerdo con ella me opondría, pero ese gato lo que hay que dejarlo tranquilo en su canasto y seguir la vida de coneja usada, que disfrutó de un buen sexo en el bosque. Pronto me iré a la madriguera y esto será parte de la historia.

—calla niña intrusa— le gritó mi abuela Verónica a Lidia y ella es la única que ve lo desgraciada que es mi hermana, aunque de igual manera la ama; siempre le dice que las personas malas nunca terminan bien, pero eso a lidia le importa un comino y no es que desee un mal para mi hermana, pero sí que algo le haga ver sus errores porque siempre he tratado de brindarle amor y lo que me dice es que soy muy melosa.