Narrador. Camilo seguía dándole su espacio a Jhoa y viendo como ella le temía, pues desde que llegaron al hotel, ella se alejaba de él y ahora estaban en esa habitación pareciendo dos enemigos cuando en realidad él la estaba necesitando como ella no tenía idea.—¿No te irás con ellos?— indago ella y él mantenía la cabeza agachada pidiendo a su bestia controlarse.—¿Quieres que me vaya? — levantó la cabeza para mirarla y ella negó con varios movimientos rápidos de cabeza.—Yo tampoco podría dejarte sola— ella abrió muy grande los ojos.—Antes no querías saber de mí.—Estás equivocada, después de que perdí a mi familia, me convertí en un hombre bastante reservado, me costaba dejar que alguien entrara en mi mundo, no quería, ni quiero volver a sentir ese vacío de perder a quien amo, también estaba el detalle de que no podía mezclarte en mi mundo—, él no encontraba las palabras adecuadas para explicarle, pues Camilo no es de mucho dialogar, y hasta ahora esta estaba siendo la charla más
Epílogo.Dos años después.Los felinos se unieron, aunque con gobernantes diferentes, ya no había enemistad entre una especie y otra.Como lo prometieron Lars y Maia, en ocasiones iban a la manada del rey león, disfrutaban el tiempo en ese lugar juntó a los hermanos de Maia, y Alisan y Lars se llevaban mejor, pero no eran del todo amigo, aunque había sido culpa de otro de igual modo él fue quien acabó con la vida de parte de su familia, pero ya no había rencor incluso se hablaba sin necesidad de ofenderse o mostrarse desagrado.Ana seguía luchando con Fer y sus regueros, adoraba a esa pantera, pero no a su desorden y él lo hacía para hacerla gruñir, el mayor tiempo se la pasaba dibujando su rostro y ayudaba a su hermano con las empresas y las joyerías del fantasma.Maia se burlaba cada vez que podía diciéndole que él es un traficante y embaucador que se quedó con su corona, también lo hizo entregarle el documento que ella firmó y lo quiso golpear cuando lo leyó porque no decía nada, i
Cuarta entrega de una niñera para el alfa.Nadia es una coneja, que ha nacido sin ningún tipo de poder especial, y ese hecho la hace querer ser alguien más. Su anhelo es ser igual a su hermana mayor, pero la hermana es una híbrida con tres bestias interiores, una hembra beta real - mitad vampiro y conejo. Por su parte Nadia al ser la segunda hija del rey de los lobos "Javier” solo sacó el gen de conejo de su madre "azul" la cual es una hembra beta mitad conejo.Su hermana mayor es una híbrida arrogante que se encarga de hacerle la vida imposible a su pequeña hermana solo por el hecho de que ella es una coneja y desde muy pequeña siempre la humilla y la hace quedar mal delante de todos. Por ese hecho Nadia se propone ser fuerte para no dejarse pisotear de su hermana. En su bús
Los leones: una especie casi extinta, pero muy especial, no son tan afortunado como los lobos o los demás seres, ya que estos no son creaciones de la madre luna y por tal razón no cuentan con una pareja destinada; al pasar de los años se han ido mezclando con otras especies incluyendo a los humanos, teniendo en sí descendencia que con el tiempo hacen perder su gen, pero hay una manada. La única que queda la manada del rey León, fuerte poderosa y sobre todo hermosa, está manada está oculta, es como si fuera otro planeta en medio de la misma tierra en la que viven los humanos e incluso los demás seres, pero hasta ahora no ha visto ni brujos o hechiceros que hayan podido dar con su paradero, puesto que estos seres son creaciones de la madre naturaleza y ella en sí los protege.Hasta que un día los demonios pudieron traspasar la
Como cada mañana salí de casa en silencio; lo único que se me da bien. Evitando ser vista por mi loca familia.Solo espero que este semestre en la universidad pase rápido, la verdad es que deseo irme a vivir con mis abuelos a la madriguera por lo menos estando allá nadie se fijará en mi color de ojos ni en lo que soy. Aunque mi madre dice que mis ojos son únicos, yo no lo creo, más bien son bastante extraños, nunca he visto a un conejo con los ojos del color que tengo los míos porque no son amarillos, gris o Dorados; son verdes tornasolados, un color tan brillante que es imposible de ocultar. Por tal razón cuando salgo a lugares que son frecuentados por los humanos me miran como si yo fuera algo extraño, pero ya estoy acostumbrada a esas miradas, puesto que en la manada en la que vivo los habitante
Narra Alisan:<<vaya sí que esto es interesante>> pensé y me acomodé sobre mi asiento para observar a la pequeña detenidamente.—Alisan esa sonrisa malvada que tienes no pinta nada bueno— comenta Egan, tan incómodo como lo estoy yo por el asunto de nuestro celo. Y es que la chica que está molestando a la pequeña coneja que al parecer es su hermana y la verdad es que no está mal. Esa loba sería un buen desahogo si no hubiera estado en mi época de apareamiento.—pienso jugar con esa chiquita— la señalé y ella se giró, no sé si fue que sintiera mi mirada o qué, pero estoy en un lugar donde hay poca luz y con sus escasos poderes no creo que pue
Narra Alisan:Quería jugar con ella, hacerla rabiar y lo estaba logrando, pero todo se salió de control cuando ella comenzó a fanfarronear sobre el territorio queriendo dejarme en claro que no soy más que un forastero, pero ese no es el problema: es que de un momento a otro empezó a soltar feromonas y mucha; había olvidado que a los conejos le llega el celo al igual que nosotros que no necesitamos de una pareja para eso. Ese aroma embriagador me aturdió provocando más mi lujuria y la criatura que me parecía hacen tan solo unos minutos una niña empezó a parecerme una mujer que hace palpitar mi miembro el cual lleva duro tres días, pero sabía cómo controlarlo, y ahora todo se ha ido al carajo porque mi mente morbosa solo me pide a gritos saber que se puede sentir con una conejita como ella, que con tan solo agar
Narra Alisan:He sido un tonto, tantos miles de años de pasar mis ciclos de apareamiento encerrado aguantando unos dolores insoportables, todo porque no quería atarme a una hembra teniendo en plan que el día que lo hiciera lo haría con una hembra fuerte digna de un rey como yo; la dejé con dudas mientras me ponía la ropa luchando contras mis propios instintos para no cagarla más y clavar mis colmillos en ese cuello tan débil que creo que no podrá aguantar una sola mordida. Mi felino me pedía a gritos morderla alegando que ya no hemos impregnado en ella, pero qué más da quizás con los sabios de la manada encuentre una solución si no le he mordido y eso cuenta; ningún león había aguantado no hacerlo.<<Todo es culpa de esa jodida coneja>